Primera carta a las izquierdas


Envío de SERPAL Nº 442 - 11

Enviado por Julio-Néstor Sosa Benia

       >>   Primera carta a las izquierdas

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          Yo conocí a Bolívar, una mañana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento
        y le dije, "¿Padre, tu eres o no eres o quién eres ? "
        Mirando el cuartel de la montaña, él me respondió:
        "Resurjo cada cien años
        cuando resurge el pueblo."

                                         Pablo Neruda - julio 1904 - setiembre 1973
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Estimados amigos,

    La definición de "ser de izquierdas" para explicar una posición política, económica y social, siempre fue un término genérico pero con muchas variables específicas.

    Pero en las últimas décadas, el concepto de "izquierda" se ha tornado todavía más difuso. Tanto que hay quienes afirman que para no equivocarse, es preferible
 estudiar los movimientos y acciones de los centros de poder del capitalismo, y situarse en las antípodas. Ese apunte un tanto infantil, tiene sin embargo su razón de ser 
 en las debilidades y claudicaciones de partidos, sindicatos y organizaciones que se autodefinen "de izquierdas" y en muchos casos son simples relevos coyunturales
 para alternarse en el gobierno o para ser "gestores" entre capital y trabajo, pero sin afectar los fundamentos del sistema, ni la distribución de la riqueza, ni los privilegios
 del poder económico.

     Hoy, cuando en América Latina se desarrollan diversos procesos mediante los cuales los pueblos intentan ser verdaderos protagonistas de su  historia y por formas diversas se producen transformaciones, cambios, y se avanza en la participación democrática de los ciudadanos, es importante replantearse esa  definición de "ser de izquierdas", para tener referencias comunes, para facilitar los avances colectivos de las sociedades. Igualmente en Europa, donde las social- democracias en muchos casos se han mimetizado con los sectores conservadores, y tanto desde los gobiernos como desde la oposición terminan siendo meros ejecutores  de los dictados de los "mercados" y el sistema financiero.


   La irrupción de movimientos ciudadanos, como los protagonistas de los movimientos exigiendo democracia y participación en los países árabes, el Movimiento  
 Democracia Real Ya y el 15M en España, los otros "indignados" en Grecia, en Francia, en Italia, en Portugal, o incluso en Brasil, o el movimiento estudiantil en Chile, son la 
 expresión de un replanteo de objetivos y de formas en la lucha social y política. Nuevas alternativas que sacuden el inmovilismo o la miopía de muchas de aquellas
 estructuras de la izquierda. Un proceso natural que no solo cuestiona viejas recetas aplicadas a nuevas situaciones, sino que implican una actualización en la práctica de las
 luchas sociales. Una actualización más necesaria que nunca ante el avance demoledor de un sistema de poder global regido por un capitalismo salvaje al que solo le
 importan los beneficios, sembrando a su paso miseria, marginación, retroceso social y la destrucción medio ambiental.

   Estos son los fundamentos de un debate necesario, del aporte de reflexiones, puntos de partida. Por ello,  en este envío, compartimos "Primera carta a las izquierdas", del
sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. /   Redacción de SERPAL.
       
>>  Primera carta a las izquierdas
        Por Boaventura de Sousa Santos *
    No pongo en cuestión que exista un futuro para las izquierdas, pero su futuro no será una continuación lineal de su pasado. Definir lo que tienen en común equivale a responder la pregunta: ¿qué es la izquierda?.  La izquierda es un conjunto de posiciones políticas que comparten el ideal de que los seres humanos tienen todos el mismo valor, y que son el valor más alto. Ese ideal es puesto en cuestión siempre que hay relaciones sociales de poder de-sigual, esto es, de dominación. En este caso, algunos individuos o grupos satisfacen algunas de sus necesidades transformando a otros individuos o grupos en medios para sus fines. El capitalismo no es la única fuente de dominación, pero es una fuente importante.
Las diferentes comprensiones de este ideal produjeron diversas fracturas. Las principales fueron respuestas opuestas a las siguientes preguntas. ¿Puede el capitalismo ser reformado para mejorar la suerte de los dominados, o esto sólo es posible más allá del capitalismo? ¿La lucha social debe ser conducida por una clase (la clase obrera) o por diferentes clases o grupos sociales? ¿Debe ser conducida dentro de las instituciones democráticas o fuera de ellas? ¿El Estado es, en sí mismo, una relación de dominación, o puede ser movilizado para combatir las relaciones de dominación?




Las respuestas opuestas a estas preguntas estuvieron en el origen de violentas fracturas. En nombre de la izquierda se cometieron atrocidades contra la izquierda; pero, en su conjunto, las izquierdas dominaron el siglo XX (a pesar del nazismo, el fascismo y el colonialismo) y el mundo se volvió más libre e igualitario gracias a ellas. Este siglo corto de las izquierdas terminó con la caída del Muro de Berlín. Los últimos treinta años fueron marcados, por un lado, por una gestión de ruinas y de inercias y, por el otro, por la emergencia de nuevas luchas contra la dominación, con otros actores y otros lenguajes que las izquierdas no pudieron entender.
Mientras tanto, liberado de las izquierdas, el capitalismo volvió a mostrar su vocación antisocial. Ahora vuelve a ser urgente reconstruir las izquierdas para evitar la barbarie.
¿Cómo recomenzar? Con la aceptación de las siguientes ideas:
Primero, el mundo se diversificó y la diversidad se instaló en el interior de cada país. La comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo; no hay internacionalismo sin interculturalismo.
Segundo, el capitalismo concibe a la democracia como un instrumento de acumulación; si es preciso, la reduce a la irrelevancia y, si encuentra otro instrumento más eficiente, prescinde de ella (el caso de China). La defensa de la democracia de alta intensidad debe ser la gran bandera de las izquierdas.
Tercero, el capitalismo es amoral y no entiende el concepto de dignidad humana; defender esta dignidad es una lucha contra el capitalismo y nunca con el capitalismo (en el capitalismo, incluso las limosnas sólo existen como relaciones públicas).
Cuarto, la experiencia del mundo muestra que hay inmensas realidades no capitalistas, guiadas por la reciprocidad y el cooperativismo, a la espera de ser valoradas como el futuro dentro del presente.
Quinto, el siglo pasado reveló que la relación de los humanos con la naturaleza es una relación de dominación contra la cual hay que luchar; el crecimiento económico no es infinito.
Sexto, la propiedad privada sólo es un bien social si es una entre varias formas de propiedad y si todas están protegidas; hay bienes comunes de la humanidad (como el agua y el aire).
Séptimo, el siglo corto de las izquierdas fue suficiente para crear un espíritu igualitario entre los seres humanos que sobresale en todas las encuestas; éste es un patrimonio de las izquierdas que ellas han estado dilapidando.
Octavo, el capitalismo precisa otras formas de dominación para florecer, del racismo al sexismo y la guerra, y todas deben ser combatidas.
Noveno, el Estado es un animal extraño, mitad ángel y mitad monstruo, pero, sin él, muchos otros monstruos andarían sueltos, insaciables, a la caza de ángeles indefensos. Mejor Estado, siempre; menos Estado, nunca.
Con estas ideas, las izquierdas seguirán siendo varias, aunque ya no es probable que se maten unas a otras y es posible que se unan para detener la barbarie que se aproxima.
* Doctor en Sociología del Derecho.
  Traducción: Javier Lorca. 
   Fuente: "Página 12", Argentina.
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    24 de setiembre de 2011.
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        Contra el silencio de los corderos,  comunicación alternativa



ENTREVISTA AL GENERAL VICTOR LICANDRO

entrevista completa de Voces del Frente, al Gral Licandro del 2006 reproducida en abril 2011
ENTREVISTA AL GENERAL VICTOR LICANDRO (2006)“Si seguimos así no vamos a mantener el gobierno”
Por Jorge Lauro y Alfredo García / Fotos Rodrigo López
publicado a la‎(s)‎ 01/04/2011 06:19 por Semanario Voces

Veníamos insistiendo hace tiempo pero el General declinaba amablemente la entrevista. Gracias a la constancia de nuestro compañero Miguel Aguirre Bayley, la semana pasada Licandro nos dio el sí. Tiene ochenta y ocho años, una lucidez asombrosa y un manejo de la computadora que lo habilitaría como un peligroso hacker. Quisiéramos tener su capacidad de trabajo, concentración y análisis. Es uno de los pocos fundadores del Frente Amplio que aún conservamos y no tiene problemas en decir lo que piensa. ¿Conciencia crítica? ¿Reserva moral? ¿Voz de alarma? ¿El General tiene quien lo escuche?
¿Considera inconvenientes las salidas de contingentes militares uruguayos en misiones para el mantenimiento de la paz en el exterior?
-Todas las salidas al exterior para el mantenimiento de la paz son inconvenientes para Uruguay. Voy a hacer un poco de historia acerca de cómo se generan estas misiones de paz. En gran medida, surgen a partir de la descolonización cuando las potencias que han ocupado territorios en Asia y en África empiezan a dejar para atrás a los países colonizados que no controla directamente el imperio norteamericano. Allí comienzan los conflictos internos, se produce un desequilibrio en la sociedad y las grandes empresas se encuentran con falta de seguridad para su funcionamiento. Es, entonces, que aparecen las misiones de paz porque las grandes empresas consiguen que las Naciones Unidas actúen para asegurar el orden, restablecer la paz y facilitar nuevamente el funcionamiento del andamiaje administrativo, que les permitirá salvaguardar sus intereses...
¿Puede ilustrarlo con algún ejemplo?

-Hay casos muy claros como, por ejemplo, cuando Uruguay envió tropas a Mozambique. ¿Qué era lo que ocurría? La empresa que sacaba sus productos de las minas de África por el Océano Índico lo hacía a través de esa república de África oriental. El conflicto de Mozambique les cortaba las líneas de comunicación y las FF.AA. uruguayas en las Naciones Unidas fueron a dar un orden y seguridad, no al gobierno, sino a las grandes empresas que ni siquiera estaban establecidas en Mozambique. Las misiones de paz, por lo tanto, se crean para resolver situaciones que el colonialismo había dejado pendientes y que el nuevo mapa político del mundo y la presencia de los EE.UU. tampoco resolvía.
¿Qué características tienen esas misiones?
-Ese es otro aspecto a aclarar cuando se habla de la misión que cumplen las FF.AA. Hay un argumento que dice que son misiones muy parecidas a las del campo de guerra y que son para entrenamiento. Pero no es así, porque nosotros en Uruguay tenemos una doctrina de empleo orientada fundamentalmente a que las FF.AA. son para integrar la defensa nacional militar en caso de guerra, y el orden interno, el orden policial, está bajo la responsabilidad del Ministerio del Interior. Es decir, que cuando se está hablando de las situaciones en Haití, en el Congo o Eritrea, por citar sólo algunos casos, se está haciendo policía, se está estableciendo el orden interno. Se trata de un aprendizaje de orden interno policial. Todos sabemos el enorme daño que las FF.AA. de ocupación en la época de la dictadura le hicieron a la sociedad uruguaya. Conceptualmente no puedo compartir que las FF.AA. vayan a perfeccionizarse en el orden interno en Haití, porque esa conducta después la aplican aquí en Uruguay. Yo no quiero más FF.AA. militarizando a la sociedad uruguaya...
... Pero en el Congo hubo más de cuatro millones de muertos por los enfrentamientos en unos cuatro años. Las FF.AA. uruguayas, obviamente, no van a detener un conflicto de esa magnitud. Sin embargo, a partir de la presencia de las Naciones Unidas las muertes por el conflicto han disminuido considerablemente...
-Eso es muy cierto, pero yo me estoy refiriendo a las generalidades. En algún caso en particular, pueden generarse estas situaciones. Uruguay no creó el problema del Congo. Yo sostengo que las FF.AA. que van al Congo no se preparan para la defensa militar nacional en caso de una agresión militar externa, sino que se preparan solamente para manejar la subversión, la insurgencia. Con relación a este tema voy a hacer una referencia puntual.
El doctor Luis Alberto Lacalle, ya electo Presidente de la República, en enero de 1990 fue a EE.UU. y visitó el Pentágono.
A la salida de las reuniones, ante el requerimiento de los periodistas, respondió que había ido a pedir ayuda para preparar a las FF.AA. en la contrainsurgencia. Ese pensamiento, Lacalle lo reiteró en un seminario organizado en la Cámara de Representantes.
 Ese seminario se hizo con el apoyo del Centro Hemisférico de Defensa y Seguridad que depende del Ministerio de Defensa norteamericano y funciona en Washington.
El 15 de junio pasado, en ocasión de la apertura del Debate sobre Defensa Nacional, hicieron uso de la palabra la ministra Berruti, los ex presidentes Lacalle y Sanguinetti, el Presidente Vázquez y el representante de las Naciones Unidas por el Programa de Desarrollo. El ex presidente Lacalle volvió a insistir en su posición, es decir que para el herrerismo es un tema recurrente. Ellos insisten en ese tipo de  preparación.
¿Las misiones de paz le dejan algún beneficio a Uruguay o, por el contrario, le originan más gastos al país?
-Ese es otro aspecto que lo venimos reclamando desde siempre a través de Korzeniak en el Parlamento, pero no hemos tenido contestación. Lo hemos pedido en la Comisión de Defensa del Senado.
Este año cuando el Subsecretario Bayardi, fue a la Mesa Política para pedir el apoyo del Frente Amplio para el envío de un refuerzo de tropas a Haití para cubrir los efectivos que España retiraba, señalé que hay gastos que no sabemos quién los paga, mientras otros gastos sabemos muy bien en quiénes recaen.
Desde mi punto de vista, es indispensable hacer un balance de lo que cuesta cada efectivo militar que sale en misión. Hasta donde tengo información, las Naciones Unidas pagan un salario a cada militar que integra el Batallón, si ese militar va de  observador le da otra suma mensual.
Las Naciones Unidas tienen, para tomar un ejemplo, una tabla que rige para cada vehículo y para cada material que entrega el Batallón y calcula los gastos por el desgaste que se produce por el trabajo que insume la misión.
Tanto es así que cuando un vehículo está en reparación o fuera de funcionamiento, lo deducen del importe total. Aportan aproximadamente un 30% del material.
Eso es lo que pagan las Naciones Unidas.
Pero hay que hacer  el cálculo de lo que el Estado le paga al soldado.
El soldado tiene un sueldo y una compensación salarial. Asimismo, recibe toda la infraestructura relativa a alojamientos, establecimientos de entrenamiento y mantenimiento del equipo, siempre a cargo del  Estado. Eso no lo pagan las Naciones Unidas. A todo esto hay que agregarle un período de preparación de varios meses que también lo paga el Estado. Cuando el soldado sale del país, recibe una batería de vacunas preventivas para evitar cualquier tipo enfermedad o peste que también paga la sanidad uruguaya...
... Pero entonces hay un discurso que no refleja la realidad.

-Hace unos días, cuando fue a la Mesa Política con su equipo, yo le explicaba a la ministra de Salud Pública que la sanidad militar prepara al soldado para la misión. Pero muchas veces ocurre que de regreso al país puede volver con una lacra física o mental que repercute en la familia. A vía de ejemplo, desde 1971 yo estoy pagando más de mil pesos por mes a la sanidad militar, salvo cuando personal de la policía me llevó esposado por la espalda a la cárcel de la dictadura, en la que estuve detenido durante casi diez años. Desde mi salida nunca más entré a la sanidad militar y, sin embargo, sigo pagando todos los meses. No uso la sanidad, pero la pago. Lo pagamos todos. Lo paga rentas generales. Lo paga el pueblo.
Cuando en la Mesa Política yo plantee una pregunta sobre este tema, el Subsecretario Bayardi quedó en informar a la Mesa Política y en particular al “compañero Licandro” el detalle de ese balance, acerca de cuánto cuesta enviar un soldado, recibirlo y después recuperarlo; cuánto aportan las Naciones Unidas y cuánto paga el Estado...
... Pero a juzgar por un documento de las FF.AA. se trata de una fuente de recursos para el Estado.
-Ese documento de las FF.AA. está en la ponencia del Ejército en este diálogo sobre Defensa Nacional. No sólo sostiene que las misiones de paz son una fuente de recursos para el Estado sino que, además, establece que se trata de un mecanismo de proyección comercial porque donde va Uruguay -afirman- hay una serie de posibilidades de ventas o colocación de productos. Hacen hincapié en las UPA (Unidad Potabilizadora de Agua). Lo que se recibe por la venta de cada una de ellas, es apenas una parte ínfima con relación a todo lo que gasta OSE... En definitiva, respecto a estas misiones de paz yo tengo mis grandes reservas: desde el punto de vista del origen de los conflictos y de la misión que cumplen, a lo que agrego que no sirven para la preparación de la defensa nacional. Además, los gastos no están cubiertos por las Naciones Unidas y las secuelas que se producen desde el punto de vista social en los individuos que regresan, muchas veces rompen el vínculo familiar y crean problemas de carácter psíquico.
Hay otro aspecto a señalar también. Por ejemplo, se enviaron vehículos para Haití y, aunque parezca inverosímil, uno de los argumentos del oficial a cargo del embarque era que se trataba de material originario o reparado en Uruguay. Por esa vía sostienen que da trabajo a la industria nacional y a los obreros siderúrgicos...
¿Funciona en Uruguay una escuela de preparación para las misiones de paz? ¿Qué nos puede decir al respecto?
-En este momento, en el quilómetro 14 del Camino Maldonado funciona la Escuela de preparación para las misiones de paz. Hay todo un sistema en el que participan los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional y la Presidencia de la República. Cuando yo empleo el término “que actúan como mercenarios” es porque uno de los argumentos que se manejan, es que van y les pagan. Pero si van a hacer alguna función del tipo militar policial porque les van a pagar, eso es mercenario. En ese sentido, manejan las cosas de una forma muy parecida a lo que los mercenarios -verdaderamente mercenarios- existen en el mercado mundial, que son esas compañías que venden seguridad provenientes de EE.UU. o de Europa. Se trata de una enorme industria de seguridad extendida a nivel mundial, que abarca las etapas de reclutamiento, equipamiento, transporte,  alimentación.
¿Ha habido cambios en el Frente Amplio, desde que asumió el gobierno, con relación a su posición histórica emanada de sus documentos fundacionales?
-Sí, ha habido un profundo cambio. Yo recomiendo leer las versiones de las Cámaras cuando a fines de 2004 argumentaban Fernández Huidobro, Bayardi y Carlos Baráibar por qué el Frente Amplio, que siempre había votado en contra del envío de contingentes militares, cambiaba su voto a favor, situación que volvió a repetirse en el transcurso de 2005...
¿Estos cambios de posición tan sustanciales pueden atribuirse a razones de Estado?
-Eso no lo sé. En mayo de 2004 en una contratapa del diario “La República”, Fernández Huidobro proponía que Uruguay ofreciera y mandara tropas a Irak -por ese entonces EE.UU., Gran Bretaña y España ya estaban en Irak-, argumentando que sería una actitud patriótica y que ello lo establecía la Constitución de la República.  A la Mesa Política del Frente Amplio y a Fernández Huidobro en particular, les envié un escrito muy detallado donde les señalaba que era un profundo error hacerle decir a la Constitución lo que la propia Constitución no decía. Y que no correspondía hablar de patriotismo cuando lo que se proponía era ir y apuntalar al Imperio,  que lo que hizo fue ir en busca del petróleo y no a otra cosa.
¿Quién o quiénes definen la política militar en el Frente Amplio?
-Por ahora, los interlocutores son Bayardi y Fernández Huidobro. Tuve la responsabilidad de la Comisión de Defensa del Frente Amplio hasta marzo de 2005. Hay muchos trabajos míos que he presentado en el seno de la Comisión de Defensa Nacional y en la Mesa Política, donde doy mi posición sobre cada uno de estos temas. Cuando el gobierno asumió el 1º de marzo de 2005, fundamentalmente por problemas familiares, decliné todas mis responsabilidades en la Comisión de Defensa Nacional.
En el correr de esos días envié una nota dando cuenta de mi decisión. Luego me visitaron el presidente del Frente Amplio Jorge Brovetto, León Lev, y el delegado de las Bases, Velásquez. en nombre de la Mesa Política, y me pidieron mis razones para tal determinación. Yo tenía preparado un informe al respecto y se los leí. Estuvieron más de dos horas en casa y le entregué al presidente Brovetto ese material.
Las razones que yo expuse no eran solamente por enfermedad y de carácter familiar. Tanto mi señora Nair como yo teníamos problemas de salud. Pero yo también tenía una profunda preocupación por lo que estaba pasando en temas de Defensa Nacional.
También dejé de concurrir a la Mesa Política. Sin embargo, continué con mis responsabilidades en el Tribunal de Conducta Política porque, en cierta medida, podía administrar los tiempos con menos dificultad. Fue una opción para esos momentos.
¿Siguió de cerca los acontecimientos de la vida política nacional y en particular del Frente Amplio?
Corté amarras en la mecánica diaria del Frente Amplio en marzo de 2004 y ya desde el 1º de marzo de ese año, sin querer, había tomado distancia.
Porque ese 1º de marzo de mañana un periodista me llamó para pedirme opinión sobre los pasos del nuevo gobierno.
Allí dije que “yo integro la fuerza política del gobierno, pero yo no integro el equipo de gobierno ni lo voy a integrar”. En la medida de mis posibilidades, yo mandé varios documentos al Frente Amplio sobre los temas específicos de Defensa Nacional.
De todas maneras, mantuve mi relación con la secretaría de la Mesa Política y regularmente recibía toda la documentación del Frente Amplio: actas, orden del día, documentos... pues seguía concurriendo al Tribunal de Conducta Política, que presido desde mayo de 1994.
¿Y a la Mesa Política?
-Concurro como invitado a la Mesa Política y actúo como un miembro más aunque siempre aclaro: “yo no tengo una relación estatutaria, no voto; y como no voto, no hago mociones, sólo sugerencias”.
Por eso he ido conociendo todo lo que pasó en el Frente. Este año, después del receso, me reintegré a la Mesa Política. Normalmente cuando se presenta algo pido la palabra y hablo. Y cuando digo algo que siento que tiene algún valor después lo escribo y lo envío por escrito ratificando lo dicho.
 El tema de Defensa Nacional se manejó en la Comisión de Defensa del Frente Amplio. Allí se generaron los documentos que fueron a los congresos. A partir del año 94, hice una compulsa a todos los sectores  y me mandaron su opinión sobre Defensa. A partir de allí se elaboró un material que constituye los lineamientos básicos del Frente Amplio en Defensa Nacional y empleo de las FF.AA. Tienen su origen en un trabajo realizado en 1986, de la primera Comisión Especial de Defensa Nacional que integraban el general Arturo Baliñas, el doctor José Korzeniak, el senador Hugo Batalla y el diputado Yamandú Sica Blanco y presidida por mí.
A partir de ahí hay un pensamiento frenteamplista sobre Defensa Nacional y FF.AA. que  han sido confirmados por los congresos, incluido el congreso “Héctor Rodríguez”, de diciembre de 2003.
Después, en el 2004, hubo un trabajo elaborado por el “Ámbito de análisis”, integrado por la Comisión de Defensa y los legisladores que estaban en  área de Defensa, Fernández Huidobro, Korzeniak, Bayardi, Brum Canet y Menéndez, entre otros.
Ese grupo hizo un estudio que presentó en setiembre de ese año y se consideró que ese documento estaba aprobado. Ocurrió que los legisladores ya en el 2004 habían dado el “Grito de Ipiranga”. Y la Mesa Política ha resultado inoperante en ese sentido, porque nunca le llegaban los temas de Defensa y hasta hoy  se ha mantenido una prolongada omisión en la consideración del tema.
Por eso hay papeles escritos que dan el pensamiento del Frente Amplio y actores políticos que andan por otro lado.
¿Y la ministra de Defensa?
-No entro en la relación personal con la doctora Azucena Berruti, quien desde el primer momento me hizo el honor de venir a conversar conmigo. Le expresé mi apoyo pero sin comprometerme. Me doy cuenta que el camino que se sigue en el Ministerio de Defensa no tiene mucha atadura con lo del Frente Amplio, pese que he escuchado decir al querido compañero Tabaré Vázquez, Presidente de la República, que hay dos biblias: la Constitución de la República y el Programa del Frente. Pero él tiene sus asesores. Y lo que está saliendo del Poder Ejecutivo a mí no me conforma mucho.
¿Qué piensa de la autorización para las operaciones Unitas?
-Cuando me enteré por la prensa que estaba planteado el tema en el 2004, lo llevé a la Mesa Política. El Frente tiene una posición negativa desde 1985. El primer documento lo presentó Hugo Batalla en la Comisión y después en el Plenario del Senado.
Al año siguiente el senador Luis Senatore volvió a leer ese material. Y a partir de ahí es el pensamiento del Frente Amplio.
En ese documento se desarrolla la historia del imperialismo yanki. Una vez dije en Buenos Aires que el Sistema Militar Interamericano es el Sistema Militar Panamericano regenteado por el Pentágono. Y esa frase dio la vuelta al mundo.
Sin embargo, en el 2004 votan las Operaciones Unitas. Cuando leí que el Senado había votado la autorización, pedí a la Mesa Política que tomara la resolución de que los diputados votaran en contra.
 A instancias del presidente de la Mesa se aceptó que se llamara al senador Fernández Huidobro y al diputado Bayardi para que explicaran su posición antes de tomar una resolución.
Yo dije: “pero en el correr de la semana la Cámara de Diputados va a reunirse para votar esto”. La presidencia dijo que no tenía ninguna referencia que eso fuera así.
Entonces esperamos al lunes siguiente y mientras tanto el miércoles se votó.  Y el año pasado, cuando volvieron a plantear el tema en la Mesa Política, Fernández Huidobro y Bayardi, volví a dar todos mis argumentos.
Tengo una vieja tradición de oposición, por muchas razones, entre otras porque estuve en el Colegio Interamericano de Defensa en el año 1964, y mamé lo que es el sistema, lo que es el imperio en la parte militar y no lo he perdido de vista.
Incluso Usted ha relatado que se encontró en esa oportunidad con militares latinoamericanos que se confesaban como hombres del Pentágono.
-Me había hecho muy amigo con un coronel guatemalteco porque vivía con su familia en el departamento de enfrente al mío. Y él un día me dijo que no venía por su gobierno, que era enemigo del Presidente Peralta de Guatemala y que lo había llevado el Pentágono. Lo de las repúblicas bananeras no es un dicho nada más, es una figura real de organización política.
¿Sirve para algo el debate que se está llevando adelante con relación a FF.AA. y Defensa?
-En la comisión de 1985 establecimos lineamientos, pero preconizábamos la democratización de la discusión de la Defensa Nacional y las FF.AA.
Nuestro diputado Gonzalo Carámbula lo llevó a la Comisión de Defensa y allí no tuvo suerte, los otros no querían discutir nada.
El ministro de Defensa de aquella época, general Hugo Medina había señalado que no daba información sobre la Conferencia de Mar del Plata porque las actas eran secretas. Y que sólo lo daría a conocer si el Presidente lo disponía.
En esa sesión quedó claro que Medina le planteaba a Gonzalo Carámbula que estaba ideológicamente en la antítesis de su posición.
Él se consideraba demócrata y a Carámbula lo consideraba comunista, “una mala palabra”.
Así que no le daba información a un diputado integrante de un poder del Estado sobre la Conferencia de Comandantes de Ejército, aunque sí se la daba a los otros comandantes de eventuales países enemigos.
Quiere decir que hay todo un proceso que me ha ido llevando a decir que las Unitas son inconvenientes.
Desde la época de la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron los principios de defensa continental para atender ataques armados desde el exterior.
Y fue EE.UU. que llevó a la “taylorización” de la defensa continental.
Dijeron que ellos tomaban en sus manos la defensa externa, la acción naval, la acción aérea y, cuando aparecieron los cohetes intercontinentales, la acción misilística.
Dejaron en manos de los demás países  el orden y la seguridad internos en sus FF.AA.  Seguridad externa e interna, a ambas le  dieron carácter de militar.

¿Por qué?
-Porque consideraban que la subversión interna era producto del movimiento comunista internacional. Cuando Lacalle habla de la subversión nunca piensa en el comunismo internacional; piensa en la gente que está en contra del orden establecido que le sirve de corsé al sistema capitalista.
Eso es la doctrina de la seguridad nacional, el empleo de las FF.AA. para impedir la reacción de las poblaciones dando seguridad a la aplicación de las políticas económicas neoliberales, que son las que sirven a las grandes compañías…
…La doctrina de la seguridad nacional ha retrocedido en todo el Cono Sur. Las FF.AA. no han intervenido por mucho tiempo, ni aún en la Argentina durante los sucesos de 2001, cuando se sucedieron cinco presidentes en una semana, que en cualquier circunstancia anterior hubieran estado al acecho para dar el cuartelazo.
-Ahí juega la ley de Defensa Nacional del año 1988, que determinó que las FF.AA. eran exclusivamente para la defensa en caso de ataque armado del exterior y no pueden participar en la inteligencia interna. Por eso no se metieron.
¿En el Uruguay han estado prescindentes del devenir político?
-
Es una expresión que yo no creo.
No, es una pregunta.
-Las FF.AA. en la época de la dictadura fueron FF.AA. de ocupación. Ocuparon todo el territorio nacional y todas las actividades estuvieron bajo control militar. Son corporativas, sobredimensionadas, autonómicas y con una ideología que era el anticomunismo.
Cuando digo sobredimensionadas es porque en 1968, por ejemplo, el Ministerio de Defensa tenía 16.000 efectivos, y el 1° de marzo de 1985, al salir de la dictadura, había 42.700. Hoy hay 32.000, el doble que antes de la dictadura.
Yo veo en las FF.AA. una confirmación de lo que venían haciendo antes. No veo cambios. Hay una continuidad en el orden de pensamiento. Sigue habiendo autonomía, hacen los pedidos para hacer tal o cual cosa y les dicen que sí; generan sus misiones.
Hay una captación de gente que pertenece a los mismos cuadros anteriores, si uno mira el escalafón los nombres son los de hijos y nietos de aquellos que hoy se dice que son “carcamanes”.
Yo pregunto si un hijo reniega de su padre o un nieto de su abuelo. Así nos va. En el momento actual hay una continuidad de aquellas FF.AA. con las actuales. El corporativismo se acentuó, y lo vemos, porque cuando estos criminales han querido ser llevados ante la Justicia, es la corporación, la institución militar y las instituciones sociales militares, las que salen en su defensa. Han salido a buscar plata para pagarles los abogados.
Eso no es espíritu de cuerpo, es corporación casi de la “Cosa Nostra”, defendiendo la familia.
¿Y esto no se trata en el Frente Amplio?
-Yo soy muy firme cuando hablo de una prolongada omisión en tratar los temas de Defensa. Pero no veo que en la organización política se habilite la discusión de las cosas. Hay un divorcio entre la fuerza política y la organización que dirige a la fuerza política y los parlamentarios que votan los proyectos de ley. Lo que se está haciendo es diferente a lo que está en los documentos. Pero la fuerza política no toma decisión en ello, asimila lo que le traen hecho. Este año los parlamentarios no plantearon nada de Defensa, y ya estamos en julio.
¿Hay miopía de los dirigentes políticos que están hoy en el Gobierno?
-No creo que sea miopía.
Creo que puede haber compromisos. En algún momento un periodista equivocadamente dijo que yo había propuesto un acercamiento del Frente Amplio con las FF.AA. Y yo no propuse eso, yo hablé de relacionamiento.
Desde mi punto de vista hay una diferencia sustancial entre ambas cosas.
Creo que algunos sectores políticos buscaron ese acercamiento, y en la medida que se arrimaba la posibilidad de acceder al gobierno intentaron profundizarlo.
Creo que esa búsqueda los fue llevando a disimular una serie de cosas de lo que había dentro de las FF.AA. y de lo que impulsaba el Frente Amplio.
¿Hubo entonces una estrategia de acercamiento de algunos sectores de izquierda?
-No tengo dudas.
Ese acercamiento ¿implicó compromisos?
-Para algunos, sí. Lo dijo el senador Jorge Saravia del MPP hace muy poco: que los militares adhirieron y votaron al MPP y ellos los tienen que defender. Quiere decir que hubo algún compromiso.
¿Qué tipo de compromisos?
-El compromiso que surge de los hechos. Hay unas FF.AA. con una conducta en base a la misión y la organización que tenían, que asumieron y llevaron adelante.
Porque la Ley Orgánica que está vigente es la que votaron las FF.AA. en marzo de 1984.
Es la misma con la modificación de algún artículo en 1986.
Hay gente que se olvida hasta de esas modificaciones y aún hay alguna fuerza armada que cuando se refiere a sí misma lo hace con la vieja Ley Orgánica.
Por eso todavía siguen hablando de que las FF.AA están para la seguridad interior y exterior, cosa que fue cambiada por una razón filosófica para dejar atrás la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Lo de seguridad interior se sacó, pero cuando asumió Lacalle, con la aprobación de Ley de Presupuesto, volvió a introducirlo en sus anexos. Gargano dijo en el Senado que por caminos sesgados habían puesto las modificaciones que habían sido cambiadas por el Senado, y se volvía a lo de la dictadura. Y con otra peligrosidad, que en la dictadura era de hecho, y acá aparecía el derecho. El orden interno, servicios esenciales, acción cívica, ayuda a la comunidad, todas esas cosas las incorporaron en los anexos.
El ministro de Defensa de la época, el doctor Mariano Brito, una vez que le plantearon aquello dijo: “No, es legal, está en la Ley de Presupuesto”. Y es verdad, el artículo 1º de la Ley decía: “El articulado y los anexos que la acompañan integran la presente Ley”. Lo agregaron en los anexos, esos que nadie lee. Y lo afirmo, pues desde hace muchos años lo voy a buscar allí, porque sé que el cangrejo siempre está debajo de la piedra.
Entonces tenemos unas FF.AA. que no han cambiado estructuralmente con relación a la dictadura, se han ido muriendo algunos personajes, y los retirados, que mayoritariamente estuvieron implicados en aquello, siguen pesando...
-¿Sabe por qué pesan? Porque son los directivos de los centros sociales militares, que son centros de poder. Yo estuve cinco años como secretario general del Centro Militar y sé lo que pasa allí adentro. Conozco, como decía Martí, al monstruo porque viví en sus entrañas.
¿Las logias siguen existiendo e influyendo?
-Yo no las conocía. Reconozco mi ignorancia. Después me fui enterando. Y me encuentro ahora con que sectores del  partido político al que pertenezco dicen que tienen relación con determinadas logias. Bueno, entonces ahí hay compromisos, quieran o no quieran. Estas FF.AA. no fueron depuradas. Ni el Partido Nacional ni el Colorado cambiaron nada. Si miramos quiénes dieron el golpe de Estado e integraron el Consejo de Estado entenderemos: eran blancos y colorados.
¿Y la izquierda cambia algo?
-Son los propios blancos y colorados que le están señalando al Gobierno que llegó y cambió de posición. Con este problema de Santa Catalina, nada menos que este diputado –y no me miren la expresión que pongo- García Pintos terminó diciendo que el Frente Amplio cambió, que dijo una cosa y ahora apoya otra. Está claro que están cambiando.
Yo hablo sólo de Defensa, no me meto en las otras cosas.
Un acuerdo de libre comercio con EE.UU. forma parte de una trilogía sustancial que apuntala al imperialismo.
Yo les recuerdo a los compañeros que el 4 de noviembre de 1991 en Fort Mc Nair en Washington DC se inauguró la 17º Conferencia de Ejércitos Americanos. Y la inauguración la abrió con un discurso Richard Chenney, hoy vicepresidente de EE.UU., en aquella época Secretario de Defensa. Él habló para los generales y sus gobiernos sobre los intereses de EE.UU., la seguridad nacional y la bondad del libre comercio.
Yo le dije al Frente que esa es la tercera pata del trípode que sostiene al imperialismo yanki.
 El libre comercio es la herramienta que el imperio ha tenido para meterse en todos lados. Es clásico.
 Entonces cuando usted dice que quiere hacer un tratado de libre comercio con EE.UU., ellos le van a decir: “sí, a ustedes les conviene, pero tienen que dar algo”.
Y aparecen esas otras cuestiones que uno dice y por qué está esto ahí.
Las policlínicas,  plata para el centro de entrenamiento y para un depósito de materiales.
Un millón doscientos mil dólares y les vendemos el alma.
Y que me discutan los compañeros; yo los quiero mucho pero a ellos les dije que están equivocados.
En síntesis, mi concepción de un Tratado de Libre Comercio con EE.UU. se inscribe en el comportamiento de la ideología imperialista. No es estrictamente comercio.

¿Cómo se cambia la situación? ¿Hay que depurar las FF.AA.? ¿O hay que abolirlas? ¿Qué hacemos con las FF.AA.?
-Cuando me preguntan a mí estas cosas, yo reafirmo lo que  sobre el tema expresó Tabaré Vázquez en su discurso de la escalinata del Palacio Legislativo: “La discusión pública de la temática de Defensa Nacional, la reparación de los militares destituidos, la investigación de lo que tiene que ver con los desaparecidos”.
Él no ha conseguido hasta el momento llevar esto adelante. Recién ahora están tratando de discutir lo de Defensa Nacional. Y cuando se habla de cambiar esto, dicen que primero discutimos de Defensa Nacional y después venimos a FF.AA... “No vamos a poner el caballo antes del carro”,  dice Bayardi. Mientras tanto las FF.AA. siguen haciendo lo que quieren. Por eso yo digo que la fuerza política tiene que discutir estas cosas. 
En el orden del día de mi fuerza política hay tres o cuatro puntos pendientes del tema Defensa y FF.AA.. Y se prolongan los tiempos, pasan de una semana para la otra y no se tratan.
Y si están esperando que se termine el debate de Defensa Nacional para recién ir a los cambios les va a pasar como el cuento aquél de los conejos, que discutían y discutían entre ellos, llegaron los perros y se los comieron.
Acá va a llegar el fin del ejercicio y nos va a comer otro partido político, y nos va a sustituir. Porque si seguimos así no vamos a mantener el gobierno. La reforma constitucional que impuso el balotaje le va a servir a blancos y colorados.
Usted es un poco la conciencia crítica del Frente, pero no le dan pelota a lo que dice.
-La gente, le da.
La dirección no le da pelota.
-
Están en otra cosa. Hay una inoperancia orgánica, por mil razones, pero lo dejo así.
¿Tiene diálogo con Tabaré?
-Con Tabaré tuve un abrazo el 1º de marzo de 2005 en el Palacio Legislativo. Antes había estado con él en el Hotel Presidente y el  encuentro más reciente fue en la Intendencia en el debate sobre defensa nacional. Yo no he tenido ningún dialogo con el gobierno formalmente.  Conversé mucho con Azucena cuando me vino a visitar. Nadie me invitó ni yo pedí para ir al gobierno
¿De conversar con Bayardi, ni hablamos?
-No, con Bayardi me he encontrado. Cuando él fue a la Mesa Política, yo me referí a él como el “querido amigo Pepe Bayardi”
¿El cariño no tiene nada que ver con las posturas políticas?
-Yo lo quiero, como quiero al Pepe Mujica y al propio Eleuterio,
Yo quiero a todos los compañeros del Frente Amplio, soy amigo de todo el mundo, pero soy de una formación muy dura, soy áspero y cuando se trata de decir las cosas yo pongo cara de sueco, me sale naturalmente, no me sonrío. Yo soy muy formal.
Yo tengo una fuerza política para plantear mi pensamiento político, que es nada menos que la fuerza de gobierno. Yo lo planteo ahí y es la fuerza política la que tiene que llevarlo, si está de acuerdo. Pero en la temática mía la fuerza política es inoperante. Porque la dirección no lo discute. Va por otro lado, por el camino del Parlamento.
¿Agarraría la Comisión de Defensa otra vez?
-No, Defensa no agarro más, nunca segundas partes fueron buenas.
Sigo leyendo. Esto de la computadora a mí me abrió el mundo, yo sin salir de acá me entero de mucha cosa. Y yo leo todo. No hay caso, leo todo.-.-.-
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ps/ fuente voces del frente para acceder cliquear :
1ero    http://www.voces.com.uy/entrevistas-1/entrevistaalgeneralvictorlicandro2006
2do.


Retirar las fuerzas de ocupación de Haití


Retirar las fuerzas de ocupación de Haití

Raúl ZibechI
Esta semana el Senado de Haití se pronunció por unanimemente en favor de la retirada de 

todas las tropas de ocupación de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) a partir del 15 de octubre de 2012. Una segunda resolución reclama una reparación para las 6 mil 200 víctimas de cólera que provocó la misión y para las centenares que han sufrido agresiones sexuales.

Esta resolución, que no es de cumplimiento obligatorio para el Poder Ejecutivo, se produce en plena crisis política y social, con manifestaciones diarias contra la presencia de la Minustah. La difusión en youtube.com de imágenes en las que aparecen soldados uruguayos violando a un joven haitiano desencandenó una ola de protestas encabezada por los estudiantes que manifiestan el repudio de la sociedad a las tropas de ocupación.
Los responsables de la misión, en particular el gobierno de Brasil, han optado por una retirada gradual de la isla, que implica el reconocimiento tácito de su completo fracaso. La Minustah está conformada por más de 12 mil soldados y policías, que en 40 por ciento provienen de nueve países latinoamericanos, la mayor parte de gobiernos que se autodefinen como progresistas. Los dos mayores contingentes, con más de mil uniformados cada uno, pertenecen a Brasil, que dirige la misión, y Uruguay.
Aunque el presidente uruguayo José Mujica se disculpó ante el Estado haitiano, aseguró que lo sucedido es un hecho aislado. Sin embargo, la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos emitió un informe el 4 de septiembre en el que detalla decenas de abusos de los cascos azules contra la población desde que llegaron a la isla el primero de junio de 2004, luego de la invasión franco-estadunidense que derrocó al presidente legítimo Jean Bertrand Aristide.
Como sucede en estos casos, los cinco soldados uruguayos fueron juzgados en su país y no en Haití, ya que los cascos azules están por encima de la legislación haitiana. Los casos restantes que incluyen violaciones, muertes y agresiones, incluso a policías haitianos, permanecen en la impunidad.
Un reciente artículo de dos sociólogos y militantes haitianos, Michaëlle Desrosiers y Franck Seguy, señala que la misión de la ONU utiliza la violación como arma de guerra y que humilla, explota y somete a los más pacíficos, a los que sólo entran en contacto con ella para garantizar su supervivencia, o simplemente porque son pobres.
El trabajo destaca las diferencias entre la ocupación de Haití por Estados Unidos, entre 1915 y 1934, y la actual encabezada por tropas de los gobiernos progresistas. En aquella ocasión la represión cayó indistintamente sobre negros y mulatos, ricos y pobres, lo que llevó a la formación de un amplio frente social interclasista contra la ocupación. Ahora las cosas son más sutiles y, de acuerdo con los nuevos tiempos globales, los invasores reprimen casi exclusivamente a los más empobrecidos, para asegurarse la legitimidad ante la burguesía haitiana y de la pequeña burguesía, entre quienes reclutan la parte fundamental de su personal civil local.

La reflexión de los dos haitianos lleva luz sobre un aspecto cuidadosamente ocultado por quienes dirigen la Minustah: la misión se inscribe en la guerra contra los pobres que, bajo diversas denominaciones –la más conocida es guerra contra el terror–, está militarizando los más distantes rincones del mundo. Los militares brasileños dicen ahora en voz alta que usan en las favelas de Río de Janeiro las mismas tácticas que ensayan en barrios misérrimos, como Cité Soleil, definidos como zonas de no derechos.
Por eso es urgente la salida de la Minustah de Haití. Porque cada día que pasa los cascos azules dan un paso más en su opresión racista y machista contra las capas populares y reprimen con brutalidad toda movilización popular, como sucedió frente al cuartel de Port Salut, donde se refugiaron los violadores uruguayos.
Hasta ahora Brasil justificó la misión porque deseaba ganar legitimidad internacional a su reclamo de obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, en tanto Uruguay esgrimía razones mucho más pedestres, como el hecho de que recibe fondos que equivalen a cuatro veces la paga de los soldados. Ninguno de los dos gobiernos pensó un segundo en el pueblo haitiano ni en el hecho vergonzoso de estar haciendo eltrabajo sucio de las potencias occidentales.

Existe en América Latina otra actitud hacia el drama de Haití. Los gobiernos de Cuba y Venezuela no enviaron soldados sino médicos, ingenieros y profesores para intentar abordar las verdaderas urgencias de la población. La actitud más notable, que merece ser saludada con fervor, es la del Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, que en 2008 envió la brigada Dessalines (en homenaje al héroe de la revolución haitiana), con cuatro miembros iniciales que se multiplicaron hasta 30 luego del terremoto de enero de 2010.
La brigada apoya la formación de campesinos de diversas organizaciones, ya que definieron trabajar en las zonas rurales, las más postergadas, donde vive 60 por ciento de los haitianos, donde impulsan la instalación de cisternas y la producción y almacenamiento de semillas. Las ONG y la cooperación internacional, por el contrario, se concentran en Puerto Príncipe, donde reciben amplia cobertura mediática.
Este mes concluye la pasantía de 76 jóvenes haitianos de ocho organizaciones campesinas que estuvieron un año en Brasil, en la Escuela Florestán Fernández del MST y en campamentos del movimiento (ALAI, 18 de septiembre). El MST enseña que existen alternativas al militarismo y marca un camino que consiste en trabajar para fortalecer sujetos colectivos que en algún momento jugarán un papel en los cambios.
La solidaridad entre los de abajo, ese hermanamiento que tanto necesitamos para sobrevivir, es el arma que más temen los de arriba. Tanto las guerras como las políticas sociales están dirigidas a romper este tejido colectivo de autoprotección, porque es también el cemento del mundo nuevo.



AFAP´S UNA ESTAFA MÁS DEL SISTEMA FINANCIERO -2da parte-


AFAP´S UNA ESTAFA MÁS DEL SISTEMA FINANCIERO -2da parte-
Algunas aclaraciones necesarias



19 de septiembre de 2011
Autor: William Yohai

Respecto al trabajo anterior, referido al mismo tema del título un estimado lector nos envía las siguientes consideraciones:    
Muy bien lo de los fondos AFAPs y demás.
Me quedan tres dudas. Una: no creo que la creación de Sanguinetti & cia haya sido "una manganeta" para endeudarnos; la deuda ya preexistía por el vaciamiento que habían hecho del BPS (y antes de la Caja...)
Dos: creo que en muchos países desarrollados (habría que utilizar otro término) los fondos de pensión están efectivamente privatizados; vos das una idea diferente.
Tres: el % de comisión de las afaps. No sé si es por la redacción, pero por un lado das la impresión de que el % se deduce del monto del aporte (que pese a mi ignorancia de estos temas creo que es lo que sucede) y, por otro, en la aclaración que hacés de los empleados (¿por qué siempre te referís a "las trabajadoras" que aportan, ¿y los varones?) citas a Murro, quien dejaría claro que la comisión es del 100% del salario. ¿Pós qué onda? “

Y aprovechamos para responder públicamente sus interrogantes, ya que suponemos que pueden habérsele suscitado a otros lectores:
1) Tenemos claro que la deuda pública uruguaya no empieza con el engendro “reformista” de la seguridad social. Y creo que el texto así lo dice, pero nunca está demás repetirlo. La deuda pública es herencia pre dictatorial y pasó por diversas alternativas que no es del caso explicar acá. Si está claro que su crecimiento exponencial que aún continúa comienza a partir de las “reformas económicas” inducidas  por de las cartas de intención que el segundo gobierno blanco empieza a firmar con el FMI, siendo entonces ministro el contador (o economista vaya usted a saber) Juan Eduardo Azzini. La dictadura multiplicó la deuda y la llevó a los 5 mil millones de dólares (aproximadamente). Y sucesivos gobiernos democráticos emularon (en ese sentido el de Lacalle fue el más modesto) para aumentarla. Los del FA la han llevado a mas de 23 mil millones.
Dicho esto, es claro que la política de endeudar a los estados del “Sur” es una línea de acción clara del sistema financiero imperialista existente. Uno de los motivos para la destrucción de Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza (una vergüenza nacional mayor aún a la actual participación en la ocupación de Haití) fue la negativa de los gobiernos de López y Francia a contraer deuda con la banca inglesa, tarea que si cumplieron cabalmente los gobiernos cipayos de Argentina y Uruguay.
El sistema de seguridad social de “cobrar y pagar” generaba su propio déficit, debido a corrupción y mala administración, pero la aparición de las AFAP aumentó rápidamente el déficit anterior.
2) Los países “desarrollados” (se puede discrepar con el nombre, pero todos sabemos a lo que me refiero) tienen múltiples variantes de seguridad social, pero todos (o la gran mayoría) con una base estatal que se complementa con aportes a fondos de pensión privados. Ninguno (hasta donde yo se, y espero ser corregido si es del caso) realizó la reforma que arrasó con los sistemas públicos en América Latina. El objetivo de la reforma era dejar a aquellos apenas como residuos destinados a otorgar pensiones mínimas a los marginados del mercado laboral que no habían cotizado a los sistemas privados. El grueso de la torta debía ser gestionado por fondos privados con amplia libertad para invertir, ampliando así las oportunidades de ganancia para el casino.
3) Creo que lo más importante de mi trabajo, aparte de historiar brevemente el proceso, es denunciar la estafa que se le hace a los trabajadores que voluntariamente son inducidos a pasar al sistema de las AFAP. Todos los trabajadores de acuerdo a la ley cotizan parcialmente al BPS. Los que ganan hasta 27 mil pesos si no aceptan acogerse al “artículo 8” realizan todo su aporte al BPS.
Lo que nunca le cuentan los vendedores de las empresas es que la comisión que le dicen que es el 1 y pico % (REPÚBLICA AFAP) o más del 2% (el resto de las AFAP) se calcula SOBRE EL SUELDO NOMINAL, no sobre el aporte. Y eso es imposible lograr que un vendedor lo aclare. En realidad, sobre el aporte, que es el dinero que efectivamente recibe y administra la AFAP se descuenta entre un 7% y un 15%. O sea, casi 7 veces más de lo que se le da a entender a las trabajadoras.
A veces parece (no creemos que sea así) que las vendedoras no lo supieran.
Aquí radica, precisamente la estafa.
Por supuesto, además de la comisión al trabajador (a) se le descuenta una prima de seguro por fallecimiento o enfermedad. Estamos averiguando sobre que monto se calcula ese otro “descuento”, cuyo porcentaje es variable pero también superior al 1%. Por último, de los montos que se acumulan el BCU se cobra un porcentaje mensual de lo acumulado por concepto de “custodia de valores”.
Para objetivar la desinformación, que equivale a estafa citamos lo que informa AFAP REPÚBLICA (1) sobre el tema:   
“1. ¿Tengo que pagar por estar en una AFAP? ¿Qué es eso de la comisión?
Por estar afiliado a una AFAP no se te descuenta nada extra. El aporte a la seguridad social es siempre el 15%, no importa si el trabajador está sólo en BPS o en BPS + AFAP. Por administrar la cuenta de ahorro, todas las AFAP cobran una comisión que se descuenta del aporte del trabajador, quien no debe pagar nada extra.
Es importante tener en cuenta que todas las AFAP cobran comisiones diferentes. República AFAP cobra la comisión más baja del mercado.



2. ¿Cuál es la comisión que cobra República AFAP?
1,03% mensual (mes de cargo diciembre 2010), la más baja del mercado.
Todos los trabajadores aportan el 15% de su sueldo nominal. Aquellos que están afiliados a una AFAP realizan exactamente el mismo aporte, que se distribuye entre el BPS y la AFAP. Esta comisión de administración que cobran las AFAP se descuenta de la parte del aporte que llega a las administradoras. El trabajador no debe realizar ningún pago extra.
El aporte neto del trabajador a la AFAP es el aporte que efectivamente ingresa a su cuenta, ya descontada la comisión de administración y la prima por invalidez y fallecimiento. Para calcular este valor es necesario conocer qué parte del 15% de aporte va a la AFAP y a ese valor se le debe restar la comisión de administración y la prima por invalidez y fallecimiento.”
(la negrita corre por cuenta mía)
Es absolutamente claro que en ninguna parte del texto se dice que la comisión se calcula sobre EL TOTAL DEL SALARIO NOMINAL, no sobre el aporte.
Las afirmaciones que citamos de Murro (presidente del BPS) sí son claras al respecto.
Por último: aprendimos de unos españoles que vinieron hace tiempo a referirnos al plural en la forma genérica  femenina.
“las trabajadoras” “nosotras”…..se trata de “las personas trabajadoras” o “nosotras las personas”…..tal vez alguna lectora mujer sabrá apreciar el matiz.
Solo cabe, para terminar, agradecer las observaciones-preguntas-discrepancias del estimado lector.



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Información disponible también en este link: resonandoenfenix.blogspot.com