ARATIRÍ: El mal rayo que ¿nos va a partir? ¿Cómo lo evitamos?






ARATIRÍ: El mal rayo que ¿nos va a partir?

¿Cómo lo evitamos?

EL PLEBISCITO



Autor: William Yohai

16 de enero de 2014



A  casi dos años de comenzada esta campaña de denuncia contra la brutal operación de saqueo que significa el fenómeno minero del título acá estamos: 1) Se ha promulgado una nueva ley de minería que, por un lado, retira a la llamada "minería de gran porte" los beneficios de la ley de inversiones. O sea, la obliga a pagar impuestos. Por el otro establece una serie de excepciones que habilita las mayores exenciones fiscales. Sujetas a condiciones que parecen describir en detalle el proyecto Aratirí. Tal como sucedió con la maraña de declaraciones en torno a la regasificadora de Puntas de Sayago el gobierno nos toma el pelo. 2) la ley deja las condiciones de cada proyecto que se apruebe (en realidad Aratirí es el único posible) libradas a un contrato de inversión a firmarse entre el gobierno y la empresa concesionaria de los derechos mineros.

3) se ha anunciado que el proyecto se firmará el 20 de enero (dentro de pocos días). Y que tendrá, como se acostumbra en estos casos, cláusulas secretas. Mucho se ha escrito y dicho sobre esto. Es, por supuesto, violatorio de los presupuestos del orden democrático. Aún del burgués que nos rige.

4) Teniendo en cuenta los antecedentes (el caso del contrato que autorizó la construcción, ya básicamente finalizada de Montes del Plata, la celulósica de Conchillas es demostrativo al respecto), estamos seguros que el contrato será leonino. Será muy parecido al de PLUNA en cuanto, no dudamos, establecerá todas las ventajas para un lado y los deberes para el otro. Las "garantías para el Estado"..de eso basta con conocer lo que pasó con PLUNA.

5) En este caso, sin embargo todo es mucho más grave. La magnitud del saqueo que hemos tratado de establecer a través de 15 trabajos que se pueden consultar en el blog www.resonandoenfenix.blogspot.com no bajará de, suponiendo un horizonte de explotación de 15 años y una cantidad de 18 millones de toneladas de mineral de hierro al 69% en cada uno de ellos, 27 mil millones de dólares. Y ESTE ES UN ESTIMADO CONSERVADOR. Esta cifra es la mitad del total del producto interno bruto (PBI) de un año. Hoy con este dinero se compra, a los precios promedio de la tierra, la mitad del territorio nacional. Aproximadamente 8 millones de hectáreas.

Partimos de un precio del mineral (el estándar internacional es 62%) de 130 dólares la tonelada y un costo unitario, en las condiciones de Uruguay, de 40 a 50 dólares.



LA RESISTENCIA



No entraremos en detalles. Apenas diremos que, a nuestro juicio, la movilización callejera en ciudades y campos ya ha dado lo que tenía para dar. Y, a la vista está, no ha detenido el proyecto.

A nivel local la demografía de la región (seguramente una de las más despobladas de nuestro ya poco habitado país) no permite una resistencia de gran magnitud. Esto no significa despreciar el fenómeno en sus proyecciones éticas, políticas y humanas, pero, objetivamente, opinamos que no será suficiente para detener un proceso en el cual confluyen los intereses de un grupo empresarial poderoso con los de un gobierno cuya popularidad va en declive y necesita generar, a como de lugar, polos de actividad económica de gran magnitud. Todo esto en un año preelectoral.

El gobierno ha pisado el acelerador. Ya están en marcha, de "las 4 patas del saqueo", como las llamó el colectivo de lucha por la tierra, dos. La regasificadora de Puntas de Sayago y la central generadora de ciclo combinado. Falta que comiencen la mina de Valentines (Aratirí) y el puerto de aguas profundas de Rocha.



EL PLEBISCITO



Fue discutido y rechazado hace dos años atrás por la Asamblea Nacional Permanente, organismo descentralizado y heterogéneo que coordinó las marchas nacionales contra el proyecto Aratirí. En el mes de setiembre los compañeros del Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) replantearon la iniciativa y un mes después comenzaron a distribuir una papeleta que, en lo esencial, promueve una reforma constitucional para prohibir la "minería metalífera a cielo abierto" en el país. No nos convence el texto. Hubiéramos preferido prohibir la "megaminería.etc." y no exclusivamente en su modalidad a cielo abierto.

La ANP y el MOVUS han tenido desencuentros, no conocemos íntimamente este proceso pero nos parece que, a estas alturas, no hace falta hacerlo. Pensamos que este imperfecto (en nuestra opinión) proceso plebiscitario es el ÚNICO CAMINO VIABLE, HOY Y AQUÍ, PARA DETENER "EL MAL RAYO".



Llamamos, en consecuencia, a todos quienes están luchando contra Aratirí y no comparten la propuesta plebiscitaria a reconsiderar su posición, rediscutir el asunto y sumarse a la campaña de recolección de firmas. Queda poco tiempo. Se deben juntar, hasta abril, 260.000. Es difícil, pero estamos convencidos que la voluntad de firmar está allí.

Si se llegara a este objetivo estamos convencidos que el proceso de construcción de la instalación minera se detendría, por lo menos, hasta octubre de este año.

Después comenzaría otra historia, no menos difícil, pero tampoco imposible.

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