LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
UNA HERRAMIENTA MULTIUSO Y EFICAZ
por Hugo Bruschi
Se acuerdan de la "cometa", de la inocente cometa que nos posibilitaba mover un expediente, salvarnos de una multa o de ir en cana por no llevar documentos? Bueno, su nombre original es coima, pero el uso casi institucionalizado y la imaginación popular, la bautizaron cometa. Es un término más civilizado y menos grosero. Cierta vez en un boliche del barrio, llegó un veterano y mandó la vuelta para todos. Le pregunté si había acertado las 3 cifras y me dijo: Me jubilé!!. Teniendo en cuenta que por aquellos tiempos, los expedientes de la Caja de Jubilaciones acostumbraban "perderse en el montón o dormir en el fondo del cajón", supuse que el hombre se había puesto como corresponde. Las cometas formaban parte de un ingreso extra entre los empleados. Recuerdan aquél caso de un hombre que desesperado se tiró del 3er. piso? Bueno, todo el mundo entendió que no tenía dinero para mover el expediente… Hubo tal vez empleados honestos, pero eran los menos.
Después de muchos años fuera del país, volví a Uruguay. Ya en el Aeropuerto tuve mi primer dese
ngaño, ingenuamente creí que después de los años negros, las cosas habían cambiado. En el mostrador donde se dejaban las valijas, un hombre gordo con un pincel en la mano, engomaba una etiqueta que sería como una suerte de "visto bueno". Cuando me toca el turno me dice: "la propa, la propa"... Pensé para mis adentros "vos no te la llevas gratis" e inmediatamente me doy vuelta y le pregunto en voz alta a un hombre que estaba detrás mío: Me puede decir si la "propa" es un nuevo impuesto? Acto seguido el cometero me dice: pasá, pasá…. Observen Uds. que el Aeropuerto o la Aduana, es el primer contacto que un turista tiene con el país. Qué idea se pueden hacer del mismo? Es justo reconocer que estas cosas ya no pasan, para bien del país y su imagen.
La cometa ahora juega en primera división, ahora se mueve en otros ambientes y es presentada con apariencia legal. No en vano las empresas inversoras, destinan el 10% del monto de la inversión, a "aceitar mecanismos" que hagan posible la firma de un contrato. La cometa como la prostitución, se han convertido en un mal necesario y las empresas lo han entendido. Las leyes del mercado y la competencia empresarial en la rapiña capitalista, la emplean como una herramienta eficaz. A su vez, también los gobernantes se las ingenian para inflar el globo de los montos. No resulta extraño entonces, ver que ciertos proyectos estimados y calculados, acaben superando en millones las cifras iniciales. A veces llego a sentir lástima por el gordo de la "propa"...
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