D E R R O T A D O

 D E R R O T A D O



Una enorme pueblada (si tomamos en cuenta la población de la Banda Oriental en el período artiguista) siguió en el Éxodo al Protector de los Pueblos Libres. Intuía aquella larga caravana de originarios, gauchos pobres y negros en  busca de la libertad, que con Don José se iba quizás para siempre el sueño de la patria justa y soberana, sobretodo aquella soñada patria en la que “los más infelices serían los más privilegiados”, aquella de la que tan solo se vieron brillar algunos rayos de su sol con el Reglamento de Tierras.

Entrado ya el siglo XX!, las lágrimas vertidas al quemar el rancho y abandonar el pago aún humedecen nuestra campaña.

Los descendientes de aquellos gestores del Éxodo Oriental que asombra aún hoy a los historiadores, siguen tan pobres como entonces, aspirando a un pedazo de tierra o poblando los cantegriles en los alrededores de las ciudades.

Mientras tanto el Uruguay pasa en estos últimos años por una etapa de ingresos privilegiados gracias a la coyuntura internacional necesitada de nuestros productos de exportación.

Desde el 20 de febrero de 2020 hasta julio de 2021 los depósitos en los bancos crecieron 4.784 millones de dólares. Podemos decir entonces que en el Uruguay hay muchísima plata, más que suficiente para generar trabajo, comprar tierras para Colonización, construir viviendas y subvencionar a los afectados por la pandemia.

Sin embargo esa plata encanutada en los bancos está en manos tan sólo de  19.000 ciudadanos…

Agreguemos a eso los depósitos en el exterior de  “los peores criollos” que en marzo de 2021 sumaban 8.711 millones de dólares, o sea 2.500 millones más que antes de la pandemia.

A los “malla oro” se les revientan los bolsillos de dólares mientras el pueblo ve multiplicar las ollas populares, agotarse las energías de cocineros voluntarios y los recursos que solidariamente aportan sindicatos, organizaciones sociales y pequeños comerciantes.

El gobierno no da señales de gravar los altos ingresos privados al contemplar las penurias de su pueblo.

Por el contrario (hábil estratega) el General descendiente directo de los riveristas que traicionaron el ideario artiguista y generaron un ejército represor de su propio pueblo, hoy senador de la República, mueve sus piezas de ajedrez mostrándose preocupado por los recortes  a Colonización, pero obviamente no plantea tocar el bolsillo de los “malla oro” a quienes, además de pertenecer también representa en el gobierno y el parlamento.

Este personaje apuesta a generar simpatías entre la gente de campo, a la vez que le hace guiñadas a cierto sector político del Frente Amplio permeable a sus jugadas de “inteligencia”, por sus carencias ideológicas en el momento de tener que realizar un análisis de clase de quienes son los amigos y los enemigos del pueblo.

Mientras tanto el pueblo, como históricamente ha sido, se tiene sólo a sí mismo y sólo en sí mismo puede confiar…


             ESTEBAN PÉREZ