“EEUU es una potencia loca como la Alemania nazi” (Edward Herman)

“EEUU es una potencia loca como la Alemania nazi” (Edward Herman)

Publicado el 9/25/13 • en Contrainjerencia
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RT – Les ofrecemos fragmentos de la entrevista concedida por el estadounidense Edward Herman, profesor emérito de finanzas de la Universidad de Pensilvania y autor de varios libros, a la emisora La Voz de Rusia, con análisis de la actuación de su país.
“EE.UU. se porta como una fuente de locura, como la amenaza de los nazis en los años 1930 y 40. Está fuera de control y participa en una guerra tras otros, violando el derecho internacional y considerándose por encima de la ley”, dijo Edward Herman en su entrevista a la emisora.Al comentar la viabilidad económica de la posible participación de su país en el conflicto sirio, Herman replicó: “¡Para aquellos de nosotros que somos críticos con la política de EE.UU., la utilización de los recursos es increíble! Los Estados Unidos atraviesan una crisis financiera. Están recortando todo tipo de gastos públicos, deja de pagar el programa de alimentos Food Stamps, están recortando el presupuesto de escuelas y están muy escasos de recursos. Y ahora están a punto de entrar en una nueva guerra que será muy costosa.Así que estamos tratando con un país que está un poco ‘loco’. Cuenta con recursos ilimitados para sus políticas militares y sus guerras en el extranjero, pero está luchando para mantener a sus propios ciudadanos. ¡Es increíble!”.
Según el analista, a los problemas presupuestarios se suma la inseguridad alimentaria.
“Los republicanos están sin duda planeando recortar los cupones de alimentos. La inseguridad alimentaria ha aumentado en gran medida. Hay una gran cantidad de personas en peligro y muchos otros están realmente preocupados. Se trata de una situación extraordinaria: el país más rico del mundo, el país más rico de la historia, está teniendo problemas para alimentar a su propio pueblo mientras se está preparando para otra guerra”.
El profesor atribuye los hechos a dos factores: “Creo que hay un par de cosas que están involucrados en ello. La primera son las fuerzas armadas de EE.UU., país en que el complejo militar-industrial es inmensamente poderoso. Eisenhower advirtió en 1960 [al presidente entrante Kennedy] que el complejo militar se estaba saliendo de control, pero es aún más fuerte ahora”.
“Estados Unidos se ha convertido en un sistema de guerra permanente y leí en un artículo, uno de estos días, que las acciones de empresas que están suministrando misiles de crucero y el resto, Raytheon, Lockheed y otras, están subiendo”.
“De este modo, el complejo industrial-militar y todos sus afiliados urgen a iniciar la guerra. Tenemos también el‘lobby’ proisraelí, el AIPAC (Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos, por sus siglas en inglés). Los israelíes están teniendo una gran influencia sobre la política de EE.UU. Siria es su enemigo, Irán es el enemigo, Irak era su enemigo, por ello están presionando para empezar una operación militar”, recalcó.

¿Y quién juzga a EEUU por el uso de armas químicas y nucleares?

¿Y quién juzga a EEUU por el uso de armas químicas y nucleares?

Publicado el 9/25/13 • en Contrainjerencia
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FERNANDO VELAZQUEZ / VOLTAIRENET.ORG – La campaña mediática de la administración de Barack Obama diseñada para obtener apoyo para su bombardeo (limitado por 60 días, con una posible extensión a 90 días, sin poner soldados dentro del país, según planes de un comité senatorial) contra Siria incluye acusaciones de “uso de armas químicas contra su propio pueblo”.
El argumento sugiere que si el presidente de Siria, Bashar al Assad, es capaz de usar esas armas terribles contra sirios, lo haría con más facilidad contra gente de otros países, lo cual incluye a Estados Unidos y sus aliados en Oriente Medio.
Los golpes de pecho de la administración de Obama sobre el tema coinciden con comentarios en los medios sobre un escándalo provocado en 1998 por el programa News Stand de CNN, el mismo que revelara que, en 1970, el ejército estadunidense envió fuerzas especiales a Laos en busca de un campamento donde vivían desertores (estadunidenses) y luego les dio muerte usando gas sarín.
De acuerdo con la periodista Jennifer Epps, se trataba de una operación negra o blackOp, llamada Operación Tailwind en la que murieron cerca de 100 laosianos.
El programa de CNN provocó airadas protestas del Pentágono, de veteranos de guerra y oficiales como Henry Kissinger, quien en el momento del ataque fungía como asesor de seguridad nacional.
La agencia noticiosa se disculpó ante su audiencia y despidió a Jack Smith y April Oliver, los productores del programa, tras decir que se trataba de un error.
Smith y Oliver demandaron a la patronal por despido injustificado, pero no sólo para ganar el pleito: uno de los demandantes recibió 1 millón de dólares y el otro una suma indeterminada como pago por daños a los dos periodistas. Justicia para los productores
Los productores después obtuvieron reconocimiento por su integridad periodística con la publicación del libro Me and Ted against the world: the unauthorized story of the founding of CNN”.
En éste, el cofundador y primer presidente, Resse Schonfeld, relata cómo durante una deposición, el almirante Thomas Moorer, testigo clave en la historia, indicó que Oliver lo había citado correctamente en el reporte sobre la Operación Tailwind.
Admitió que a veces algunos desertores fueron asesinados porque el comandante Jack Singlaub (importante figura de la Liga Anticomunista Mundial) les había dicho que matar desertores era una prioridad.
Cuando le preguntaron sobre el uso del gas sarín, Moorer dijo que si el arma podría salvar vidas de estadunidenses él no vacilaría en usarlo.
El sitio en internet de CNN enfoca el incidente retrospectivamente con un mensaje que dice: “Nosotros no creemos que puede razonablemente sugerirse que cualquier información en la que se basó el reporte fue fabricada o inexistente”. Experimentos nucleares y la salud pública
Luego está la radiación nuclear aplicada a los estadunidenses durante las llamadas pruebas nucleares. De acuerdo con la Preparatory Commission for the Comprehensive Nuclear-Test-Ban Treaty Organization, entre 1951 y 1958, 100 pruebas nucleares fueron realizadas en el estado de Nevada, en un sitio ubicado como a 100 kilómetros de la ciudad de Las Vegas.
El poder promedio de las pruebas atmosféricas fue de 8.6 kilotones. El polvo radiactivo contenía radionucleidos y gases que fueron transportados por el viento a miles de kilómetros de distancia.
La población estadunidense fue expuesta durante esos años a los efectos de la radiación emitida por las pruebas que, por encima de todo, tenían por objeto la fabricación de armas de destrucción masiva como las usadas contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki, en Japón.
Según relata el doctor Alan Cantwell, autor del libro Queer blood: the secret AIDS genocide plot, agencias del gobierno estadunidense –como la Comisión Atómica, los departamentos de Defensa, Salud, Educación y Bienestar, Servicio de Salud Pública, el Instituto Nacional de Salud, la Administración de Veteranos, la Agencia Central de Inteligencia y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio– son responsables de que millones de personas fueran expuestas a las pruebas nucleares continentales atmosféricas y subterráneas.
Estas pruebas incluyeron la dispersión secreta de radiación.
Luego están los más de 200 mil “veteranos atómicos” que laboraban cerca de las detonaciones nucleares en Nevada, entre las décadas de 1950 y 1960.
Estas pruebas, dice Cantwell, impactaron a la gente que vivía en poblados, viento abajo, en Nevada, Utah, Colorado y Nuevo México.
El investigador añade que esos pobladores expuestos al viento radiactivo también sufrieron al ingerir la carne de animales de corral y otros productos agrícolas contaminados. El ensayo con fotografías de Carole Gallagher, titulado American ground zero: the secret nuclear war, revela el sufrimiento de esas víctimas de enfermedades inducidas por el gobierno en su afán de construir armas de destrucción masiva.
Cantwell subraya que la publicación –en el diario Albuquerque Tribune en 1993– de los nombres de 18 estadunidenses que fueron secretamente inyectados con plutonio y la historia de la periodista Eileen Welsome revelaron la falta de ética y lo inhumanos que eran los estudios nucleares. Las protestas provocadas por esas revelaciones llevaron al Departamento de Energía a ordenar la publicación de los archivos secretos sobre experimentos realizados durante la Guerra Fría. La monstruosidad de los “estudios científicos”
Para Cantwell, el propósito de esos experimentos secretos era supuestamente establecer estándares de seguridad ocupacional para personas empleadas en la producción del plutonio. Algunos experimentos entre 1946 y 1954 incluyeron: exponer a más de 100 pobladores de Alaska a yodo radiactivo, alimentar a 49 jóvenes con retraso mental con cereal mezclado con hierro radiactivo y calcio, así como exponer a 800 mujeres embarazadas a hierro radiactivo, inyectar a siete bebés recién nacidos (seis negros) con yodo radiactivo y exponer los testículos de más de 100 prisioneros a radiación cancerígena.
Otros experimentos se realizaron con pacientes de una clínica siquiátrica en San Francisco, prisioneros en San Quintín y pacientes del hospital general de Cincinnati.
¿Y todavía piensan que les queda un fragmento de derecho moral para apuntar el dedo acusatorio hacia el gobierno de Bashar al Assad?
*Periodista en Radio Pacífica, en California, Estados Unidos

Daniel Paz & Rudy
DANIEL PAZ & RUDY

Evo Morales habla del cinismo de Obama: "Vino a mentir a la ONU"

Evo Morales habla del cinismo de Obama: "Vino a mentir a la ONU"

Por: Prensa Latina | Martes, 24/09/2013 07:00 PM

El presidente de Bolivia, Evo Morales

El presidente de Bolivia, Evo Morales

Credito: web

Nueva York, septiembre 24 - El presidente boliviano, Evo Morales, afirmó hoy que aprecia cinismo en el discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ante la Asamblea General de la ONU (AGNU) aseveró estar comprometido con un mundo pacífico y justo.

He visto mucho cinismo de Obama, viene a mentir a la ONU, habla de libertad, justicia y paz cuando Estados Unidos tiene bases militares por todo el planeta e interviene en países para apoderarse de sus recursos, señaló Morales en una rueda de prensa a propósito de su asistencia al 68 período de sesiones de la AGNU.

Morales preguntó a los reporteros: "¿Cuántos tratados sobre derechos humanos ha ratificado Estados Unidos?" y "¿Se respetan las resoluciones sobre el bloqueo económico a Cuba?", esta última en alusión a la demanda casi unánime de la AGNU de ponerle fin al cerco de Washington a la isla.

Además, denunció que el mandatario norteamericano "a veces habla como gendarme, patrón o dueño del mundo".

No se puede entender esa actitud de un Presidente, señaló Morales, quien en su contacto con periodistas en la sede de las Naciones Unidas instó al gobierno estadounidense a destruir sus arsenales de armas nucleares y químicas.

Según manifestó, Washington mantiene en sus relaciones internacionales los mismos instrumentos de dominación y sometimiento utilizados durante la época del colonialismo, a los cuales agrega métodos como el espionaje.

Obama fue el segundo jefe de Estado -después de Dilma Rousseff, de Brasil- en intervenir en el debate general de la AGNU, que tuvo hoy la primera de sus siete jornadas.

El presidente norteamericano cerró su discurso asegurando que su país "mira al futuro sin miedo, con esperanza y convencido de que la comunidad de naciones puede generar para las próximas generaciones un mundo más pacífico, próspero y justo".

En diversos momentos de su presentación ante el plenario de la ONU, Obama se refirió a la situación interna de otros países y a la posibilidad de que desde el exterior se actúe contra ellos por la supuesta necesidad de evitar genocidios y derramamientos de sangre.

El mandatario boliviano pidió el cambio de sede de la ONU

El mandatario boliviano pidió el cambio de sede de la ONU: "no nos sentimos seguros"

EEUU controla Naciones Unidas: Evo Morales

Por: La Jornada | Miércoles, 25/09/2013 12:39 AM 



Naciones Unidas.-  Alentado por el malestar generado por el espionaje electrónico de Estados Unidos, Evo Morales insistió en su propuesta de que se cambie la sede de las Naciones Unidas.

"Yo dije hace tres o cuatro años que hay que cambiar (de sitio) la sede de Naciones Unidas porque aquí no nos sentimos seguros", declaró el presidente boliviano pocas horas después de que su colega brasileña Dilma Rousseff denunciase ante la Asamblea General del organismo el espionaje electrónico de Estados Unidos en numerosos países.

"El centro de inseguridad está en Estados Unidos por culpa del gobierno de EU. Además de eso, lo del espionaje... Nos controlan", expresó Morales el martes en una conferencia de prensa. "Yo digo, bueno, está bien que nos controlen a nosotros, a los antiimperialistas...¡Que nos controlen! Pero también controlan a sus aliados... controlan Naciones Unidas... ¿Dónde estamos?".

Morales se lamentó que la comunidad internacional no haya "pensado seriamente en cambiar la sede" de la ONU, donde, según él, "tal vez porque es dueño de la casa, el presidente (Barack) Obama habla como un gendarme, como un patrón, como dueño del mundo".

"No nos convence y justamente para no escuchar este cinismo yo dije que quizás no venía a esta reunión (a la Asamblea General)", señaló. Pero agregó que "consulté a algunos presidentes, a (Nicolás) Maduro (presidente de Venezuela), a algunas presidentas de Sudamérica y dijimos: “No, vamos a ir, vamos a ir ahí adentro a combatir para decir las verdades sobre estos temas'''

La resistencia mapuche al modelo extractivista

La resistencia mapuche al modelo extractivista 

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por Unidad de los Pueblos y los Trabajadores / EsGlobal
Martes, 24 de Septiembre de 2013 13:04


Las comunidades mapuche en Chile y la Argentina defienden sus tierras frente al avance del modelo extractivista.
El pasado 6 de agosto, el llamado “conflicto mapuche” se cobraba en Chile una nueva víctima: el comunero Rodrigo Melinao fue encontrado muerto, con impactos de bala, por sus compañeros de la comunidad Rayen Mapu, que desde el principio desconfiaron de la policía. El Estado, por su parte, reaccionó con más tibieza que cuando, en enero, un atentado en la región de la Araucanía acabó con la vida de un empresario local y su esposa; de inmediato, el presidente chileno, Sebastián Piñera, decretó la aplicación de la ley antiterrorista.
Apenas tres días después del asesinato de Rodrigo, se celebraba el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Poco había que celebrar en el Gulumapu, como llaman los mapuche a sus territorios ancestrales en Chile, que abarcan las regiones de La Araucanía, Bío Bío, Los Lagos y Los Ríos.
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Tampoco al otro lado de la cordillera, en lo que los mapuche llaman Puelmapu, la Tierra del Este. En territorio argentino este pueblo ha sufrido también la represión y criminalización o, al menos, la pasividad estatal ante los ataques a sus territorios y modos de vida. Como denunció Amnistía Internacional el 9 de agosto, pueblos originarios en toda Argentina – especialmente, los Qom en la provincia de Formosa y los mapuche en la Patagonia – han visto morir a al menos doce de sus miembros en los últimos tres años, ante la inacción del Estado.
Según Amnistía Internacional, el recrudecimiento de la violencia contra los pueblos originarios se debe a “la creciente disputa por las tierras”, lo que, a su vez, se relaciona con el avance de grandes proyectos que involucran a importantes empresas multinacionales.
Del lado argentino, es la extracción de hidrocarburos el mayor dolor de cabeza para los mapuche. Antes fue Repsol, y ahora es Chevron quien, junto a la re-estatizada YPF, prevé explotar las recién descubiertas reservas de petróleo y gas de Vaca Muerta con una técnica todavía en ciernes y que plantea importantes dudas desde el punto de vista ambiental: la fractura hidráulica o fracking.
Ni a las comunidades mapuche ni a los wingka -el hombre blanco- les da mucha confianza el historial de Chevron, que huyó de Ecuador, llevándose todos sus activos, después de que la justicia de aquel país le impusiese una sanción de 19.000 millones de dólares (algo más de 14 mil millones de euros) por el derrame de 103 millones de litros de crudo en la selva amazónica, que dejó medio millón de hectáreas contaminadas y 30.000 personas afectadas. Un juez argentino ordenó embargar los bienes de la petrolera en el país, pero la Corte Suprema anuló esa decisión al mismo tiempo que YPF y Chevron llegaban a un acuerdo sobre Vaca Muerta.
En Chile, el impacto social y ambiental de las grandes represas se ha convertido en la principal amenaza. Enel Endesa proyecta construir, a través de su filial Hidroaysén, cinco centrales hidroeléctricas en la región de Aysén, además de una línea de transmisión de 2.300 kilómetros de longitud que transportaría la energía hacia el centro del país. Las comunidades locales han mostrado su rechazo y han propuesto que se legisle para otorgar a la Patagonia el estatus de Reserva de la Vida; pero, por el momento, la legislación chilena es clara: la propiedad de las fuentes de agua es de concesión privada y en la región de Aysén Enel Endesa posee más del 90% de los derechos del agua.
A ambos lados de la cordillera, otras dos grandes industrias representan sendas amenazas: de un lado, un sector forestal en auge, que crece al calor de la extensión de la frontera forestal, para la producción de madera o celulosa o bien para la obtención de bonos de dióxido de carbono, en el marco del Protocolo de Kyoto. La segunda es la minería a gran escala, que ya ha provocado la protesta ciudadana tanto en la provincia argentina de Neuquén, donde la canadiense Barrick Gold posee varios emprendimientos, y en los fiordos de la Patagonia chilena, donde se proyectan cinco minas de carbón a cielo abierto.
Políticos, empresarios y algunos expertos defienden la necesidad de aprovechar los recursos para fomentar el desarrollo de todo el país, incluidas las zonas mapuche. Así, el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO) consideraesencial “el papel de los recursos naturales en el desarrollo”, y coloca en el centro del debate la implementación de políticas públicas que favorezcan una “segunda fase del desarrollo exportador” con más valor agregado y mayor diversificación. Por su parte, el Ministerio de Minería chileno defiende la sostenibilidad ambiental y social de las industrias extractivas en un país donde al menos un 26% del PIB proviene de este sector, según las Cuentas Nacionales.
El Gobierno argumenta además que se están implementando programas de desarrollo local para que estos recursos lleguen a todos los rincones del país. Es el caso del Fondo Social Más por Chile, que concede a organizaciones sociales fondos de unos 8 millones de pesos (cerca de 12.000 euros) para financiar proyectos de desarrollo local en regiones como el Bío Bío.
La cuestión de la tierra
Lo escribió ya en 1928 el periodista y pensador peruano José Carlos Mariátegui: todas las tesis que intentan explicar el problema indígena como un conflicto étnico o moral se han utilizado para ocultar o desfigurar el problema: “La cuestión indígena arranca de nuestra economía. Tiene sus raíces en el régimen de propiedad de la tierra”.
Hoy como siglos atrás, la tierra es el motivo de confrontación entre mapuche y wingka. En los últimos años, la presión sobre las comunidades indígenas para que abandonen sus territorios se ha recrudecido allí donde avanzan los grandes emprendimientos y la frontera agrícola.
Es lo que la investigadora Maristella Svampa ha llamado el “Consenso de las Commodities“. Los gobiernos latinoamericanos de izquierda o derecha parecen de acuerdo en que no hay alternativas a ese modelo que reprimariza las economías; cualquier otra posibilidad puede ser tachada, como hizo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de “ecologismo infantil”. Así que, pese a los impactos sociales y ambientales, a veces irreversibles, avanza un modelo que se apoya sobre la extracción intensiva de hidrocarburos y metales, así como los grandes monocultivos.
Este “neoextractivismo desarrollista”, como lo llama Svampa, irrumpe en los territorios y desaloja comunidades, pese a que las leyes nacionales y los convenios internacionales reconocen el derecho de los pueblos originarios a sus tierras ancestrales. El famoso Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que plantea la obligatoriedad de consulta previa a las comunidades indígenas, no ha conseguido proteger el derecho de las comunidades a decidir sobre el destino de su  territorio.
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Tampoco sirvió de mucho que, en 2006, en Argentina se declarase la emergencia de las tierras indígenas y el relevamiento inmediato de sus territorios: siete años después se ha relevado una parte mínima de las tierras y, aunque en 2006 se prohibieron los desalojos de comunidades indígenas, éstos se siguen produciendo. En 2011, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) requirió del Estado medidas cautelares para proteger a sus poblaciones mapuche y Qom. La situación es aún más urgente en Chile, donde las comunidades han denunciado la complicidad de las fuerzas de seguridad del Estado.
Estrategia de invisibilización
Tanto en Chile como Argentina la estrategia es de invisibilización de las reivindicaciones indígenas y de estigmatización, cuando no criminalización y judicialización de los movimientos de resistencia. El relator de Derechos Humanos y Contraterrorismo de la ONU, Ben Emmerson, denunció recientemente que el Estado chileno aplica a los mapuches la legislación antiterrorista “de una manera confusa y arbitraria, que termina generando una verdadera injusticia”.
Mientras, los mapuches se organizan y reclaman el reconocimiento de sus tierras, pero también de su identidad cultural y su autonomía política. Ni el Estado chileno ni el argentino registran esas reivindicaciones; en buena medida, porque persisten los prejuicios y estigmas contra los indígenas, a los que el imaginario de las clases medias y blancas todavía relaciona con el atraso y el salvajismo. Por eso las organizaciones mapuches han llevado ante el comité de la ONU contra la discriminación racial al ex ministro chileno del interior y actual ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, que relacionó a los mapuches con actos terroristas.
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Es un caso extremo, pero no aislado. Y, aunque las investigaciones antropológicas y las excavaciones arqueológicas evidencian lo contrario, políticos y medios de comunicación siguen en buena medida sustentando el discurso de que los mapuches no vivían en ese territorio cuando se formaron las repúblicas en el siglo XIX. En Chile dicen que vinieron de Argentina; en Argentina, que vinieron de Chile.
No se trata, como señalaba un lúcido Mariátegui casi un siglo atrás, de un matiz étnico, cultural o moral, se trata de la tierra. Los mapuches no tendrían derechos sobre esas tierras si fueran un pueblo invasor, así como negar el problema es la mejor estrategia para retrasar su resolución. Pero ahí estaban los mapuches cuando llegaron los conquistadores españoles y ahí seguían cuando, 300 años de resistencia después, se independizaron los nuevos Estados. Y parecen decididos a seguir resistiendo.

MARCHAMOS jueves 26 de setiembre 18 hs

MARCHAMOS jueves 26 de setiembre 18hs

de la Universidad al Ministerio del Interior


Plenaria Memoria y Justicia convoca y señala:

1-  Nuestra más firme convicción de que la estrategia de la policía, el gobierno, el poder judicial, junto con la campaña criminalizadora de algunos grandes medios de comunicación es limitar el derecho de la  protesta. La represión tuvo y tiene ese que se yo de empezar atacando a unos pocos para someter a los muchos.
2-  Estamos convocando en este marco, a una Marcha contra la represión y en defensa de los espacios de protesta.
3-  La memoria tiene derecho y es necesario que camine libre por las calles, que se haga oír que exija. La memoria histórica: está viva y enfrenta al olvido.
4-  El derecho de la protesta es un derecho de la humanidad. No le pedimos permiso a nadie y nadie puede impedir que una marcha convocada por la memoria viva de Gerardo, de Silvia, de Elena, de Ricardo, de Cultelli, sea asediada por la prepotencia armada de los aparatos represivos. Los mismos aparatos que los asesinaron y desaparecieron, los que aún los mantienen secuestrados.
5-  La criminalización y judicialización, es una gran cortina de humo para ocultar sus miserables políticas contra las grandes mayorías y mantener la impunidad saqueadora de unos pocos poderosos y  amparar a los más de 400 torturadores, que andan vivitos y coleando. Como es el caso de Eduardo Ferro quien en Maldonado organizó una cumbre de impunes. Y ante el cual ningún juez ha actuado de oficio.
6-  La marcha comienza en la Universidad y termina en el Ministerio del Interior, con las oratorias y consignas convocantes: basta de represión, no más secuestros ni  torturas como en la Dictadura.
7-  Cualquier tira infiltrado de la policía, cualquier fotógrafo de inteligencia que quiera meterse en nuestra marcha, será retirado de la misma. Si esto sucede, obviamente, la policía, el DOE o sus aparatos de Inteligencia están provocando y causando la posibilidad de incidentes. Bonomi se enamoró de la casa del gran hermano y en eso quiere convertir este territorio. No queremos milicos en nuestras marchas.

 8-  NUNCA MÁS ES NUNCA MÁS

No es simplemente una consigna vacía sin consecuencias y tiene que ver con este presente.
Nunca más secuestros.
Nunca más torturas.
Nunca más vejaciones.
Nunca más crímenes de lesa humanidad.
Nunca más presos.
Nunca más mentiras organizadas, repetidas una y otra vez, para reprimir a los luchadores.
Nunca más un gurí asesinado después de ser violado en una dependencia del estado.
Nunca más campos de concentración.
Nunca más estados que siembran el miedo, el terror. Basta de calles ocupadas por la policía para recluir a la gente en sus casas.

La calle es nuestra y vamos a ocuparla:

Jueves 26 de setiembre 18hs de la Universidad al Ministerio del Interior


¡TOCAN A UNO TOCAN A TODOS!
Plenaria Memoria y Justicia

EEUU admite presencia en Panamá de armas químicas que abandonó

EEUU admite presencia en Panamá de armas químicas que abandonó

Publicado el 9/21/13 • en Contrainjerencia
ISLA PANAMENA SAN JOSELas “bombas y municiones” químicas se encuentran en la isla San José, en el Pacífico panameño, y pertenecen al archipiélago de La Perlas, cercano a Contadora.
(EFE).- Estados Unidos retirará una cantidad no precisada de “bombas y municiones químicas” sin detonar que abandonó en una isla panameña del Pacífico durante el siglo pasado, en una operación que iniciará antes de que finalice 2013, informó hoy el canciller de Panamá, Fernando Núñez Fábrega.
“La limpieza, que incluye el desmantelamiento de bombas y municiones químicas, se iniciará antes de finalizar el año, dando así por terminado un diferendo que surgió al finalizar la Segunda Guerra Mundial”, dijo Núñez Fabrega en una declaración enviada a Efe.
La operación “correrá por cuenta de expertos del Pentágono, quienes estarán viajando a Panamá en fecha próxima para efectuar el primer reconocimiento del trabajo a realizarse”, agregó el ministro panameño de Exteriores.
Las “bombas y municiones” químicas se encuentran en la isla San José, en el Pacífico panameño, y según datos publicados por la prensa local fueron dejadas allí en las décadas de 1930 y 1970 por el Ejército de los Estados Unidos.
Oficialmente no se ha precisado qué tipo de armas químicas se encuentran en la isla, pero según diversas fuentes periodísticas, se trata de bombas de gas mostaza y fosgeno que formaron parte de un programa de protección del Canal de Panamá y de unos experimentos para ver el comportamiento de esos agentes en el trópico.
“Los ejércitos de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá dejaron caer toneladas de armas químicas en la isla de San José anticipando su uso en la invasión a Japón”, afirmó este viernes el canciller Núñez Fábrega.
El retiro de las armas químicas de la isla San José fue tema recurrente durante el siglo pasado de negociaciones que no prosperaron y que quedaron finalmente estancadas en 2003.
El director general de Análisis Antiterrorista, Tomás Cabal, y el embajador panameño en Holanda, José Terán, se reunieron en La Haya en abril pasado con representantes del Departamento de Estado y el Pentágono para resolver las diferencias que habían paralizado las negociaciones, de acuerdo a la información oficial.
Las partes llegaron a “este acuerdo, logrado luego de negociaciones al más alto nivel, y que pone fin a un prolongado diferendo que duró casi 70 años”, dijo el canciller Núnez Fabrega.
Resaltó que la remoción del armamento “permitirá que Panamá salga de la lista de la Organización para las Armas Químicas (OPAQ) de países que mantienen este tipo de armas sin detonar”.
“El acuerdo (con Estados Unidos) ratificado por la Cancillería panameña se da en momentos que el tema relacionado con el uso de armas químicas en Siria ocupa la atención mundial”, añadió el canciller.
El diario Panamá América publicó este viernes que Estados Unidos se había negado de forma reiterada a retirar las bombas químicas de esa isla panameña, perteneciente al archipiélago de La Perlas y cercana a Contadora.
Estados Unidos incluso llegó a ofrecer a la presidenta Mireya Moscoso (1999-2004) asesoría y financiamiento para que Panamá asumiera esa tarea a cambio de que exonerara a Estados Unidos de pagar futuras indemnizaciones, de acuerdo al rotativo local.
La misma fuente señala que la organización ambientalista estadounidense Fellowship of Reconcialition “asegura que Estados Unidos disparó miles de bombas químicas en territorio panameño”.