Solidaridad

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Hace exactamente 50 años, en la 1ª Marcha por la Tierra y con Sendic organizada por la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas, la histórica UTAA, una jóven cañera de solo 14 años: Ana Mª Silva, recibió un balazo en su pierna izquierda,en plena represión policial en nuestra capital.
       Siete operaciones no fueron suficientes para devolverle  el movimiento y la salud. Ella, que llegó a la Capital sana, alegre y esperanzada, volvió lisiada para siempre.

Vivió una vida de dificultades, trabajó siempre en negro, de doméstica.  Crió siete hijos. Sufrió violencia en su persona, durante años, a manos de su marido. Aguantó porque tenía hijos chicos y, como tantas mujeres, no lo denunció.


Ana Mª Silva hoy tiene sesenta y cuatro años, se mueve con muletas, pues el costado izquierdo, donde recibió el balazo, se desarrolló menos. Tiene   problemas de riñón, de  diabetes, de columna. Se ataca de vértigo y se cae muy seguido. Siempre está en manos de médicos.
Tiene una jubilación de seis mil pesos y vive con una nieta que trabaja de empleada doméstica y estudia en la UTU de Bella Unión.
Como nos contó, “había pedido al alcalde de B.Unión  para abrir un quiosco  al frente de mi casa para trabajar y sostenerme  ya que podía trabajar sentada,  y por su intermedio la Intendenta de Artigas: Patricia Ayala me mandó los bloques y material para hacerme  el quiosco .Yo pagué la mano de obra, saqué un crédito, pagué diez mil pesos. Me iba muy bien en época de zafra del arroz y la caña. Yo mejoré  la casa, compré puertas y  ventanas, hice revocar, revestí el baño, puse patio de hormigón. Cuando la mejoré, a mi marido se le ocurre pedirme la casa.   Cuando  yo estaba trabajando mejor, me dijo que me tenía que ir porque había pedido el divorcio y la casa era de él y en el quiosco no podía trabajar más porque todo estaba a su nombre. Me echó de casa.”
Esa dura circunstancia, la obligó radicarse con su nieta en una modestísima vivienda en la vecina localidad brasileña de Cuaraí, ubicada en un barrio municipal. Al poco tiempo se puso en venta en ciento cincuenta mil pesos uruguayos ($U 150.000). Hubo interesados en comprarla y prisa por venderla. Al no tener tiempo de organizar una colecta, una compañera adelantó el dinero, pero necesita que se lo devolvamos.
En Cuaraí, Nicolás "Colacho" Esteves, que hizo el primer donativo de $ 20.000, estuvo presente en la transacción de compra de la casa.  Ana María, que no sabía del préstamo, llorosa, dijo: “Decile a los compañeros que pusieron, que gracias, que muchas gracias”.

Pedimos su colaboración para reunir los ciento cincuenta mil pesos del préstamo.
Los que suscribimos esta carta, miembros de las Fundaciones Vivian Trías y Mario Benedetti, respectivamente, hemos abierto en RedPagos, la cuenta Nº40559, colectivo “Ana María Silva (cañera)”, a fin de recaudar dicha cantidad. En cualquier agencia de REDPAGOS pueden depositar su contribución.
Como siempre, contamos con ustedes, rogándoles depositar su valioso donativo lo antes posible, por que este tipo de  cuenta expira a los tres meses. Muchas gracias. Un fuerte abrazo. Dres.José E.Díaz y Ricardo Elena
Montevideo, mayo de 2014

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