No hay peor sordo que el que no quiere ver

No hay peor sordo que el que no quiere ver



En una guerra cualquier pequeña victoria cuenta, pero si se trata de la lucha de ideas hay que discutir con los representantes principales de la corriente con la que se polemiza, los más capaces, los más difíciles. Pegarle a los chiquitos puede  aportar alguna victoria verbal, pero no sirve de mucho. Así lo explica Gramsci en su crítica al “Ensayo de filosofía popular” de Bujarin.
En mi nota “Miseria de la filosofía política, contribución a la miseria de la política” (1) hice una crítica a nuestros actuales politólogos que comentan la campaña electoral, y tomé a Gerardo Caetano. Mal lo mío
Pero esa nota incluía este párrafo:
El gobierno de Tabaré fue muy parecido a una monarquía absoluta, y por eso necesitó de un bufón muy activo. El desgaste del monarca terminó llevando al bufón al trono, lo que trajo una curiosa situación. Como una pieza de ajedrez recargada por funciones defensivas diferentes, no podía cumplir muy bien ninguna de ellas, ni bufón ni rey. Mujica resuelve el problema con gran elegancia. Como ya no sería bufón del gobierno sino del sistema y al mismo tiempo es jefe de gobierno resuelve cambiar de guión. En vez de bufón coronado, filósofo coronado. Su gobierno es una triste letanía de esperanzas imposibles, sueños hermosos de justicia e igualdad que son frustrados por el mundo cruel. “El último héroe” de Kusturica, el guerrillero derrotado que ahora representa el papel del presidente derrota do en sus buenas intenciones, y solo queda como enseñanza la estoica resignación”.
Esta nota se publicó el 22 de abril. El 27 de abril en una entrevista en El País, diceLuis Eduardo González (2):
... uno puede decir que Mujica, como Jorge Batlle, son personas positivas para el debate porque cantan la justa, suelen ser muy francos. Hay pocos ejemplos de una elocuencia tan concisa o brutal como cuando Mujica dijo 'no me la llevan' en referencia a su propia gente en un tema de educación. Eso es espectacular. Ahora, otro ángulo del problema es si lo que dice o deja de decir ayuda a Vázquez. Esto es muy opinable, pero si lo ayuda, es poco. Mujica sigue manteniendo el afecto de mucha gente pero es como el buen filósofo rey que no era buen gobernante
Doy por sentado que González no lee los sitios en que puede salir una nota mía, y no me copió. Y nadie puede decir que yo le copio porque mi nota fue publicada cinco días antes. Es una coincidencia que ocurre porque esa idea del Rey Filósofoes adecuada para describir el gobierno de Mujica. Aunque le damos un alcance diferente. Yo también digo ESPECTACULAR, pero en sentido literal.
"Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. Digo “filósofo” en ese sentido de Marx. En Mujica el revolucionario arrepentido, su filosofía dice “No podemos transformar el mundo, de lo que se trata es interpretar por qué no”
Esa es la clave de su filosofía política. Y para esa finalidad, es importante que la intervención venga de quién intentó y no pudo transformar el mundo. Porque la voz de los que nunca se jugaron el cuello ni estuvieron presos, aunque dijesen lo mismo, que hay que resignarse y abandonar toda aspiración de transformación social, no significaría lo mismo. POR ESO este filósofo resultó coronado.
Pero la oposición de González no es entre filósofo y transformador, es entre filósofo y gerente.
“...no porque el Pepe fuera malo sino porque era un muy mal gerente”.
El término gerente - dice Wikipedía- denomina a quien está a cargo de la dirección o coordinación de la organización, institución o empresa, o bien...un grupo de trabajo. ... es el directivo, el cual proviene de su etimología del latín “dirigere”, y significa ordenar en muchas direcciones, por lo cual su tarea es básicamente de tipo administrativa (no operativa). Es entonces aquel que dirige, suponiendo una relación de mando-obediencia; es quien ordena, guía y dispone de un emprendimiento...”.
La “empresa” acá es el Estado capitalista. El gerente no está para transformar la naturaleza ni los propósitos de la empresa. Las innovaciones que pueda hacer son dentro de esos límites. Está visto en la historia muy reciente de las grandes empresas mundiales de punta, que han habido muchos cambios radicales en los productos y estilos, pero cuando alguien se propuso una innovación radical fundó una nueva empresa. En algunos casos pasó a la cima en pocos años. Transformaciones radicales no las hace un gerente.
El Frente Amplio, cuando nació, propuso un producto social diferente. Algo que las otras “empresas políticas” no podían ni querían ofrecer.
Hay otra cosa interesante que dice ese artículo de Wikipedia “ ...el gerente es generalmente un empleado, remunerado parte por un salario y -a veces- parte a través ya sea de bonos de producción u otorgamiento de acciones de la organización para la cual trabaja, etc.”
Como sabemos, Mujica se las arregla con una parte su salario pelado y nada más. Los “bonos de producción” acá se los llevan los sub-gerentes. Es un aspectoespectacular, literalmente.
Vayamos a Luis Eduardo González. Es el más destacado de los actuales analistas políticos. Teniendo esto en cuenta antes de escribir mi nota busqué algo reciente suyo. No había. Así que no hice referencia a él en mi nota. Su análisis apareció unos días después. Veamos las ideas que aporta.
Sobre Tabaré:
Vázquez representa hoy la seguridad que tiempo atrás exhibían los partidos tradicionales. La gran virtud de Vázquez ya no es el entusiasmo que lo llevó a la presidencia en 2005 sino el temor que hizo ganar a Jorge Batlle en 1999. Para la mitad de la población la apuesta segura y conservadora es Vázquez
A mucha gente no le gusta esa idea pero es evidente. Vázquez no es la esperanza de las mieles, es el refugio de los temores... es como si Vázquez hubiera decidido agacharse y levantar al Frente pero el peso fue demasiado y al intentar levantarlo se cayó”.
Aquí hay dos ideas importantes. La primera está expresada en forma muy clara y a contrapelo. Tabaré es un candidato conservador. No hay en su propuesta ningún proyecto de cambio. Conservador es lo contrario de progresista. Más claro aun, su programa para un “tercer gobierno” es el GIRO A LA DERECHA
Astori ministro de Economía y mano derecha en OPP, se termina el monstruo bicéfalo que ha dominado esta administración”.
Lo que González no dice es que ese “monstruo bicéfalo” no es un capricho ni producto de “mala gerencia”, al contrario. Es una ambigüedad necesaria en el espectáculo. Esa ambigüedad en la política económica es el último recurso para mantener cierta esperanza en que pueda haber alguna “transgresión” al programa neoliberal. Tabaré se encarga de liquidar esa ambigüedad.
¿Por qué? Porque el buen gerente debe atenerse a los objetivos que le marcan los dueños de la empresa que administra.
Veamos la otra idea planteada por González. Tabaré no puede levantar al Frente que se está cayendo.
¿Por qué? Porque – a pesar del paradigma “actor-céntrico” de nuestros analistas – un candidato es un producto de la escena, es actor pero no autor.
Ningún candidato electoral puede revertir la decadencia de su partido cuando esta llega, porque eso es un proceso histórico-social cuya complejidad excede las posibilidades de cualquier persona.
Varias encuestas coincidieron en señalar una pequeña caída del Frente y un repunte de los partidos tradicionales”.
Constanza dice que “la culpa no es de Tabaré”. Es cierto al menos en el sentido de “la culpa no es del chancho sino del que le rasca el lomo”. Para empezar, responsable de esta situación es la burocracia frentista como tal, que es la que puso de nuevo a este actor en la escena.
Pero la burocracia frentista a su vez es expresión de una correlación de fuerzas sociales. Lo que un analista político debería explicar es qué ha cambiado en la realidad social profunda que a su vez pueda explicar esa diferencia tan notoria en la manifestación exterior del fenómeno político.
Querer reproducir hoy la situación del 2004 apenas con la “reposición” de aquella obra solo podía agravar el problema porque el contraste entre Tabaré-2004 y Tabaré-2014 es muy fuerte. Ahora -dice González- las cosas se han invertido. La esperanza en el cambio hoy es la esperanza en que se pueda evitar cualquier cambio
La dialéctica de las conquistas parciales es una conducta burocrática típica, esto ha sido desarrollado por varios autores (Ernest Mandel, por ejemplo). Así resumimos nosotros esa idea hace unos años.
La conservación de la parcela que se ha conquistado, se cree haber conquistado, o se supone a punto de conquistar, es más importante que la lucha por el todo. 'Respetar las reglas de juego' pasa a ser el verdadero juego, argumentando que con esas reglas se va a ganar. A este juego se sacrifican los objetivos que alguna vez se tuvieron. La burocracia que administra los objetivos del conjunto del movimiento, sacrifica esos objetivos para mantener los mecanismos de administración.” (3)
Las cosas han cambiado mucho en quince años desde aquel balotaje que ganó Batlle en 1999. Son dos actitudes conservadoras, pero para conservar cosas diferentes. Ambas implican conservar el capitalismo, pero con diferente distribución de fuerzas sociales y acuerdo de conciliación de clases.



Sobre el Uruguay:
El país está mejor que hace diez años, de eso no hay duda, el bolsillo de la gente está mejor y más allá del viento de cola, el contexto mundial, etc., el resultado es un mérito del Frente Amplio.”
Y ante la pregunta: “Entonces, ¿por qué no crece en las encuestas? “, contesta lo siguiente: “¿Por qué ocurre eso si nuestro bolsillo está bien? El problema es de expectativas y esperanzas más que de contabilidades prácticas... Son sentimientos, expectativas, ni siquiera ideas. Ese es el gran problema que enfrentan los equipos de campaña de los políticos... Esa es una prueba de que los uruguayos somos inconformistas”.
Hasta ahora González venía mostrando una mirada sagaz aunque no demasiado penetrante. Pero aquí recurre a la “idiosincrasia uruguaya” (!!!).
El bolsillo de la gente está mejor”. ¿Qué gente?
Si hablamos del crecimiento del Producto Bruto Interno, en esta década se haduplicado. Pero eso no quiere decir necesariamente más plata en el bolsillo de todos ni de la misma manera, porque al mismo tiempo ha habido un crecimiento de la desigualdad y de la concentración de la riqueza
Tabaré presenta como logro el fuerte crecimiento en el valor de la tierra. Pero en Uruguay, cuyo producto es en gran parte agropecuario, la propiedad de la tierra es de unos pocos y se viene produciendo una concentración aun mayor
También ha ocurrido una redistribución dentro de la clase trabajadora, con marchas y contramarchas. Al principio del primer gobierno del FA hubo una política asistencial dirigida a algunos sectores carenciados (el “Plan de Emergencia”) que se pagó con la contención de las aspiraciones salariales de las grandes masas de trabajadores. Se agotó, porque el crecimiento del empleo y la calidad del mismo es insuficiente. Luego vino la reforma tributaria, otro intento de nivelación hacia abajo dentro de la clase trabajadora y sectores medios, una redistribución interna que permitió aumentar la recaudación fiscal sin afectar al capital.
ESA es la “bonanza” que permitió el crecimiento, el crédito que nuestro pueblo le dio a “su” gobierno, y que fue aprovechado, cierto, en una coyuntura internacional favorable.
Fue un “depósito a largo plazo” que los trabajadores hicieron en bienes políticospara, llegado el momento, comenzar a cobrar los intereses de su inversión en términos de condiciones favorables para la negociación dentro del sistema capitalista.
La combinación de esto con el peso creciente de la presión impositiva del Estado buscando la formalización de la economía, crea una diferencia en las condiciones para la lucha de los trabajadores entre los sectores formal e informal, con una ventaja relativa para los sectores organizados de la clase trabajadora.
Aunque este cambio estructural pudo ser contenido durante casi toda la década por la cooptación del sindicalismo oficialista, no ha sido tan fácil en el último tiempo. Esto se ve en la creciente presión reivindicativa los trabajadores organizados, que los rostros de piedra de los políticos llaman “corporativismo”; ellos, uno de los sectores más cínicamente corporativos de nuestra sociedad.
Sobre el proyecto político frenteamplista:
Los problemas para el Frente empezaron hace cinco años cuando votó un par de puntos por debajo en 2009 que en 2004
Hoy tiene mayorías parlamentarias en ancas de un piojo. Soy un hombre viejo y la primera vez en mi vida que escuché a una persona influyente decir con seriedadque Uruguay podría llegar al club de los países ricos en menos de una generación fue a fines del gobierno de Vázquez”.
Luis Eduardo González fue el que demostró hace 30 años la correlación que existe en Uruguay entre “izquierda” y “país moderno” (trabajadores organizados, profesionales, sectores dinámicos del empresariado, sectores de educación media y superior). Sostuvo que los factores en que se basa esta correlación son estructurales y de crecimiento inercial. Explicó así, con solvencia, el crecimiento político de largo aliento de la izquierda (4)
Hoy, cuando ese crecimiento muestra signos de agotamiento, ¿no habría que revisar primero qué ha pasado en el plano de esas relaciones sociales? ¿No deberíamos esperar mínimamente eso, al menos de este teórico social?
En cambio, nos propone una explicación basada en el fracaso de un planteo de la OPP hacia el fin del gobierno de Tabaré.
Está bien que yo soy sordo pero me consta que nadie está hablando de eso ahora. Nadie lo siente como una posibilidad real.”
Yo no soy sordo y tampoco he oído a nadie hablando de eso, pero no ahora,nunca. La explicación es tan inconsistente que casi pone el efecto antes de la causa.
Veamos eso.
La Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) presentó el 7 de agosto del 2009, el documento 'Estrategia Uruguay III Siglo: Aspectos Productivos', una contribución a la planificación del desarrollo de Uruguay con miras al año 2030. El director de la OPP, Enrique Rubio, dijo que el trabajo concluye que Uruguay puede crecer un 5% acumulativo anual, si hace bien las cosas y aseguró que en 20 años podría convertirse en una nación del primer mundo... El texto plantea que Uruguay puede alcanzar un nivel de vida similar al que actualmente tiene Nueva Zelanda, Portugal e Irlanda. Las exportaciones de las agroindustrias se podrían duplicar; las de software, electrónica y audiovisuales se podrían multiplicar por siete, el turismo podría triplicar sus exportaciones diversificando sus productos, al igual que el sector logístico” < strong>(5)
Y dice Luis Eduardo: “Lo que pudo ser ya no es. Es una oportunidad perdida, pareció que había una oportunidad espectacular pero se escapó. No sé quién tiene la culpa ni cómo fue, pero el asunto es que se escapó”.
De esos 20 años pasaron cinco. Alcanzar a Portugal o Irlanda... Entre otras cosas, hoy estos dos países están en la lista de los que podrían caerse del Primer Mundo.
Podemos aceptar que si algún uruguayo crédulo se entusiasmó con aquel bolazo, y al ver que nada de eso pasó, terminase decepcionado. Y si eso fuese algo muy extendido podría tal vez contribuir a explicar una baja en la votación del Frente. Pero Luis Eduardo está suponiendo que todo esto ocurrió en tres meses porque quiere explicar así la votación de octubre 2009.
“...la sensación que tenemos – dice -es que nos estamos alejando de los países ricos”.
No es una “sensación”, es una realidad muy conocida. La brecha entre países pobres y países ricos sigue creciendo, tal como crece la desigualdad entre ricos y pobres en Uruguay. Para un pequeño país - poco poblado, sin fuerza industrial ni sin grandes recursos minerales ni tierras vírgenes aún sin explotar - eso de pasar a rico en pocos años es como el sueño de un pelagatos de volverse millonario de la noche a la mañana.
Se puede tener un proyecto de enriquecimiento individual, y se puede tener un proyecto político-social igualitario, como tenía el Frente Amplio. Un trabajador con conciencia social no tiene por qué vivir como un paria mientras la revolución no llega, se las arregla como puede, no son cosas excluyentes. Pero sí sería excluyente carnerear, serruchar el piso a otros, acomodarse con el patrón, convertirse en ladrón o proxeneta.
Un país que quiera dejar de ser pobre puede luchar junto a otros países hermanos por un  mundo igualitario, “Nuevo Orden Internacional”, “Otro Mundo Posible”, o algo así. Mientras ese nuevo orden no llega, también el país se las arregla como puede en el mundo que existe.
Pero también está el caso de un país pobre que se corta solo para convertirse en un “carnero internacional”. Obviaré los vergonzosos ejemplos conocidos, el concepto se entiende.
En vez de inventar la desilusión de una ilusión que nadie tuvo porque tan tontos no somos los uruguayos, sería más sensato explicar esto que ocurre por eso que se quiere negar, la decepción que trajo “lo que pudo ser y no fue”: la frustración del proyecto histórico del FA
Con el fracaso del proyecto político neoliberal que hizo crisis en 2002, las fuerzas sociales del “país moderno” encontraron una coyuntura de debilitamiento temporal de las fuerzas sociales conservadoras y el desgaste de sus representantes políticos tradicionales. Aprovechando ese punto de equilibrio en el que podían tener ganancias limitadas si garantizaban pérdidas limitadas a la otra parte, dieron un salto: el gobierno del Frente.
Pero las condiciones cambian y llega una situación de “suma cero”. Para conservar lo que se obtuvo hay que terminar con los avances, de otra forma no se podría mantener la paz social relativa de la que el gobierno del FA es a la vez beneficiario y garante. Pero en ese “país moderno” hay también una desigualdad social interior y diferentes prioridades.
Los problemas para el Frente empezaron hace cinco años cuando las encuestas deempresas como CIFRA anticiparon la baja de la votación. La burocracia frentista trató de arreglar eso. Entre otras cosas largaron el bolazo tardío y traído de los pelos de que Uruguay alcanzaría al Primer Mundo en 20 años. Nadie se lo creyó.
Pero la verdadera apuesta fuerte que funcionó fue la candidatura de Mujica
Hoy eso también se agotó. Para limpiarle la cancha a Tabaré, Mujica se jugó a frenar ya en este período las aspiraciones reivindicativas “desmedidas” de los trabajadores. Pero no resulta tan fácil. La clase trabajadora organizada ha venido recuperando su nivel de actividad, lentamente pero en forma sostenida, y también ha aumentado su peso relativo en la sociedad. Ya ha pasado por las primeras experiencias de lucha contra los límites políticos del corset frentista. Es una situación incipiente y con muchas contradicciones sin resolver, no podemos saber lo que va a pasar.
Pero sí podemos decir lo que NO va a pasar, que el proyecto conservador se sostenga. Se va a caer porque “el peso es demasiado para Vázquez” y para cualquiera.
González tiene razón. El voto por el Frente hoy ya no es de entusiasmo sino de temor. No es para ganar sino para no perder. Es el “no a la baja” pero sin “SÍ” a nada, por ahora. No hay proyecto ni esperanza.
Lo que pudo ser ya no es. Es una oportunidad perdida, pareció que había una oportunidad espectacular pero se escapó. No sé quién tiene la culpa ni cómo fue, pero el asunto es que se escapó”.
Es una de esas situaciones de “NO LO SABE PERO LO DICE”. Si ponemos esas palabras de González refiriéndolas a lo que realmente debe ser, expresan una gran verdad.
3)   Propuesta de desmantelamiento de las Fuerzas Armadas. Andrés Olivetti - Fernando Moyano, Alfaguara Año 2 Nº4 - SET-OCT. 1993. http://federaciondebasespatriagrande.blogspot.com/2010/09/desmantelamiento-de-las-fuerzas-armadas.html
4)  Uruguay: una apertura inesperada: un análisis socio-político del plebiscito de 1980.CIESU, 1984
FERNANDO MOYANO
postaporteñ@ 1159 - 2014-05-03

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