LA VIDRIERA IRRESPETUOSA LECHUGAS O MARIHUANA?

LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
LECHUGAS O MARIHUANA?

por Hugo Bruschi
Recuerdan los más veteranos cuando se decía "Como el Uruguay no hay"? Bueno, para quienes no lo saben o para aquellos que padecen de amnesia, el dicho revelaba un estado de ánimo, es decir que si le fue bien en la feria -como dicen los españoles-, estará contento con "su" Uruguay. Y si le tocó perder, se preguntará "Cómo que no hay"? Viaje hasta Àfrica y allí encontrará muchos ejemplos que le harán olvidar la Suiza de América, aquél hermoso verso del que estábamos tan orgullosos.
Pero lo que nadie podrá discutir, es que estamos en presencia de un país fantástico y si tiene alguna duda, basta leer la prensa o escuchar a nuestros políticos. A las muertes diarias, se les llama "ajustes de cuentas". A juzgar por el número de ajustes, diríamos que se trata del país que tiene su economía al día para beneplácito de las calculadoras de riesgo. También la prensa y algunos políticos, nos hablan a diario del papel que vienen jugando las 16 (4x4) en la Sociedad. Si son del campo son sospechosas de oligarquía, pero si son capitalinas son de los nuestros. Pero lo más interesante es observar como la gente sigue entretenida en estos aspectos, como la prensa alimenta estos escenarios de discusión para que el pueblo no piense más allá de Tinelli y su afecto por las dunas.
Han creado incluso un clima tendiente a descalificar cuando no desconfiar, de una marcha agropecuaria, presentando a esta gente como los grandes privilegiados de este país. No se dice que allí también hay pequeños productores rurales, medianos productores que antes fueron integrados a la lucha "por un Uruguay para todos" en las tribunas progresistas. No se dice que allí hay gente que se levanta a medianoche para atender una vaca que está pariendo o a ordeñar o a cargar el camión rumbo al Mercado Modelo, mientras muchos montevideanos recién regresan a sus hogares, después de una larga jornada en los boliches de moda. A veces uno se pregunta que pasará el día que el pequeño productor deje de plantar lechugas y tomates y tal vez se interese por otros rubros más ventajosos, por alguna plantita de buena aceptación en esta Sociedad hipócrita que castiga a quien trabaja y aplaude a quien lo esclaviza  y condena a la dependencia, a estirar la mano......




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