Las hazañas de la Armada: ahora estafa impune.

DIFUNIRLO ES SEMBRAR MEMORIA.
Im Memoriam de la compañera Rossina Carro.


Su testimonio:
“–Era enero de 1979, yo estaba en una parada de ómnibus, salieron de una casa y me agarraron. En ese momento empiezo a gritar, me tapan la boca y me arrastran. Los muerdo y cuando me sueltan vuelvo a gritar mi nombre.
Se juntó gente, yo gritaba mi nombre, decía “me rapta la OCOA” y daba patadas cuanto podía. Hasta que me metieron en un auto. Cuando voy en el auto, me doy cuenta de que me llevan hacia el puerto de Montevideo, porque es muy reconocible por el olor, estaba en el FUSNA.
Y ahí empieza la otra etapa, la etapa de la tortura que era acompañada por música.
Por suerte no me hicieron odiar a los Beatles, porque a los Beatles no los voy a odiar nunca, los amé desde que nacieron y los seguiré amando.
Cada momento de la tortura era acompañado por distintos estilos de música. Por ejemplo cuando te estaban haciendo el simulacro de violación era “Fiesta” de Rafaela Carrá. Cuando te estaban apretando o haciéndote la picana te cantaban una de un brasilero: “canta, canta minha gente, deixa tristeza para lá” Si te hacían el submarino era la música de “Yellow Submarine”.
Al principio yo estaba sola en una celda bastante grande y no me animaba a comer, traían unas bandejas con una comida exquisita, vos veías aquello y era comida buena, pero yo pensaba que estaba envenenada y no la comía.
Hasta que un día estaba muerta de hambre, desesperada, decidí probarla un poco.
Pensé: si no me muero comiendo, capaz que me matan en la próxima, así que voy a probar. Comí  y estaba deliciosa, tenía tanta hambre que me la comí toda. Después con el tiempo nos enteramos que todo el mundo estaba comiendo lo mismo en la marina, porque el vicealmirante Márquez, que era uno de los jefes de la Armada, tenía una granja o algo parecido y le convenía vender pollos y cosas de buena calidad al FUSNA, un pollo se lo cobraba diez veces más, así se aseguraba su ingreso, por eso estábamos comiendo bien, nada más que por eso. El FUSNA llevaría adelante la redada del Partido Comunista. Es una gran caída, porque en el 79 detienen prácticamente a toda la dirección que estaba clandestina desde el año 1975.
El tratamiento primario fue reventarte a golpes la cabeza: el famoso teléfono. Ahí me perforan la membrana del  tímpano, y hasta ahora tengo infecciones en el oído.
Te hacían el submarino, pero el submarino del FUSNA no era en un tacho. Te ponían una capucha, te la apretaban bien y te metían bajo la ducha, caía el chorro de agua y te ibas ahogando....”- continúa. Leer libro Los ovillos de la Memoria.
 Taller Memoria y Testimonio expresas políticas.
Este testimonio de la compañera Rossina Carro como otros tan dolorosos son una parte de lo que ha sido el accionar de esta arma del aparato del Estado uruguayo durante el largo período del terrorismo de Estado.
Hoy a 37 años la ARMADA, sigue en el largo camino de la impunidad esta vez con sus estafas, sus complicidades con civiles. Han mentido durante todo el tiempo, aún conservan las parcelas de poder en el Estado. Es hora de que los políticos tomen cartas en el asunto ya que no le han doblegado el largo brazo de los crímenes cometidos en la dictadura.
La compañera Rossina Carro puso fin a sus secuelas...
En el año 1999, se suicidó. 
Ellos son culpables. Muchos de sus integrantes tienen un lugar seguro en Punta de Rieles.
VERDAD Y JUSTICIA

MARTHA PASSEGGI.




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