Tacumbú, segundo episodio


ITACUMBÚ, SEGUNDO EPISODIO 


Jorge Zabalza


Enero del 2006. El gobierno del Frente Amplio cumplía su primer añito y la dulce espera apaciguaba los conflictos sociales. En ese clima de bonhomía general, cuatro organizaciones sociales de Bella Unión, de las cuales UTAA era la más conocida, tomaron un predio baldío de 32 hectáreas, ubicado en la entrada a la planta de CALNU (hoy ALUR). La consigna “tierra para el que trabaja” inscribió la toma en la lucha que viene desde los tiempos de Artigas y su reglamento de 1815, y que continuó, siglo y medio más tarde, con las marchas cañeras de los años ’60. 

Tal vez, el episodio último de esa historia haya sido el “Movimiento por la tierra y contra la pobreza” que lideró Raúl Sendic en 1986. El guerrillero tupamaro planteaba, así nomás, sin vueltas, “expropiar sin indemnizar” las superficies por encima de las 2.500 hectáreas y pasar a manos del Estado la propiedad de los predios expropiados, aunque, desconfiando de la administración estatal, propuso varias formas de entregar la gestión al pueblo organizado. Desaparecido Sendic, desapareció la cuestión agraria del debate de la izquierda parlamentaria, pero no así del imaginario de UTAA y los trabajadores del norte uruguayo, quienes mantenían vivo el ideario artiguista y de Raúl Sendic. A seis años de la toma de la chacra, las familias de la cooperativa “15 de enero” han transformado el baldío en tierra productiva: caña de azúcar, invernáculos, quinta de verduras, chanchos y gallinas, galpones, jardín de juegos con piscina para los niños, experiencias en construcción con barro y un centro de formación técnica . Los “peludos” de UTAA, en el lenguaje de los hechos, están dando una batalla profundamente programática e ideológica para romper el cerco latifundista que frena el nacimiento del Uruguay Productivo para el pueblo uruguayo.

La inesperada toma de tierras repercutió inmediatamente en el plano institucional. En el mes abril del 2006, el parlamento aprobó la ley No. 18.116, que modificó el artículo 354 del Código Penal, creando el delito de usurpación y convirtiendo en delincuentes a los luchadores sociales que toman tierras para trabajar o terrenos para construir un techo (más del 11% de la población de Montevideo). Para disuadir a quienes pensaran seguir el ejemplo de los “peludos”, todos los sectores progresistas, incluyendo los parlamentarios de origen tupamaro, votaron esta ley infame y reaccionaria. Por otra parte, a poco de la toma de tierras, el gobierno se apresuró a desenredar la madeja burocrática que demoraba el llamado “proyecto sucroalcoholero” y el 28 de junio logró colocar la piedra fundamental de la planta de ALUR. Se invirtió un millón de dólares en la tarea, entendiendo que el gasto valía la pena para contraponer el modelo ALUR del progresismo a la “loca aventura” de los asalariados rurales. Fue la respuesta ideológica y programática al reaparecido fantasma de la reforma agraria .

Esta historia no se detuvo. En enero del 2007, cuatro productores lecheros de la zona, con 80 vacas cada uno, tomaron otro predio de 400 hectáreas del Instituto, ubicado en Mandiyú a varios quilómetros de Bella Unión. Apoyados por las mismas cuatro organizaciones sociales que habían ocupado la chacra de CALNU, los tamberos se instalaron en el campo con sus familias y actualmente continúan la lucha, todos los días, trabajando desde el alba al oscurecer, porque la ocupación es apenas una herramienta para conquistar un lugar propio en la producción social. Meses más tarde 39 familias accedieron al Campo Placeres y tiempo después ALUR adjudicó varias parcelas al grupo “Itacumbú” en Colonia España e hizo lo mismo con 45 familias que se radicaron en la Colonia Raúl Sendic. También a las 8 familias de la cooperativa ARCU se les entregó tierras en la zona de Calpica. Muy ligada a las empresas capitalistas del campo, Colonización ha sido incapaz de satisfacer la reivindicación de los asalariados rurales, por lo menos no lo ha hecho con la masividad y profundidad necesarias. Estos parches colocados para aquietar aguas encrespadas, eran insuficientes para resolver el problema de fondo, mientras que, por el contrario, la acción de UTAA, era una especie de ensayo de reforma agraria, demostraba que los trabajadores eran capaces de hacerse cargo de la producción con responsabilidad y decisión. 

La posibilidad de contagio era realmente peligrosa y llevó a que el Instituto intentara una medida preventiva, desalojando a Ney Thedy, adjudicatario de la fracción No. 52 de Colonia “Eduardo Acevedo” que debía parte de su renta. Muchísimos otros colonos deben rentas al Instituto, algunos por montos muy elevados... ¿porqué a ellos se les perdona la vida y, en cambio, el Instituto se ensañó con Ney Thedy? Porque, con sus 70 años, era un sobreviviente de las luchas del ´60, el único de aquellos luchadores sociales que recibió un pedazo de tierra en el que fuera latifundio de Silva y Rosas, 33.000 hectáreas en aquel entonces reclamadas por UTAA para trabajarlas en forma cooperativa. Una especie de afiche vivo de la vieja consigna “por la tierra y con Sendic”, depositario de la herencia histórica de “Cachorinho” Vique, Nelson Santana y Atalivas Castillos, del “Manchao” Peralta, Jorgelino Dutra y Félix Bentín Maidana. Pero, además, representaba la actualidad de esa lucha al ser padre de dos de los tamberos que habían tomado tierra en Mandiyú. Simbólicamente se intentó desalojar a Ney Thedy el mismo día que los viejos tupamaros recordaban al fallecido Raúl Sendic en el Cementerio de La Teja. El apoyo de las organizaciones sociales impidió la expulsión, pero, implacable, el Instituto envió desde Montevideo cien coraceros armados a guerra para expulsar al anciano de su tierra y dejar el predio bajo custodia. La persecución prestigió a Ney Thedy. Como se volvió emblema de la dignidad, atrajo la ira del poder político, que lanzó una campaña de difamación contra el veterano. Primero se lo acusó falsamente de arrendar el predio a empresarios arroceros y embolsarse una fortuna, y luego, Lucía Topolansky mintió en una entrevista con Víctor Hugo Morales, acusando a Thedy de desviar el destino de su parcela y dedicarla a la cría de caballos de carrera (¿?). Es la vieja lucha de ideas entre los dueños del Uruguay y el pueblo organizado. En los momentos de definición, unos, como la Topolansky, toman partido por las ideas más reaccionarias y, otros, como las organizaciones sociales de Bella Unión, asumen la agitación de los valores de la justicia social y la solidaridad de clase. 

La lucha no se detuvo con el escarmiento propinado a Ney Thedy, la Comisión de Tierras dinamizada por UTAA, presentó proyectos que se traspapelaron o encajonaron en el Instituto, de manera que, para librarse de las eternas esperas en las puertas de oficinas,  el viernes 13 de enero del 2011, 80 afiliados a UTAA, poco supersticiosos ellos, tomaron 530 hectáreas en la zona de CAINSA. Entrevistados por algunos medios, denunciaron la condición de usurero antipopular del propietario del predio tomado, y fundamentaron la toma como una medida de la lucha del sindicato en el marco de la batalla por “tierra para trabajar”. Después de ser citados tres de sus dirigentes por el juez letrado de Bella Unión, quién amenazó con aplicar el novísimo delito del Código Penal y mandarlos presos por haberse atrevido a tomar tierras estériles, los ocupantes acamparon en las orillas del Itacumbú, contra el puente de la ruta 3. Allí esperan que el Instituto de Colonización del Uruguay se digne a darles una respuesta clara a los proyectos presentados en los últimos años. La incapacidad política del organismo del Estado es la razón de fondo para que los asalariados se vean obligados a seguir apostando a los métodos de acción directa.


El proceso real y la conciencia popular
A los feligreses más ingenuos les parece insólito que los trabajadores tomen medidas de fuerza. Más allá de lo justo del reclamo tierra para trabajar, entienden que deberían ser más pacientes y esperar sin ansiedades que el gobierno les resuelva el problema.... Porque, como dicen Astori, Bergara y Lorenzo, nunca han sido tan auspiciosas las cifras de la macroeconomía, se han batido todos los récords, creció el producto bruto pese a la crisis mundial, crecieron las exportaciones de soja y el turismo, también las importaciones de cero quilómetros y de laptops, nunca hubo tanto empleo como ahora, el crédito al consumo se fue a las nubes, la pobreza bajó a su piso, el manejo de la Deuda es genial y vivimos en la isla de la fantasía. Entonces... si el gobierno ha logrado ese clima de bonanza para los “nuevos uruguayos”, ¿cómo es posible que los “peludos” lo desconozcan, desconfíen del gobierno y salgan a la calle a luchar?

El pesito más que casi todos tienen en el bolsillo actúa como un blindaje que protege la conciencia e impide la percepción de los aspectos más ingratos del proceso en desarrollo. Por ejemplo, es cosa bien sabida –los medios se encargan de ello- que en el Uruguay Progresista la superficie cultivada con soja se expandió desde menos de 30.000 hectáreas en el 2004 a más de 850.000 en el 2011, y que se elevaron las cifras de exportaciones del grano a niveles desconocidos. Los uruguayos lo festejan como un logro progresista, pero pasan por alto que los “pools” de siembra argentinos controlan el 60% de la soja uruguaya, que el 95% de lo cosechado se exporta sin industrializar y que tres empresas estadounidenses monopolizan las ventas de soja al exterior. Ignoran absolutamente que toda la soja sembrada es transgénica y que aumentó en un 400% el riego con agrotóxicos del campo cuyos frutos comen. El “agronegocio” sojero es un proyecto del gran capital transnacional que especula en la bolsa de Chicago con los “commodities”, no le interesa el manejo sustentable de la tierra uruguaya y nada tienen que ver con el sueño frenteamplista del Uruguay Productivo. Por el contrario, se consolida el papel de proveedor de materias primas que nos asigna la división internacional del trabajo. Por ser la síntesis de la nueva maldición de Malinche, el modelo sojero es clave para desentrañar lo que ocurre en la realidad económica y social del Uruguay  por detrás de la retórica gubernamental sobre la “bonanza”. 

En el Uruguay Progresista las inversiones extranjeras directas han crecido desde 332 millones de dólares a 2.358 millones en el 2010, año récord en que crecieron un 48% respecto al año anterior (2009). Claro que no se presta atención al hecho de que los capitales fueron atraídos por las neocolonialistas leyes de Zona Franca y de Inversiones, bases jurídicas del “buen clima de negocios” o, sin eufemismos, de la entrega del país al capital extranjero. En el Uruguay Progresista las empresas transnacionales que se dedican a la forestación (Stora Enso, UPM, Ence y Weyerhaeuser) alcanzaron a ser dueñas de, por lo menos, medio millón de hectáreas de tierras, la mitad de la superficie dedicada a la plantación de pinos y eucaliptos. Es conocido el hecho de que una empresa brasilera compró frigoríficos uruguayos hasta controlar el 40% de la faena de carne vacuna y ovina. Toda las fases de la cadena productiva del arroz está en manos de capitales brasileros. Es verdaderamente poco entendible que estos aspectos medulares de la vida del Uruguay sean ocultados a las grandes mayorías y que ellas aplaudan a rabiar las cifras conque se ocultan la invasión de la economía nacional por el capital extranjero. 

En el Uruguay Progresista se pagan los intereses y amortizaciones de la deuda externa antes que nada y después de pagados los acreedores, se destina un millón de dólares por día a las fuerzas armadas y otras cuantiosas cifras en pesos uruguayos a la policía. Entonces sí, los parlamentarios se atreven a debatir las sumas que el presupuesto nacional otorgará a la salud pública, la educación y la vivienda. “Vivimos pagando y morimos debiendo” dice Eduardo Galeano pero, además, el hecho de pagar y pagar deuda externa, impide al gobierno pagar como es necesario la deuda interna. 

La era está pariendo un nuevo Uruguay, es cierto. Un Uruguay proveedor de materias primas en bruto, país de servicios turísticos y país plaza financiera. Un Uruguay Neocolonial, el modelo que el Frente Amplio repudió durante toda su corta historia. ¿Saben ahora porqué hay quienes salen a la calle a luchar? Pues, pura y simplemente, porque tomaron conciencia de adónde conduce el proceso real de la economía y decidieron resistir y resistir la entrega. No hay blindaje que resista a la lucha de clases.


Teoría de las estacas.

Abruma lo extenso y profundo del sentimiento religioso que han logrado imponer a la subjetividad de los frenteamplistas, una forma de sentir y de pensar que determina actitudes tipo “mano de yeso” e incide directamente en todos los aspectos de la vida social y política. Lateralmente, la fe religiosa impuesta masivamente demuestra como los medios modernos de comunicación penetran mucho más eficazmente que los instrumentos de alienación usados por la clase dominante en el siglo pasado. Perforar la pesada lápida que aplasta la capacidad de crítica se ha constituido en el principal desafío de los que tienen un horizonte revolucionario. Es preciso recalcar que la ocupación del campo fue una movilización de masas, decidida en el sindicato y en la Comisión de Tierras. Fueron los trabajadores de la caña de azúcar, en uso de su proverbial independencia de criterio, quienes supieron quebrar la hegemonía de la religión imperante y sorprendieron a la opinión pública, pero también obligaron a repensar las relaciones entre el movimiento de masas y la acción de los revolucionarios. 

Es cierto que hoy los trabajadores tienen un pesito más pero, sin embargo, cuando se sientan a la mesa cada día, no pueden dejar de pensar que “si la torta ha crecido tanto... ¿porqué no nos tiran huesos con un poquito más de carne?”. En función de esa ecuación tan simple salen a exigir redistribución del ingreso y chocan con patronales como las de la industria metalúrgica, que se niegan devolver un sólo peso de los miles que han arrebatado, o con directorios como los de la banca oficial, que se ríen cuando se les reclama cumplir con la palabra empeñada. No es que los trabajadores se nieguen a negociar, simplemente les parece más sensato golpear donde más le duele a las patronales y al Estado, buscando cambiar la correlación de fuerzas para negociar en condiciones más favorables ¿Está mal acaso esa táctica o hay que sentarse a negociar por principio, aunque sea en las condiciones más desfavorables? Nadie podrá convencer al asalariado que postergue sus intereses económicos porque el gobierno es progresista o porque los patrones son amigos del gobierno. La crudeza de la reacción autoritaria y las ambigüedades de algunos dirigentes sindicales, provoca que se reactive el instinto anticapitalista conque nacen los asalariados y que está anestesiado por el pesito más en el bolsillo. No es de extrañar que, entonces, algunos de ellos vuelquen la mirada hacia los sectores sindicales que les proponen la lucha digna e independiente de los intereses del trabajador. Lo que ocurre en Bella Unión es un ejemplo paradigmático del fenómeno.


Cuando a fines de los ’50, las papas empezaron a quemar, cobró actualidad el término “revolución”, revalorizado sobretodo por la proeza cubana, las luchas sociales se hicieron políticas y, en consecuencia, mucha gente salió a buscar referencias revolucionarias en pleno Uruguay Batllista. A pesar de que en su mayoría votaban a Luis Batlle o Fernández Crespo, los trabajadores no se equivocaban a la hora de reivindicar sus intereses inmediatos y elegían socialistas, comunistas y anarquistas para las direcciones sindicales. De la misma manera, tampoco se equivocaron cuando tocaron los clarines y buscaron con la mirada los luchadores con larga historia de firmeza ante las patronales y de consecuencia con los principios clasistas. En ese lugar, los textiles encontraron a Jorgelina Martínez, Luis Correa Páez y Héctor Rodríguez, los obreros del caucho a León Duarte, Washington Pérez y Conrado Fernández, en el Cerro y La Teja a Ruben Sassano, Nuble Yic y el Pocho Hornos, en Fray Bentos al “Ciego” Macedo y al “Negro” Franco, y los “peludos” ya sabían dónde estaban los primer campamento del Itacumbú. En los ’60 había muchas estacas clavadas en la punta revolucionaria del abajo que se movía que sirvieron de referencia natural de la combatividad política y de la acción directa.

Al igual que en el Uruguay Batllista, hoy se duermen inocentes sueños en brazos de la demagogia, pero la confusión es mucho mayor todavía, pues en aquellos tiempos se sabía con claridad quién era quién, la derecha estaba con la clase dominante y la izquierda con los trabajadores. Aún así, por muy espesa que sea la bruma, nadie puede entender que el gobierno esté favoreciendo al capital extranjero y amparando a los impunes del terrorismo de Estado. Nadie se explica un cambio tan drástico en los valores y las actitudes, al traslucirse las contradicciones entre los hechos del presente y los dichos del pasado, horroriza descubrir hipocresía y doble moral en quienes alguna vez fueron referencia revolucionaria. Ese es el momento en que “cae la ficha” y los que comulgaban con la religión se vuelven herejes, se atreven a pensar críticamente y critican abiertamente las claudicaciones e incongruencias del progresismo. La sensación térmica es diferente a la de dos o tres años atrás.


Aunque parezca una visión exagerada, se puede pensar que la forma de resolver la cuestión agraria en Bella Unión entraña o implica la puesta en práctica de una concepción revolucionaria y que la estrategia en adelante sería, simplemente, extender la metodología de lucha de UTAA a todo el movimiento popular. Sin embargo las papas no están ni siquiera tibias todavía. Falta tiempo de lucha, mucha lucha, para que se pase de lo reivindicativo  a la lucha por el poder político, pero es indudable que ese es el cambio que determina el carácter revolucionario de cualquier proceso. El pueblo asalariado, conciente y organizado, erguido frente a los dueños del poder, es la condición sin la cual es imposible hacer revoluciones sociales.


Es el sueño y la aspiración de todo militante que pretenda participar en una revolución, pero hay que evitar el autoengaño, el creer que es posible acelerar el curso del desarrollo de la conciencia y la organización populares. Está en la tapa del libro que el poder político del pueblo surge y se desarrolla con autonomía de las estrategias y los propósitos de los revolucionarios pero, por otra parte, en algún momento de crisis es probable que los trabajadores busquen nuevamente, como lo hicieron en los ’60, las estacas de conducta clasista y combativa. Desgastadas las referencias progresistas, las expectativas populares pueden volcarse hacia los militantes que resistieron al malón socialdemócrata y que la gente los designe para que expresen su bronca y la necesidad cambiar el estado de cosas. Sin embargo el problema de fondo no se resuelve sustituyendo a unos por otros, porque para que el movimiento popular adquiera un carácter revolucionario,  los trabajadores deberán organizarse sin ceder a nadie su representación política, constituidos ellos mismos en sujeto político independientes.


Esta base teórica elemental del quehacer revolucionario no niega la intervención de los revolucionarios en el desarrollo autónomo del poder del pueblo, por el contrario, es necesario que intervengan por la vía del debate público, de la agitación de ideas y del mensaje dado a través de la acción directa. Eso sí, intervenir respetando los tiempos del movimiento popular, que son más lentos que los tiempos de los militantes, y dedicando los principales esfuerzos a incentivar el crecimiento de la subjetividad del pueblo organizado.


Puede ocurrir que, a partir de viejas ideas, algunos militantes se refugien en organizaciones con definiciones ideológicas muy exigentes y que, cuanto más cerrada e impenetrable sea la estructura, más protegidos se sientan frente a la hegemonía de la religión dominante. Organizaciones que, por autosuficientes, podrían caer en el error de anteponer la construcción del “aparato” al crecimiento de la comprensión política general y colocar en su propio ombligo el centro de las decisiones políticas que corresponden a las organizaciones sociales. Consciente o inconscientemente  se  deriva hacia la reedición de los errores de concepción que tan caro pagaron los revolucionarios del siglo XX, tanto los que lograron la conquista del poder como los que quedaron en el camino. En realidad, apostar al crecimiento del movimiento de masas y la organización del poder popular, es la forma más firme de fortalecer, indirectamente por cierto, la organización de los revolucionarios y su incidencia en el proceso insurreccional.


Bueno, no sé si soy un iluso, pero este segundo campamento del Itacumbú estimula la imaginación y la esperanza de que tal vez sea el síntoma de algo que está latiendo en lo más profundo de la subjetividad popular.

Gracias UTAA. ¡Por la tierra y con Sendic!.


Jorge Zabalza


zurdatupa.blogspot.com/

Colectivo “Noticias Uruguayas”

Blog El Muerto


Que los más infelices sean los más privilegiados





"Qué los mas infelices sean los mas privilegiados" Artigas

Corresponde la frase de Artigas que todos hemos aprendido desde la Escuela. A dos siglos casi de que el General de Hombres Libres la pronunciara, el objetivo artiguista permanece incumplido. Aunque sigue vigente, de la misma manera que sigue vigente el postulado del Reglamento Provisorio, de que la tierra sea del que la trabaja y que esta sea repartida entre los pobres y desheredados del campo.

No es casual entonces que el problema salte de cuando en cuando a los titulares de los diarios. En esta semana, por ejemplo, con una nueva ocupación de tierras malhabidas por usureros que las tienen para la especulación y no las trabajan. Nuevamente familias del Norte uruguayo se enfrentan a todo el aparato estatal, a policías, jueces, ministros, subsecretarios, institutos y toda la flora burocrática que reacciona con celeridad cuando un grupo de trabajadores sin tierra las quiere para trabajar. Es en estas circunstancias cuando cae estrepitosamente todo el discurso presidencial, y con él, el discurso de toda la coalición FA y de cada uno de sus partidos, "espacios" corrientes y agrupamientos diversos. Cae estrepitosamente porque pone al desnudo que a pesar de las promesas, a pesar de los discursos preelectorales en el Interior del país, y a pesar de los Congresos del FA, programas y proclamas, la tenencia de la tierra es sagrada. Intocable. Permanente. Por los siglos de los siglos. Amén.

El Presidente Mujica predica con insistencia casi religiosa de que todos los problemas del Uruguay se arreglarían fácil si la gente quisiera trabajar, poner el hombro en lugar de poner palos en la rueda del "progresismo". Por eso va a proceder a la amenazante y tenebrosa "reforma del Estado" que solo por el nombre ya debería hacer temblar a todos los que van a ser afectados, para de una vez por todas - se sostiene - eliminar a todos "los burros" que hoy en día llenan los espacios del aparato estatal. Por la misma razón considera que todo tipo de conflictos o huelgas, de reclamos por mejoras, o de aspiraciones de poder participar cuando se vaya a cambiar de raíz todo el sistema, por ejemplo el educativo, no son más que los famosos "palos en la rueda" o "huelgas malas" como se calificó a la metalúrgica con dirección sindical del Partido Comunista, o las peores, casi, casi, sabotajes y todo lo colindante, los paros de los bancarios o los de los recolectores de basura.

 
Pues bien, ahora estamos frente a un caso concreto, de familias de trabajadores del campo, que ocupan unas tierras no trabajadas para, justamente, trabajarlas. Es decir que es gente que quiere trabajar, que quiere poner el hombro como le gusta decir al Presidente en sus prédicas, encima son trabajadores que están apoyados por el sindicato, la UTAA, lo que significa el sostén de todos sus dos mil afiliados, trabajadores del campo también ellos. Ocupan protestando porque los llevan a cuentos, nadie responde, les dan largas, en dos palabras, los tramitan, y en este caso los responsables no son los temibles "burros" de la administración estatal, sino los inteligentes, vivos y capacitados integrantes de las instancias de decisión de este gobierno. Se les da un aumento del 22% a los oficiales como premio consuelo por haber tenido que soportar todo el vendaval de asco y repudio que se generó cuando se dió a conocer que habían aparecido los restos del Maestro Julio Castro, y cuando se supo de la vil manera que lo habían asesinado. Con la misma celeridad se podrían haber tramitado esas tierras o,en su defecto, hacerlo ahora y mostrar que hay una intención de solucionar los problemas de los desheredados del campo que quieren tierras para trabajar. 

En cambio, de nuevo la de siempre, policía, juez, amenazas de desalojo, combinadas con palabras y promesas de estudiar el caso.  Palabras, qué esas sí que nos dividen. Los hechos que unen a todos los trabajadores del campo, a los sindicatos de la ciudad, a los estudiantes y también a toda la base militante y votante frenteamplista, son los hechos concretos como ahora con la ocupación de tierras abandonadas. Las palabras que nos dividen o mejor dicho que dividen al gobierno de sus propios votantes, son éstas respuestas que encontramos ante los justos reclamos de los trabajadores, las palabras para diferir, desgastar, alargar, cansar, que viene caracterizando la política laboral de este gobierno. Ya que no puede ser casualidad de que todos y cada uno de los gremios en conflicto se haya quejado de haber sido sometidos a este tratamiento. Es indudable que es así y que también es táctica. Como lo es con el problema de la tierra. No se la toca. Y por supuesto que menos que menos si esta en manos privadas,sean tierras bien, o malhabidas  como es en este caso. Se cita a los dirigentes de UTAA ante la justicia, de hecho, por presuncion de delito, y por lo menos, instigacion al mismo. El usurero que figura hoy en los registros como propietario de esas tierras nunca ha sido llamado a aclarar,pese a las denuncias. Podría también ser el momento, ahora, cuando esta en el foco de atención. Nada. Es decir que las injusticias siguen y ya van para dos siglos. 

Pero de esto no sería necesario ni hablar con gente que inicia su militancia revolucionaria tratando de conseguir armas, expropiadas por supuesto, para defender una planeada ocupación de tierras improductivas. Ocupación planeada por la misma UTAA de hoy en día, que ahora tiene que ir ante juez a explicar que la gente quiere trabajar en esas tierras improductivas, en tanto que ayer, entonces, planeaba éstas acciones bajo la conducción de Raúl Sendic. No se necesita explicar mucho, todos y cada uno, en todo el  país , Presidente o de base, frenteamplistas o blancos y colorados, Senadores y terratenientes o habitantes de los asentamientos expulsados del campo por la miseria. Todos saben de qué se trata. Muchos dan su inmediata solidaridad con la UTAA y los ocupantes. Saben bien cual es el problema. Capáz que estuvieron presos , perseguidos, torturados, por saber ya entonces de que se trataba. Muchos otros se hacen los desentendidos, como si no supieran, o, reaccionan negativamente con la artilleria ya cansadora de los palos en la rueda. Pero todos los desentendidos saben muy pero muy bien de que se trata. Se trata nada menos que del problema capital, sustancial. de este país. Sin solucionar el problema de la tierra, sin la Reforma Agraria, sin tierra para el que la trabaja, sin que los mas infelices sean los mas privilegiados, sin eso, Uruguay no funciona como país, y no funcionará.
 
Funciona sí, para algunos, al costo de los más, como hace ya casi dos siglos que viene siendo así. Entonces, los que verdaderamente estan poniendo palos en la rueda son los políticos del progresismo, no solo el gobierno, que están poniendo palos en la rueda al real desarrollo nacional cuya base decisiva se encuentra precisamente en la tenencia de la tierra por parte del latifundio,de la vieja oligarquía, ahora repartido con las multinacionales saqueadoras.

Desde hace mucho la izquierda analizó con "toneladas"(como le gusta despectivamente decir al actual Ministro de Defensa) de artículos, estudios y libros, conferencias, charlas y discursos, en la Universidad o en el Norte agrestre, en el Uruguay profundo como se dice ahora. Siempre se llegó a la misma conclusión: la clave económica y para el desarrollo nacional estriba en la tierra, de ahí la necesidad de la Reforma Agraria. Postulados éstos que fueron refrendados y tomados por el Congreso del Pueblo, cuando la fundación de la CNT y del mismo Frente Amplio. En torno a éstos postulados se aglutinó la izquierda. La derecha no hizo más que insultar pero nunca contrapuso un análisis serio que demostrara que el latifundio y las 500 familias propietarias de casi todo eran algo que aseguraba el progreso para todos los habitantes de éste país. El único que se atrevió, desde la derecha, fué Ferreira Aldunate con su proyecto de Reforma Agraria, que por ahí anda juntando polvo bajo el ojo avizor del Directorio del Partido Nacional, no vaya a ser cosa que  algunos correligionarios tengan la mala idea de volver a divulgarlo. Los técnicos y entendidos dicen que ese proyecto es mucho mejor que la que tenemos ahora. Bueno pues, al menos se podría intentar con algo ya que estamos para el reformismo. Pero ni eso.

Ni eso porque el "progresismo" esta jugado a los cánones neoliberales. En todo. La economía en primer lugar, pero - como se sabe- para que la economía neoliberal funcione, los salarios,por ejemplo, deben estar por debajo del costo de la vida, mano de obra barata 
se la llama, que "estimula la competitividad" y "nos hace capaces de competir internacionalmente" y "atraer inversores", se sostiene. Inversores que siempre andan de cacería internacional atrás de bajos costos, cero impuestos y posibilidades de ganancias rápidas y suculentas que sean facílmente transferibles a otras latitudes ya qué como es sabido, y se lo repite hasta el cansancio, estamos globalizados.

A pesar de que esa globalización se viene demostrando como lo que era, un verdadero globo, un inmenso globo inflado por el saqueo
y las estafas. Sin embargo el "progresismo" está completamente jugado a esa línea. Cuando decimos EL progresismo , nos referimos a TODOS
 los agrupamientos componentes del Frente Amplio. Ya que si bien muchos pueden tener críticas al neoliberalismo, protestar y quejarse, nadie, lo que se dice nadie, le pone palos en la rueda al monstruo del neoliberalismo en Uruguay. Eso, a pesar de que el globo se ha desinflado de manera dramática y viene arrastrando al mundo entero y a millones de personas, a una crisis sin precedentes. Seria, hasta por oportunismo nomás, ponerle palos en la rueda al neoliberalismo. Digamos para estar a tono con lo que son las críticas que se oyen en todo el mundo. Se podría arrancar con la Reforma Agraria, por ejemplo.

Hubo un Congreso del Frente Amplio para elegir al candidato a Presidente. La lucha de tendencias fue dura y las acusaciones también. Se decía en ese entonces, que era la confrontación entre los partidarios de la candidatura de Astori, apoyada por
Tabaré Vázquez, claramente socialdemocratas se decía, y portadora de un proyecto de aceptación de la estrategia neoliberal, y por otro lado la candidatura de Mujica sostenida por los sectores que se proclaman revolucionarios y por el socialismo y  por la independencia de clase. Se consideró una gran victoria de los sectores que se proclaman socialistas revolucionarios, digamos así, los partidarios de la liberación nacional qué tambíen estaba en juego se aseveraba, pero que ahora, habiendo logrado la mayoria, el candidato, y posteriormente el Presidente electo, ahora sí que se abrían las puertas para un proceso verdaderamente de liberación nacional camino al socialismo, o algo parecido.

Hoy en día vemos que esas ilusiones no fueron más que eso. Ilusiones. La política económica la orienta, dirije y determina el sector que supuestamente había sido aplastado en el Congreso frentista. De la misma manera como Mujica no desarrolló ninguna política radical cuando fue Ministro de Tabaré Vázquez, tampoco ahora han habido cambios. Se sigue con la misma labor de administración del capitalismo, pretendiendo hacerlo decente. Mujica, que ya a estas alturas ha recorrido medio mundo nos podría decir como anda ese capitalismo decente, nos podría decir que esta pasando en el mundo. De lo único que se habla es que estamos blindados. Lo que se dice blindados , blindados, no hay nada, ni cajas fuertes, ni bancos, ni tanques de guerra, ni economías nacionales, justamente en el mundo globalizado del que nos hablan. Y que el que no lo haya entendido es un nabo. O globalizados y estamos en ese barco, o blindados qué querría decir qué solos y con algunos socios vamos a sobrevivir el tsunami que viene haciendo pedazos a las economías de los más poderosos, y sigue. Se habla de que va a ser peor en el 2012, o de que hay que prepararse para el 2013 que ahí sí que se viene, o se habla de que la "recuperación" empezará a mostrar efectos mas perdurables ahí por el 2018.

No son palos en la rueda, lo dicen los gobiernos más poderosos, lo dicen los más poderosos entre los poderosos, lo dice el FMI y el Banco Mundial y aprietan a enormes países con sus exigencias, también lo dice la prensa,desde el 2008, y cualquiera que sepa leer o que sepa mirar la tele ahí lo vera. No hay blindaje y eso se sabe. Así que hay que ver si no es una falsa seguridad que se esta dando, como en el caso de ese crucero que se hundió en Italia, "tenemos un problema eléctrico, calma" le dijeron a los pasajeros, cuando en realidad tenían un boquete de 70 metros de largo que los hundió en 20 minutos, y ese crucero de lujo era lo que se dice, lo moderno, lo seguro. Ahora se acusa al capitán y  a su vez éste acusa a los mapas de ruta qué según él estaban mal. Da para pensar.

Pero mientras tanto: toda la ayuda y la solidaridad con UTAA, que sigue demostrando su persistencia y perseverancia en la lucha por soluciones. Hoy en día la UTAA y los trabajadores del campo de Bella Unión son los que MAS AUTÉNTICAMENTE Y EN LOS HECHOS, ESTÁN ACTUANDO DE ACUERDO AL ESPÍRITU FUNDACIONAL DEL FRENTE AMPLIO. Vea estos extractos:

30 Primeras Medidas de Gobierno (1971)

Documento del 25 de Agosto de 1971.

Las Bases Programáticas señalan cuatro medidas fundamentales a adoptar, como pilares del proceso transformador:

a) Reforma Agraria;
 

b) Nacionalización de la banca privada;
 

c) Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior;
 

d) Enérgica acción industrial del Estado, incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica.
 

Ellas son esenciales para iniciar el proceso de cambio social, porque enfrentan a los grandes grupos económico-financieros nacionales y extranjeros responsables de la crisis estructural del país.
 

En consecuencia, el Frente Amplio adoptará las siguientes primeras medidas:

7 - Iniciaremos el proceso de Reforma Agraria, presentando de inmediato el proyecto de ley correspondiente. Hasta su sanción, utilizaremos la ley de creación del Instituto Nacional de Colonización, dando participación en su Directorio a los pequeños y medianos productores, asegurando a éstos el asentamiento en la tierra y, con la colaboración de la Universidad de la República, brindando la asistencia técnica que procure una acción planificada en favor del productor y del país. Promoveremos en un plazo de 120 días, la sanción de una ley de arrendamientos rurales que contemple la situación de arrendatarios y propietarios de condición modesta. Hasta entonces, se suspenderán los desalojos rurales. Iniciaremos un proceso de redistribución de tierras y fomentaremos la formación de cooperativas entre los pequeños y medianos productores rurales.

Fijaremos los precios de los principales productores agropecuarios, asegurando su cumplimiento mediante el poder comprador del Estado.

Aseguraremos créditos y pago al contado, atendiendo especialmente a los pequeños y medianos productores.

Tomaremos medidas apropiadas para impedir el contrabando de ganado y de lanas.


Liber Seregni dió término a su discurso del 26 de marzo de 1971, proclamando de la fundación del Frente Amplio, dirigiéndose a Artigas, el padre de la patria dijo, pidiéndole que nos guiara.
Hoy corresponde retomar ese pedido a Artigas e inspirandose en el Reglamento de Tierras, volver a lo ya sabido por todos:

QUE LOS MAS INFELICES SEAN LOS MAS PRIVILEGIADOS

BLOG "EL MUERTO"


BLOG "ZURDA TUPA" JORGE ZABALZA

COLECTIVO DEL BLOG "NOTICIAS URUGUAYAS"




La "mano justa" del orden social

14-01-2012





Uruguay
La "mano justa" del orden social
SURda



Hernesto Herrera


Correspondencia de Prensa

Lunes 9 de enero. En el barrio Malvín Norte. A escasos 25 minutos del centro de Montevideo. Unos 150 vecinos realizan una marcha "contra la inseguridad". Manifiestan su indignación por un triple crimen ocurrido días atrás. Reparten folletos y demandan "más justicia", la renuncia del ministro del Interior -el tupamaro Eduardo Bonomi-, y "mano dura" con el delito. Sobre todo esto último.
De pronto, dos jóvenes que iban en una motocicleta por la calle simulan un accidente contra un contenedor. Un grupo de mujeres se detienen para ayudarlos. Los motociclistas intentan asaltarlas. Como el robo se frustra uno de los jóvenes se baja de la moto y le manotea la cartera a otra mujer que pasaba por allí. Los participantes de la marcha reaccionan enfurecidos. Uno de los asaltantes logra huir. El otro no tiene esa suerte. Recibe una brutal agresión. Se salva por un pelo de ser linchado. La foto publicada en los medios de prensa lo muestra ensangrentado, con heridas en el rostro y en el pecho:

www.elpais.com.uy/ MostrarImagen.asp?vurl=/ anexos/imagen/12/212602.JPG La Policía llega 20 minutos después. El joven atrapado y golpeado por lo vecinos increpa a sus agresores desde un patrullero donde lo tienen esposado: "Yo robo porque soy pobre, ustedes son unos patoteros porque me dieron una paliza (.) Ustedes tienen plata, yo no tengo para comer".[1]

Luego del incidente la manifestación sigue su curso. Se escuchan las voces de vecinos y compañeros de trabajo de la familia asesinada: "Este pequeño país llegó a ser tierra de nadie, te asesinan y te roban". Algunos piden la pena de muerte: "Hay que matarlos, porque dentro de cuatro meses están afuera otra vez". Otros interpelan: "¿Dónde están los políticos y el comisionado de cárceles que tanto habla de los derechos humanos, queremos saber qué derechos son esos que masacraron a esta familia y nadie hace nada". Jorge Naso, uno de los organizadores de la protesta y amigo de la familia, resume: "No se trata de cambiar un ministro, es el Frente Amplio que tiene que asumir la lucha contra la delincuencia". Exige más patrullaje y reclama "mano dura" al presidente José Mujica para combatir el delito: "Están siempre diciendo que van a sacar el ejército para la calle, pero terminan tirando la bola para adelante".[2]

No es el primer caso de "justicia por mano propia". Ni el más grave. Los delincuentes muertos a tiros por sus potenciales víctimas ya son decenas (en su mayoría jóvenes). Bastante más de los que mata la propia Policía. El ejercicio de "legítima defensa" se convalida en amplios sectores de la sociedad, tanto como el derecho a estar armado.[3] Tampoco es una novedad que habitantes de una zona se manifiesten contra el "flagelo del delito". Semanas atrás habían marchado en Carrasco (unos 2.500) y en Pocitos (poco más de 100). Barrio rico uno, de "clase media" el otro. Donde abundan rejas electrificadas, alarmas inteligentes, guardias de seguridad. Y el "miedo al forastero", que invade desde la periferia miserable.

En Malvín Norte, por contraste, habita "población carenciada". Esa que tiene todas las "necesidades básicas insatisfechas". Es decir, clase trabajadora empobrecida, precarizada, desempleada. Igual que en los otros diez barrios de la capital donde se concentran: la pobreza y la indigencia, los "asentamientos irregulares", el mayor desempleo femenino, la fuerza laboral descalificada, la pobreza infantil, el reciclado de basura, el embarazo adolecente, el analfabetismo funcional. Y el 70% de los jóvenes "ni-ni" (ni trabajan, ni estudian).

No obstante, como si de pronto las "fronteras simbólicas" de la brecha socio-económica y territorial se diluyeran, "ricos y pobres" convergen en el terreno de las demandas punitivas. Las últimas encuestas divulgadas coinciden esta vez con la realidad. El 84% de los consultados está de acuerdo en mantener los antecedentes penales de los "menores infractores"; 69% apoya la baja de imputabilidad hasta los 16 años (el 40% hasta los 14); 74% quiere más "presencia policial" en las calles; 86% aprueba los "megaoperativos" represivos en los barrios más pobres.

La interpretación lineal de la "inseguridad", dice Rafael Paternain, "y la focalización en el delito contra la propiedad cometidos por adolescentes, son la base de sustento de una hegemonía conservadora en el ámbito de la seguridad".[4] En ese cuadro se inscribe la estrategia de orden público del gobierno del Frente Amplio.

El regreso del detective

La democracia, afirman los que mandan, no puede sobrevivir si no hay orden en las calles. Correcto. Si consideramos que se refieren a la democracia de mercado. En la cual la competencia de todos contra todos debe ser "ordenada" de alguna manera. En efecto, la Policía se ocupa de hacerlo, salvaguardando en primer lugar las instituciones y la propiedad privada. Porque la Policía está encargada de defender el orden público y de proteger el "interés general" de la sociedad frente a la violencia de aquellos que han decidido "romper el pacto de convivencia ciudadana". Y que, por lo general, son los conocidos de siempre: quiénes viven "sin códigos de conducta". O quiénes fueron perdiéndolos, según el Jefe de Policía de Montevideo, por los "efectos no deseados de la evolución de la sociedad".[5]

A partir de abril de 2011, la jefatura del Ministerio del Interior -asesorada por un equipo de sociólogos, antropólogos, sicólogos, abogados-, comenzó los ajustes en la estrategia. El discurso sobre el peligro de "favelización" (así designan a los procesos de segregación socio-económica y urbana) es acompañado por otro de "cercanía" que enfatiza la "integración" y la "participación democrática". Se pretende restablecer un clima de "cohesión social" para impedir las "disputas territoriales" en aumento. Entre los que poseen y los desposeídos.

Por un lado, se implementaron los "operativos de saturación" o "megaoperativos". Es decir, acciones invasivas en las llamadas "zonas rojas" donde "se refugia el delito". Los resultados fueron desalentadores. O peor. "Esta suerte de guerra preventiva de baja intensidad genera los efectos contrarios: se intensifican las dinámicas perversas de la violencia y se ahondan las brechas de confianza entre la ciudadanía y el Estado. Las lamentables consignas publicitarias esgrimidas como lenitivos para revertir la estigmatización de ciertos barrios ("yo los defiendo"), son la prueba más contundente del simplismo mecanicista que controla las acciones".[6]

Por otro lado, las tareas específicas de "disuasión". Visibilizando en primer lugar capacidad de fuego. Para eso la compra de armamento ruso. Así, la Guardia Nacional Republicana incorpora a su arsenal 150 fusiles del mítico Kaláshnikov; 200 armas cortas adquiridas a la fábrica metalmecánica de Izhvesk; y tres carros blindados Tigre (que pueden transportar entre 9 y 12 efectivos) a "precio de mercado": 280.000 dólares cada uno. Habrá, "como lo demanda la gente", 60 patrulleros más en las calles. Y las telecomunicaciones se "modernizarán" gracias a los equipos comprados a China.

Luego viene "lo que no se ve" pero tiene la máxima eficacia. Según el Ministerio del Interior, el 70% de los delitos aclarados -y muchos de los que evitan- se debe al trabajo solapado de los policías de civil. El Comisario Inspector José Luis Rondán, jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de Policía, resume la tarea de estos investigadores: "se meten en el mundo de los delincuentes" y los "atacan desde allí". Andan en ómnibus, circulan por ferias y avenidas, se camuflan en shoppings, partidos de fútbol, recitales de rock. Vigilan las zonas comerciales más concurridas como la Unión, el Paso Molino, la Comercial. Se infiltran en los barrios periféricos y en aquellas "zonas conflictivas" donde los uniformados no pueden entrar a riesgo de ser recibidos a pedradas y balazos.[7] Nada original. Porque esta actividad de investigación, dice Rondán, se remonta a "los tiempos napoleónicos" y al "famoso detective Peuchet".[8]

El jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura de Policía ha roto con ciertos estereotipos. Combina su profesión represiva con actividades culturales con niños en escuelas y ONGs. No emite sonidos guturales, es bien hablado y aparenta una mediana ilustración. Es dudoso que conozca realmente la historia de Jacques Peuchet (1758-1830), el archivista policial que con sus informes proveyó a Marx de valiosa información para escribir un ensayo sobre los suicidios en el París donde se encontraba exiliado.[9] Pero habla con propiedad. Él mismo tiene una experiencia de "muchos años como policía de particular" o detective, por tanto, sabe del valor de la tarea. Por eso habrá más policías ocultos, espiando. En poco tiempo se pasará de 248 a 500 efectivos. Y una prueba de que el asunto va en serio es la reciente disolución de la añeja Banda policial. Sus 70 músicos cambiaron de función: ahora son detectives de tiempo completo.

Apuntando contra al lumpen

El 18 de diciembre de 2011, en el marco de los actos conmemoratorios del 182º aniversario de la Policía Nacional, el ministro Bonomi anunció el "nuevo" plan estratégico de su cartera. La seguridad, dijo, "es una construcción ciudadana que llevará tiempo, con resultados a largo plazo". Repitió lo que todos saben: "que la seguridad ciudadana es la primera preocupación de los uruguayos". Criticó a los hacen política con el tema, porque "debilita la institucionalidad y rompe el puente con la sociedad".[10] Y puso énfasis en el eje principal: no habrá "mano blanda" ni "mano dura". La política de orden público se basa en la idea de "mano justa".

Un día más amenazador, otro día menos. El discurso cambia según sea la "sensación térmica" de la inseguridad (amplificada por los poderes mediáticos) y de cómo vengan las presiones políticas de la oposición. Aunque el marco conceptual es el mismo. Reaccionario por donde se mire. Para Bonomi, los cambios en los móviles sociales y culturales del delito se expresan claramente: "Son cada vez menos los que roban por hambre. Son cada vez más los que roban en ese marco consumista". Tal cual insiste el presidente Mujica en sus patéticas "reflexiones" semanales en la radio, donde la crítica a la "civilización del consumo" ocupa un lugar central.

De allí cobra fuerza la figura del "lumpen-consumista", el enemigo a combatir. Lo dice Bonomi: "No estamos hablando de la linda pobreza, ni esas personas forman parte de la base social para los cambios, son oposición a los cambios porque están con unos valores totalmente ajenos a los cambios. El cambio se basa en el trabajo, esto es todo lo contrario (.) La visión del que te dice que esas personas son producto de la sociedad y qué, por los tanto, los cambios tienen que ser sociales, es cierta. Pero el lumpen consumidor te genera un problema ahora y eso es algo que tiene que resolver el Ministerio del Interior".[11]

Aún con matices, la tesis es abonada desde la academia. Para Gustavo Leal, sociólogo del campo progresista [12] la "fractura social" originada en la crisis de 2002 llevó a la "lumpenización" de un sector de la sociedad: "Esa lumpenización es el apartamiento de un sector de la sociedad de los códigos compartidos de valores".[13] Hay "un Uruguay excluido" que ronda el 10% y el 15% de la población, que tiene un perfil de "inempleabilidad elevado" y "un bajo nivel educativo". Ante esta realidad, hay una mayoría de la sociedad que "se siente amenazada por el Uruguay excluido. No lo conoce y le tiene miedo".[14]

Enemigos del cambio, vagos, ignorantes. ¿Irrecuperables. En todo caso hay que protegerse de ellos. No forman parte de la "linda pobreza" y los planes asistenciales del gobierno que se focalizan en "los más vulnerables", no consiguieron "integrar" a esta capa social que, finalmente, fue "ganada por el delito". El brazo penal del Estado es la única solución. Y las cárceles de la miseria siguen llenándose: 9.300 presos. Uno de los índices, en relación a la población, más altos de América Latina.

Una clase trabajadora empobrecida

El 2011 finalizó con un anuncio del gobierno: 154.000 de personas dejaron de ser pobres. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), "un 4% de las personas en situación de pobreza lograron superarla en el último año". Esto significa, en las cifras oficiales, que habría unos 460.000 pobres en el país (14%) Los valores divulgados indican que en el último quinquenio, 675.000 uruguayos superaron el "estado de pobreza". En 2006 había 1:135.000 pobres, el 34,4% de la población.

No obstante, las celebraciones en el progresismo -desde el Frente Amplio al periodismo adicto- ocultan que los parámetros para medir la pobreza son aquellos que ordenan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Por ejemplo: si alguien tiene un ingreso de $7.200 mensuales (360 dólares) ya no es pobre; si el ingreso es de $2.100 mensuales (105 dólares) ya no es indigente. Lo que significa que la tan publicitada "reducción de la pobreza" es una parodia.

Según cifras divulgadas por la Encuesta Continua de Hogares del INE: la canasta básica familiar (dos adultos y un menor y medio) se ubica en $43.000 mensuales (2.150 dólares); el ingreso medio de los hogares es $31.236 (1.561 dólares). Mientras que para el total del país, el ingreso medio per cápita a valores corrientes (sin aguinaldo y sin valor locativo) se estimó en $11.184 mensuales (559 dólares).

Según el Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT, 813.000 trabajadores (56% de la fuerza laboral empleada), ganan menos de $10.000 mensuales (500 dólares). Otro informe dice: "la masa salarial de Obreros y Empleados cae desde 27,2% del PIB en 1998 hasta 23,5% en 2010. Esto permite concluir que han sido los obreros, empleados y trabajadores dependientes menos calificados quienes sufrieron la mayor pérdida salarial en el período analizado, lo que se explica tanto por un menor crecimiento relativo del empleo como por un peor desempeño de sus salarios".[15] En cuanto al "mercado de trabajo", la central sindical afirma que pese a los "indicadores generales positivos" (el desempleo se ubica en 5,9%), "el país continúa mostrando dificultades en relación a la calidad del empleo. Este año el no registro a la seguridad social afectará a unos 460.000 ocupados, lo que si bien refleja una caída de 5% respecto a 2010 aún continúa en niveles demasiado elevados".[16] Precariedad salarial y laboral. Empobrecimiento por consecuencia.

El gobierno destaca sus programas sociales y el monto que destina en transferencias monetarias a la "población vulnerable": un millón de dólares diarios (menos del 10% del gasto social total), equivalente al 0,6% del PIB (una cantidad menor que en el gobierno de Tabaré Vázquez, que destinaba el 2,5%.). Sin embargo, el paisaje de pobreza se extiende. Alcanzaría con constatar el aumento de las personas viviendo en "asentamientos irregulares": 276.000 en todo el país. Con ver las personas que trabajan en el reciclado de basura: 15.000 en Montevideo y 3.000 en el Interior; con registrar el crecimiento del trabajo infantil (entre 5 y 14 años): 79.400 niños, de los cuales un 75% realiza labores consideradas peligrosas.

Pero la mejor fotografía del "país productivo" y, a la vez, el más contundente desmentido a las opiniones de Bonomi y sus secuaces del Ministerio del Interior, es la realidad del barrio Casavalle (37.517 habitantes). Estigmatizado como una "zona roja" de las más pesadas, poblada por malhechores y atorrantes, según una idea generalizada entre la "gente de bien", es el barrio que tiene el menor índice de desempleo en la capital (2,7%) y uno de los más bajos del país. Es decir, los "lumpenes" trabajan y trabajan. Mucho más que los de Carrasco y Pocitos. No obstante, Casavalle es el barrio con mayor cantidad de hogares pobres (60%).[17]

El gobierno intenta disociar el delito de las causas sociales. Se entiende. Lo contrario sería reconocer no solamente el estado de crisis de sus políticas asistenciales, sino las consecuencias destructivas que produce el programa económico que pactó con las instituciones financieras internacionales y con las corporaciones patronales. Por eso, su estrategia de orden público va de la mano con el orden social del capital. Valdría recordarle aquella (y vigente) definición de Engels: "Y cuando la pobreza del proletariado crece al punto de privarlo de sus medios necesarios de sobrevivencia, cuando desemboca en la miseria y en el hambre, crece más la tendencia al desprecio por todo el orden social (.) "El desprecio por el orden social se manifiesta con mayor claridad en su extrema expresión, el crimen".[18] La Policía podrá sumar e innovar mecanismos de represión al delito. Algunos volverán a fracasar. Otros resultarán eficaces y conformarán a esa ciudadanía que demanda "seguridad". Pero el "desprecio social" seguirá reproduciéndose, a la misma velocidad que se reproduce el empobrecimiento de la clase trabajadora y las capas más explotadas.


Notas

[1] El País, 10-1-2012.
[2] Ibídem.
[3] Según el Ministerio del Interior, hay 1.200.000 armas de fuego en poder de civiles en una población de 3.251.526 (Censo 2011).
[4] Rafael Paternain, fue director del Observatorio de Criminalidad del Ministerio del Interior. "Megaoperativos y pensamiento salvaje", Derechos Humanos en el Uruguay, Informe 2011, Servicio Paz y Justicia (Serpaj).
[5] Inspector mayor Diego Fernández, entrevista en el programa En Perspectiva, radio Espectador, 3-1-2012.
[6] Rafael Paternain, "Megaoperativos y pensamiento salvaje", ya citado.
[7] Entrevista en el programa En Perspectiva, radio el Espectador, 24-11-2011
[8] Entrevista en radio el Espectador, informativo, 23-11-2011.
[9] K. Marx, "Sobre el suicidio", Boitempo editorial, Sao Paulo, 2008.
[10] Citado por la agencia UyPress, 20-11-2011.
[11] Entrevista en el semanario Búsqueda, citada por Rafael Paternain en "Megaoperativos y pensamiento salvaje".
[12] Integra la ONG "El Abrojo" y dirige el Observatorio Sociodemográfico del Área Metropolitana en conjunto con la Intendencia Municipal de Montevideo.
[13] Entrevista en el programa En Perspectiva, radio el Espectador, 1-9-2011.
[14] Gustavo Leal, columna en Montevideo Portal, 29-11-2011.
[15] "La masa salarial entre 1998 y 2010". Instituto Cuesta-Duarte, PIT-CNT, diciembre 2011.
[16] Informe de coyuntura trimestral. Instituto Cuesta-Duarte, PIT-CNT, diciembre 2011.
[17] "Montevideo: una ciudad de varias caras". El País, 18-12-2011.
[18] F. Engels, "La situación de la clase obrera en Inglaterra", Editorial Esencias, Buenos Aires, 1974.

Artículo relacionado
Fuente: http://rebelion.org/noticia.php?id=142871


Soldados de EEUU orinan sobre muertos

Soldados de EEUU orinan sobre muertos



Ayer 11 de enero de 2012 apareció un video de soldados estadounidenses en Afganistán que orinan sobre los cuerpos de afganos de la resistencia muertos.
Que pases un buen día, dice uno de los soldados mientras orina sobre uno de los cuerpos sin vida que yacen en el suelo.
Este video sacude ahora la opinión mundial.
Ayer fue colocado el video de 39 segundos de duración en varios sitios de internet, entre otros en Youtube.
Todo indica que este suceso ocurrió en Afganistán.
Alguien que colocó el video en Internet afirma que se trata de un batallón de infantes de marina estadounidenses en Camp Lejeune, que cumplía tareas en la provincia de Helmand, en Afganistán.
http://www.youtube.com/watch?v=F6lR3ZGFwvI



El ‘efecto’ Macarena

PUBLICADO EN CARAS&CARETAS EL VIERNES 30 DE DICIEMBRE DE 2011
DESDE SU APARICIÓN EN EL AÑO 2000 LA NIETA DE GELMAN MODIFICÓ LA HISTORIA URUGUAYA

El ‘efecto’ Macarena

Nadie imaginó que aquella frágil jovencita de rostro lozano y largo pelo lacio que por primera vez apareció públicamente sentada en las barras de la Cámara de Diputados el 15 de junio de 2005, cuando la diputada Daniela Payssé homenajeaba a su madre, se convertiría en un referente regional en derechos humanos. Con su denuncia ante la Corte Interamericana y frente a la justicia local, Macarena Gelman logró en 2011 que el Estado uruguayo eliminara la ley de caducidad y que los antropólogos encontraran los restos del maestro Julio Castro.


TEXTO: ROGER RODRÍGUEZ

La denuncia internacional que Macarena Gelman y su abuelo Juan realizaron ante la OEA en 2006, modificó una vez más la realidad política y jurídica de Uruguay, cuyo Estado quedó obligado a cumplir con una sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la que se le ordena indagar, habilitar la justicia y reparar las violaciones a los derechos humanos cometidas en los años de la dictadura cívico-militar.

Macarena ya había provocado un profundo cambio en el año 2000, cuando fue encontrada por su abuelo en manos de la familia de un policía de Montevideo. Su sola aparición demostró que, a pesar de los dichos del presidente Julio María Sanguinetti, en Uruguay había niños desaparecidos y que, tal como lo denunciaba el poeta Juan Gelman, su nuera había sido trasladada a este país, donde dio a luz antes de ser ejecutada y desaparecida.

También fue Macarena quien en mayo de 2008 logró reabrir su causa judicial en la que el juez Pedro Salazar ordenó luego las excavaciones en el Batallón 14 de Paracaidistas de Toledo, donde este año, finalmente, fue hallado el cuerpo del maestro y periodista Julio Castro, ejecutado de dos balazos en el lugar, antes de ser enterrado para su desaparición. Una de las noticias de mayor impacto público en 2011.

En los últimos doce años, Macarena ha evolucionado de víctima a militante. Delegada de la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno argentino en Montevideo y representante de Abuelas de Plaza de Mayo en Uruguay, integrante del grupo Hijos, activa partícipe en seminarios y encuentros, la joven Gelman ha madurado su discurso hasta convertirlo en un punto de referencia en la defensa de los derechos humanos.

ACCIONES POR GELMAN

La existencia de Macarena Gelman determinó que el presidente Jorge Batlle dispusiera la creación de la Comisión para la Paz, a través de la cual el Estado uruguayo reconoció por primera vez la existencia de la desaparición forzada de personas y, más allá de las inexactitudes de su informe final, ha permitido continuar oficialmente hasta hoy las investigaciones de esas denuncias de violaciones a los derechos humanos en la dictadura.

Su aparición habilitó también las investigaciones que permitieron encontrar a Simón Riquelo o que llevaron a confirmar el traslado ilegal de detenidos como plan sistemático de la coordinación represiva del llamado Plan Cóndor. Ella misma fue víctima de esos intercambios cuando su madre, María Claudia García Iruretagoyena de Gelman, fue sacada del 'pozo' Automotores Orletti en Buenos Aires y traída a Montevideo en octubre de 1976.

Paradójicamente, el propio Jorge Batlle terminó amparando el caso Gelman en la ley de caducidad después de que la Comisión para la Paz confirmara que Macarena había sido trasladada en vientre; su madre permaneció en la sede del Servicio de Información y Defensa (SID) de Bulevar Artigas y Palmar, dio a luz en el Hospital Militar y fue ejecutada luego de que la niña fuera entregada por los militares a la familia que la finalmente la crió.

Pese a la disposición del juez penal de 2° turno, Gustavo Mirabal, la causa Gelman fue abierta y cerrada en tres oportunidades por acciones del fiscal Enrique Möller (luego asesor de un legislador blanco), quien consideró que la ley de caducidad era una amnistía y por tanto el ministerio público no debía investigar ni acusar. La situación llevó entonces a Juan y Macarena Gelman a realizar la denuncia ante los organismos internacionales.

EL FALLO DE LA CORTE

El 24 de febrero de 2011, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió su fallo por el caso Gelman y consideró que Uruguay estaba incumpliendo con los derechos de Juan y Macarena Gelman, pero que además, la existencia de la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado estaba en contra de la convención suscrita por Uruguay, algo que ya había advertido la Comisión de la OEA en 1992, durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle.

Para que no existan dudas al respecto, en el párrafo 254 de su sentencia la Corte especificó: “el Estado debe disponer que ninguna otra norma análoga, como prescripción, irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada, non bis in idem o cualquier excluyente similar de responsabilidad, sea aplicada y que las autoridades se abstengan de realizar actos que impliquen la obstrucción del proceso investigativo”.

El pronunciamiento de la Corte-IDH también llevó, el 31 de junio de este año, al presidente José PepeMujica a firmar junto con su Consejo de Ministros una resolución del Poder Ejecutivo en la que por “razones de legitimidad” se revocaron todos los actos administrativos de sus predecesores (Sanguinetti, Lacalle, Batlle y el propio Tabaré Vázquez), con los que se amparó en la ley de caducidad a los casos de violaciones a los derechos humanos.

También en el Parlamento, la mayoritaria bancada del Frente Amplio que a principios de año no había podido aprobar una ley para eliminar la caducidad terminó aprobando, el 27 de octubre, una ley por la que se le devolvió al Estado su pretensión punitiva y se habilitó al Poder Judicial a actuar en todas las causas sin que rija la prescripción de los delitos, prevista para el pasado primero de noviembre, casualmente, el día del cumpleaños de Macarena Gelman.

OFENSIVA EN RETIRADA

El fallo de la Corte Interamericana logrado por los Gelman también causó un serio perjuicio a la ‘ofensiva psicopolítica’ que había planificado para este año un grupo de militares retirados que, bajo el nombre de Foro Libertad y Concordia, salieron públicamente a defender a los criminales de lesa humanidad ya procesados por la justicia, y a presionar a los oficiales en actividad en contra del gobierno de Mujica.

El grupo de retirados, que en su mayoría actuaron en la represión durante los años de la dictadura y ahora son pasibles de ser indagados por la justicia penal, logró que algunos generales mostraran su solidaridad con otros oficiales presos, pero fracasó en su propósito de evitar que el coronel Tranquilino Machado, en particular, fuera encarcelado en junio último por el homicidio del estudiante Ramón Peré en 1973.

Los ‘indagables’ como los denominó Caras y Caretas del Foro Libertad y Concordia terminaron disolviéndose en la medida que se sucedían las denuncias que los relacionaban con grupos nazis y de ultraderecha internacionales, que algunos de sus miembros amenazaban a la prensa que los investigaba, y luego que los mandos militares comenzaron a distanciarse ante el impostergable cumplimiento del fallo de la Corte Interamericana por parte del gobierno.

Incluso el flamante comandante, general Pedro Aguerre, anunció una “inflexión” en la posición histórica de los mandos militares cuando, ante la aparición de los restos de Julio Castro, dijo públicamente que el Ejército no era “una horda, malón o algo similar” y que “no aceptará, tolerará o encubrirá a homicidas o delincuentes entre sus fuerzas”. Dijo que se respetaría los convenios suscritos por el país y revocó el “pacto de silencio”. Una orden que todavía no se ha cumplido.


LOS GELMAN

Marcelo Gelman y María Claudia García habían sido secuestrados el 24 de agosto de 1976 en Buenos Aires y trasladados al ‘pozo’ Automotores Orletti, donde también estuvieron varios uruguayos que el 5 de octubre fueron devueltos a Montevideo y desaparecidos.

Aquel 13 de octubre, Marcelo fue ejecutado y su cuerpo arrojado al río Luján en un tonel. María Claudia también fue llevada a Montevideo (se presume que el 17 de octubre) y permaneció en el SID hasta dar a luz a Macarena el primero de noviembre en el Hospital Militar. El 14 de enero de 1977 la niña fue entregada a la familia de un policía uruguayo, quien la inscribió como propia.

El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó el cuerpo de Marcelo Gelman, que fue enterrado el 6 de enero de 1989 en el cementerio de La Tablada. En febrero de 2000, el poeta Juan Gelman editó una carta pública al presidente Sanguinetti en la que reclama la aparición de su nieto o nieta. Sanguinetti negó que hubiera niños desaparecidos. En el año 2000, el presidente Jorge Batlle anunció el hallazgo de Macarena y el 9 de agosto creó la Comisión para la Paz. El 19 de junio de 2002, Juan Gelman hizo denuncia penal en Uruguay. El juez Gustavo Mirabal comenzó a tomar testimonios el 12 de febrero de 2003. Ese 10 de abril la Comisión para la Paz confirmó la desaparición de María Claudia pero no su paradero. El 28 de noviembre, Batlle amparó el caso en la Ley de Caducidad. El 4 de setiembre el fiscal Enrique Möller pidió el archivo de la causa que ante la negativa de Mirabal fue ordenada por la Suprema Corte de Justicia.

El primero de marzo de 2005, Tabaré Vázquez afirmó que el caso Gelman no estaba amparado en la ley de caducidad. El 29 de mayo fue ubicada la Base Valparaíso, donde habría estado María Claudia antes de su homicidio y el 10 de junio se pidió la reapertura judicial. El 23 de junio Vázquez permitió continuar la indagatoria, pero el fiscal Möller consideró que era “cosa juzgada”. El 8 de agosto, el Ejército entregó su informe sobre personas desaparecidas y ubicó un lugar donde estarían los restos de María Claudia. La propia Macarena concurrió al lugar, ubicado en el Batallón 14. La información era falsa. El 19 de octubre, un tribunal de apelaciones dio razón a la fiscalía y archivó el caso.

El 8 de mayo de 2006, Macarena y Juan realizaron la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El 28 de febrero de 2008, Macarena volvió a abrir su causa judicial con el juez Pedro Salazar, quien ordenó realizar excavaciones para hallar a María Claudia. El 21 de enero de 2009, la Corte Interamericana recibió la denuncia del caso Gelman y terminó pronunciándose contra el Estado uruguayo el 24 de febrero de 2011.

El 31 de junio, Mujica revocó los fallos presidenciales que ampararon casos en la impunidad. El 27 de octubre, el Parlamento aprobó una ley que eliminó la caducidad. 

El 21 de octubre se habían encontrado en el Batallón 14 los restos de un hombre, que el 1° de diciembre se confirmaron como los del maestro y periodista Julio Castro.

Del archivo (tomado de "La República")

Juan Gelman. Con matices, la emprendió contra Vázquez, Breccia, Huidobro, Batlle y el diario El País

En Uruguay "se impide la verdad"

El poeta Juan Gelman sostuvo que Tabaré Vázquez fue "ingenuo" y "no hizo nada" para investigar el caso de María Claudia García. Dijo que Alberto Breccia y Fernández Huidobro llevan adelante una "campaña perversa" contra su caso. En Uruguay, asegura, "se impide la verdad".

Gelman . "En el mejor de los casos hubo una ingenuidad de 
Tabaré".
Gelman . "En el mejor de los casos hubo una ingenuidad de Tabaré".
Contundente y lacerante el poeta argentino Juan Gelman sentenció en un reportaje que concediera al diario Página/12 que cuando fue presidente, Tabaré Vázquez "no hizo nada" para que avanzara la investigación por la desaparición de su nuera, María Claudia García Iruretagoyena. También habló sobre el ex presidente Jorge Batlle, del secretario de la presidencia Alberto Breccia y del senador EleuterioFernández Huidobro.
Dijo que si el Estado uruguayo no atiende la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que seguramente sobrevendrá motivada fundamentalmente por el mantenimiento de la ley de Caducidad en el orden jurídico nacional, el país se colocaría en una "posición humillante" ante el mundo. En el reportaje, Gelman repasa los caminos que lo llevaron a él y a su nieta Macarena a presentar el caso en los estrados internacionales, una vez agotadas las instancias en Uruguay. Repudia a quienes sostienen que lo que la familia Gelman pretende con este juicio que inició contra el Estado uruguayo, es solamente dinero.
Precisamente, en un pasaje de la entrevista señala que "el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, en una campaña perversa, dice que lo único que se trata es de dinero.
El primero que lo dijo fue Fernández Huidobro. De eso, se hizo eco el diario de derecha El País, por ahí también se habló de que queríamos humillar a Uruguay como si eso fuera el propósito. Son cosas de guerra sucia que los que se oponen ahora a la aprobación del proyecto de ley sufrieron en carne propia. Deben haber aprendido mucho. Breccia utiliza el argumento de que hubo dos consultas populares que no lograron la anulación de la Ley de Caducidad", sostiene, para recordar que "como planteó el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana Santiago Cantón, hay temas que no son plebiscitarios porque son responsabilidad del Estado. A nadie se le ocurriría plebiscitar si tiene que haber libertad de prensa o no, si tiene que haber pobreza o no o si tiene que haber justicia o no, son responsabilidades institucionales del Estado que se deben cumplir".
Gelman aclara una vez más que lo que se reclama es que la Corte Interamericana "conmine" a Uruguay a cumplir los tratados internacionales a los que el país adhirió de la Convención Americana de Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada. Estos declaran que "no son prescriptibles los crímenes de lesa humanidad". Gelman destaca que el Estado uruguayo "ha adherido y ratificado esos pactos.
Pedimos lo que pedimos toda la vida, que se investigue a fondo la suerte de mi nuera y eventualmente que se encuentren los restos".

"Vázquez no hizo nada"

El poeta argentino aclara que en la demanda internacional a Uruguay se comprenderá a todas las instituciones del Estado. "No sólo como el Ejecutivo, sino como el Parlamento, la Justicia". Recuerda que el ex presidente Julio María Sanguinetti "sabía perfectamente quién tenía a mi nieta y se quejó porque según él yo le había dado solamente cuatro meses para averiguarlo". Relata que él había encontrado a su nieta Macarena "a fines de 1999 y a través de un intermediario nos pusimos en contacto con la señora que la crió". "El presidente Batlle (...) a fin de marzo (del año 2000) nos quiso ver inmediatamente porque alguien le había dicho que habíamos encontrado a mi nieta y él entonces hizo la investigación con un militar y quería hacer el anuncio público. Claro que Batlle lo hizo con un fin político".
Cuando llega el año 2005, Gelman reconoce que "hubo un cambio" cuando Tabaré Vázquez asumió la Presidencia y anunció que retiraba de la Ley de Caducidad el caso de su nuera (pero) "Vázquez no hizo nada para que la investigación continuara. Tabaré ordenó una excavación en la que se produjo una escena terrible.
En el Batallón 14, el comandante en jefe del Ejército, el general (Angel) Bertolotti, le dijo a mi nieta que en un círculo de un radio de cinco metros estaban, con un 99,9 por ciento de probabilidad, los restos de su madre.
No encontraron nada, el gobierno cesó las excavaciones. En el mejor de los casos hubo una ingenuidad de Tabaré que supuso que el Ejército, al cual ordenó la investigación, iba a denunciarse a sí mismo, cosa que no sucede en ninguna parte. Hay una suerte de tejido cívico militar que incluye a jueces, políticos, que impide el conocimiento de la verdad".