“NO PODEMOS RENUNCIAR A NUESTROS SUEÑOS”

“NO PODEMOS RENUNCIAR A NUESTROS SUEÑOS”

por Margarita Merklen

  Observaba hoy  el mundo, a través de TeleSur, que nos permite ver lo que está ocurriendo en nuestros países latinoamericanos y el mundo… y confiar en lo que estamos viendo  que no es poca cosa…
  Observaba, con mucha admiración siempre, cómo el Presidente  Nicolás Maduro continúa, con la mayor firmeza, su planificación para la gran reunión de mañana miércoles, con  todos los sectores del país, que representan  todos los pensamientos y posturas,  a una reunión de paz, a una reunión de amor, a una reunión donde se pueda conversar  y dar a conocer las diferentes propuestas para continuar con la Revolución Bolivariana:   ejemplo de lucha, de entrega, de amor hacia el pueblo y los pueblos… ejemplo para todos nuestros países latinoamericanos, sus hermanos.
  Observaba la situación de Ecuador con sus elecciones también y la forma en que ha crecido, cómo ha germinado  la participación  popular;  la importancia y trascendencia en todo ese proceso de la actuación del presidente Rafael Correa…  con su entusiasmo invencible, su palabra constante, sus acciones…
  Observaba cómo, en la Bolivia anegada por las lluvias, con tanto terreno tomado por las aguas en el Beni, casi selva o selva real…lo que ha sido Evo Morales, su presidente;  sus respuestas rápidas para la población que ha perdido todo… su amor, su firmeza… todo su accionar  concreto  y fuerte para solucionar los problemas de tantos y tantos bolivianos que lo han perdido todo…la solidaridad hecha manos, proyectos, la creación de   un futuro seguro donde puedan  comenzar otra vez la vida muchos y muchos bolivianos…hacer de nuevo el país, recrearlo, sacarlo de la catástrofe, siempre con fe, con valentía, con fuerza…siempre para todos los que fueron dañados y perjudicados por el clima…
  Y pensaba en nosotros… en lo que ha sido en estos últimos años nuestros país y en lo que hemos sido nosotros, los tupamaros… los que tuvimos muchos sueños compartidos, que nos ayudaban a vivir con alegría y esperanza en lograrlos… en una patria para todos, en que pudieran llegar las cosas mínimas e imprescindibles a cada uno de nuestros compatriotas… en que pudiéramos lograr una vida compartida entre todos, donde existiera verdaderamente la justicia y su accionar fuera respetado.
  UNA PATRIA PARA TODOS… donde fueran especialmente considerados importantes todos y cada uno de nuestros niños … que pudieran tener asegurada la vivienda, la comida, la ropa, la salud, la educación… las mínimas cosas que se necesitan para poder vivir en alegría, para poder aprender a conocer la paz y la hermandad… para poder vivir la amistad, entre personas iguales o muy diferentes a nosotros, la amistad de verdad, con entrega, con amor, con respeto…
  Una patria donde se valorizara como se debe el trabajo.  El de todos y el de cada uno.
   Donde se pudiera sentir que estamos orgullosos con lo que estamos haciendo… saber que lo que estamos haciendo va a ser para que crezcamos todos, para que logremos todos dignidad, para que tengamos todos las mínimas cosas necesarias para la vida… para que  podamos caminar orgullosos de lo que somos, como personas y como país. 
  UNA PATRIA PARA TODOS…  Nos parecía que era posible conseguirlo.  Que llegaría el día en que pudiéramos iniciar su realización, entre todos… para todos.
  Estábamos orgullosos de sentirnos tupamaros, porque nos mirábamos en Raúl  Sendic, nuestro dirigente mas especial y querido,   quien imaginó mucho esa patria… quien se fue a conversar con los cañeros de Artigas, (al norte del país)… a estar con ellos, compartir con ellos sus vidas, sus tribulaciones, sus esperanzas… y conversó y conversó y formó con ellos un grupo que se llegó hasta Montevideo, desde Bella Unión, su lugar de origen, caminando, a pedir lo que le correspondía por justicia… y eran muchos, muchísimos quilómetros…(cerca o mas de 500)… y era todos difícil, pero no dejaron nunca en confiar en él…
  Porque el sentirnos tupamaros nos hacía merecedores de respeto por aquellas personas que no perdieron nunca la sensibilidad ni la verdadera humildad y sabiduría y supieron reconocer en la lucha tupamara una acción valiente  y verdadera que estaba dirigida a lograr de nuestro país una vida mejor y de nuestra gente un pueblo solidario, íntegro, luchador, con los ojos abiertos al destino de libertad y de patria grande latinoamericana…
  Y nos hacía sentirnos completamente fuera de todo interés por lo económico, por el lucro, por la posibilidad de ganar cosas especiales a nivel personal y dirigir siempre nuestra mirada a aquellos que están necesitados de ayuda y atención, pero no como dádiva sino como una responsabilidad de dirigente del pueblo hacia su mismo pueblo hecho carne en cada trabajador, cada humilde paisano de nuestros campos, cada niño, cada joven, cada uno de nuestros vecinos, compañero de trabajo, de estudios, de vida…
  Y nos hizo comprender que era necesario tener la capacidad política para poder realizar las tareas que necesitaba nuestro país.  Y no sólo comprenderlas sino realizarlas… que era la única forma de ir creando la PATRIA GRANDE… que había que trabajar mucho hacia los demás, pero también estudiar y lograr comprender de qué forma trabajar, cómo hacer cada cosa necesaria, con qué recursos, lograr la experiencia, tener la capacidad, realizar el esfuerzo y hacerlo siempre con alegría, con confianza… parecía que si él nos ayudaba, si nos miraba tan sólo, podríamos hacerlo todo sin temor a equivocarnos y de un salto… que sería fácil.
  Y nos enseñó a soñar… nos hizo comprender que era necesario soñar mucho, mucho, imaginar mucho, mucho también, para luego emprender el esfuerzo… siempre hablándonos, siempre haciéndonos creer que éramos imprescindibles, que estábamos juntos, que no estaríamos nunca solos…
  ¿Cómo podemos, entonces, realizar nuestros sueños hoy?
  ¿Será a través de este Frente Amplio, que no ha podido llegar a encontrar la punta del ovillo de la idea para luego tirar el piolín y realizarla, aunque fuera muy de a poquito?
  ¿Será a través de las elecciones y los cargos de gobierno, que lo iremos trazando al camino, para que puedan recorrerlo todos?
  Quizás, pero yo no puedo verlo así… Me ha desilusionado lo que ha terminado siendo nuestro grupo desde el gobierno y en el gobierno uruguayo… no puedo verlo dentro, a ninguno de los tantos puntos que tratábamos de hilar para construir nuestra idea de país… es otro… quizás no sea tan malo pero es otro.
  Y guardo adentro, muy adentro de mi corazón ese recuerdo de mis conversaciones con Raúl Sendic, en su casa…  frente a esa estufa a leña, el fuego ardiendo, sentados en los sillones de mimbre… siempre me habló, en las pocas visitas que pude hacerle, de lo importante de crear esa patria que soñábamos, de irla creando poquito a poco…




  Creo que creyó siempre que no debíamos  perder por ninguna causa nuestros sueños tupamaros, que eran claros y fáciles de comprender… nuestros sueños de justicia, en primer lugar, de posibilidades de trabajo para todos, de igualdad de oportunidades para realizar las tareas…
  Sueños de mucha entrega personal para realizarlos, de mucho sacrificio y  humildad para dirigirlos y realizarlos, de mucha fuerza de pensamiento y de valores, de mucho honor guardado por siempre en nuestra forma de ser y de vivir…
  Sueños de ir construyendo una Patria… ¡qué lindo, no?  Una Patria Para Todos… aunque fuera chiquita, aunque no tuviéramos mucha plata, aunque no tuviéramos riquezas… una patria con un gran corazón y mucha tierra para trabajarla entre todos… y mucha libertad y mucha inteligencia para hacerla prosperar, crecer, ser…
 Por ese sueño tupamaro muchos murieron, asesinados, en la tortura, matados de  diferente forma.  Muchos tuvieron que irse del país por varios años, a países latinoamericanos y algunos o varios… o muchos, en realidad, a países lejanos, de otras culturas, otros idiomas, otras formas de vida…
  Pero esos sueños no murieron y los compañeros volvieron al país para seguir construyendo, como pudieron, su sueño de patria… y aquí estamos.
  No creemos, muchos, que ese sueño pueda desarrollarse y llegar a ser realidad, a través de los gobiernos que se han dado y como se han dado… ni el Frente Amplio, en quienes tanto confiábamos, pudo hacerlo… no se cómo será posible, pero lo que no quiero es que pueda llegar a morir en nosotros ese sueño de Patria, ese sueño de Raúl y de tantos y tantos compañeros, que dieron sus vidas para dejarnos una patria hermosa…
   Será con ellos, porque quien da su vida por su pueblo vive por siempre en él…
  Será con ellos, en memoria  de ellos, llevándolos adentro nuestro, en cada accionar y pensamiento y entrega… que podremos ir creándolo, de a poquito, entre todos… pero tenemos que  juntarnos y comenzar a pensar cómo, cómo será que tendremos que hacer para construir verdaderamente nuestra PATRIA PARA TODOS, en la que quepan todos esos sueños que han sido motivo de vida… que son verdaderos, que constituyen algo mucho mas grande que un plan, pero que necesitan de un plan, para poder realizarse…
  Que son algo mucho mas grande que un partido, pero que puede hacerse perteneciendo a uno o sin pertenecer… hacerse por medio de la entrega total de nuestro ser a ese trabajo, día a día, minuto a minuto… poniendo todas nuestras energías, pensamientos, fuerza, en lograrlo… sin ambiciones personales… sin egocentrismos… sin envidias…
¿Cómo no lograrlo si somos tantos, tantos tupamaros de a pie, que hemos quedado en éste, nuestro país,  desperdigados, haciendo lo mas que podemos pero solos, por nuestros lugares de trabajo y por donde estemos viviendo…? 
  ¿Cómo no lograrlo si somos tantos tupamaros de a pie que seguimos pensando en esas cosas  de que estamos hablando, seguimos sintiendo nuestros sueños y sintiendo que aún no hemos logrado realizarlos, emprenderlos, siquiera iniciarlos?
  Pero sucede que los tupamaros, solos y desperdigados por el país, no somos nada ni nadie… TENEMOS QUE JUNTARNOS… TENEMOS QUE CONVERSAR MUCHO… TENEMOS QUE CONTARNOS LO QUE HA SIDO NUESTRA VIDA, que es, en parte, la vida de nuestra tierra. Y quizás, si lo logramos, podamos sentir que estamos defendiendo nuestros sueños, porque no debemos, no podemos dejar que nos roben nuestros sueños que son, para nosotros, nuestra misma  vida entregada a los demás---
  Porque  una patria no se hace de la noche a la mañana, pero puede, teniendo tantos hijos con esos sueños aún vivos, latentes, intactos y dispuestos a realizarlos, iniciar el camino… porque aún estamos vivos y aunque hayan  pasado tantos años, no podemos renunciar a nuestros sueños… no podemos renunciar a… no podemos… 
  PORQUE NUESTROS SUEÑOS SON LA PATRIA QUE SOÑAMOS PARA NUESTROS HIJOS Y SERÁN NUESTROS NIETOS LOS QUE LA RECIBAN CON SUS BRACITOS ABIERTOS MIRANDO AL SOL…y valdrá la pena…

Margarita Merklen,
desde Durazno, Uruguay
25 de febrero de 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario