LA VIDRIERA IRRESPETUOSA CÓMO QUIERE VIVIR?

LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
CÓMO QUIERE VIVIR?

por Hugo Bruschi
"Cómo te fue en el debut" preguntaron los vecinos al torero debutante. "Bueno, las opiniones estuvieron divididas" fue la respuesta. "Y eso como es" volvieron a preguntar los vecinos del barrio. "Muy sencillo, unos putiaban a mi madre y otros a mi padre" respondió el joven debutante.
Algo similar sucede en el Uruguay con el tema del miedo, en donde las opiniones están divididas: Unos nos dicen que tenemos que buscar un país sin miedo y otro que se puede vivir sin miedo. En efecto el Senador Larrañaga está seriamente comprometido en la campaña por un Uruguay sin miedo, mientras que el SuperFiscal Díaz nos dice que a pesar que le mataron a su esposa o ex, no lo sabemos a ciencia cierta, él y sus hijos viven tranquilamente. Nosotros no podemos menos que felicitarlo, al ver cómo ha podido superar este sentimiento que a otros paraliza y condena a mirar para atrás, al costado o al que viene de frente. 

Una Sociedad que vive enrejada y saca préstamos para comprar más seguridad en forma de alarmas o cámaras de vigilancia. "Mi amor, te gusta la alarma que compré?" Y pobre los que carezcan de tales recursos!!
Este gobierno se ha caracterizado entre otras cosas, por pintarnos un paisaje de maravillas, casi podríamos afirmar que de ensueño que causa envidia al que aquí llega por primera vez. Un país de fantasías que sólo tiene lugar en la cabeza de quienes viven custodiados y en barrios medianamente seguros. El resto deberá encomendarse a Dios si es que cree o a la buena suerte. "A mí nunca me pasó nada" dijo una foca egoísta e irresponsable. Y claro está, como "a mí nunca me pasó nada" tienen que ser inventos de la "derecha", para desprestigiar a nuestro gobierno. Así funcionan ciertas personas auto convencidas de que todo marcha a las mil maravillas y el Presidente se los acaba de confirmar en su discurso. Pero en el pecado se encuentra la penitencia pues ellos también sienten miedo, sólo que se niegan a reconocerlo.
La palabra MIEDO se ha instalado en la Sociedad y ya no sirven las declaraciones. Y pasará mucho tiempo para que la gente pueda aceptarlo, como un hecho normal producto de una Sociedad injusta. 

Esto no tiene marcha atrás y sólo se irá agravando. Esto no se resuelve con plebiscitos ni negando su existencia, el miedo poco a poco se va convirtiendo en resignación, en aceptación, bueno "es lo que tenemos" como dicen los arrodillados, ante lo que no se animan a cuestionar. El miedo es un sentimiento ajeno a las tradiciones de los uruguayos, que salvo un triste período de la historia del país, siempre vivió sin él. El miedo no se combate con rejas ni antidepresivos, al miedo hay que erradicarlo de la Sociedad y para ello necesitamos otro sistema en donde no tengan cabida los Sanguinetti, los Lacalle, los Larrañaga y los Tabaré Vázquez y Cia. Ellos servirán de ejemplo a las futuras generaciones, de lo que no debemos ser.....






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