”Dicen
paz, paz, y no hay paz”
Jeremías,
6, 14. La cita encabeza el documento de los líderes religiosos de las iglesias
cristianas de Jerusalén de diciembre de 2009, que termina llamando a organizar
un boicot contra Israel similar al que se aisló el apartheid en Sudáfrica (1).
Los
bombardeos de Gaza tal vez cambien la enseñanza de la guerra en 2008 - 2009:
una vida israelí vale tanto como cien palestinas. Pero no se trata de
matemáticas sino de un conflicto que nos cansa ”¡Otra vez! Nunca se van a
arreglar. La paz es imposible.”
Estamos,
en apariencia, ante una guerra entre Hamas e Israel. La prensa discute quién
tiró la primera piedra, quién tiene la culpa. ¡Cómo si se tratara de dos
hermanitos peleándose por la pelota!
La
imagen que nos trasmiten es de palestinos intransigentes, genéticamente hechos
a la violencia, que se niegan a reconocer los sufrimientos de los judíos y les
niegan el derecho de tener su propio país, Israel. ¿Qué hay de cierto? ¿De qué
se trata este nuevo enfrentamiento? ¿Qué lo desencadenó?
1)
Los hechos inmediatos
”El
motivo inmediato fue el secuestro y el asesinato de tres estudiantes de una
escuela religiosa judía, de lo que Israel acusa a Hamas, y la venganza en la
tortura y el asesinato de un joven palestino por militantes judíos. La eventual
implicancia de Hamas en los abominables hechos iniciales está todavía por
demostrarse.” (2)
Los
tres jóvenes estudiantes fueron secuestrados en el área C (3) que está bajo
total control del ejército israelí, donde la autoridad palestina no tiene
acceso ni poder. La reacción inmediata del ejército israelí fue encarcelar a
centenas de palestinos, entre ellos muchos miembros del parlamento palestino.
Los extremistas judíos también reaccionaron: un joven palestino fue secuestrado
en Jerusalén, torturado y quemado vivo.
Avram
Burg, ex-presidente del parlamento israelí, hoy luchador por la paz y los
derechos humanos, asume la responsabilidad: ”Cuando salía del velorio, pedí
perdón, al inocente joven que quería celebrar el Ramadán, en nombre de tantos
judíos que no saben qué hacer en medio de esta desgracia que ha surgido entre
nosotros. Perdón como miembro de la humanidad por no haber hecho lo suficiente
para crear una realidad diferente para este chico y para mis propios hijos.”
(4)
2)
El contexto
En
2006 Hamas ganó las elecciones palestinas, como protesta contra la Organización
por la Liberación de Palestina (OLP) y la falta de resultados de la autoridad
palestina establecida luego de los acuerdos de Oslo en 1994. Las colonias
judías en los territorios ocupados nunca dejaron de expandir, las condiciones
de vida no han mejorado. Israel mantiene el control total del territorio y los
palestinos son humillados y asediados a diario por los abusos de los militares.
La economía palestina enfrenta trabas de todo tipo mientras la industria
israelí utiliza a los palestinos como mano de obra barata.
Luego
de las elecciones los EEUU y la Unión Europea se negaron a aceptar un gobierno
con participación de Hamas ya que Hamas se negaba a reconocer la existencia de
Israel y no renunciaba a la violencia. Los países occidentales socavaron el
resultado de las elecciones y forzaron el rompimiento entre la OLP y Hamas. En
2007 Hamas tomó el control de Gaza en una revuelta violenta que la OLP calificó
de golpe de estado y que dejó un profundo resentimiento entre la OLP y Hamas.
Israel
inició el bloqueo de Gaza, empeorando radicalmente las condiciones de más de un
millón y medio de personas en un área menor que el 10 por ciento del
departamento de Montevideo. Muchos llaman a Gaza ”la prisión más grande del
mundo”. ”La situación en Gaza era ya desastrosa antes de la invasión y los
bombardeos. El desempleo es del 65% y el 90% de la población vive bajo la línea
de pobreza, un 85% es dependiente de la ayuda alimentaria internacional” dice
Raji Sourani, defensor de los derechos humanos en Gaza que obtuvo el premio
Nobel Alternativo en 2013 (5).
3)
¿Qué quieren Israel y sus aliados occidentales?
Nathan
Thrall, del International Crisis Group, ofrece un análisis de esta nueva guerra
en un artículo con el título ”Cómo Occidente escogió la guerra en Gaza”, New
York Times, 17 de julio(6).
Después
de perder su aliado en Egipto y con el apoyo de Siria e Irán debilitado y
tambaleante, Hamas consideró que la única alternativa que le quedaba era
”transferir el control de Gaza a la Autoridad Palestina en Ramallah, lo que
llevó a una reconciliación entre las dos facciones palestinas”. Un nuevo
gobierno palestino, formado por tecnócratas, ”aseguró su adhesión a los tres
principios que han sido la condición impuesta por EEUU y sus aliados europeos
para la vital ayuda económica: no-violencia, aceptar los acuerdos del pasado y
reconocimiento de Israel.” (7)
Según
Thrall, ”Israel y gran parte de la comunidad internacional colocaron una serie
de obstáculos insalvables al gobierno de unión nacional que se formó en
Palestina a principios de junio”. ”Israel trató inmediatamente de sabotear el
acuerdo de reconciliación” impidiendo el pago de los salarios de 43 000
empleados públicos civiles en Gaza y negándose a alivianar ”el sofocante
bloqueo”. ”Israel se opuso enérgicamente a que los EEUU reconocieran el nuevo
gobierno, considerando cualquier paso, por pequeño que sea, hacia la unidad
palestina, como una amenaza (...) Los Israelíes que se oponen a la solución de
los dos estados [es decir, el establecimiento de un estado Palestino en
Cisjordania y Gaza] comprenden perfectamente que la unificación de la dirección
palestina es un requisito para cualquier paz duradera.”
El
asesinato de los tres jóvenes judíos y la ola de represión por parte de las
fuerzas israelíes de ocupación ahogaron el intento de unificación palestina.
Desde Gaza empezaron a llover cohetes contra Israel, ya no sólo a las zonas
próximas, Sderot y Ashkelon. Algunos alcanzaron Haifa, 100 kilómetros al norte.
Israel respondió con ataques aéreos, marinos y la invasión.
4)
¿Quién quiere la paz?
Gideon
Levy es muy crítico de la indiferencia de la sociedad israelí, que pretende
desentenderse de la ocupación. ”La única manera de la sitiada Franja de Gaza de
hacerse presente es lanzando cohetes y Cisjordania es noticia sólo cuando se
vierte sangre”(8).
Thrall
coincide en el análisis: ”Hamas busca ahora a través de la violencia lo que no
pudo obtener a través de una transferencia pacífica de responsabilidades”.
Mientras Israel actúa para impedir lo que podría mejorar las condiciones de
vida en Gaza, ”muchos habitantes de Gaza, y no sólo los partidarios de Hamas,
creen que vale la pena correr el riesgo de más bombardeos y aún una invasión si
ello puede resultar en un cambio del inaceptable estatus quo (...) Es
insostenible que Gaza permanezca aislada del mundo y administrada por empleados
que trabajan sin sueldo.”
”La
actual escalada en Gaza es un resultado directo de la elección por parte de
Israel y Occidente para obstruir la aplicación del acuerdo de reconciliación
palestina abril de 2014. El camino para salir de la crisis es un cambio de esa
política.”
La
terrible conclusión del experto del International Crisis Group es refrendada
por otros analistas. Gideon Levy afirma que sus largos años como periodista en
los territorios palestinos le permiten afirmar que la mayoría de los palestinos
prefieren la convivencia con los judíos, mientras que ”la mayoría de israelíes prefieren
la separación, pero no quieren pagar el precio.” El cónsul de Israel afirmaba
lo mismo hace un tiempo en un debate en la biblioteca de Västerås, la ciudad
sueca donde vivo. ”Lo que precisamos es separación” decía. La red paralela de
caminos en Cisjordania confirman que ésta es la política del gobierno.
”Los
israelíes creen, dice Levy, que no hay un socio palestino con el que hacer la
paz, mientras que están convencidos que Israel trabaja por la paz. Por
desgracia, la verdad es casi exactamente lo contrario. A los palestinos no les
damos la oportunidad de mostrar sus intenciones y la parte israelí sigue
convencida de que es un buen interlocutor, mientras va agregando nuevas
condiciones, obstáculos y dificultades al proceso de paz. Israel considera cada
paso que toma, incluidas la expansión de las colonias y los arrestos masivos,
como legítimo, mientras que toda decisión palestina es «unilateral»”.
”El
único país del planeta que no tiene límites se niega a aceptar los límites que
le permitirían vivir en paz. Israel no puede entender que para los palestinos
los límites de 1967 (la línea de demarcación reconocida por las Naciones Unidas
y todos los países del mundo como los límites de Israel) son la madre de todos
los compromisos posibles, el camino para una (relativa) justicia. Israel los
considera tan peligrosos como un suicidio. Por eso el verdadero objetivo de
Israel es el estatus quo.”
En
el gobierno actual en Israel participan numerosos partidos religiosos y
nacionalistas que más o menos abiertamente rechazan el establecimiento de un
estado palestino y sueñan con un Israel desde el Jordán hasta el Mediterráneo,
pero sin palestinos. Ayelet Shaked, diputada del partido del primer ministro
Netanyahu escribió comentando el asesinato del joven palestino quemado vivo:
”Esta no es una guerra contra el terror, ni una guerra contra extremistas, ni
contra la Autoridad Palestina. La realidad es que es una guerra entre dos
pueblos. ¿Quién es el enemigo? Los palestinos”. La periodista judía británica
Mira Bar Hillel está horrorizada y escribe en The Independent ”Por esto estoy a
punto de quemar mi pasaporte israelí”: ”Mientras llueven las bombas en Gaza,
jóvenes israelíes comentan en Twiter: «Mueran todos ustedes, árabes maricones (transfag)»,
«¡Árabes, ojalá queden paralizados y mueran sufriendo!». Otro escribió
simplemente «Death to these fucking Arabs» y se toman selfies. Viendo esos
rostros escupiendo retórica genocida, tomé una caja de fósforos y mi pasaporte
israelí: «No, no en mi nombre!»”(9)
El
problema es la demografía. En el conjunto de Israel y los territorios
palestinos ocupados hay cerca de 12 millones de habitantes, más o menos la
mitad son judíos y la otra mitad palestinos, mayoritariamente musulmanes pero
hay una minoría cristiana tanto en los territorios ocupados como entre los
palestinos de Israel (el 20 % de la población de Israel son palestinos de habla
árabe).
Israel
ha lanzado como exigencia ser reconocido como ”un estado judío”, algo que Tony
Judt, el historiador judío británico que falleció en 2010, calificaba como ”un
anacronismo en un mundo multicultural en el que la ciudadanía está cada vez más
separada de la raza, la religión y el origen étnico.” (10).
Israel
no puede integrar a los palestinos y darles derechos civiles ya que eso
arriesgaría la mayoría étnica judía. Tampoco está dispuesto a renunciar a los
territorios ocupados.
”¿Qué
es eso de Cisjordania? El nombre de estas regiones es Judea y Samaria” dice Bob
Lang, el jefe del consejo religioso en la colonia Efrat. Esto se puede observar
en cualquier mapa que se compra en Israel. Los límites del estado de Israel
internacionalmente reconocidos no están señalados. Unas sombreado gris indica
la franja de Gaza y las zonas de Cisjordania bajo control (nominal) de la
autoridad palestina (las áreas A). La leyenda del mapa indica ”Zonas de
autonomía palestina”, como si se tratara de una provincia con ciertos derechos.
Emily
L. Hauser escribe en ”The Week”: ”Israel tiene sólo dos opciones: Aniquilar a
los palestinos o hacer la paz. El manejo del conflicto no ha traído seguridad,
es hora de dar una verdadera oportunidad a las negociaciones.”(11)
5)
No, nosotros no podemos permitirnos perder la esperanza
Gideon
Levy es pesimista. ¿Quién puede pensar que los palestinos van a aceptar vivir
para siempre sometidos a un régimen militar, sin derechos y con sus vidas
asediadas? ”La mayoría de los israelíes viven sus vidas desconectados de la
realidad y creen que todo el mundo está contra de ellos. La ocupación no les
interesa. Cualquiera que se atreva a criticar la ocupación es calificado como
antisemita, cualquier crítica internacional se interpreta como intentos de
socavar la legitimidad de Israel.”
Así
siguen las cosas. En los últimos 13 años 1518 niños palestinos han sido muertos
en el conflicto (12). Un niño cada tres días. Mientras las imágenes muestran
niños destrozados por los bombardeos ”quirúrgicos” los analistas discuten cómo
va a hacer Israel para terminar esta operación sin que se vuelva una enorme
masacre de civiles con el inevitable desprestigio internacional, o, peor aún,
que parezca una victoria de Hamas.
Encontré
a Gideon Levy hace unas semanas en un seminario. ”Todo cambio tiene que venir
de fuera. Nada podemos esperar desde dentro de la sociedad israelí, que es cada
día más nacionalista, más religiosa, más racista. Les confieso: soy muy
pesimista y he perdido la esperanza.”
Un
joven actor palestino pide la palabra:
”Sí,
ustedes pueden perder las esperanzas. Ustedes tienen sus buenas vidas en
Israel. Pero nosotros no. Vivimos acosados por el ejército, nuestras casas son
demolidas con pretextos burocráticos, nos encarcelan sin motivo, los colonos
incendian nuestros olivares y nuestras tierras son confiscadas. No, nosotros no
podemos permitirnos perder la esperanza.”
El
documento del 2009 de los cristianos citado en el título, dice lo mismo: ”Bien
que no se vislumbra la más mínima esperanza, nuestra esperanza permanece firme.
La situación presente no anuncia ninguna solución cercana ni el fin de la
ocupación que nos es impuesta. Las iniciativas son numerosas, los Congresos,
las visitas y las negociaciones, pero todo eso no ha resultado en ningún cambio
en nuestra realidad y en nuestros sufrimientos. Ni siquiera la nueva actitud
americana anunciada por el Presidente Obama y su voluntad manifiesta de poner
fin a este drama, ha sido incapaz de traer algún cambio porque el rechazo
israelí no da lugar a la esperanza. A pesar de eso, nuestra esperanza permanece
firme...”
NOTAS
1 Un momento de verdad, Kairos Jerusalén,
http://www.oikoumene.org/es/resources/documents/other-ecumenical-bodies/kairos-palestine-document
2 Nathan Thrall: ”Gaza and Israel: New Obstacles,
New Solutions”, International Crisis Group, Middle East Briefing N° 39, 14 Jul
2014, http://www.crisisgroup.org/en/regions/middle-east-north-africa/israel-palestine/b039-gaza-and-israel-new-obstacles-new-solutions.aspx
3 Los acuerdos de Oslo dividen los territorios
palestinos ocupados en A, donde rige la autoridad palestina, C, bajo control
del ejército israelí, y B, control compartido. Sobre el control militar en los
territorios ocupados ver http://www.breakingthesilence.org.il
Ver Noteolvides 16, ”Los niños ante la justicia militar israelí”
4 Avram Burg, ”How Shoafat 2014 killed Hebron
1929's legacy of hope and gratitude”, Haaretz, 10 de julio de 2014, http://www.haaretz.com/opinion/.premium-1.604094
6
http://www.nytimes.com/2014/07/18/opinion/gaza-and-israel-the-road-to-war-paved-by-the-west.html?_r=1
7 Nathan Thrall, ”Whose Palestine?”, The New York
Review of Books, 19 Jun 2014, http://www.crisisgroup.org/en/regions/middle-east-north-africa/israel-palestine/op-eds/thrall-whose-palestine.aspx
8 Gideon Levy, ”Israel no quiere la paz”, Dagens
Nyheter, Estocolmo, 2014-07-09
9 Mira Bar Hillel, ”Why I'm on the brink of
burning my Israeli passport”, The Independent, 11 July 2014 http://www.independent.co.uk/biography/mira-bar-hillel-8778711.html
10 Citado por Ingmar Karlsson, ex diplomático
sueco, investigador en la Universidad de Lund en su libro ”La chica es hermosa
pero ya tiene marido”, Wahlström och Widstrand, Estocolmo, 2012
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