Los torturadores deben ir a cárcel común; las víctimas: Graciela Rutilo Artés

“Leer el pasado reciente desgarra el alma. Cada palabra escrita duele en lo más profundo. Es importante no olvidar, tener memoria, para que los horrores del terrorismo de Estado no vuelvan a repetirse jamás. Marys Yic”

Matilde Artés “Sacha” es madre de Graciela, desaparecida en Argentina, y logró rescatar a Carla, su nieta secuestrada. Comparte la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y tenía con una larga militancia revolucionaria que la llevó de Bolivia a Chile y a Cuba. En su vida se reflejan los avatares de la historia latinoamericana durante el último tercio del siglo XX.

El secuestro de su hija Graciela, junto a su esposo y la pequeña hija de ambos, significó para Matilde Artés el inicio de un nuevo tipo de militancia, y se convirtió en uno de los motores que impulsaron la lucha de Madres y, sobre todo, de Abuelas de Plaza de Mayo.

Graciela Rutilo Artés, argentina, de 25 años de edad, era dirigente estudiantil y había apoyado la huelga minera en Bolivia, fue secuestrada el 2 de abril de 1976 junto a su hijita. Después de torturarla muchísimo en Oruro, la trasladan a La Paz, donde la separaron de su hija. A Graciela la confinaron en el Ministerio del Interior para continuar torturándola y Carlita con solo 9 meses de edad fue privada del alimento indispensable. Luego fue entregada a un orfanato donde la inscribieron con un nombre falso.

Sacha perdió el rastro de su hija y de su nieta hasta que se enteró que el 29 de agosto de 1976 fueron entregadas a las autoridades argentinas. Posteriormente, pudo saberse que las dos pasaron por el centro clandestino de detención "Automotores Orletti", de Capital Federal.
Enrique Joaquín Lucas López, padre de Carla, fue asesinado el 17 de setiembre de 1976 en Bolivia, es el único uruguayo desaparecido en Bolivia en el marco del Plan Cóndor.

En el año 1983 Carla fue localizada por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Había sido apropiada e inscripta como hija del matrimonio argentino formado por Eduardo Ruffo (un represor argentino miembro de la “Triple A” y de la SIDE en Orletti) y Amanda Cordero. 
SACHA CON CARLA, LA FOTO DE GRACIELA Y SU BISNIETA.
Un día son localizadas dos niñas procedentes de Bolivia y se le avisa a Matilde Artés que una de ellas podría ser su nieta. Finalmente se logró recuperar a la niña el 24 de agosto de 1985, cuando ya había cumplido 10 años de edad. Desde entonces Carla se ha mantenido al lado de su abuela.

Veintidós años después recuerdan los momentos difíciles que pasaron en Buenos Aires cuando “Ruffo”, que aún permanecía encarcelado por el secuestro de Carla, estaba a punto de recuperar la libertad gracias a las “leyes del perdón”, las dos temieron que intentara vengarse y Sacha decidió buscar refugio en España.

Testimonio de Matilde Artés “Sacha”:
“Las abuelas siempre nos planteamos para qué querrían a nuestros nietos algunos de esos criminales. Hasta el día de hoy, cuando ya no son niños sino hombres y mujeres, nos lo preguntamos. ¿Para qué? Pasado el tiempo sabríamos para qué. Y sería muy doloroso averiguarlo”

“… Me encontré con una niña asustada, llena de magulladuras y arañazos, con pánico de que la vieran desnuda cuando había que higienizarla, que meterla en la ducha, porque no dejaba de ser una niña de 10 añitos. Estaba desconfiada de todo y tenía mucho miedo. Decía que los hombres de Ruffo la estaban siguiendo. Yo no entendía algunas cosas de mi nieta hasta que, el día que cumplió 18 años, quiso hablar conmigo. Ese día habíamos dormido juntas en la misma cama y estábamos planeando que íbamos a hacer… cuando Carlita me dijo: “Abuela, yo tengo que decirte una cosa”. Yo quedé sorprendida por la cara de mi nieta, pero fue como un clic en mi cabeza. Nos agarramos de la mano y le pregunté: “¿Qué pasa, mi niña? ¿Qué me quieres contar?”… 
PLAN CÓNDOR
Carla: “Que el hijo de puta de Ruffo, desde los 5 años, abusaba de mí sexualmente. Se metía conmigo en la ducha. Lo terrible, es que la mujer de Ruffo lo sabía, ella era quien me daba las palizas más grandes. Recibía patadas y palizas, ellos me golpeaban con el cinturón, pero con la parte de la hebilla para que hiciera más daño…”

“Entonces entendí por qué no quería verse desnuda y se escondía detrás de la cortina del baño. Si tienen en cuenta que, desde los 5 años hasta los 10 en que yo la rescato, ese maldito hacía uso de ella… entonces comprenderán que hay cosas que yo no voy a perdonar nunca. ¡Nunca, jamás! Si lo tuviera delante de mí, lo despellejaría, sin pena y con mucho asco. Por todo lo que le hizo pasar a mi nieta, por todo lo que debe haber sufrido mi hija, y por los otros dramas que se han padecido a causa de lo que se conoce como “Plan Cóndor”

Actualmente, Carla reside en Madrid (España) junto con su abuela materna. Es madre de dos niñas, Graciela y Anahí. Graciela Rutilo Artes permanece desaparecida. El cuerpo de Enrique Lucas fue inhumado en forma secreta en un cementerio de Cochabamba. Años más tarde, su hija logró identificar los restos mortales.

(INFORMACIÓN TOMADA DEL LIBRO “EL ALMA DE LOS VERDUGOS” ESCRITO POR EL JUEZ BALTAZAR GARZÓN.) Marys Yic.


NUNCA MÁS PUEDEN PASAR ESTAS COSAS!!


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