El huevo de la serpiente


El huevo de la serpiente


*Ayer apareció Alberto el hermano del querido y admirado Juan y en Colonia identificaron a un argentino. De a poquito van apareciendo, de a uno, para reabrir la herida del horror del asco y de la indignación. ¡Que pena que se nos termina el tiempo!, justamente ahora que el camino está cada vez más claro; de ahí la alegría de conocer jóvenes que levantan las banderas y las hacen flamear de nuevo. Jóvenes de generaciones enriquecidas en el dolor de padres asesinados, que comienzan a comprender que su futuro está amenazado, que están condenados de antemano y que es mejor la lucha sin garantías de triunfo que la sumisión y la domesticación. Los muertos florecen en enseñanza e iluminan el camino a los que vienen. Su experiencia macabra advierte y educa para el inevitable 2° tiempo de ésta lucha que se viene arrastrando desde los primodios de la historia.-*
*Aquí en Rocha, dónde escribo esto hay docenas de cadáveres sin identificar que fueron "blanqueados" por fascistas locales para dificultar su identificación, entreverando los huesos en el osario común. Todos los cadáveres que aparecieron habían sido torturados, a una mujer le habían cortado los pezones de los senos, aparecían con astillas debajo de las uñas. Es muy bueno que ésta historia macabra se siga desarrollando en capítulos, que siga viva, presente, enseñando que la bestia sigue agazapada; que la serpiente puede volver a morder en cualquier momento y que sólo nos libraremos de la amenaza cuando le aplastemos la cabeza.-*
*
 MAU-MAU

No hay comentarios:

Publicar un comentario