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Chile, respuesta de Margarita Labarca a la precandidata presidencial del “Frente Amplio”

https://comitesaharaui.wordpress.com/2017/04/11/chile-respuesta-de-margarita-labarca-a-la-precandidata-presidencial-del-frente-amplio-beatriz-sanchez-a-sus-afirmaciones-sobre-fidel-castro-y-cuba/


" ... Mire señora Sánchez –ya no la puedo llamar compañera- le voy a contestar lo que usted ha dicho sobre Fidel Castro, pero la respuesta tendrá que ser larga porque el tema lo es ... "

Chile, respuesta de Margarita Labarca a la precandidata presidencial del “Frente Amplio”: Beatriz Sánchez a sus afirmaciones sobre Fidel Castro y Cuba

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MI RESPUESTA A BEATRIZ SÁNCHEZ:
Por Margarita Labarca Goddard
Mire señora Sánchez –ya no la puedo llamar compañera- le voy a contestar lo que usted ha dicho sobre Fidel Castro, pero la respuesta tendrá que ser larga porque el tema lo es.
Pues usted, con mucho desparpajo, se permite hacer afirmaciones en las que descalifica al comandante Fidel Castro, sin tener idea de lo que está diciendo.
Parece evidente que usted se basa en la información de El Mercurio y otra prensa afín, ya que en Chile casi no hay prensa independiente. Pero eso no la exime de responsabilidad, porque uno puede informarse de muchas maneras, si quiere.
Me parece extraño que usted, que se las da de persona modesta e inexperta políticamente, se meta con Cuba y con Fidel con tanta falta de respeto.
Le diré que yo he vivido seis años asilada en Cuba con mi familia y conozco bastante bien la situación que prevalece allá, porque además me he preocupado de leer al respecto. Creo que usted no lo ha hecho y se permite insultar la memoria de uno de los hombres más ilustres de América.
Así no se va a ganar a los momios y en cambio va a perder a la poca gente de izquierda honesta que habría podido apoyarla. Lo que espero es que su postura sea a nivel individual y no la del Frente Amplio.
Bueno, voy a comenzar a contestarle.
1. Dice usted que Fidel Castro “resolvió” quedarse para siempre y se negó a las elecciones. El que resolvió que Fidel se quedara fue el pueblo de Cuba, que lo respetaba y amaba profundamente y con razón. Pero el hecho es que en Cuba se hacen elecciones periódicas, bastante más democráticas que en Chile y que en Estados Unidos.
Al respecto escribí un artículo en el número 867 de la revista Punto Final, de 23 de diciembre 2016, que le recomiendo leer. Lo encontrará en internet. No puedo reproducirlo aquí por lo largo que saldría esto, pero le voy a copiar algunos párrafos: “Trump quiere que Cuba avance en la democracia. Lo que más le interesa son las elecciones, y pone como ejemplo las de EE.UU., en que el que pierde, gana.
El señor Trump también quiere que en Cuba haya “prensa libre”. Por ejemplo, como en Chile, en que El Mercurio y Copesa reciben los avisos del gobierno, y la prensa de oposición nada”.
Bravo, doña Beatriz, veo que usted coincide en mucho con Trump.
También en ese artículo expliqué que en Cuba se ha establecido un sistema electoral cada vez más democrático. Primero se eligen las asambleas municipales del Poder Popular, en cuya elección votan todos los mayores de 16 años que vivan en un distrito, que es un territorio pequeño en que todos o casi todos prácticamente se conocen.
Los asistentes son gente sencilla, que se preocupa especialmente de los méritos laborales de los candidatos y de que éstos puedan plantear y defender los intereses del sector que los elige. He visto esas asambleas porque me invitaron.
No se hacen campañas electorales. En la propia asamblea, la persona que propone a un candidato tiene que dar sus razones. Si alguien no está de acuerdo o quiere oponerse, lo hace. Cada elector puede expresar su criterio en favor o en contra del compañero(a) propuesto(a).
El Partido Comunista Cubano no presenta candidatos. Los órganos representativos del poder del Estado son renovables; los elegidos tienen que rendir cuenta de su actuación y pueden ser revocados en cualquier momento de su mandato. Vota casi todo el mundo, hay muy poca abstención.
Los diputados y delegados no son profesionales, por tanto no cobran salario.
Deben seguir desempeñando su trabajo habitual, paralelamente con el cargo de delegado o diputado. La iniciativa legislativa la puede ejercer mucha gente, como las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, organizaciones sociales en general, y los propios ciudadanos. En este último caso se requiere que ejerciten la iniciativa legislativa diez mil ciudadanos como mínimo.
Para la elección de los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular o de los diputados a la Asamblea Nacional, existen las comisiones de candidaturas, que se encargan de organizar el proceso y de remitir a las asambleas municipales las propuestas de unas y otras e, igualmente, organizan la elección de la Asamblea Nacional.
Estas comisiones de candidaturas están integradas por lo más granado de las organizaciones sociales del pueblo cubano: representantes de la Central de Trabajadores de Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, y la Federación Estudiantil Universitaria.
Es como si en Chile, en lugar del Servel, las elecciones las organizaran y las supervisaran la CUT, la Anef, la Fech, la Federación de Estudiantes Secundarios, y otras.
La Asamblea Nacional del Poder Popular, que es el máximo órgano de poder, elije, de entre sus diputados, el Consejo de Estado y el presidente del mismo. El presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de Gobierno. El jefe del Gobierno cubano primero tiene que haber sido elegido diputado por la población.
El sistema electoral cubano se parece un poco al de algunos países europeos, es una especie de sistema parlamentario. En teoría, el primer ministro inglés podría ser reelegido durante 40 años o más, si la salud y la suerte lo acompañan.
¿Y cómo elegían a Fidel Castro? A Fidel lo proponían en su respectivo municipio o distrito, y era elegido. ¿Por qué? Porque Fidel era respetado y amado por su pueblo, pero nada obligaba a elegirlo.
2. Afirma usted que Fidel controlaba todos los poderes del Estado pero no dice en qué basa tan peregrina afirmación. Yo creía que los periodistas honestos tenían la obligación de fundamentar sus dichos. Pues nada de eso ha hecho usted. Pero fíjese que como le he explicado, el principal poder del Estado cubano es la Asamblea Nacional del Poder Popular, compuesta por 612 diputados, a la que ya me he referido.
Desde luego, no voy a negar que Fidel Castro era un hombre de tal nivel intelectual, moral y cultural, que con su sola presencia lo dominaba todo.
Cualquier persona de ideología absolutamente contraria que lo haya frecuentado, quedaba completamente subyugada por su inteligencia y personalidad, además de su encanto personal. Pero usted, no sé con qué autoridad, se permite ofender su memoria.
3. Que Fidel nombraba a sus herederos, y finalmente dejó a su hermano Raúl.
A Raúl Castro lo ha nombrado Presidente del Consejo de Estado y Jefe de Gobierno, la Asamblea Nacional del Poder Popular, igual que en cualquier país de sistema parlamentario, ya que él también es diputado elegido por el pueblo. ¿A Raúl lo elegían diputado porque era hermano de Fidel? No señora, Fidel Castro tiene varios otros hermanos y varios hijos, ninguno de los cuales es diputado ni ocupa ningún cargo de importancia, que yo sepa.
A Raúl lo han elegido porque participó en el asalto al Cuartel Moncada, estuvo en la Sierra Maestra desde jovencito, fue preso de la dictadura de Batista y luchó valientemente por la revolución junto con Fidel.
Y posteriormente fue el que se encargó de organizar el ejército de Cuba, una institución que funciona como un reloj en la isla. Raúl Castro es muy respetado por todo el mundo, lo puede comprobar cualquiera que vaya para allá.
4. Que Fidel no dejaba salir a la gente de Cuba ni tampoco dejaba entrar a quien quisiera. Me voy por lo más fácil: el gobierno cubano, como todos los gobiernos del mundo, deja entrar a su país a quien le parece y no deja entrar a quien no le parece. No me voy a extender en esto porque es una absoluta tontería.
¿No deja salir a la gente? Pues fíjese señora Sánchez que esto es absolutamente falso. Me voy a tener que extender un poco, desgraciadamente. La cosa es así: antes de la revolución, los cubanos tenían una relación muy estrecha con Estados Unidos. La gente con dinero viajaba casi semanalmente a Miami, y todo lo compraba allá, incluso la mantequilla.
Admiraban a Norteamérica, los autos, los mejores sueldos y todos los productos del mundo desarrollado. Mucha gente quería irse a vivir y trabajar allá, como quieren los mexicanos y como querrían la mayoría de los habitantes del tercer mundo.
Todos los años se ven transitar por México cientos de miles de migrantes y campesinos mexicanos, que tratan de pasar ilegalmente la frontera hacia el sueño americano, ahora convertido en pesadilla.
A los cubanos se les exigían visas desde antes de la revolución. Pues ya después se fueron acabando las visas y también los vuelos y los medios de transporte normales, puesto que comenzó el bloqueo.
Así es como se fue mucha gente en condiciones muy precarias y peligrosas, no porque el gobierno cubano no la dejara salir, sino porque no había cómo viajar.
Secuestraban aviones y transportes marítimos. Por supuesto que los aviones y barcos secuestrados los yanquis no los devolvían.
El gobierno cubano tuvo que tomar algunas medidas restrictivas para evitar estos secuestros, que generalmente eran con rehenes.
Mucha gente se iba por mar en balsas o botes inapropiados y si lograba llegar, eran bien recibidos y les daban rápidamente la Green card.
Pero si los capturaban las autoridades migratorias gringas antes de llegar, no los recibían y los regresaban a Cuba. Esa fue la cruel realidad de la Ley de Ajuste Cubano, llamada “pies secos/pies mojados” que al parecer ahora se ha derogado.
El gobierno cubano hizo muchos esfuerzos para que se regularizara esta situación. El presidente Reagan prometió dar 20.000 visas al año, pero si dio mil quinientas fue mucho.
Por eso la gente se iba en condiciones peligrosas. Así se van también los mexicanos y centroamericanos, pero allá no los reciben. Tienen que atravesar el desierto de Arizona que es tan hostil, que muchos mueren en la travesía.
La culpa de todo esto no la tiene por lo tanto el gobierno cubano. Naturalmente, trata de evitar que se vaya un grupo de personas, incluyendo niños, en una balsa que no es apta para la navegación en alta mar.
Así se produjo el famoso caso del niño Elián González, que la madre y otras personas lo subieron a una balsa para llegar a EE.UU.
La balsa naufragó, la madre y otros se ahogaron y el niño fue rescatado por los guardacostas norteamericanos, que se lo entregaron a su familia en Miami.
Después de una ardua lucha judicial, el padre, un revolucionario que estaba en Cuba, consiguió que le devolvieran a su hijo, que ahora es un joven estupendo que estudia en la Universidad de La Habana.
Señora Sánchez, usted no sabe nada de Cuba. En la década de 1950 tenía tasas de analfabetismo que superaban el 70 %, sólo un 15% de la población disponía de agua corriente y sobre ella se abatían los parásitos y las enfermedades.
Además la mayoría de los campesinos no consumían proteínas y pocas veces disponían de verduras. En la Sierra Maestra, foco del movimiento revolucionario, las condiciones de vida del proletariado rural rayaban en la desesperación. Padecían la explotación, los robos y a menudo la brutalidad policial.
Y por otra parte le diré que Cuba es un país muy pobre en recursos naturales. No tiene petróleo ni caídas de agua ni ninguna fuente de energía suficiente.
Están ahora tratando de usar la energía solar, pero nadie les vende los elementos esenciales para fabricar los paneles solares y tienen que soldarlos a mano.
No tienen minerales valiosos como el cobre de Chile, ni otras riquezas parecidas. Su agricultura produce buenos frutos, pero trate usted de comprender que en un país tropical, la distribución de esos productos requeriría una gran flota de camiones refrigerados, que no pueden adquirir debido al bloqueo.
El precio del azúcar se ha desplomado debido a los edulcorantes artificiales y a que muchos otros países también comenzaron a producir y vender azúcar.
Y este pueblo, que después de la revolución y debido al bloqueo, dependía de su comercio con los países socialista, de la noche a la mañana se quedó sin proveedores y sin compradores, cuando la URSS y los países llamados socialistas del Este europeo se cayeron. Y sin embargo el pueblo siguió apoyando al gobierno revolucionario, aguantó y salió adelante.
Ya han superado en gran parte –solos- esa etapa tan dura llamada “periodo especial”, pero sin llegar a normalizarse.
La mayor riqueza de Cuba está en su pueblo, en sus científicos, en sus médicos que han logrado producir algunos de los medicamentos y tratamientos más importantes, como los del área neurológica, que es una de las mejores del mundo; una vacuna contra el cáncer de pulmón que no pueden comercializar en el extranjero porque el bloqueo se lo impide.
Y es obvia su preeminencia en las artes, particularmente en la música y en el ballet.
Mire algunos los resultados de la “dictadura” que según usted ha imperado en Cuba:
– Uno de los países con mayor índice de desarrollo humano (ONU)
-54% del presupuesto destinado a servicios sociales
-De los 200 millones de niños que duermen en las calles, ninguno es cubano.
-El mejor sistema educativo de América Latina
-Veinte estudiantes por docente
-El país que más aporta del PIB a la educación
-Único país de América sin desnutrición (UNICEF)
–Sistema de salud, un ejemplo para el mundo
-Tasa de mortalidad infantil más baja de América
.130.000 médicos graduados desde 1961
-Desarrollo de cuatro vacunes contra el cáncer
-Primer país en eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo.
Y además, y quizás lo más importante de esa Cuba dirigida por el compañero Fidel Castro, es que es profundamente internacionalista, solidaria y generosa.
“Los rasgos más importantes de la Revolución Cubana son la dignidad y su “inagotable capacidad de solidarizar con el sufrimiento y las necesidades de “otros pueblos.
“Esa dignidad, fruto del coraje y patriotismo del pueblo y de sus dirigentes, se “ha demostrado en forma serena y resuelta en cada una de las muchas “circunstancias duras y riesgosas que le ha tocado enfrentar en su primer “medio siglo.
“Por otra parte, la solidaridad generosa e incondicional de Cuba con otros “pueblos es, quizás, el fruto más hermoso de una revolución que ha puesto el “acento en la transformación ética de la sociedad.
Es muy difícil encontrar a “otro pueblo que sea capaz, como el cubano, de renunciar a su propio pan “para aliviar el hambre y la necesidad de sus hermanos en lejanas tierras.
“Además, después del golpe de 1973, vino la enorme solidaridad con los “perseguidos por la dictadura chilena.
“No fuimos los únicos a los que Cuba brindó refugio en esa época tenebrosa “de América Latina. Estaban también las familias argentinas, uruguayas, “bolivianas, peruanas, nicaragüenses, salvadoreñas, haitianas, colombianas, “hondureñas, que huían del terror, la prisión y la muerte en sus países.
“Éramos miles de latinoamericanos refugiados en la isla mientras Cuba “enfrentaba los rigores del bloqueo norteamericano.
“Ser chileno era casi un privilegio que nos hacía sentir rodeados de amistad y “cariño, jamás solos o abandonados a nuestra suerte.”
“Cuba es uno de los países que más víctimas del terrorismo ha tenido (unos 3 mil 500 muertos) y que más ha sufrido de terrorismo en los últimos 60 años. Ante tanto y tan permanente ataque, las autoridades cubanas han preconizado, en el ámbito interior, la unión a ultranza.
Y han aplicado a su manera el viejo lema de San Ignacio de Loyola: “En una fortaleza asediada, toda disidencia es traición”. Pero nunca hubo, hasta la muerte de Fidel, ningún culto a la personalidad. “
Fidel Castro no sólo colocó a Cuba en el escenario mundial y les dio dignidad a todos los cubanos, sino que fue el artífice de la liberación de muchos países de África como Angola y Namibia; colaboró a la independencia de Etiopía y al término del apartheid en Sudáfrica.
“Bajo su dirección, su pequeño país (100 mil kilómetros cuadrados, 11 millones de habitantes) pudo conducir una política de gran potencia a escala global echando hasta un pulso con Estados Unidos, cuyos dirigentes no consiguieron derribarlo ni eliminarlo, ni siquiera modificar el rumbo de la Revolución Cubana. “
Margarita Labarca GoddardMI RESPUESTA A BEATRIZ SÁNCHEZ:
Por Margarita Labarca Goddard
Mire señora Sánchez –ya no la puedo llamar compañera- le voy a contestar lo que usted ha dicho sobre Fidel Castro, pero la respuesta tendrá que ser larga porque el tema lo es.
Pues usted, con mucho desparpajo, se permite hacer afirmaciones en las que descalifica al comandante Fidel Castro, sin tener idea de lo que está diciendo.
Parece evidente que usted se basa en la información de El Mercurio y otra prensa afín, ya que en Chile casi no hay prensa independiente. Pero eso no la exime de responsabilidad, porque uno puede informarse de muchas maneras, si quiere.
Me parece extraño que usted, que se las da de persona modesta e inexperta políticamente, se meta con Cuba y con Fidel con tanta falta de respeto.
Le diré que yo he vivido seis años asilada en Cuba con mi familia y conozco bastante bien la situación que prevalece allá, porque además me he preocupado de leer al respecto. Creo que usted no lo ha hecho y se permite insultar la memoria de uno de los hombres más ilustres de América.
Así no se va a ganar a los momios y en cambio va a perder a la poca gente de izquierda honesta que habría podido apoyarla. Lo que espero es que su postura sea a nivel individual y no la del Frente Amplio.
Bueno, voy a comenzar a contestarle.
1. Dice usted que Fidel Castro “resolvió” quedarse para siempre y se negó a las elecciones. El que resolvió que Fidel se quedara fue el pueblo de Cuba, que lo respetaba y amaba profundamente y con razón. Pero el hecho es que en Cuba se hacen elecciones periódicas, bastante más democráticas que en Chile y que en Estados Unidos.
Al respecto escribí un artículo en el número 867 de la revista Punto Final, de 23 de diciembre 2016, que le recomiendo leer. Lo encontrará en internet. No puedo reproducirlo aquí por lo largo que saldría esto, pero le voy a copiar algunos párrafos: “Trump quiere que Cuba avance en la democracia. Lo que más le interesa son las elecciones, y pone como ejemplo las de EE.UU., en que el que pierde, gana.
El señor Trump también quiere que en Cuba haya “prensa libre”. Por ejemplo, como en Chile, en que El Mercurio y Copesa reciben los avisos del gobierno, y la prensa de oposición nada”.
Bravo, doña Beatriz, veo que usted coincide en mucho con Trump.
También en ese artículo expliqué que en Cuba se ha establecido un sistema electoral cada vez más democrático. Primero se eligen las asambleas municipales del Poder Popular, en cuya elección votan todos los mayores de 16 años que vivan en un distrito, que es un territorio pequeño en que todos o casi todos prácticamente se conocen.
Los asistentes son gente sencilla, que se preocupa especialmente de los méritos laborales de los candidatos y de que éstos puedan plantear y defender los intereses del sector que los elige. He visto esas asambleas porque me invitaron.
No se hacen campañas electorales. En la propia asamblea, la persona que propone a un candidato tiene que dar sus razones. Si alguien no está de acuerdo o quiere oponerse, lo hace. Cada elector puede expresar su criterio en favor o en contra del compañero(a) propuesto(a).
El Partido Comunista Cubano no presenta candidatos. Los órganos representativos del poder del Estado son renovables; los elegidos tienen que rendir cuenta de su actuación y pueden ser revocados en cualquier momento de su mandato. Vota casi todo el mundo, hay muy poca abstención.
Los diputados y delegados no son profesionales, por tanto no cobran salario.
Deben seguir desempeñando su trabajo habitual, paralelamente con el cargo de delegado o diputado. La iniciativa legislativa la puede ejercer mucha gente, como las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, organizaciones sociales en general, y los propios ciudadanos. En este último caso se requiere que ejerciten la iniciativa legislativa diez mil ciudadanos como mínimo.
Para la elección de los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular o de los diputados a la Asamblea Nacional, existen las comisiones de candidaturas, que se encargan de organizar el proceso y de remitir a las asambleas municipales las propuestas de unas y otras e, igualmente, organizan la elección de la Asamblea Nacional.
Estas comisiones de candidaturas están integradas por lo más granado de las organizaciones sociales del pueblo cubano: representantes de la Central de Trabajadores de Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, y la Federación Estudiantil Universitaria.
Es como si en Chile, en lugar del Servel, las elecciones las organizaran y las supervisaran la CUT, la Anef, la Fech, la Federación de Estudiantes Secundarios, y otras.
La Asamblea Nacional del Poder Popular, que es el máximo órgano de poder, elije, de entre sus diputados, el Consejo de Estado y el presidente del mismo. El presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de Gobierno. El jefe del Gobierno cubano primero tiene que haber sido elegido diputado por la población.
El sistema electoral cubano se parece un poco al de algunos países europeos, es una especie de sistema parlamentario. En teoría, el primer ministro inglés podría ser reelegido durante 40 años o más, si la salud y la suerte lo acompañan.
¿Y cómo elegían a Fidel Castro? A Fidel lo proponían en su respectivo municipio o distrito, y era elegido. ¿Por qué? Porque Fidel era respetado y amado por su pueblo, pero nada obligaba a elegirlo.
2. Afirma usted que Fidel controlaba todos los poderes del Estado pero no dice en qué basa tan peregrina afirmación. Yo creía que los periodistas honestos tenían la obligación de fundamentar sus dichos. Pues nada de eso ha hecho usted. Pero fíjese que como le he explicado, el principal poder del Estado cubano es la Asamblea Nacional del Poder Popular, compuesta por 612 diputados, a la que ya me he referido.
Desde luego, no voy a negar que Fidel Castro era un hombre de tal nivel intelectual, moral y cultural, que con su sola presencia lo dominaba todo.
Cualquier persona de ideología absolutamente contraria que lo haya frecuentado, quedaba completamente subyugada por su inteligencia y personalidad, además de su encanto personal. Pero usted, no sé con qué autoridad, se permite ofender su memoria.
3. Que Fidel nombraba a sus herederos, y finalmente dejó a su hermano Raúl.
A Raúl Castro lo ha nombrado Presidente del Consejo de Estado y Jefe de Gobierno, la Asamblea Nacional del Poder Popular, igual que en cualquier país de sistema parlamentario, ya que él también es diputado elegido por el pueblo. ¿A Raúl lo elegían diputado porque era hermano de Fidel? No señora, Fidel Castro tiene varios otros hermanos y varios hijos, ninguno de los cuales es diputado ni ocupa ningún cargo de importancia, que yo sepa.
A Raúl lo han elegido porque participó en el asalto al Cuartel Moncada, estuvo en la Sierra Maestra desde jovencito, fue preso de la dictadura de Batista y luchó valientemente por la revolución junto con Fidel.
Y posteriormente fue el que se encargó de organizar el ejército de Cuba, una institución que funciona como un reloj en la isla. Raúl Castro es muy respetado por todo el mundo, lo puede comprobar cualquiera que vaya para allá.
4. Que Fidel no dejaba salir a la gente de Cuba ni tampoco dejaba entrar a quien quisiera. Me voy por lo más fácil: el gobierno cubano, como todos los gobiernos del mundo, deja entrar a su país a quien le parece y no deja entrar a quien no le parece. No me voy a extender en esto porque es una absoluta tontería.
¿No deja salir a la gente? Pues fíjese señora Sánchez que esto es absolutamente falso. Me voy a tener que extender un poco, desgraciadamente. La cosa es así: antes de la revolución, los cubanos tenían una relación muy estrecha con Estados Unidos. La gente con dinero viajaba casi semanalmente a Miami, y todo lo compraba allá, incluso la mantequilla.
Admiraban a Norteamérica, los autos, los mejores sueldos y todos los productos del mundo desarrollado. Mucha gente quería irse a vivir y trabajar allá, como quieren los mexicanos y como querrían la mayoría de los habitantes del tercer mundo.
Todos los años se ven transitar por México cientos de miles de migrantes y campesinos mexicanos, que tratan de pasar ilegalmente la frontera hacia el sueño americano, ahora convertido en pesadilla.
A los cubanos se les exigían visas desde antes de la revolución. Pues ya después se fueron acabando las visas y también los vuelos y los medios de transporte normales, puesto que comenzó el bloqueo.
Así es como se fue mucha gente en condiciones muy precarias y peligrosas, no porque el gobierno cubano no la dejara salir, sino porque no había cómo viajar.
Secuestraban aviones y transportes marítimos. Por supuesto que los aviones y barcos secuestrados los yanquis no los devolvían.
El gobierno cubano tuvo que tomar algunas medidas restrictivas para evitar estos secuestros, que generalmente eran con rehenes.
Mucha gente se iba por mar en balsas o botes inapropiados y si lograba llegar, eran bien recibidos y les daban rápidamente la Green card.
Pero si los capturaban las autoridades migratorias gringas antes de llegar, no los recibían y los regresaban a Cuba. Esa fue la cruel realidad de la Ley de Ajuste Cubano, llamada “pies secos/pies mojados” que al parecer ahora se ha derogado.
El gobierno cubano hizo muchos esfuerzos para que se regularizara esta situación. El presidente Reagan prometió dar 20.000 visas al año, pero si dio mil quinientas fue mucho.
Por eso la gente se iba en condiciones peligrosas. Así se van también los mexicanos y centroamericanos, pero allá no los reciben. Tienen que atravesar el desierto de Arizona que es tan hostil, que muchos mueren en la travesía.
La culpa de todo esto no la tiene por lo tanto el gobierno cubano. Naturalmente, trata de evitar que se vaya un grupo de personas, incluyendo niños, en una balsa que no es apta para la navegación en alta mar.
Así se produjo el famoso caso del niño Elián González, que la madre y otras personas lo subieron a una balsa para llegar a EE.UU.
La balsa naufragó, la madre y otros se ahogaron y el niño fue rescatado por los guardacostas norteamericanos, que se lo entregaron a su familia en Miami.
Después de una ardua lucha judicial, el padre, un revolucionario que estaba en Cuba, consiguió que le devolvieran a su hijo, que ahora es un joven estupendo que estudia en la Universidad de La Habana.
Señora Sánchez, usted no sabe nada de Cuba. En la década de 1950 tenía tasas de analfabetismo que superaban el 70 %, sólo un 15% de la población disponía de agua corriente y sobre ella se abatían los parásitos y las enfermedades.
Además la mayoría de los campesinos no consumían proteínas y pocas veces disponían de verduras. En la Sierra Maestra, foco del movimiento revolucionario, las condiciones de vida del proletariado rural rayaban en la desesperación. Padecían la explotación, los robos y a menudo la brutalidad policial.
Y por otra parte le diré que Cuba es un país muy pobre en recursos naturales. No tiene petróleo ni caídas de agua ni ninguna fuente de energía suficiente.
Están ahora tratando de usar la energía solar, pero nadie les vende los elementos esenciales para fabricar los paneles solares y tienen que soldarlos a mano.
No tienen minerales valiosos como el cobre de Chile, ni otras riquezas parecidas. Su agricultura produce buenos frutos, pero trate usted de comprender que en un país tropical, la distribución de esos productos requeriría una gran flota de camiones refrigerados, que no pueden adquirir debido al bloqueo.
El precio del azúcar se ha desplomado debido a los edulcorantes artificiales y a que muchos otros países también comenzaron a producir y vender azúcar.
Y este pueblo, que después de la revolución y debido al bloqueo, dependía de su comercio con los países socialista, de la noche a la mañana se quedó sin proveedores y sin compradores, cuando la URSS y los países llamados socialistas del Este europeo se cayeron. Y sin embargo el pueblo siguió apoyando al gobierno revolucionario, aguantó y salió adelante.
Ya han superado en gran parte –solos- esa etapa tan dura llamada “periodo especial”, pero sin llegar a normalizarse.
La mayor riqueza de Cuba está en su pueblo, en sus científicos, en sus médicos que han logrado producir algunos de los medicamentos y tratamientos más importantes, como los del área neurológica, que es una de las mejores del mundo; una vacuna contra el cáncer de pulmón que no pueden comercializar en el extranjero porque el bloqueo se lo impide.
Y es obvia su preeminencia en las artes, particularmente en la música y en el ballet.
Mire algunos los resultados de la “dictadura” que según usted ha imperado en Cuba:
– Uno de los países con mayor índice de desarrollo humano (ONU)
-54% del presupuesto destinado a servicios sociales
-De los 200 millones de niños que duermen en las calles, ninguno es cubano.
-El mejor sistema educativo de América Latina
-Veinte estudiantes por docente
-El país que más aporta del PIB a la educación
-Único país de América sin desnutrición (UNICEF)
–Sistema de salud, un ejemplo para el mundo
-Tasa de mortalidad infantil más baja de América
.130.000 médicos graduados desde 1961
-Desarrollo de cuatro vacunes contra el cáncer
-Primer país en eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo.
Y además, y quizás lo más importante de esa Cuba dirigida por el compañero Fidel Castro, es que es profundamente internacionalista, solidaria y generosa.
“Los rasgos más importantes de la Revolución Cubana son la dignidad y su “inagotable capacidad de solidarizar con el sufrimiento y las necesidades de “otros pueblos.
“Esa dignidad, fruto del coraje y patriotismo del pueblo y de sus dirigentes, se “ha demostrado en forma serena y resuelta en cada una de las muchas “circunstancias duras y riesgosas que le ha tocado enfrentar en su primer “medio siglo.
“Por otra parte, la solidaridad generosa e incondicional de Cuba con otros “pueblos es, quizás, el fruto más hermoso de una revolución que ha puesto el “acento en la transformación ética de la sociedad.
Es muy difícil encontrar a “otro pueblo que sea capaz, como el cubano, de renunciar a su propio pan “para aliviar el hambre y la necesidad de sus hermanos en lejanas tierras.
“Además, después del golpe de 1973, vino la enorme solidaridad con los “perseguidos por la dictadura chilena.
“No fuimos los únicos a los que Cuba brindó refugio en esa época tenebrosa “de América Latina. Estaban también las familias argentinas, uruguayas, “bolivianas, peruanas, nicaragüenses, salvadoreñas, haitianas, colombianas, “hondureñas, que huían del terror, la prisión y la muerte en sus países.
“Éramos miles de latinoamericanos refugiados en la isla mientras Cuba “enfrentaba los rigores del bloqueo norteamericano.
“Ser chileno era casi un privilegio que nos hacía sentir rodeados de amistad y “cariño, jamás solos o abandonados a nuestra suerte.”
“Cuba es uno de los países que más víctimas del terrorismo ha tenido (unos 3 mil 500 muertos) y que más ha sufrido de terrorismo en los últimos 60 años. Ante tanto y tan permanente ataque, las autoridades cubanas han preconizado, en el ámbito interior, la unión a ultranza.
Y han aplicado a su manera el viejo lema de San Ignacio de Loyola: “En una fortaleza asediada, toda disidencia es traición”. Pero nunca hubo, hasta la muerte de Fidel, ningún culto a la personalidad. “
Fidel Castro no sólo colocó a Cuba en el escenario mundial y les dio dignidad a todos los cubanos, sino que fue el artífice de la liberación de muchos países de África como Angola y Namibia; colaboró a la independencia de Etiopía y al término del apartheid en Sudáfrica.
“Bajo su dirección, su pequeño país (100 mil kilómetros cuadrados, 11 millones de habitantes) pudo conducir una política de gran potencia a escala global echando hasta un pulso con Estados Unidos, cuyos dirigentes no consiguieron derribarlo ni eliminarlo, ni siquiera modificar el rumbo de la Revolución Cubana. “
Margarita Labarca Goddard

Chile: No a la Impunidad


Chile: No a la Impunidad




Por Eduardo Contreras
La noticia del procesamiento y detención de Luis Emilio Cheyre, ex comandante en jefe del ejército chileno por los crímenes de la llamada “Caravana de la Muerte” de 1973, episodio de la ciudad de La Serena, Chile,  no sólo ha dado la vuelta al mundo sino que ha conmovido fuertemente el escenario político nacional y puesto a la orden del día el gran tema de las relaciones cívico militares, el papel de las fuerzas armadas, su vinculación con el poder económico y su triste historial represivo. En particular por su protagonismo en el golpe de Estado de 1973 contra el presidente Salvador Allende y el genocidio perpetrado contra los sectores populares durante todos los años de la tiranía
Valiente decisión del juez Mario Carroza que no aceptó presiones.
El procesamiento y arresto de Cheyre ocurre sólo horas después del procesamiento de otro oficial, Reinel Rodope Bocaz Rocha, esta vez por el crimen en octubre del 73 del militante del MIR Oscar Jesús Delgado Marín. Sucede el pequeño “detalle” que el homicida era hasta esta semana el Edecan militar de la Cámara de Diputados de Chile, entidad que bien pudo haber averiguado los antecedentes del sujeto y haberse evitado esta vergüenza.

Pocos días antes  tuvieron lugar revelaciones de prensa, radio y  televisión acerca del proceso civil sobre el asesinato de Victor Jara que se sigue ante los tribunales de Orlando, EEUU, y que muestra toda la degradación moral y la cobardía de los canallas que ejercieron como agentes del Estado dictatorial que encabezó Pinochet. El oficial de ejército Pedro Barrientos, asesino del gran creador cultural y artístico que fue Victor Jara, no sólo negaba su crimen sino que en el colmo de la desvergüenza dijo no saber quién era su víctima ni conocer el entonces llamado Estadio Chile en donde perpetró el brutal homicidio. Fue civilmente condenado lo que abre la posibilidad de su extradición a Chile. Este es el tipo de personas que administró el poder de los que en el 73 se opusieron al establecimiento de un Chile libre, soberano y justo.

Agreguemos a la larga lista sólo de lo más reciente, diversos escándalos como el “Milico gate” o el proceso al general Fuente – Alba, ambos de por sí esclarecedores de la corrupción de esa instituto armado. Además de las  denuncias recientes formuladas por un oficial de ejército, hijo y nieto de oficiales de las FFAA, que da cuenta de manejos abusivos, corrupción, privilegios ilegales, malversaciones. Y lo trágico es que tales serias denuncias, avaladas con el testimonio de varios otros uniformados, culminan paradojalmente con una acción penal del mando del ejército en contra del oficial que formuló la denuncia y una decisión de la “justicia” militar que pudiera significarle años de prisión. Como ha sucedido tantas veces, otra vez la historia  “del ladrón detrás del juez”.

En este mismo escenario se inscribe el silencio cómplice de los mandos castrenses tanto respecto de los lugares en que fueron ocultados los restos de los detenidos desaparecidos como respecto de los nombres de los nombres de los pilotos que bombardearon La Moneda el día del alzamiento contra el gobierno constitucional chileno.
Son los mismos institutos privilegiados con la entrega sin control de su gastos del 10% proveniente de las ventas brutas del Cobre chileno. No hay recursos para la Educación Gratuita de los jóvenes chilenos, pero hay fondos sin límite para las instituciones armadas sin que se conozca su destino. ¿Hasta cuándo aceptar esta situación?
Son los mismos institutos privilegiados con jubilaciones millonarias tras menos años de trabajo que el ciudadano o ciudadana comunes.

Pero he aquí que un  grupo de parlamentarios promueve por las mismas semanas un nefasto proyecto de ley en favor de los violadores de derechos humanos en Chile, triste expresión de reverencia ante los que alguna vez Andrés Allamand llamó “ los poderes fácticos ” ; es decir el gran empresariado, los dueños de los medios de comunicación monopólicos y los institutos armados, todos ellos los que fueron precisamente  y bajo la batuta de la CIA, los autores del golpe de Estado de 1973.
Ahora hablan de “ principios humanitarios ” para dejar en libertad por ley a los criminales mayores de cierta edad y cuya salud esté resentida. En el fondo lo que buscan los inspiradores de la iniciativa es recuperar la impunidad total que los golpistas perdieron gracias a la heroica lucha de los familiares de las víctimas que por más de 40 años se han movilizado exigiendo – y logrando parcialmente –  verdad y justicia.
Lo hacen justo ahora que hay más de Mil 300 procesos judiciales en curso, decenas de culpables procesados y condenados y que se desempeña activamente un grupo de jueces de dedicación exclusiva, todo lo que ubica al país en un digno y destacado lugar en el ámbito internacional en materia de castigo a los delitos de lesa humanidad.

Algunos de los impulsores de la deleznable iniciativa han llegado a insinuar la posibilidad de una “reconciliación “ en Chile como si fuera posible que, por ejemplo,  una madre o un padre se reconcilie con los que tras violar a su hija o a su hijo para luego matarles a golpes o vaciando su vientre con un corvo y finalmente, arrojar sus restos al mar, se mantengan  hasta hoy guardando el silencio más cobarde que registre nuestra historia.
Sobran ejemplos de los fallidos intentos de bajar el perfil a lo que fue el horror de los años de dictadura. El caso de la “ mesa de diálogo ”, por señalar uno de ellos, que terminó en un monólogo y además falso pues el listado con informaciones del destino de algunos pocos detenidos desaparecidos que entregó el mando militar de la época a poco andar se  demostró que era falso.
En efecto, ya que aparecieron restos de algunos de esas víctimas en lugares muy distintos de los que indicaron los responsables. No está demás recordar que el jefe del ejército a esas fechas es hoy el procesado Cheyre.
¿Qué hay detrás de esta nueva iniciativa en favor de los genocidas? ¿Porqué tanto silencio de muchos actores y organizaciones sociales que debieran alzar su voz para condenar este nuevo intento de impunidad?
¿Porqué  no se esgrime con más fuerza el conjunto de normas jurídicas del Derecho Internacional que marcan una clara diferencia entre lo que son los delitos comunes y lo que son los crímenes contra la humanidad como son estos de los que hablamos?
El asunto es de la máxima gravedad pues no se limita a la impunidad. En efecto, propuestas como estas provenientes de lobos con piel de oveja bajo la apariencia de “gestos generosos de compasión y humanidad” desvirtúan por  completo los “nunca más” que hemos debido escuchar a lo largo de estos años.
No contribuyen a resguardar la estabilidad democrática iniciativas como éstas. Menos cuando se trata de instituciones que, como lo revelan los escándalos denunciados en el curso de estos meses, siguen siendo arbitrarias, profundamente antidemocráticas, con demasiadas señales de corrupción y ocultando información fundamental para llegar a la verdad íntegra.
Todo llama a lo más digno de la sociedad chilena a unirse para impedir que se consolide la impunidad y a seguir avanzando con fuerza, respaldando a los heroicos familiares de las víctimas por el camino hacia la plena verdad, la justicia, la memoria y la reparación.

La resistencia mapuche al modelo extractivista

La resistencia mapuche al modelo extractivista 

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por Unidad de los Pueblos y los Trabajadores / EsGlobal
Martes, 24 de Septiembre de 2013 13:04


Las comunidades mapuche en Chile y la Argentina defienden sus tierras frente al avance del modelo extractivista.
El pasado 6 de agosto, el llamado “conflicto mapuche” se cobraba en Chile una nueva víctima: el comunero Rodrigo Melinao fue encontrado muerto, con impactos de bala, por sus compañeros de la comunidad Rayen Mapu, que desde el principio desconfiaron de la policía. El Estado, por su parte, reaccionó con más tibieza que cuando, en enero, un atentado en la región de la Araucanía acabó con la vida de un empresario local y su esposa; de inmediato, el presidente chileno, Sebastián Piñera, decretó la aplicación de la ley antiterrorista.
Apenas tres días después del asesinato de Rodrigo, se celebraba el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Poco había que celebrar en el Gulumapu, como llaman los mapuche a sus territorios ancestrales en Chile, que abarcan las regiones de La Araucanía, Bío Bío, Los Lagos y Los Ríos.
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Tampoco al otro lado de la cordillera, en lo que los mapuche llaman Puelmapu, la Tierra del Este. En territorio argentino este pueblo ha sufrido también la represión y criminalización o, al menos, la pasividad estatal ante los ataques a sus territorios y modos de vida. Como denunció Amnistía Internacional el 9 de agosto, pueblos originarios en toda Argentina – especialmente, los Qom en la provincia de Formosa y los mapuche en la Patagonia – han visto morir a al menos doce de sus miembros en los últimos tres años, ante la inacción del Estado.
Según Amnistía Internacional, el recrudecimiento de la violencia contra los pueblos originarios se debe a “la creciente disputa por las tierras”, lo que, a su vez, se relaciona con el avance de grandes proyectos que involucran a importantes empresas multinacionales.
Del lado argentino, es la extracción de hidrocarburos el mayor dolor de cabeza para los mapuche. Antes fue Repsol, y ahora es Chevron quien, junto a la re-estatizada YPF, prevé explotar las recién descubiertas reservas de petróleo y gas de Vaca Muerta con una técnica todavía en ciernes y que plantea importantes dudas desde el punto de vista ambiental: la fractura hidráulica o fracking.
Ni a las comunidades mapuche ni a los wingka -el hombre blanco- les da mucha confianza el historial de Chevron, que huyó de Ecuador, llevándose todos sus activos, después de que la justicia de aquel país le impusiese una sanción de 19.000 millones de dólares (algo más de 14 mil millones de euros) por el derrame de 103 millones de litros de crudo en la selva amazónica, que dejó medio millón de hectáreas contaminadas y 30.000 personas afectadas. Un juez argentino ordenó embargar los bienes de la petrolera en el país, pero la Corte Suprema anuló esa decisión al mismo tiempo que YPF y Chevron llegaban a un acuerdo sobre Vaca Muerta.
En Chile, el impacto social y ambiental de las grandes represas se ha convertido en la principal amenaza. Enel Endesa proyecta construir, a través de su filial Hidroaysén, cinco centrales hidroeléctricas en la región de Aysén, además de una línea de transmisión de 2.300 kilómetros de longitud que transportaría la energía hacia el centro del país. Las comunidades locales han mostrado su rechazo y han propuesto que se legisle para otorgar a la Patagonia el estatus de Reserva de la Vida; pero, por el momento, la legislación chilena es clara: la propiedad de las fuentes de agua es de concesión privada y en la región de Aysén Enel Endesa posee más del 90% de los derechos del agua.
A ambos lados de la cordillera, otras dos grandes industrias representan sendas amenazas: de un lado, un sector forestal en auge, que crece al calor de la extensión de la frontera forestal, para la producción de madera o celulosa o bien para la obtención de bonos de dióxido de carbono, en el marco del Protocolo de Kyoto. La segunda es la minería a gran escala, que ya ha provocado la protesta ciudadana tanto en la provincia argentina de Neuquén, donde la canadiense Barrick Gold posee varios emprendimientos, y en los fiordos de la Patagonia chilena, donde se proyectan cinco minas de carbón a cielo abierto.
Políticos, empresarios y algunos expertos defienden la necesidad de aprovechar los recursos para fomentar el desarrollo de todo el país, incluidas las zonas mapuche. Así, el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO) consideraesencial “el papel de los recursos naturales en el desarrollo”, y coloca en el centro del debate la implementación de políticas públicas que favorezcan una “segunda fase del desarrollo exportador” con más valor agregado y mayor diversificación. Por su parte, el Ministerio de Minería chileno defiende la sostenibilidad ambiental y social de las industrias extractivas en un país donde al menos un 26% del PIB proviene de este sector, según las Cuentas Nacionales.
El Gobierno argumenta además que se están implementando programas de desarrollo local para que estos recursos lleguen a todos los rincones del país. Es el caso del Fondo Social Más por Chile, que concede a organizaciones sociales fondos de unos 8 millones de pesos (cerca de 12.000 euros) para financiar proyectos de desarrollo local en regiones como el Bío Bío.
La cuestión de la tierra
Lo escribió ya en 1928 el periodista y pensador peruano José Carlos Mariátegui: todas las tesis que intentan explicar el problema indígena como un conflicto étnico o moral se han utilizado para ocultar o desfigurar el problema: “La cuestión indígena arranca de nuestra economía. Tiene sus raíces en el régimen de propiedad de la tierra”.
Hoy como siglos atrás, la tierra es el motivo de confrontación entre mapuche y wingka. En los últimos años, la presión sobre las comunidades indígenas para que abandonen sus territorios se ha recrudecido allí donde avanzan los grandes emprendimientos y la frontera agrícola.
Es lo que la investigadora Maristella Svampa ha llamado el “Consenso de las Commodities“. Los gobiernos latinoamericanos de izquierda o derecha parecen de acuerdo en que no hay alternativas a ese modelo que reprimariza las economías; cualquier otra posibilidad puede ser tachada, como hizo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de “ecologismo infantil”. Así que, pese a los impactos sociales y ambientales, a veces irreversibles, avanza un modelo que se apoya sobre la extracción intensiva de hidrocarburos y metales, así como los grandes monocultivos.
Este “neoextractivismo desarrollista”, como lo llama Svampa, irrumpe en los territorios y desaloja comunidades, pese a que las leyes nacionales y los convenios internacionales reconocen el derecho de los pueblos originarios a sus tierras ancestrales. El famoso Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que plantea la obligatoriedad de consulta previa a las comunidades indígenas, no ha conseguido proteger el derecho de las comunidades a decidir sobre el destino de su  territorio.
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Tampoco sirvió de mucho que, en 2006, en Argentina se declarase la emergencia de las tierras indígenas y el relevamiento inmediato de sus territorios: siete años después se ha relevado una parte mínima de las tierras y, aunque en 2006 se prohibieron los desalojos de comunidades indígenas, éstos se siguen produciendo. En 2011, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) requirió del Estado medidas cautelares para proteger a sus poblaciones mapuche y Qom. La situación es aún más urgente en Chile, donde las comunidades han denunciado la complicidad de las fuerzas de seguridad del Estado.
Estrategia de invisibilización
Tanto en Chile como Argentina la estrategia es de invisibilización de las reivindicaciones indígenas y de estigmatización, cuando no criminalización y judicialización de los movimientos de resistencia. El relator de Derechos Humanos y Contraterrorismo de la ONU, Ben Emmerson, denunció recientemente que el Estado chileno aplica a los mapuches la legislación antiterrorista “de una manera confusa y arbitraria, que termina generando una verdadera injusticia”.
Mientras, los mapuches se organizan y reclaman el reconocimiento de sus tierras, pero también de su identidad cultural y su autonomía política. Ni el Estado chileno ni el argentino registran esas reivindicaciones; en buena medida, porque persisten los prejuicios y estigmas contra los indígenas, a los que el imaginario de las clases medias y blancas todavía relaciona con el atraso y el salvajismo. Por eso las organizaciones mapuches han llevado ante el comité de la ONU contra la discriminación racial al ex ministro chileno del interior y actual ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, que relacionó a los mapuches con actos terroristas.
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Es un caso extremo, pero no aislado. Y, aunque las investigaciones antropológicas y las excavaciones arqueológicas evidencian lo contrario, políticos y medios de comunicación siguen en buena medida sustentando el discurso de que los mapuches no vivían en ese territorio cuando se formaron las repúblicas en el siglo XIX. En Chile dicen que vinieron de Argentina; en Argentina, que vinieron de Chile.
No se trata, como señalaba un lúcido Mariátegui casi un siglo atrás, de un matiz étnico, cultural o moral, se trata de la tierra. Los mapuches no tendrían derechos sobre esas tierras si fueran un pueblo invasor, así como negar el problema es la mejor estrategia para retrasar su resolución. Pero ahí estaban los mapuches cuando llegaron los conquistadores españoles y ahí seguían cuando, 300 años de resistencia después, se independizaron los nuevos Estados. Y parecen decididos a seguir resistiendo.