LA VIDRIERA IRRESPETUOSA LA RECUPERACIÓN MORAL DEL PAÍS

LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
LA RECUPERACIÓN MORAL DEL PAÍS

por Hugo Bruschi
Será tarea de gigantes, algunas pocas voces aisladas y desencontradas, de poco valen a pesar de su valentía, a pesar de denunciar lo que la mayoría calla. Será tarea de todos los que cansados de tanta corrupción y pérdida de valores, decidan decir BASTA!! NO VA MÁS!!.
El país está en crisis no sólo económica -que es muy grave- sino moral, que es la peor de las crisis que una Sociedad debe afrontar. Y lo tendrá que hacer con buenos ejemplos. Nada podemos esperar de quienes con sus actos o silencios cómplices, tendrían que ser los primeros en transmitir esos ejemplos y valores perdidos a una Sociedad que está tocando el fondo, una Sociedad que por frustración, indiferencia o egoísmo, va cavando su propia fosa tal vez sin percibirlo. La violencia homicida se ha instalado en las calles y ya no hay marcha atrás, no podemos esperar sino más relatos desgarradores que nos avergüenzan a los que conocimos otro Uruguay.
Al mismo tiempo, se levantan voces desesperadas tal vez por el miedo, pidiendo militares en las calles, como si este flagelo se curara con balas. En los años 80 fui testigo en Rio de Janeiro, de las actividades del Escuadrón de la Muerte. Mataban 15 o 20 delincuentes por noche, los rociaban con nafta y les pegaban fuego para crear el pánico. Esa misma noche nacían en las Favelas, 15 o 20 niños que pasarían más tarde a integrar las filas de la delincuencia. Piensen antes de pedir represión, hagan hincapié en las causas. Y esas causas no pueden disimularse con asistencia social sin responsabilidad. Con organismos como el MIDES, que más parece una fuente de empleo para los amigotes, que para quienes lo necesitan para dejar de extender la mano. Hay que educar en el amor al trabajo que dignifica, para que la gente tenga sus ingresos sin necesidad de agradecer con el voto. 
Empezar por abajo siempre ha sido lo más fácil, lo que no quiere decir que no sea necesario. Pero qué señales reciben los de abajo, cuando la corrupción campea arriba, que mensaje reciben los jóvenes cuando un vende humo al servicio de otros más poderosos, legaliza la droga para hacerla legal. Que se puede esperar de los que venden un país y lo endeudan por cifras astronómicas, cuando aumentan los "cantegriles" también llamados eufemísticamente asentamientos, cuando las calles han pasado a ser el dormitorio de 2000 uruguayos? Qué se puede esperar, de quienes tienen la obligación por mandato popular y constitucional  y no lo cumplen?
Siempre hubo corruptos, la política entendida como un lugar donde asegurarse un buen pasar, ha cobijado a más de un avivado, vividor y jodedor. Viviendo de promesas que jamás cumplirían, jugando con la ingenuidad de la gente que los votaba. El Fútbol también jugó como anzuelo, no en vano muchos se cobijaban bajo esa pasión popular. Existen estadios y canchas que llevan sus nombres. Pero es justo también reconocer, que eran más prolijos comparados con nuestros corruptos de hoy. Ahora es a cara descubierta, ya no se guardan ni las apariencias ni las buenas costumbres. Soy corrupto y qué? Parecen querer decirnos y la gente corre tras de ellos con banderitas, globos y pasacalles, organizando marchas y caravanas en su apoyo. Parece cosa de locos, verdad?
Si no reaccionamos frente a este escenario de terror, los corruptos creerán que estamos contentos, que somos complacientes y que los volveremos a elegir sean del color que sean, porque aquí ya no hay corruptos de izquierda o de derecha. Aquí hay una corrupción generalizada que se adueñó del Estado. Un punto de partida, sería decirles: No cuenten con nosotros, no pensamos legitimarlos con nuestro voto, no pensamos elegir entre corruptos, todavía sentimos respeto por nosotros mismos y por el futuro de nuestros hijos o nietos. Luego veremos cuantos somos, pero mientras ello no suceda, mientras sigamos separados, nos condenarán a vivir indignamente y yo sé que hay miles de orientales que no se lo merecen, que lucharon por otra cosa y otra Sociedad...








No hay comentarios:

Publicar un comentario