"UN VAPOR DE PALABRAS"

LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
 "UN VAPOR DE PALABRAS"



 por Hugo Bruschi en el Año de la Resistencia

Corrían los años 60, años de llegada de Fidel Castro y más tarde el CHE a la histórica conferencia de Punta del Este, donde dijo que la OEA era el Ministerio de Colonias de los EEUU. Años en que el Almagro de entonces llamado Carlos Clulow, vendió su voto en la OEA para lograr la expulsión de CUBA de la misma. Años de Reformas Naranjas que el pueblo votó sin saber de que se trataba y que luego festejó en las calles con ollas, latas y alguna botella de vino envuelta en papel de diario. Festejo que mereció aquella caricatura del gran Peloduro. Un burgués en algún balcón de la Avenida 18 de Julio, brindaba Champagne en mano al tiempo que le decía a su querida: "Mi amor, decime si no es emocionante verlos festejar nuestro triunfo".



Luego fallece el Gral. Gestido quien llegó a la Presidencia precedido de una consigna futbolera: "Póngase la celeste Gral." Parece que el Gral. era hermano de aquél otro Gestido, el de la hazaña celeste. Y esa misma noche, sacaban de la cama entre confundido y borracho, a un Pacheco Areco investido Presidente de todos los orientales. Fueron años de Medidas de Seguridad y militarización de UTE, de ilegalización de la prensa opositora, Partidos Políticos de Izquierda, etc. Años en que se institucionalizó la tortura, como forma de prever los peligros que acechaban a las empresas y a la misma Democracia. Los reclamos obreros ante los "ajustes" de cuentas que vivimos hoy y que en otros paises se denomina rebaja salarial con reducción de horas de trabajo en la industria, para poder "mantener la fuente de trabajo". Verso éste muy bien edulcorado por falsos representantes obreros y alimentado por el silencio de los mismos trabajadores.




Fueron años que le arrancaron la careta a un Uruguay que ya no sería la Suiza de América, ahora se nos comparaba con Burkina Faso o con Somalía. Ya los soldados no tomarían más el mate en los cuarteles, ahora se acababa la joda y había que salir con todo pues la Patria estaba en peligro. Fueron años en que te resignabas a vivir de rodillas ante el poder autoritario o te sublevabas. Y así lo entendió parte de la Juventud estudiantil, cansada de velar a sus compañeros asesinados por las balas que nos enviaba Mr. Dolar. Así lo entendieron los Sindicatos combativos y clasistas, así lo entendió un sector de la clase media que tuvo que elegir. Lo que vino después, ya no vale la pena relatar pues es historia conocida. Por ello no entendemos como todavía hay gente que pierde su tiempo, contando historias que sólo pueden interesar a sus protagonistas, a los viejos militantes, a los que fueron y ya no son. Que si fulano dijo esto, que si mengano hizo lo otro, que si sultano etc. etc. etc... Si cuando Ud. veterano amigo de la Vidriera tenía 18 o 20 años allá por los 60 y le hubieran hablado hasta el cansancio de la gesta de Aparicio Saravia, de las causas de la derrota en Masoller  o de los 22 de Diego Lamas, hubiera perdido el tiempo en esos relatos repetidos una y otra vez? Cómo le parece a Ud. que reaccionará la Juventud hoy, cuando estamos todos los días en presencia de un nuevo relato sobre hechos que se produjeron cuando muchos de ellos no eran nacidos? No sería mejor que todos esos historiadores comenzaran a hablar de esta historia presente, la de hoy y la que vendrá? Tal vez de este modo logremos interesar a la Juventud en los temas que le afectan y decidirán su futuro. Sobretodo para que no se dejen engañar por hábiles charlatanes de feria, por profesionales de la mentira y la intriga que muchas veces estuvo dirigida a sus propios compañeros.




Horas amargas le esperan a la Sociedad Uruguaya y será deber de todos alertar sobre estas consecuencias. El delito le ha torcido el brazo al Estado y ya no es secreto para nadie, sólo los discursos y el empleo de más policías parece querer disimular esta tragedia en donde ya nadie podrá vivir tranquilo. La venta de drogas se ha convertido en una fuente de trabajo y de ingresos para jóvenes desocupados. La creciente desocupación y los oscuros pronósticos que se ciernen sobre la economía del país, no hacen mejor ni más optimista el porvenir. No creen los escritores que estos -entre otros temas- serían más interesantes que seguir sacando libritos con historias viejas?

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