Uruguay sin Fuerzas Armadas: MEJOR CERO QUE MENOS DIEZ

 Uruguay sin Fuerzas Armadas:

MEJOR CERO QUE MENOS DIEZ


INTERVENCIÓN de FERNANDO MOYANO  en la MESA REDONDA  el 30/NOV
1. LA AGENDA POLÍTICA
Cuando los griegos inventaron la política, hace ya un tiempo, descubrieron una cosa, eso que ahora llamamos “agenda política”.
“Poner un tema en la agenda”, o no ponerlo, eso resultó ser la primer batalla política de todas. ¿Y qué quiere decir poner un tema en la agenda política?
Quiere decir establecer que este tema no es una cuestión del orden natural de las cosas, de lo que es inmutable, o inevitable.
Tampoco es un tema de técnicos o especialistas. Este es un tema de la “polis”.
Es decir: es un tema que nos compete a nosotros todos, es algo que nos corresponde resolver porque tenemos el derecho y el deber de resolverlo entre nosotros todos, porque es un tema nuestro. ESO, establecer eso, es poner un tema en la agenda.
Y en este caso, en el tema que traemos hoy, hay un esfuerzo sistemático de la case dominante, del régimen de dominación imperante y del sistema político, que buscaexcluir de la “agenda política” el tema de “¿Por qué Uruguay tiene fuerzas armadas?”.
Trata de naturalizar este hecho, darlo como algo inevitable, y esconder que es un tema político, que es un tema decisivo, y que nos compete a todos nosotros. Y esa es una primera batalla.
Y esta batalla, en la que parece que somos unos locos los pocos que planteamos que Uruguay elimine sus fuerzas armadas, que somos el hazmerreir de todos, tenemos sin embargo unos “aliados”, que son los hechos.
Porque los hechos están trayendo casi todos los días, y cada vez más, uno u otroemergente que muestra la esencia del problema.
A través del tema presupuestal, de la corrupción en las compras militares, a través de las llamadas “misiones de paz” en que participa Uruguay y que muestran abusos y violaciones de parte de los militares uruguayos que supuestamente irían a tales misiones para darle a Uruguay una “mejor presencia institucional en el mundo”, y vean lo que resulta.
A través de la impunidad ya que la impunidad es orgánica a la institución militar.
Se encontraron los restos de Julio Castro y el Comandante en jefe del Ejército dice “no vamos a amparar criminales”, y que si hubiera un pacto de silencio “ordeno que cese” el tal pacto, y no pasó absolutamente nada. Por qué?
Porque la impunidad es orgánica a la institución armada, la necesita.
Entonces, permanentemente, los hechos están poniendo en el borde este tema. Por más que lo quieran soslayar, aparece y aparece.
2. SEPARANDO LA PAJA DEL TRIGO
Primero vamos a definir a groso modo las áreas temáticas o dimensiones políticas y temporales de los temas.
Tenemos cosas que están, digamos, “al alcance” -no quiere decir que estén “al alcance de la mano”- al alcance de la acción política presente.
Cosas en que es “un viaje” hacerlas. Por ejemplo la lucha contra la impunidad, no es una cuestión sencilla pero se hace.
La lucha para que Uruguay se retire de todas las “misiones de paz”, y denunciar esas misiones como actos de ocupación y de violación de los derechos soberanos de los pueblos, también es “un viaje” hacerlo, pero se hace.
O la lucha presupuestal, que se hace también.
Esas cosas están al alcance de la acción política que podemos hacer. ¿Qué depende de qué, dicha acción?
Depende del grado de desarrollo de la conciencia de las masas. No de cuatro elegidos o de una elite de iluminados, de las masas.
Y en cuanto a la conciencia de las masas y lo que está al alcance de su posible comprensión presente, debemos decir que nuestro país tiene un profundo sentimiento antimilitarista.
Al punto que cuando el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, le hace llegar una carta a Mujica diciéndole que Uruguay debería eliminar sus fuerzas armadas, y todo el sistema político salta como resorte y también los medios de prensa diciendo “¡No!, Eso no puede ser”, y no hubo ninguna voz -salvo algún loco como nosotros- que saliese a decir que Óscar Arias tenía razón, hubo en esos días una encuesta de Montevideo Portal preguntando si se estaba a favor o en contra de lo que proponía Óscar Arias, y el 46% estaba de acuerdo con él.
El pueblo uruguayo, por idiosincrasia, es antimilitarista. Y nosotros no podemos desaprovechar este tesoro. Tenemos que trabajarlo, trabajarlo y trabajarlo.
Y en este planteo vamos a dejar de lado los temas que están “más allá del horizonte”.
Por ejemplo el tema de la policía. Tenemos que suprimir la policía, estoy de acuerdo, pero ¿con qué la sustituimos? Es un tema muy complicado.
Pero el tema de las fuerzas armadas no. ¿Con qué las sustituimos? Con nada.
Así de simple, nos jugamos a esto: Uruguay se desarma totalmente, no tiene fuerzas armadas, no precisa absolutamente nada.

3. LAS FUERZAS ARMADAS SON MENOS DIEZ
Pero no solo eso. Veamos esta situación.
Cuando Brasil tenía en 1971 un plan llamado “Operativo 30 horas” para invadir Uruguay si ganaba las elecciones el Frente Amplio (30 horas estimadas como el máximo de resistencia posible de la capacidad de combate de Uruguay), no usó ese plan. ¿Por qué razón?
Porque lo usaron las fuerzas armadas uruguayas, cumplieron ese mismo fin con el golpe de Estado.
El “elemento de disuasión” (ya que no de resistencia real) que podrían serteóricamente las fuerzas armadas ante un peligro de invasión, resulta ser una especie de “disuasión por la negativa”.
Es más o menos como lo que hizo el Mariscal Petain en Francia cuando los nazis invadieron, que es como que dijese: “No invadan toda Francia, no es necesario, nosotros nos encargamos de hacer en una parte de Francia un estado pro-nazi, nosotros les ahorramos trabajo”.
Las fuerzas armadas uruguayas están para ahorrarle al imperialismo el trabajo de una invasión. Porque en caso de una guerra van a estar del lado del enemigo.
Digamos: es mejor cero que menos diez. Se podría decir así. Menos diez son las fuerzas armadas uruguayas.
4. UN ESTADO DENTRO DE OTRO ESTADO
Pero ¿de qué clase de fuerzas armadas estamos hablando? Nosotros nos referimos a las fuerzas de tipo pretoriano, las llamadas fuerzas “profesionales”, un destacamento armado estable, diferenciado, autónomo y retro-alimentado.
Los ejércitos pretorianos son siempre (y que me nieguen esto que voy a decir, que es muy fuerte), sea cual sea el régimen o el país que sea, son siempre un elemento conspirativo e ilegal.
Que tiene, como se vio en la Armada recientemente, una doble contabilidad como hecho normal, y por lo tanto oculta y estafa a la sociedad.
Que vigila a la sociedad (al mismo, tiempo que se oculta del control social), que se siente con el derecho de vigilarla en forma secreta, es decir espía a la gente.
Que se considera con derecho a violar las leyes, como es el caso de las compras ilegales, del espionaje, de los crímenes que se cubren y ocultan.
Si los tenemos que definir de alguna manera podemos decir que son un Estado dentro de otro Estado, y también podríamos decir, aunque sea una expresión fuerte pero realista, una asociación para delinquir. Es lo que son.
Tienen como corporación y como finalidad justificar los delitos que hacen.
Son un estamento privilegiado. Tienen un Hospital Militar que no tiene justificación. Cuando se dio la polémica en torno a la caja asistencial de los escribanos que fue desarticulada por ley, el argumento era que no se podía justificar un “instituto de privilegio”. ¿Y los militares, qué?
Las jubilaciones. Cuando ocurrió un problema con el reclamo por las jubilaciones miserables de los maestros (debido al porcentaje del 50% sobre el sueldo), se arguyó que no se lo podía atender porque “es la ley que rige para todos”.
Pero para los militares no. Los militares se jubilan con el 100% del sueldo del grado inmediato superior al que tuvieron (por un trabajo que nunca hicieron), o incluso a veces más.


5. EL CONGO Y COSTA RICA
No sirven para nada, y podemos suprimirlas sin que pase absolutamente nada. Porque nadie va a invadir Uruguay, y porque si alguien viniese a invadir Uruguay las fuerzas armadas uruguayas no les molestarían en absoluto, e incluso al contrario, les resultaría fácil cooptarlas o sobornarlas.
Y todavía más. Hubo un hecho reciente en el Congo, protagonizado por el contingente uruguayo de las misiones de paz, en la ciudad de Goma.
Y demostraron que no podían hacer nada.
Están allí en medio de una guerra, supuestamente para “mantener la paz”, y son impotentes ante la situación de guerra.
Y entonces, si alguien pensase en invadir Uruguay y acaso se preocupase por la presencia de las fuerzas armadas uruguayas, pero “¿son estos con los que tenemos que pelear?”. ¿Qué “disuasión” resulta?
De modo que desde el punto de vista de la defensa territorial (vamos a ser estrictos, el término “nacional” implicaría un tema más complicado) no tienen ningún sentido.
Veamos el caso de Costa Rica. Cuando Óscar Árias mandó esa carta, se objetó usando como argumento un elemento cierto: Estados Unidos suplió durante un tiempo esa ausencia de fuerzas armadas costarricenses.
Entonces en argumento de los militares era: “Necesitamos unas fuerzas armadas porque si no estaríamos en el caso de Costa Rica, que es una colonia yanqui”. Eso decían.
Y alguna gente sabía, nosotros no lo sabíamos, pero algunos de lo que argumentaban eso sabían algo que había pasado un poco antes:
Que cuando a Tabaré Vázquez se le ocurrió la idea de que podría haber una guerra con Argentina, porque íbamos a ser atacados por una lancha de goma de gente es reconocida por su pacifismo y que no tenía ni un arma a bordo, en esa emergencia los jefes de las fuerzas armadas le dijeron “No, no podemos combatir, tendríamos que pedirle ayuda a Estados Unidos”.
O sea que: Costa Rica sin fuerzas armadas es una colonia yanqui,Uruguay CON fuerzas armadas es una colonia yanqui, ¡porque tiene que pedir, para su defensa territorial, ayuda a Estados Unidos!
6. EL PROBLEMA EN EL ALCANCE REGIONAL
Antes de ayer hubo en Lima un congreso de ministros de defensa de la UNASUR, donde empezaron a hablar de la defensa continental y la colaboración entre países para la defensa. Y hablaron de empezar a fomentar industrias militares.
¡Es inconcebible! Los gobiernos de América Latina, en un momento que hubo una cierta bonanza por los precios internacionales de los productos exportados, en que entraba algo más de dinero, lo que empezaron a hacer es comprar armas. ¡Comprar armas! Y ahora quieren ¡fabricar armas!
Y salió hoy en “la diaria”, en “El faro del final del mundo” (página de humor), que siempre son oportunos, una nota diciendo que la cuestión era si había que participar en conflictos en cualquier lado del mundo, o no.
La posición de los gobiernos de izquierda sería: tenemos que participar en conflictosregionales, crear una demanda regional para las armas que fabricamos nosotros, por medio de hacer unas guerras entre nosotros, autosustentables.
Porque todo esto ¿qué sentido tiene? Nosotros, América Latina, ¿qué tenemos que hacer?
Porque no solo Uruguay. Uruguay, por supuesto, las fuerzas armadas no sirven para nada.
Argentina:Argentina tiene unas fuerzas armadas mucho más grandes. ¿Qué pasó en la guerra de las Malvinas? ¿Para qué sirvieron las fuerzas armadas argentinas?
Porque no puede haber fuerzas armadas eficaces contra el imperio, que sean abastecidas por el imperio, adiestradas por el imperio, organizadas por el imperio, copiadas al imperio, calco conceptual de las fuerzas armadas del imperio. No van a funcionar de ninguna manera.
Por otra parte las fuerzas armadas son también un mecanismo de deformación mental. Se adiestra a su gente torturándose entre ellos. Tienen como criterio moral ocultar las cosas y conspirar, etc.
7. EL HORIZONTE POLÍTICO DE ESTA COYUNTURA
Entonces lo que nos planteamos es: Uruguay no precisa fuerzas armadas, puede prescindir totalmente de las fuerzas armadas. No nos planteamos en este momento temas tales como por qué otra cosa habría que sustituirlas, como sería la “guerra de todo el pueblo”, y si habría que hacer una guerrilla defensiva, etc.
Porque primero, para hablar de defensa, la gente tiene que tener algo para defender. Y después verá como lo defiende.
¿Qué tiene hoy para defender la gente? ¿El sistema de explotación capitalista e imperialista? ¿ESO va a defender?
Este gobierno ha tenido una actitud que nosotros llamamos “creativa”, de tratar de encontrar “utilidades” para las fuerzas armadas, a través de un “que hagan algo”.
Tienen un serio problema en eso, Y es que los militares no quieren hacer nada, están acostumbrados a no hacer nada, y no quieren nada que los saque de su “profesionalidad” que es cobrar un sueldo sin hacer nada.
Quiero decir una cosa, además. Cuando se habla de generales, coroneles... ¿qué es eso? Vamos a “hablar en plata”, aquí en Uruguay.
¿Qué oficial de grado se ganó sus galones en combate, en Uruguay? ¿Quién ganó una medalla al valor?
No nos merecen ningún respeto. Son cargos burocráticos, y nada más. Y carísimos.
No nos merecen ningún respeto, además, porque si se dice como chiste que es un oxímoron hablar de “inteligencia militar” porque sería una contradicción en sí misma, puede que sí o puede que no, pero en todo caso ¿qué oxímoron sería hablar de “honor militar? ¡Por favor!
Entonces, lo que nos plantamos, que Uruguay puede prescindir de sus fuerzas armadas, está dentro del área de las consignas democráticas.
No estamos planteando nada más allá de eso, de ese tipo de consignas que están totalmente al alcance de la comprensión de la gente.
8. CONCLUYENDO
Uruguay puede prescindir de las fuerzas armadas, puede no tener ninguna fuerza armada, nada de nada. Y apoyarse, como se apoyó siempre, en el equilibrio regional y en los tratados internacionales y el derecho.
Lo puede hacer sin riesgo de nada, y entonces no tiene ningún sentido tener fuerzas armadas.
Y quiero terminar recordando que Emilio Frugoni, hace ¡noventa años! planteó el primer proyecto de disolución del ejército.
Y lo defendió en el parlamento diciendo que las fuerzas armadas no estaban para la defensa del territorio del país sino para -decía él- la defensa del orden burgués. Eso es lo que es.
Y cuando se propuso utilizar algunos regimientos para hacer carreteras y puentes, se opuso.
Y le decían: “Usted se está contradiciendo, dice que las fuerzas armadas son improductivas y cuando las queremos hacer trabajar, se opone”.
Sí, me opongo -decía él- porque en este país hay gente que hace carreteras y puentes, trabajadores asalariados que tiene derecho de sindicalización, que tienen derecho a luchar por un salario.
Y acá se quiere crear una fuerza de trabajo militarizada que va a significar poner al proletariado uruguayo en condiciones de mayor inferioridad y desventaja.
Un elemento para subsumir más el trabajo del proletariado.
Ya lo hablaba en aquel momento desde el punto de vista clasista.
Y agregaba: porque además, si las fuerzas armadas están para evitar la transformación social, no podemos pretender además que los trabajadores uruguayos sostengan a su costa una fuerza que está para resistir los cambios sociales que ellos quieren hacer.
-------------

TERMINANTES

Académicos y militantes sociales coincidieron en que Fuerzas Armadas son un “mal innecesario”
En el marco de las actividades del Día de Futuro se realizó la mesa redonda y debate “¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas (FFAA)? ¿Conjuntas o separadas?”, organizada por el colectivo Alfaguara, que tuvo como panelistas a representantes del ámbito académico, las organizaciones sociales, el periodismo y la política.
La primera exposición fue de Julián González Guyer, especialista en asuntos militares, que trabaja en el Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, integró la Comisión de Defensa Nacional del Frente Amplio (FA) y ha asesorado al Ministerio de Defensa Nacional. González señaló su desacuerdo con la tesis de un país sin FFAA y aclaró que si bien “todos queremos un mundo en que no sean necesarias, ese horizonte está muy lejano aún”.
En este momento son una “institución necesaria” consideró, aunque aclaró que todavía hay que responder las preguntas que hizo el general Víctor Licandro, que no han tenido respuesta: “¿para qué las FFAA? y ¿qué FFAA necesitamos en este país?”. Desde que el FA está en el gobierno “no ha dado respuesta a estas preguntas”, pero “alguien o algunos han decidido que las FFAA tengan las características que tienen hoy”, subrayó.
En el mundo actual, la ausencia de FFAA dejaría al país enfrentando la realidad internacional sin “un instrumento importante para la política exterior”, que permite “resistir la eventualidad de que alguien quiera invadir el territorio”.
González puso el ejemplo de Costa Rica, que no tiene ejército pero sí una guardia nacional “no muy distinta a las FFAA”, y que recurrió al servicio de guardacostas de Estados Unidos para proteger su territorio marítimo.
Sin embargo, hace algunos años Estados Unidos “le montó” un servicio propio y se reservó el derecho de intervenir con su flota naval.
“No me gustaría que Uruguay termine poniendo su soberanía en manos de algún poder extranjero”, dijo, y concluyó que hay que ser capaces de construir FFAA que “defiendan los intereses de la mayoría de los habitantes”, con condiciones mínimas para hacerlo según los recursos del país y manteniendo la cooperación y el trabajo conjunto con otras FFAA de la región.
El sociólogo Rafael Bayce opinó que las FFAA “son un mal innecesario”. Explicó que fueron influidas por la doctrina de la seguridad nacional y luego por la estrategia de “los conflictos de baja intensidad”, implementada por las guardias nacionales y la Policía, que apuesta a que la gente “abdique de garantías y derechos a cambio de seguridad” contra factores como “el sida, la criminalidad de los menores y las drogas”.
Sin embargo, después del ataque a las Torres Gemelas en 2001, se volvió a una doctrina de la seguridad nacional donde el nuevo enemigo es el terrorismo, pero manteniendo los conflictos de baja intensidad, aseguró.
Por eso, para Bayce la forma en que se está “armando” el Ministerio del Interior demuestra que se va a convertir en una “cuarta arma militar”.
Luego dijo que las FFAA no son necesarias “en ninguna hipótesis bélica posible”, porque si hubiera un ataque desde el exterior, Uruguay no duraría “ni 12 horas” y el costo que tendría armarse para resistir un ataque importante “es inimaginable” para los recursos de este país.
Finalmente, opinó que la posibilidad de que las FFAA “sean antiimperialistas y democráticas son bajas” porque “no lo han sido nunca y han adquirido una tradición corporativista que hace muy difícil que se puedan reconvertir”.
Durmiendo con el enemigo
Para el periodista Raúl Zibechi, las FFAA en Uruguay “no tienen hipótesis de conflicto” y por lo tanto no saben “qué hay que defender ni de quiénes”.
Puso como ejemplo las FFAA de Brasil, que tienen como principal hipótesis de conflicto una agresión de una potencia extracontinental, tienen definido que la zona a defender es la Amazonia, y piensan que la mejor forma de hacerlo es con “una guerra de guerrillas”. Si bien no lo comparte, en este caso existe “un proyecto nacional de defensa muy sólido y serio”, explica.
Si en Uruguay no hay hipótesis de conflicto y en la región se visualiza que “la mejor forma de defensa es la guerra de guerrillas”, estamos ante unas FFAA que para “lo menos que sirven es para la defensa”, agregó, y reclamó “tener un debate como sociedad sobre el tema”.
Fernando Moyano, del colectivo Alfaguara, dijo que si bien el tema de las FFAA no está en la agenda política, hechos como “la impunidad, el debate presupuestal, las misiones de paz y los procesamientos de militares” por diferentes delitos (derechos humanos, compras en la Armada, violencia privada en Haití) lo colocan en forma permanente en la opinión pública.
Moyano planteó que hay que continuar luchando contra la impunidad, proponer que Uruguay se retire de todas las misiones de paz, que son “ocupaciones militares”, y trabajar con el “fuerte sentimiento antimilitarista” que tiene la gente en el país.
Criticó los privilegios de que gozan los militares, como jubilarse con más de 100% de sus ingresos, y propuso “suprimir” las FFAA pasando a apoyarse “en el equilibrio regional y en las leyes internacionales”.
Edgardo Oyenard, responsable de la secretaría de Derechos Humanos y Asuntos Sociales del PIT-CNT, dijo que no se puede discutir el tema sin tratar “el problema del poder”, un debate que “se ha dejado de dar en la izquierda”.
Para el sindicalista, lo militar también involucra el derecho a la defensa de los pueblos y trasciende el mero análisis de los componentes coercitivos del Estado.
Opinó que las FFAA uruguayas “se han transformado en un ejército de ocupación interno a partir de la doctrina de la seguridad nacional” y que los cuadros militares se siguen formando a la luz de esa estrategia.
También señaló que la impunidad sigue siendo un componente de las FFAA, porque “no han entregado ningún archivo” sobre la dictadura.
Irma Leites, de Plenaria Memoria y Justicia, propuso el “desmantelamiento” de las FFAA “conjuntas o separadas”, porque también “la Policía forma parte del aparato represivo”. Para Leites esto se puede hacer en la medida en que se dé un proceso social en el que “participe la gente” asumiendo la “necesidad de esa disolución”, porque no lo va a hacer el propio Estado.
Por su parte, Diego Fau recordó una encuesta de hace dos años, en la que siete de cada diez uruguayos tenía una “visión negativa” de las FFAA, enumeró la cantidad de escuelas y viviendas que se podrían hacer con el presupuesto de defensa del país y concluyó con la consigna: “¿Uruguay sin FFAA es una utopía? No. Es un plebiscito”.
Más armas
El ex dirigente del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros Jorge Zabalza dijo que las FFAA son un “mal innecesario para los pueblos”. Opinó que sí tienen hipótesis de conflicto, porque “están subordinadas a la estrategia político-militar del imperialismo”, aunque no “se atrevan a expresarlo”.
Dijo que hay “un discurso oficial” que presenta a los militares como “obedientes del poder civil” y que ya no son “los mismos del terrorismo de Estado”, lo que sirve para justificar que sigan existiendo como tales.
Sin embargo, Zabalza dijo que se parte de una concepción en la que el Estado “debe tener el monopolio de las armas” y que no comparte la idea de eliminarlas desde “un anhelo pacifista”; en “una sociedad sin clases la única garantía de que haya paz es que todos estemos armados”, pero para llegar a eso “hay que crear conciencia”, concluyó.
Luis Rómboli  la diaria  3/12/12
FMOYANO - postaporteñ@ 876 - 2012-12-05

No hay comentarios:

Publicar un comentario