Chomsky: Ultraje I

Ultraje I
Por Noam Chomsky
Casi todos los días traen noticias de crímenes horrorosos, pero algunos de ellos son tan atroces, tan horrendos y malvados, que ellos dejarían enano a todo lo demás. Uno de esos acontecimientos inusuales ocurrió el día 17 de julio, en que el vuelo de Malaysian Airlines MH17 fue derribado en el Este de Ucrania, matando a 298 personas.
 El Guardián de la Virtud en la Casa Blanca lo denunció como un "desmán de proporciones inenarrables", el cual él atribuyó al "apoyo ruso. Su Embajador en las Naciones Unidas tronó que "cuando 298 civiles son muertos" en el "espantoso derribo" de un avión civil, "no debemos detenernos ante nada para determinar quien es responsable y llevarlo ante la justicia". Ella también apeló a Putin para que terminara sus vergonzosos esfuerzos para evadir su totalmente clara responsabilidad.
Ciertamente, el “irritante  hombrecito” con la “cara de rata” (Timothy Garton Ash) había reclamado una investigación independiente, pero eso podía solamente haber sido a causa de sanciones del único país suficientemente valiente para imponerlas, los EEUU, mientras que los europeos habían retrocedido con miedo.
En la CNN, el antiguo embajador en Ucrania William Taylor aseguró al mundo que el irritante hombrecito "es claramente responsable...por derribar a este aeroplano". Durante semanas, las editoriales informaron sobre la angustia de las familias, las vidas de las víctimas asesinadas, los esfuerzos internacionales para reclamar los cuerpos, la furia sobre el crimen horroroso que "enmudeció al mundo", mientras que la prensa informaba a diario en macabro detalle.
Toda persona letrada, y por cierto todo editor y comentarista, instantáneamente recordó otro caso en que una aeronave fue derribado con una pérdida de vidas comparable:  Iran Air 655 con 290 víctimas, incluso 66 niños, derribado en el espacio aéreo iraní sobre una ruta aérea comercial claramente identificada. El hecho de que el crimen fuera realizado con el "apoyo de los EEUU", ni tampoco quien lo cometió jamás han quedado inciertos.  Fue el crucero de misiles guiados USS Vincennes, operando en aguas iraníes en el Golfo Pérsico.

 El comandante de una nave cercana, David Carlson, escribió en los Proceedings de la Marina de EEUU que él "se preguntó en forma incrédula" en tanto el Vincennes anunció sus intenciones de atacar lo que claramente era una aeronave civil. Él especuló con que el "Robo Crucero", como era llamado el Vincennes a causa de su conducta agresiva, "sintió necesidad de probar la viabilidad del Aegis (el sistema anti aéreo sofisticado del crucero) en el Golfo Pérsico, y que ellos ansiaban la oportunidad de mostrar su equipamiento.”
Dos años después, el comandante del Vincennes y el oficial a cargo del sistema anti aéreo fueron galardonados con la Legión del Mérito por "conducta excepcionalmente meritoria en la realización de servicio destacado" y por "la calma y atmósfera profesional" durante el período de la destrucción del Airbus iraní, el que no fue mencionado en la condecoración.
El Presidente Reagan culpó a los iraníes y defendió la acción de la nave de guerra, la que "siguió órdenes actuales y procedimientos ampliamente divulgados, disparando para protegerse a sí misma contra un posible ataque." Su sucesor,  Bush I, proclamó "yo jamás voy a pedir disculpas por los EEUU - no me importa cuales son los hechos ... No soy el tipo de hombre que pide disculpas por los EEUU".
Ningún tipo de evasiones de la responsabilidad en ésto, al contrario de los bárbaros del Este.
Hubo muy poca reacción en el momento: ningún ultraje, ninguna búsqueda desesperada de las víctimas, ni denuncias apasionadas de los responsables, ni lamentos elocuentes por el embajador de los EEUU en las Naciones Unidas sobre la "inmensa y descorazonadora pérdida" cuando la aeronave fue derribada. Condenas iraníes fueron notadas ocasionalmente, pero descartadas como "ataques trillados a los EEUU" (Philip Shenon, New York Times).
Pequeño milagro entonces, que este suceso anterior insignificante mereciera sólo algunas palabras aisladas en los medios de comunicación de masas norteamericanos durante el vasto furor sobre un verdadero crimen, en el cual el enemigo demoníaco podría haber estado involucrado indirectamente.
Una excepción fue en el Daily Mail de Londres, donde Dominick Lawson escribió que a pesar de que los "apologistas de Putin" podrían levantar el ataque aéreo en Irán, la comparación en realidad demuestra nuestros altos valores morales en contraste con los miserables rusos, quienes tratan de evadir su responsabilidad por MH 17 con mentiras mientras que Washington inmediatamente anunció que el buque de guerra de EEUU había derribado a la aeronave iraní - correctamente. Qué evidencia más poderosa podría haber de nuestra nobleza y su depravación?
Sabemos porqué los ucranianos  y los rusos están en sus propios países, pero uno se podría preguntar qué cosa exactamente estaba haciendo el Vincennes en aguas iraníes. La respuesta es simple. Estaba defendiendo al gran amigo de Washington Saddam Hussein en su agresión homicida contra Irán. Para las víctimas, el derribo no fue una cuestión pequeña. Fue un factor mayor en en el reconocimiento por parte de Irán de que no podría seguir luchando más, de acuerdo con el historiador Dilip Hiro.

Continuará

Traducción de Ricardo Ferré

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