Forjando la Memoria: AMELIA SANJURJO
(por Marys Yic)
Amelia Sanjurjo Casal nació en Montevideo, tenía 39 años de edad, soltera, empleada de una editorial y militante del Partido Comunista. Fue detenida el 2 de noviembre de 1977 en su domicilio de Colón. Carlos Aguilera, amigo de Amelia e inquilino de la vivienda que habitaba, cuenta que los efectivos que intervinieron en el operativo habían montado una ratonera el día anterior, en el que permanecieron hasta el tercer día, en que lo dejaron en libertad.
Diversos testimonios dan cuenta de que Amelia Sanjurjo fue conducida y sometida a torturas en el centro clandestino de detención "La Tablada", dependiente del OCOA. Su muerte habría sobrevenido luego de intentar, en muy mal estado físico, huir del lugar donde se encontraba. Personas muy allegadas a Amelia declararon ante la Comisión para la Paz que se encontraba embarazada y esperaba su primer hijo.
Carmen Sanjurjo, hermana de Amelia, declara haber recibido en noviembre de 1977 una llamada telefónica avisándole que Amelia había muerto.
Declaración de Carlos Aguilera:
"(...) alquilaba una habitación en la casa de Amelia (...). El 30 de octubre de 1977 al entrar, encontré que había personas de particular con botas negras, que venían a detener a Amelia y dejaron una ratonera. Durante varios días permanecieron allí; a mi me permitían ir a trabajar pero me vigilaban. Me enteré de que a ella ya la habían detenido pero permanecieron en la casa esperando a compañeros de militancia..."
Su familia tuvo que esperar 24 años para saber que Amelia fue llevada al establecimiento de "La Tablada", donde la torturaron durante un período que oscila entre cuatro y seis días.
Según su hermana, la Comisión para la Paz constató que "estaba muy mal, no comía e incluso se arrastraba al baño porque no podía caminar. Un día vinieron a buscarla para llevarla al segundo piso a torturarla de nuevo. Hizo un intento de escape de quienes la estaban arrastrando, corrió y ahí la mataron. No se sabe si la asesinaron o hizo un paro cardíaco, pero en ese intento para que no la torturaran más, murió alrededor del 8 de noviembre de 1977"
La Tablada
En La Tablada, decenas de detenidos políticos padecieron torturas y también encontraron la muerte. Allí confluían también tres de los departamentos más siniestros de la represión: el Servicio de Información y Defensa y el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). En sus filas revistaron los más connotados capitostes de la represión, que se extendió también a los países limítrofes, especialmente a la Argentina. En esa época operaban en los niveles de mando del SID: el general Amauri Prant, el coronel Fernán Amado, el capitán de navío Nader y el capitán Pedro Mattos. En la OCOA entre tanto operaban: el coronel Ramas, el mayor Carlos Ortiz, el teniente coronel José Nino Gavazzo, el mayor Carlos Arab, el coronel Jorge "Pajarito" Silveira, el coronel Rodríguez Buratti, el coronel José Baudean, el capitán Ricardo Medina, el comisario Hugo Campos Hermida, el coronel Regino Burgueño y el coronel Manuel Cordero.
Al día de hoy el único detenido-desaparecido hallado en "La Tablada" fue Ubagesner Chávez Sosa. La identificación del lugar donde aún están los restos de las víctimas de la dictadura cívico militar es una cuenta pendiente con toda la sociedad.
(INFORMACIÓN TOMADA DEL LIBRO "A TODOS ELLOS" Y DEL DIARIO "LA REPÚBLICA")
Diversos testimonios dan cuenta de que Amelia Sanjurjo fue conducida y sometida a torturas en el centro clandestino de detención "La Tablada", dependiente del OCOA. Su muerte habría sobrevenido luego de intentar, en muy mal estado físico, huir del lugar donde se encontraba. Personas muy allegadas a Amelia declararon ante la Comisión para la Paz que se encontraba embarazada y esperaba su primer hijo.
Carmen Sanjurjo, hermana de Amelia, declara haber recibido en noviembre de 1977 una llamada telefónica avisándole que Amelia había muerto.
Declaración de Carlos Aguilera:
"(...) alquilaba una habitación en la casa de Amelia (...). El 30 de octubre de 1977 al entrar, encontré que había personas de particular con botas negras, que venían a detener a Amelia y dejaron una ratonera. Durante varios días permanecieron allí; a mi me permitían ir a trabajar pero me vigilaban. Me enteré de que a ella ya la habían detenido pero permanecieron en la casa esperando a compañeros de militancia..."
Su familia tuvo que esperar 24 años para saber que Amelia fue llevada al establecimiento de "La Tablada", donde la torturaron durante un período que oscila entre cuatro y seis días.
Según su hermana, la Comisión para la Paz constató que "estaba muy mal, no comía e incluso se arrastraba al baño porque no podía caminar. Un día vinieron a buscarla para llevarla al segundo piso a torturarla de nuevo. Hizo un intento de escape de quienes la estaban arrastrando, corrió y ahí la mataron. No se sabe si la asesinaron o hizo un paro cardíaco, pero en ese intento para que no la torturaran más, murió alrededor del 8 de noviembre de 1977"
La Tablada
En La Tablada, decenas de detenidos políticos padecieron torturas y también encontraron la muerte. Allí confluían también tres de los departamentos más siniestros de la represión: el Servicio de Información y Defensa y el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). En sus filas revistaron los más connotados capitostes de la represión, que se extendió también a los países limítrofes, especialmente a la Argentina. En esa época operaban en los niveles de mando del SID: el general Amauri Prant, el coronel Fernán Amado, el capitán de navío Nader y el capitán Pedro Mattos. En la OCOA entre tanto operaban: el coronel Ramas, el mayor Carlos Ortiz, el teniente coronel José Nino Gavazzo, el mayor Carlos Arab, el coronel Jorge "Pajarito" Silveira, el coronel Rodríguez Buratti, el coronel José Baudean, el capitán Ricardo Medina, el comisario Hugo Campos Hermida, el coronel Regino Burgueño y el coronel Manuel Cordero.
Al día de hoy el único detenido-desaparecido hallado en "La Tablada" fue Ubagesner Chávez Sosa. La identificación del lugar donde aún están los restos de las víctimas de la dictadura cívico militar es una cuenta pendiente con toda la sociedad.
(INFORMACIÓN TOMADA DEL LIBRO "A TODOS ELLOS" Y DEL DIARIO "LA REPÚBLICA")
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