¡A R T I G A S C A R A J O!

 ¡A R T I G A S   C A R A J O!



¡Triste destino el del pueblo de la Banda Oriental!

Entre otros postulados el movimiento revolucionario libertario y social nacido desde el pie y encarnado en la figura de Don José tenía, entre otros postulados, “que los más infelices sean los más privilegiados”.

Ésta, su visión social y federal, fue traicionada por dos de sus más altos allegados: Rivera y Lavalleja y hasta el presente nuestro pueblo aún padece los efectos de dichas traiciones: los partidos que fundaron representan hoy la clase social que explota al pueblo uruguayo y se llena de privilegios utilizando la gestión del Estado.

De aquella milicia de indígenas, negros y gauchos pobres sólo queda la ilusión de lo que pudo haber sido; lo sustituyeron por un ejército que ha actuado históricamente como brazo armado de la oligarquía, verdugo de su propio pueblo sin que hasta ahora insinúe siquiera alguna intención de volver a sus raíces históricas, sino que más bien continúa de amoríos con los ricos. Coherentes con esta línea, sus representantes parlamentarios se han aliado con la burguesía nacional casada con intereses extranjeros.

El 1% más rico del país tiene en sus manos el poder y el gobierno que lo representa.

Repasemos algunas “cositas” que han sucedido en el primer año del gobierno “sandía” (porque al decir de la Reina de la Teja “es blanco y colorado por dentro y por fuera verdecito”). En diciembre del 2020 el Poder Ejecutivo dicta un decreto “perdonando” el pago de casi 2 millones de dólares en aportes a los dueños de los grandes medios de comunicación, los que paradójicamente, facturan un promedio anual de la nada despreciable cifra de 180 millones de dólares.

No nos vamos a detener en las exoneraciones a la empresa de Alfie o al Club de Golf de La Tahona, o en los carísimos almuerzos, pero sí queremos hacer hincapié en los 6.000 millones de dólares en cuentas extranjeras que tiene ese 1% más rico que hoy nos gobierna.

Sin que se les mueva un pelo, a cara de perro, aplican un recorte sobre las espaldas del pueblo de 600 millones de dólares.

Ese ahorrito genera, junto con la rebaja salarial de aproximadamente un 6%, 120.000 nuevos pobres que se suman al núcleo duro de la pobreza. Más de 200.000 familias han quedado sin trabajo y muchas más sobreviven como pueden en la informalidad. El 82 % de los hogares de bajos recursos no terminan el bachillerato al tiempo que recortan 10.000  becas del programa  Uruguay Estudia; y hay muchas más noticias para este boletín, pero para muestra basta un botón…

La pandemia aporta lo suyo, necio es negarlo, pero también lo es el no querer visualizar la utilización de la misma como excusa para exprimir al pueblo; al mismo tiempo que se exonera a los más ricos y se niega un subsidio a la población que carga en sus penurias diarias el peso de la crisis, no se le toca el bolsillo a los que más tienen cuándo deberían ser éstos los que solventaran las necesidades populares, sólo con una pequeña parte de lo mucho que desde siempre han sangrado al pueblo trabajador.

La Patria, nos dijeron, es la de Artigas: nos siguen mintiendo; es la de los dueños de la tierra y el capital. La Patria, la de los más infelices, urge encontrarla, construirla…


ESTEBAN PÉREZ


Mercenarios por Jorge Zabalza

 Mercenarios



por Jorge Zabalza

Publicado hoy jueves 18 marzo 2021 en VOCES.


Es producto del intercambio de ideas en la "Coordinadora Oeste contra toda la LUC" y en la Mesa de Radio Activa. No existe mejor inspiración que los colectivos de compañeres. 

 

En memoria de Raúl Sendic (1925-16 de marzo-2021)

 

Estado, orden jurídico y poder político…diferentes términos que se usan en ciencia política y filosofía del derecho, pero que, en realidad, describen el mismo fenómeno: el dominio de una clase social sobre las otras. Una clase que coacciona y reprime, en diferentes formas, a miles de familias confinadas en los campos de concentración de la periferia urbana; una clase que, para multiplicar su capital, impone su ley y su orden a las centenas de miles que ven esfumarse el poder adquisitivo de sus ingresos. Lo brutal de esa forma de vida vuelve muy necesaria la lucha para ponerle fin, es el fondo ideológico de cada conflicto concreto, la urgencia por liberarse del espanto.

La clase dominante, que no se ensucia las manos trabajando, tampoco quiere ensuciarlas con la violencia institucional y paga mercenarios para que repriman y coaccionen en su nombre. Les pagan para que disparen “munición no letal” (¡vaya eufemismo!) a manifestaciones pacíficas, al estilo carabineros de Chile. Para que fabriquen “falsos positivos” todos los días, imitando a vuestros colegas colombianos. Para que desalojen familias que no tienen otra salida que ocupar terrenos para vivir en casillas miserables. Son la fuerza de tareas de los dueños de todo. En la disyuntiva “con el pueblo o contra el pueblo”, se colocan fuera de la ley natural, esa que garantiza el derecho a la rebelión contra las tiranías, inclusive la del capital.

Si quieren ser abrazados por el movimiento popular, los mercenarios deberán pronunciarse por Verdad y Justicia y repudiar explícitamente los crímenes y los criminales de terrorismo de Estado. Deberán asumir el compromiso de aportar información sobre los desaparecidos, asesinados y torturados por la policía entre 1969 y 1985. Es más, le deben al pueblo explicaciones sobre los asesinatos en “democracia” de Guillermo Machado (1989), Fernando Morroni y Roberto Facal en Jacinto Vera (1994). Si quieren pertenecer al pueblo deberán saldar la deuda moral que contrajeron al ser miembros del aparato represivo. En definitiva, deben definirse de qué lado están.

No parece que la mejor ayuda haya sido consentirlos como a niños mimosos y facilitarles gratuitamente el orgullo de integrar el PITCNT, donde participan los trabajadores que ustedes reprimen. Al no exigirles respuestas trascendentales, el movimiento sindical se hizo eco de la aventura ideológica de “blanqueo” de la policía, del olvido y perdón a su participación en el terrorismo de Estado (1968-1985). Los mismos cánticos de sirena que se entonaron en febrero de 1973 y, atenuados, sonaron luego de la Masacre de Jacinto Vera (1994).

Un buen comienzo para ese necesario proceso de definiciones ha sido la suspensión del sindicato policial por la Mesa Representativa. El escándalo que se armó en el mundillo partidario y los medios de comunicación está obligando a tomar posición. Todas y todos, uniformados o sin uniforme, sienten necesidad de pensar sobre el rol de la policía en una sociedad de clases.

Los mercenarios tienen todo el derecho del mundo a organizarse en sindicatos para acordar con el Estado mejores salarios y condiciones de “trabajo”. Hasta pueden formar sus propias centrales amarillas con soldados y bomberos. En cambio, los sindicatos clasistas no tienen por qué convivir con el brazo armado de la clase dominante. La Convención fue creada en los ’60 para luchar por un mundo sin explotados ni explotadores y…¡¡¡sin Estado!!! Para integrar las filas del PITCNT, los mercenarios deben definir el lado del que están.

Obedecer sin pensar es la consigna de los mercenarios. No parece que posean condiciones para cuestionarse por sí solos las implicancias de asumir el papel de represor en la sociedad de clases. Por el contrario, lo más probable es que, por inercia, comodidad o pereza, continúen haciendo lo que siempre hicieron, saben hacer y volverán a hacerlo. La disciplina de los mercenarios es con sus mandos, no responden al movimiento obrero organizado en la Convención. Hasta es posible que operen como una quinta columna que espía y pasa información en democracia.

La historia muestra que las situaciones traumáticas, sin salida, estimulan las neuronas de los mercenarios… ¿será preciso encerrarlos con un corral de pueblo indignado e insumiso, movilizado, pacíficamente o no, que les exija apuntar las armas hacia la cumbre de la pirámide? La compulsión popular organizada parece ser el único modo de aclarar el entendimiento de los mercenarios. La presión desde abajo los ayuda a cobrar consciencia y a librarse de la sodomía a que se dejan someter cada día.

La creación de la CNT fue enriquecida con el modo de pensar del inolvidable Héctor Rodríguez. Sostenía que la unidad del movimiento obrero permitiría superar las formas de lucha por centro o por rama de trabajo. Avanzar como un todo y no en parcialidades separadas. Sentía que la unidad era estratégica para luchar por la transformación revolucionaria de la sociedad de clases, que iba más allá, mucho más allá, de las pequeñas batallitas. Culminar el plan de lucha en una huelga general por tiempo indeterminado, decía Héctor, es la forma de cuestionar la dominación de los dueños del Uruguay.

Es el legado que se recibe de la Tendencia Sindical de los ’60, el que, con diferencias de enfoque, pero con el acuerdo en la intención revolucionaria, reanimaron los sectores que propiciaron la suspensión de la quinta columna mercenaria. La tendencia combativa, liderada por Héctor, León Duarte, Eduardo Gallo y otros grandes dirigentes, debió hacer frente a otra corriente de pensamiento, la que postulaba eludir la confrontación directa y global con patronales y gobierno, para encontrar una “salida política” a la grave situación creada por el pachecato. El propósito era salir del conflicto de clases mediante un pacto social y político.

En las elecciones de 1971, la gambeta ideológica a la inevitable confrontación se tradujo como opción por la lucha parlamentaria para los cambios, estrategia que puso un freno al período de ascenso de la lucha popular que se había iniciado en 1968 y que, sin dudas, impulsó el levantamiento antes de tiempo de la Huelga General de 1973. Al parecer, sus herederos siguen apostando al parlamentarismo y a desincentivar el espíritu rebelde y combativo, seguros de que la conciliación con el capital es la alternativa.

Jorge Zabalza

Familiares de éstos somos todos

Familiares de éstos somos todos


Acá podés ver algunos de los hombres y mujeres, bebés y embarazadas que las #MadresDePlazaDeMayo buscaban desesperadas, temiendo que tengan frío, como toda madre. Los encontramos así. A otros los encontramos en el río, les gustaba tirarlos de aviones dormidos o despiertos. Encontramos 1 niño de 11 años, violado, empalado y tirado al río. Lo violaron frente a su madre a quién también encontramos en el río y también violaron frente a su hijo. A las mujeres las violaban varias veces al día, a veces en grupo de milicos, luego les hacían limpiar el enchastre. Les pasaban electricidad por los pechos y la vagina. Se reían. Se mataban de risa. A los hombres les metían la cabeza bajo el agua pero los despabilaban si se desmayaban, para continuar con la tortura. A las embarazadas les sacaron sus bebés y los criaron como propios. Sí: los llevaban al colegio y los tapaban por la noche. A otros nunca los encontramos, y a otros los volvieron a desaparecer como a Julio Lopez a quién seguiremos buscando. Como este pozo, hay decenas de pozos en todo el país. Nunca se arrepintieron y nunca dijeron ni siquiera dónde estaban los cuerpos, ni quiénes son los niños robados. ¿Por qué los secuestraban? Por sus ideas políticas, por expresarse contra el liberalismo, por ser sindicalista, poeta, medio loco, tener pelo largo, por hippie, por militante, por aparecer en una agenda, por capricho, etc. ¿Para qué? Para favorecer a los empresarios y el establishment sin ningún tipo de oposición. No son demonios. Los demonios son de cuentos. Esto no es un cuento. Es la historia Argentina que no nos cansaremos de contar para que no se repita. #Nuncamás

Volver a nacer hace 36 años

 Volver a nacer hace 36 años


Les dejo esta crónica que antecede a la anterior y luego prometo hablar del presente, de este presente tan complejo que requiere, sobre todas a las cosas, estar bien parado. Los desafíos son cada vez mayores y conviene repasar otros instantes esperanzadores y cargados de expectativas.
¡Salud!
Marzo: sábado 9 y domingo 10
Qué movida esos últimos días me acuerdo de la última visita con mi familia en el locutorio porque fue allí que me enteré de que el Parlamento había aprobado la Ley de Pacificación Nacional el día antes que dicho en criollo era una amnistía con ciertas restricciones y me acuerdo que cayó un chaparrón repentino cuando nos traían de retorno al celdario y yo no podía creer que nunca más tuviera que usar esos auriculares de mierda para hablar con mis seres queridos y me acuerdo que cuando estaba entrando a la celda el cabo de guardia me dijo No se saque el mameluco que tiene visita Pero de la visita vengo le dije y el milico que insiste Esta es otra ya verá y qué lo parió tenía razón el tipo no va y al ratito nomás se abre nuevamente mi celda y aparece el mismísimo Ministro de Defensa que puso Sanguinetti y me saluda todo campechano el viejo Buenos días y yo le dije Buenas y el me dice Quiero advertirle que en estos momentos el Presidente está estampando su firma con el fin de aprobar la ley que anoche se votó en el Parlamento así pues en pocos días luego de algunos trámites administrativos usted volverá a la calle ¿se siente pronto? y yo le contesté Creo que sí me acuerdo clarito Después de aguantar todo esto me siento en condiciones de soportar cualquier cosa señor le dije y el ministro me miró como si estuviera intentando memorizar mis palabras luego cabeceó de arriba a abajo y no va y me dice Que tenga usted un buen día y se fue acompañado del cabo de guardia y por un oficial que lo escoltaba en la recorrida y yo fui a mi ventana y les conté a todos los compañeros que quisieran oirme y después me dije Marcelo aguantate piola hacé de cuenta que este es otro día como cualquier otro y seguro que si algún guardia me observó por la mirilla pensó Todo normal y no pudo percibir que el corazón se me salía del pecho y menos pudo haberse dado cuenta que los párpados se me movían solos a una velocidad increíble de la ansiedad que tenía entonces me conseguí un diasepan y me calmé un poco y luego me puse a pintar una maternidad que tenía a medio hacer mientras me preguntaba cómo sería volver a ver a mis amigos y cómo sería sentarse con toda la familia alrededor de la mesa y ahora que lo pienso el sexo cómo sería y volvería a enamorarme alguna vez y en qué podría trabajar sin tener ningún oficio y quizás podría retomar a mis estudios y en lo político qué hacer y en eso estaba cuando las palomas se metieron por la ventana con su hambre a cuesta y con un desconcierto descomunal porque con las libertades anticipadas se les había achicado las fuentes de nutrición y yo francamente no daba a basto para satisfacer a tantas pero por suerte llegó la noche y recuerdo haber dormido de un tirón hasta el otro día cuando aún no sabía que ese domingo sería histórico pero bien me lo sospeché cuando fui a tender mi ropa a una de las celdas vacías de enfrente cosa de agarrar sol pero sobre todo para poder mirar hacia la ruta 1 y cuál no fue mi sorpresa al distinguir las primeras banderas rojas y azules y blancas allá a los lejos y me acuerdo que las lágrimas me impidieron ver más detalles aunque en el recreo poco después intercambiamos comentarios y tratamos de hablar entre muchos para acostumbrarnos a mantener una conversación más extensa que los cuarenta y cinco minutos que estábamos habituados y ya en la tarde comenzó la liberación para decenas y decenas de presos y me acuerdo que cuando fui a juntar la ropa al fin de la jornada vi el conglomerado de gente y más gente y de vehículos instalados en la carretera y las banderas se habían reproducidos como hongos y me dio mucha pena que por tres años y poco mi padre se hubiera perdido esta fiesta y aún hoy recuerdo el jolgorio que vivíamos porque además los viejos compañeros que pasaron tan jodidos como rehenes en los cuarteles allí estaban a escasos metros en el primer piso tirando saludos y señas de bigote para arriba e incluso creo que ese día se fueron en libertad el Pepe y el Tambero y a la noche percibí que la cárcel como en sus comienzos había recuperado los ecos propios de una mole casi vacía porque habían desaparecido los ruidos del quinto piso y los del cuarto ya no los percibía y en el tercero no quedaba casi nadie entonces sentí la misma inseguridad del animal que queda rezagado de la manada el que se pone alerta por puro instinto pero preso viejo acostumbrado a la soledad no podía dejarme dominar por un miedo sin sentido Pensá me dije pensá en el privilegio que tenés por el sólo hecho de ser un sobreviviente y pensá que un día vas a poder contar que viste llenarse y viste vaciarse la cárcel más siniestra en la historia de tu país y no te olvides que se va a hacer realidad lo que tantas veces verbalizaron medio en joda y medio en serio cuando en voz alta sostenían que íban a ser los últimos que saldrían en libertad porque alguien tenía que quedarse para apagar la luz. ¿Te acordás? Del Facebook de Marcelo Estefanell