La toma de Pando

La toma armada de la ciudad de Pando por el movimiento guerrillero tupamaro
8 de octubre 1969 En homenaje a los hermanos combatientes Ricardo Zabalza, Alfredo Cultelli y Jorge Salerno 
asesinados por la represión en los enfrentamientos posteriores a la toma de Pando.

ALGUNAS CONSIDERACIONES

Ese día, el MLN (Tupamaros) tomó Pando, ciudad de cierta importancia ubicada en las cercanías de la Capital Montevideo. Se tomó la Comisaria de Policía, el Cuartelillo de Bomberos, la Central Telefónica y los Bancos República, de Pan de Azúcar y de Pando. El operativo da inicio a las 13 horas y luego de cumplidos todos sus objetivos se lleva a cabo la retirada a las 13 y 20 horas.Participaron 49 combatientes, de Montevideo y del Interior del país, los que se identificaron con brazaletes y actuaron en seis grupos coordinados. El Comando se denominó "Ernesto Che Guevara".La acción tuvo como objetivo la realización de un homenaje combatiente al Che Guevara, así como logístico (armas y dinero) y, naturalmente, como demostración de fuerza para alentar al movimiento estudiantil y sindical, duramente enfrentado al gobierno de dictadura encubierta de Pacheco Areco, en su sostenida resistencia a todo lo largo de 1968 y 1969.En la retirada se produjeron enfrentamientos armados con las fuerzas represivas en un camino de acceso a Pando y más tarde a campo traviesa. Tres combatientes, los jóvenes estudiantes Ricardo Zabalza, Alfredo Cultelli y Jorge Salerno, fueron vilmente asesinados por la represión luego de habérseles terminado la munición o por estar heridos, y haberse rendido. Fueron asesinados cuando estaban desarmados, con un tiro en la nuca (Zabalza), por la espalda (Cultelli) o por fuego cruzado de fusilería (Salerno). Varios prisioneros más salvaron sus vidas por la presencia de periodistas.Cerca de una veintena de combatientes fueron detenidos, varios de ellos heridos. Entre los detenidos se contaban el hoy ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro y el hoy Coordinador de Inteligencia de la Presidencia, Augusto Gregori.Demás está decir que el impacto mediático fue enorme, tanto a nivel nacional como internacional, particularmente en la Región. Las consecuencias fueron de carácter inmediato y también de largo plazo, tanto en las filas revolucionarias como, particularmente, en las gubernamentales y de la represión.Se han publicado varios libros que describen detalladamente los hechos. Hoy queremos detenernos en las consecuencias, así como en algunas consideraciones sobre el proceso que se desarrollaba en el país y que conduce a la Toma de Pando, y reflexionar sobre el cambio que se genera a partir de Pando.
PRIMERA CONSIDERACIÓN:
LA TOMA DE PANDO ES UNA CONSECUENCIA DEL PROCESO DE LUCHA POPULAR

Si bien es cierto que fue la guerrilla tupamara la que decide tomar Pando, este hecho es un resultado del proceso de lucha popular que se venía viviendo en el país desde los inicios de 1968.No es una acción "descolgada" de la realidad que enfrentaba el pueblo sometido a una muy dura represión, masivas detenciones en cuarteles militares y a la aplicación de las llamadas "Medidas Prontas de Seguridad" que no eran más que una dictadura encubierta en la cual se habían anulado las libertades individuales, los derechos ciudadanos y atropellado la libertad de expresión, de prensa y de manifestarse públicamente.

En esa oportunidad la guerrilla tupamara actúa como un destacamento mas del pueblo en lucha que con su acción contribuye a este combate y a golpear a la represión y al gobierno semi-dictactorial.  Es parte de esa lucha popular buscando alentarla y demostrando que el gobierno no ejerce el férreo control que proclama.

No es una acción intempestiva ya que es un resultado lógico de la agudización del enfrentamiento con el fascismo, la oligarquía y el conjunto de la clase burguesa que pretendía quebrar la organización sindical y popular y de esta manera llevar adelante sus planes de hambre y saqueo, como lo hizo posteriormente de instaurada la dictadura cívico-militar en 1973. Resultado lógico porque el movimiento popular, el sindical, el estudiantil y aun mas, la izquierda de aquellos tiempos, no retrocedía ante los embates represivos. Por el contrario, continuaba con sus luchas y las radicalizaba y generalizaba. Es decir que la guerrilla tupamara con la Toma de Pando, actuó en el espíritu del combate popular en curso, o dicho de otra manera: se correspondió a la subjetividad de este movimiento y al nivel de definiciones alcanzados.

Esto último no quiere significar que la totalidad del movimiento popular, ni siquiera una mayoría, estaba subjetivamente preparado o definido para el enfrentamiento armado a la represión. Quiere sí significar que la acción armada de Pando corrió por los carriles ampliamente aceptados por el pueblo en lucha, de hacerle frente a la oligarquía y al gobierno y a la represión. A como diera lugar. Con piedras, barricadas, ocupaciones de lugares de trabajo y de estudio, manifestaciones masivas o "relámpagos", el pueblo en lucha no retrocedía y daba en la calle y en el enfrentamiento directo su respuesta a la ofensiva represiva. Si algunos destacamentos salidos de las filas del pueblo, la guerrilla tupamara por ejemplo, decidían entonces enfrentarse con las armas en la mano a la represión, no eran rechazados por el pueblo en lucha, más bien fueron vistos -como lo que eran- un destacamento de avanzada.

Por estas razones las acciones del MLN de todo ese periodo (Casino Carrasco, Casino San Rafael, detención de Pereyra Reverbel, Financiera Monty, Radio Sarandí) fueron acogidas con alegría, entusiasmo y como parte de la misma lucha en la que todos estaban comprometidos. Los efectos de Pando fueron, en consecuencia, enormes en cuanto al crecimiento de la popularidad del MLN en el pueblo trabajador en general y en los sectores más combativos en particular. Esto generó, entre otras cosas, un gran crecimiento del MLN con posterioridad a la Toma de Pando, nutriéndose de mucha militancia sindical y particularmente estudiantil que tomó Pando como una clarinada para pasar a otro nivel de lucha. Más aun cuando se dió a conocimiento público quienes habían sido los protagonistas de la toma y de los combates posteriores, ya que eran militantes populares y estudiantiles muy conocidos en sus ámbitos de militancia.

Con los participantes en Pando (y ya con otros anteriores) se termina con el "halo de misterio" de la organización guerrillera. Sus integrantes eran gente militante, conocida, que hasta el día antes se activaban en sus frentes de estudio y de trabajo y que de pronto aparecían integrando un comando "Che Guevara" que se tomó Pando armas en mano. El efecto fue muy grande. Y si bien no alteró el hecho de que -por primera vez-un número tan elevado de combatientes eran detenidos, lo que significó un serio revés militar y organizativo, operó positivamente en cuanto a ejemplo. Millares de personas, de militantes, constataron que la guerrilla tupamara era "de carne y hueso" (y sangre derramada) compuesta por sus iguales.

De hecho esto alentó a muchos militantes a dar un paso al frente e incorporarse a la lucha armada. Es decir que la supuesta "victoria" de la represión generó un crecimiento que multiplicó en varias veces lo que habían sido las pérdidas de combatientes y por lo tanto fortaleció a la guerrilla. Concretamente.

Fue el corolario de la dinámica que la represión gubernamental había generado con la pretensión de que a palos, con gases, matando estudiantes, deteniendo centenares de sindicalistas en los cuarteles militares, cerrando diarios opositores, etc., hacer retroceder al pueblo e imponerle sus "recetas" económicas que significaban rebaja de salarios, del nivel de vida, empeoramiento de la educación y la salud pública. Es decir que mansamente aceptaran el saqueo y la prepotencia represiva. Ya habían asesinado a Líber Arce militante estudiantil, comunista, disparándole por la espalda y a los estudiantes Hugo de los Santos y Susana Pintos, también comunistas, asesinados con las escopetas "riot" que los yanquis habían enviado presurosamente como "ayuda humanitaria" al gobierno, después de haberlas probado asesinando a docenas de vietnamitas que protestaban pacíficamente

La suerte estaba echada: la burguesía, la oligarquía toda, los banqueros con el apoyo del imperio yanqui y las vecinas dictaduras de Brasil y Argentina, se habían decidido a aplastar al fuerte movimiento popular en Uruguay, a los sindicatos, al movimiento estudiantil y, claro está, a la izquierda. La diferencia en este periodo, en comparación con anteriores, es que la agresión fue mucho más brutal y...que el pueblo trabajador no retrocedió sino que hizo frente, desarmado pero con una voluntad combativa que no cesó durante todo ese período. Al no retroceder el movimiento popular el gobierno agudizaba la represión y el pueblo en lucha se defendía con un combate que también se radicalizaba. El que en ese contexto, un destacamento popular, agudice el enfrentamiento fue un resultado de lo anterior, no una decisión unilateral y desconectada de la realidad. Y por si faltaran comprobantes: la represión en Pando se "salta la barrera" cívica, la de la "lucha leal entre orientales" y muestra sus fauces asesinas: ejecuta a prisioneros y trata de matar a todos los restantes. En ese sentido Pando es una continuación del asesinato de Líber Arce, Susana Pintos y Hugo de los Santos, en una versión profundizada que ya anunciaba los tiempos que se venían. En Pando se aplastaron los mitos de juicios con garantías, respeto a la vida de los prisioneros y heridos y respeto al "enemigo" rendido y desarmado.

SEGUNDA CONSIDERACION :
SIEMPRE HUBO UN SOLO DEMONIO, EL SISTEMA CAPITALISTA Y SU REPRESION

Alcahuetes histriónicos, fieles servidores de la oligarquía y del imperio han pretendido -con posterioridad, por supuesto- hablar de los "dos demonios”. De que todos los males en el país, la dictadura y sus consecuencias (millares de detenidos y torturados, desaparecidos, robos de bebés, asesinatos en la tortura, en las prisiones y también acribillados por la espalda en la calle o en sus domicilios) así como "el escuadrón de la muerte" con su secuela de crímenes y atentados, más el saqueo desenfrenado de la soldadesca y acólitos tanto a los bienes del país como a los privados de los "sospechosos", han pretendido que toda esa gama de actos gangsteriles y mafiosos, se debió a que en el país - por arte y milagro - habían surgido "dos demonios" que a través de su enfrentamiento trajeron la dictadura y la ruina.

Estos políticos profesionales que no movieron un dedo ni siquiera para defender SU democracia burguesa, y que al contrario, fueron aplaudiendo y alentando, dando sus votos en el Parlamento y escribiendo sus editoriales llamando a la "lucha contra la sedición"(SIC),pretenden ahora dar un paso atrás, desentenderse del asunto, limpiarse las manos, colocarse de bondadosos neutrales y echarle las culpas a "los demonios". En el razonamiento maquiavélico de esta gentuza los "demonios" fueron la guerrilla tupamara y los militares.

Los militares fueron tomando el poder pedazo a pedazo, amparados por las leyes que estos seudo-demócratas iban votando o refrendando, y amparados también en la marea de odio anti popular, anti sindical, anti estudiantil, anti prensa libre y opositora, anti izquierda, anticubana, anticomunista y anti guerrilla. El aparato militar, la casta de zánganos de la oficialidad, no llegaron al poder por cuenta propia, fueron llamados, apuntalados y encomendados. Moviendo los hilos: el gran capital, la oligarquía, los banqueros y la burguesía, y votando, los laderos que hoy hablan de dos demonios. Nadie puede olvidar los permanentes ataques al movimiento sindical, pidiendo mano dura y reglamentación sindical, a la izquierda y a lo que llamaron el "castro-comunismo”, el odio que fueron esparciendo por todos los rincones del país ya desde el triunfo de la Revolución Cubana en adelante, a pesar de que la izquierda era -electoralmente hablando-ínfima. Durante todo el 68 apuntalaron la cuasi-dictadura reclamando airados represión al estudiantado.

En ese clima que fueron creando, cerrando todas las puertas y anulando los derechos democráticos y libertades publicas, se fue cocinando a fuego lento la "solución final”, en la Jefatura de Policía, en los Departamentos de Inteligencia y, más que nada, en los casinos de oficiales en todos los cuarteles militares. La prédica actual de los "dos demonios”, es la coartada que estos cómplices civiles y políticos, buscan agenciarse cuando siguen saliendo a luz los latrocinios a los que sometieron al pueblo todo. Siempre hubo un solo "demonio": la oligarquía y todos los grandes banqueros y burgueses. Esos han sido siempre EL DEMONIO que, desde los principios ya ha expoliado y reprimido al pueblo. A este demonio le molestaron siempre las huelgas, las manifestaciones estudiantiles, mas aun las ocupaciones y, claro está, las barricadas, o la organización de los trabajadores rurales, y que hubiera gente que hablara de un mundo mejor llamándolo socialismo, comunismo, anarquismo y hasta solamente justicia social. Este demonio siempre atacó con violencia estas expresiones. Siempre. Usando a la policía, mas tarde a la inteligencia policial, luego a los grupos de choque, y a los escuadrones de la muerte anidados en su seno, para jugarse la última carta que fueron las parásitas FFAA.

A medida que el demonio fascista fue acorralando al pueblo que luchaba por sus reclamos - creyendo todavía que había una democracia que lo permitía - fue generando una respuesta popular acorde al nivel de represión.
Es en este contexto que se dan las luchas de 1968-69-70-71 e incluso 72.Son luchas de todo un pueblo con múltiples expresiones, desde el paro o huelga más elemental, hasta prensa de denuncia, desde cantores populares a lucha de guerrilla. Estos plumíferos pretenden separar, al interior de lo que fue la compacta resistencia popular, los que tomaron las armas, de todo el resto. Desconociendo, como está harto probado, que el ser periodista o escritor, o dirigente sindical, o sacerdote, no le impidió a centenares de militantes, también pertenecer a la guerrilla.

En Uruguay no hubieron "dos demonios" que por su enfrentamiento arrastraron al resto de la sociedad a lo que desembocó en la dictadura. Hubo uno solo que siempre reprimió y trato de aplastar. Si unos contestaron con mayor violencia, la guerrilla en este caso, no los coloca como "demonios" ya que se estaba respondiendo, con métodos más contundentes DESDE LA BARRICADA DEL PUEBLO asediada por el fascismo.

Pando entonces, no es expresión alguna de "dos demonios" es respuesta a la agresión asesina del único demonio actuante, conocido y...CON PODER. Porque los plumíferos han pretendido mancillar la memoria de los mártires atribuyendo su asesinato al choque de los "dos demonios" y a las "consecuencias colaterales" de este enfrentamiento. En Pando se detuvieron a policías y al Jefe de la Policía, ninguno fue vejado, maltratado y menos asesinado. Los 49 combatientes no se aprovecharon del control de la ciudad para cometer tropelías contra la población, se llevaron dinero de los bancos, actuaron con respeto a los civiles, a los retenidos o detenidos. Que diga entonces públicamente, por ejemplo el ex-presidente Julio Sanguinetti, de donde salió la orden para "rematar" a los guerrilleros prisioneros desarmados y heridos, de donde partió la consigna de que "hay que matarlos a todos". Partió del DEMONIO , del demonio policial y del demonio gubernamental del presidente Pacheco Areco, perteneciente al mismo partido de Sanguinetti.

El demonio represor, violando todas las leyes uruguayas e internacionales en la materia, procede a la ejecución sumaria de los prisioneros. El demonio represor traspasa la raya de los valores democráticos, de la misma manera como lo hizo con Líber Arce, Susana Pintos y Hugo de los Santos. Cada vez que los trabajadores ocupaban SU lugar de trabajo, ahí llegaban los demonios y les tiraban gases, apaleaban, vejaban y detenían. Y si alguien respondía tirando una piedra eso ya era carta blanca para volcar todos sus recursos contra ese "demonio" que quería hacerse respetar. Lo mismo cuando los estudiantes secundarios trataban de ayudar a algún manifestante apaleado por los "valientes" patoteros de las fuerzas de choque. La diferencia entre esos "demonios" y el "demonio" de la guerrilla es solo de grado en la respuesta, pero los motivos de la respuesta son los mismos.

TERCERA CONSIDERACIÓN:
LAS CONSECUENCIAS

A partir de Pando la represión pasa a tomar más en serio las posibilidades militares de la guerrilla tupamara del MLN T y en consecuencia entra en estado de alerta permanente. Una falta de vigilancia puede llevar a operaciones militares de envergadura (como igualmente se dieron a partir de ese momento, particularmente con la toma del Cuartel de la Marina).La represión policial se militariza aun más y el gobierno siente el golpe de un desafío de la envergadura de Pando (en aquel entonces). Las proclamadas "victorias" ante detenciones de combatientes conocidos, perdieron su efecto publicitario, ya que después de "haber asestado golpes demoledores a la sedición”, ésta como el Ave Fénix, era capaz de responder a un nivel aun más elevado.

En lo interno del MLN T lo de Pando repercute negativamente en el sentido de la detención de un elevado número de combatientes. Pero esto se ve prontamente superado por el aluvión de nuevos reclutas que la misma acción y su difusión pública genera, lo que más tarde va llevando a la represión a tratar de ahogar la información al público, habida cuenta de sus efectos favorables para la guerrilla.

La toma de Pando seguramente no fue la primera en su género en América Latina (Colombia, Guatemala, etc) pero si la más impactante en la región del Cono Sur sirviendo de ejemplo para similares acciones, por ejemplo en Argentina.

El Balance realizado por el MLN que se resumió en el "Balance del 69" terminaba con la consigna: "Más Pandos"
Es decir que para el MLN la Toma de Pando no había sido una derrota - como no lo fue - y al contrario marcaba un camino a seguir.

Aquí aparece lo que muy acertadamente ha sostenido Jorge Zabalza en diversos escritos: se genera -en la interna del MLN- la mentalidad de que se estaba en camino de construir un doble poder, un poder guerrillero que desafiaba al poder burgués. La toma de ciudades, comenzando por Pando, como el lo explica, sería el inicio de una mentalidad estratégica que buscaba la ocupación de ciudades, por más tiempo, hasta culminar con lo que sería el gran desenlace estratégico: la toma de Montevideo.

Este triunfalismo es - en parte- consecuencia del resultado social, en la opinión pública, más que nada militante, y en el reclutamiento de combatientes y simpatizantes, de la Toma de Pando. Por desgracia llevó agua al molino de lo que siempre había estado en germen en el aparato guerrillero y sobre el cual ya se había advertido en unos de los primeros documentos (marcándolo como una desviación), LA MENTALIDAD APARATISTA, es decir la que colocaba al aparato y sus intereses por encima de todo, incluso - por supuesto- del nivel de disposición para la lucha de los sectores populares. Arrancando con mucha fuerza interna desde Pando, con altibajos, va marcando el rumbo estratégico del MLN T, en lo que se consideraba la estrategia del doble poder.

Esto condujo a un cada vez mayor distanciamiento entre el nivel de conciencia y organización popular y los desafíos de la guerrilla. La llevó, como bien explica Zabalza y muchos otros, a una lucha entre aparatos,lo que condujo a la derrota de 1972 y la eliminación de unos de los dos principales obstáculos del DEMONIO FASCISTA (el otro, como se sabe, lo era la organización popular, que enfrenta el golpe y la instauración de la dictadura, con 15 días de huelga general y la ocupación de los centros de trabajo y estudio, hecho único en dimensión y duración en toda América Latina).

La concepción aparatista se aleja del objetivo inicial de ser un destacamento más, de vanguardia sí, pero uno más, de la lucha de todo el pueblo trabajador y pasa a operar con objetivos propios, nacidos en el mismo aparato, sin correlación con la situación política y el nivel de organización y conciencia del pueblo. La guerrilla debería operar como detonador, como ejemplo, no sustituir con su aparato y desde su aparato, a la organización popular. Esta concepción confundió de manera muy dramática lo que los revolucionarios de otras latitudes habían explicado, escrito y llevado adelante: el doble poder. Es decir el poder dual. El de la burguesía por un lado, con su gobierno y sus fuerzas armadas, y el del pueblo en lucha, por el otro, también con sus instituciones, su gobierno dual y sus propias milicias o destacamentos armados.

Lo más probable es que se mezcló la tesis de que el partido proletario debí a ser el que guiaba el proceso, con la tesis de que el partido debería tener el poder. En el caso de la Revolución Rusa, por ejemplo, que es el más estudiado al respecto del doble poder, las tesis eran que el Congreso de los Soviets (consejos) obreros, campesinos y de soldados, era la instancia democrática proletaria, su "parlamento" digamos así, y que allí se elegía también una dirección, DE LOS SOVIETS, y que estos dictaban leyes y también tenían sus destacamentos armados para la defensa de su poder. Durante un período existieron entonces dos poderes. Uno el de la burguesía y el otro el del proletariado. Unos y otros hacían leyes o emitían decretos y su aplicación dependía de la correlación de fuerzas en concreto en cada lugar, región o aun centro de trabajo. Unos respondían al gobierno burgués y otros al proletario. Y cada uno con sus fuerzas armadas. Naturalmente que no era una "coexistencia pacífica" sino una disputa, una lucha entre ambos, que más tarde desemboca en la misma Revolución Rusa y la Guerra Civil posterior.

Lo que podríamos decir fue la práctica concreta en ese período de doble poder era que el poder del soberano estaba en el Congreso de los Soviets, basado en millares de Comités (o soviets) locales, por fábrica, por región en el campo, por regimiento, etc. La concepción inicial (habida cuenta de que los primeros soviets ven la luz en la Revolución de 1905, como creación espontánea y natural, desde las bases del pueblo trabajador para dotarse de instrumentos propios) de ninguna manera considera que el doble poder es el enfrentamiento entre el poder burgués y el de UN PARTIDO proletario, por más que fuera muy influyente entre los trabajadores.
Ligado a ello está el problema de la democracia proletaria, en el seno del pueblo.

Sin embargo, quizás por haber sido el más difundido y conocido, para nada el soviético fue el único caso. Un ejemplo de gran peso es el chino cuando el Ejército Popular controló enormes extensiones de China y una infinidad de ciudades y zonas campesinas, otro, Vietnam cuando el "doble poder" digamos así, enfrentó durante decenios el poder popular del Norte con el poder títere apuntalado por el imperialismo francés primero y luego el yanqui, lo mismo con las guerrillas de Tito en Yugoeslavia cuando la ocupación nazi, y más concretamente en América Latina, lo que fue el poder revolucionario desde la Sierra Maestra, el sandinista durante 1978 y parte de 1979 hasta el triunfo, que controlaba importantes regiones y esporádicamente ciudades hasta ir creciendo en potencial y lograr derribar el poder somocista, así como también el que durante largos periodos se materializó en El Salvador en los 80. Y para finalizar con los ejemplos, el de Colombia con zonas liberadas desde hace más de medio siglo, bajo gobierno de la guerrilla.

Estos ejemplos que son los que han existido tuvieron , o tienen, una característica en común: es un partido, una organización, un frente político, o una guerrilla, las que dominando una parte del territorio y estando en guerra con el gobierno central (burgués-imperialista) ejercen un poder real, son sí, un doble poder. Pero de una organización, no un poder que ejerce el pueblo trabajador mismo a través de sus propios instrumentos un poder que se haya organizado desde abajo y haya ido reuniendo fuerzas e influencia para ser aceptado como tal, como poder, por amplios sectores del pueblo.

Sin que haya sido la intención de los combatientes y tampoco motivo de reflexión posterior cuando se fue desarrollando  en el MLN T y desde el mismo las tesis del doble poder, objetivamente se toco una problemática fundamental para los movimientos populares y revolucionarios, de ayer, de hoy y del futuro: qué tipo de poder se pretende, quienes serán los que lo ejerzan y bajo que formas.

Siendo una de las problemáticas centrales para el movimiento popular, quisimos solamente anotar esta consideración. Sigue vigente cuando hoy en día la mayoría de la izquierda en Uruguay e incluso un buen número de los integrantes del MLN T, así como la de otros países en América Latina han optado por desarrollar sus tesis del poder, desde los ámbitos del poder burgués, es decir desde los instrumentos de poder del estado burgués.
Viendo la situación internacional y latinoamericana y la evolución de los conflictos, no nos queda la menor duda de que en el futuro el estado burgués se va "a depurar" y recurrirá a las variantes colombianas, de Honduras, de México, etc., y quizás pronto la nueva variante chilena que ya se viene anunciando. Cuando esto suceda el problema del poder se  volverá a plantear con toda su crudeza: o la burguesía, la oligarquía y el imperialismo imponen sus crudas "soluciones a la crisis" (Grecia, y pronto media Europa) o el pueblo trabajador no acepta pagar las consecuencias, resiste y se va dotando de instrumentos propios de poder.

Rosendo








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