Los Establos de Augias: recolectores de basura
N de R: Uno de los trabajos de Hércules en su leyenda, consistía en limpiar los establos del rey Augias, tarea considerada imposible. Hércules tuvo que desviar un río para lavar la mugre de los establos.
UCRUS
Ante la Administración
ANA OLIVERA
En nuestro modesto local sindical, y respondiendo a una invitación genérica a todos los candidatos del anterior período electoral, nos visitó la Prof. Ana 0livera. En el clima de respeto y cordialidad pertinente, le expusimos nuestro programa básico: clasificación en origen de la basura, colecta selectiva y plantas de clasificación, todo en el área pública, o de “ privatizarse” a través de asociaciones horizontalizadas (cooperativas) de clasificadores. Quedaba claro que la UCRUS que había acuñado su programa en el curso de intensos años, incluso de trajinar internacionalmente en países hermanos, gozando en ellos de la fraternidad y generosidad de clasificadores organizados, financiando delegaciones nuestras de hasta 40 compañeros, concientizábamos la dignificación total de nuestra función objetiva y esencialmente ecológica, con las plantas de clasificación, en un curso tan breve, como el tiempo en que la sociedad y junto con ella sus poderes, asumieran la conciencia de la racionalidad científica y ambiental de estos conceptos, naturalmente aplicados en un proceso.
Tres días después de ser electa, hizo su primer declaración pública: no privatizaré la basura, sin que mediara la menor sugerencia de nuestra parte. En forma inmediata le hicimos llegar nuestro más ardiente apoyo, justificándolo en que si lo hubiera hecho antes de los comicios, podría asimilarse a una jugada electoralista. Hecho posterior, lo estimábamos una posición estratégica. En nuestros archivos permanece la contrafirma de una miembro de su staff electoral
todavía en el Hotel Klee.
Entre las hipótesis sobre la motivación de A.O. para hacer tal declaración , estuvo la de un reconocimiento objetivo al rol jugado por los compañeros en la consulta.
En la interna hubo quien –minoritario- cuestionó: ¿ ahora estamos en luna de miel con el poder?
Este era el clima dentro de UCRUS, después de confrontar con administraciones anteriores del mismo cuño partidario, que rechazaban la totalidad de nuestras posiciones.
No solo confrontando en base a declaraciones, sino con marchas multitudinarias de nuestros “carritos” como la del 13 de febrero de 2008, visibilizando al gremio ante la clase trabajadora organizada (ingreso al PIT-CNT) y la opinión pública, que llegó a derrotar al Intendente de turno, pretendiendo eliminar de la calle y de un saque, - a nuestros vehículos a tracción a sangre humana o esencialmente animal.
Corrió el tiempo, continuábamos avanzando en nuestra organización, nacional e internacionalmente. Llegamos a tener la Secretaría de Relaciones Internacionales en la RED LATINOAMERICANA Y CARIBEÑAS DE RECICLADORES, hasta que en ese entretanto llegó la primer sorpresa
..
La reconversión laboral
A.O. hizo un llamado institucional para la reconversión laboral de los clasificador(e/a)s (dándoles de paso un reconocimiento por la negativa a nuestro gremio) a peones de la construcción los hombres, y para empleadas de fábricas de pasta(?) las mujeres.
La respuesta del gremio y acorde con ella la del mundo empresarial, fue insertar 3 o 4 decenas de clasificadores masculinos y alguna decena las femeninas. Mas allá del destaque de los medios informativos a alguna reconversión individual, los trabajos, sobre todo los hombres, carecían de estabilidad. Se acababan las obras y debían recurrir de nuevo al carro, cuando en veces habían tenido que entregarlos, como llave para ingresar en la reconversión. Un miembro destacado de la Sría de Salud Laboral y Medio Ambiente del PIT-CNT hubo comentado: normalmente han reingresado compañeros que retomaban su anterior oficio, con el mejoramiento de la situación nacional -por el viento de cola de la economía del mercado mundial o por lo que fuese, agregamos nosotros- en infinita mayor cantidad que las provocadas por el llamado de la IM. Pero esto son detalles frente a lo que se venía.
Existía un Decreto de la Junta Departamental referido a residuos domiciliarios y no domiciliarios, y el Ejecutivo Comunal, envió a su legislativo un nuevo proyecto, que se concretaría en el 34.205, en que la nominación se utilizaba ahora para separarlos en referencia a la posibilidad de levantarlos o no, con la hoy llamada “TAS” (tracción a sangre) vulgo nuestros “carritos”. Aquí de un golpe, se establecía que los residuos no domiciliarios: industrias, comercios, servicios, no podrían levantarse más con carros con caballos o a tracción humana.
Se incluían de paso a las viviendas domiciliarias, incluyendo torres, que estuviesen instaladas en espacios vallados, o en contenedores mantenidos fuera del espacio público. Pero este g o l p e, se daba de una forma perlada, es decir para su cumplimiento se abría un espacio entre marzo y diciembre del pasado 2013, en que Municipio a Municipio (la descentralización también sirve para esto) se iba impidiendo el trabajo con nuestros vehículos. Obviamente al im -pedirse y parcialmente en forma tramposa, tal cual quedó señalado más arriba, la recolección de los no domiciliarios al gremio, se le cercenaba la parte más rica y concentrada de los residuos.
Pero esto tenía una excepción: los compañeros que practicaban la TAS, el levante
con los “carritos”, podrían, uniéndose dos o tres, adquirir un carromoto u otro vehículo motorizado, al cual gestión mediante se le otorgaría un pase de “debidamente habilitado” para poder seguir haciendo sus levantes, esta vez sin generar inconvenientes viales… y de paso en la neo- liberal sociedad actual,hacer los levantes de los que ya no los podrían hacer. Vale decir, desde el poder y de los de arriba, pretendiendo resolver los problemas de la pobreza y la indigencia, transferir sus contradicciones a los de abajo, generando la confrontación entre los que pueden seguir siendo clasificadores contra aquellos que tienen inmensas dificultades para seguir siéndolo, debiendo rastrillar los contenedores naturalmente visitados por otros compañeros. Esto último surge de las informaciones de compañeros que impedidos de hacer sus levantes, son cuestionados por los que trabajan en zonas más apartadas, hasta ahora no afectados.
Pero no solamente esto. También se despliegan desde algunos depósitos,(los depositeros que “blanqueando” nuestro trabajo en negro contratando camioneros con “sus” vehículos que pueden estardebidamente habilitados y estos recibir los residuos para terminar más rápidamente en las bocas de salida hacia la industria que los transforma en nuevas mercancías, o la exportación, sin pasar por la recolección del clasificador. Ello no se contrapone a las reales leyes del mercado.
La aplicación de la Ley de Envases N° 17.849
Con más de 5 años de atraso, se comenzó a aplicar en Montevideo la denomi- nada ley, que se concretó en la creación de cuatro plantas de clasificación de residuos para 128 compañeros en total., es decir 32 por planta. La normaestablecía básicamente, que en tanto los envases contaminan el ambiente, debían rescatarse con el aporte laboral de quienes los recogen, para beneficio de nuestro gremio E independientemente de su reglamentación, los fondos debían provenir de los industriales o los importadores que eran quienes generaban el problema ambiental. Aquí se plantean dos problemas: el primero institucional, y el segundo desprendiéndose del anterior, nuestra cuantificación como gremio.
Liberar a la sociedad de los residuos que se producen normalmente, constituye una obligación determinada constitucionalmente: la Intendencia Municipal de cada departamento. La ley es nacional, su aplicación departamental. Y el poder departamental debería estatuir las formas. En las Intendencias del interior, se dio curso a la instalación de las plantas tal cual surgían de la ley. Y el problema es que se omitió si estas plantas debían clasificar exclusivamente los materiales indicados o podrían incluir procedencias múltiples haciendo más rica y compleja la clasificación y sus resultados operacionales. Y ello exige por problemas de especificidad financiera, determinar si dentro o fuera de una ley se puede alterar, para ensanchar sus cometidos, en este caso a todos los residuos secos,excluyendo naturalmente a los escombros o poda intensiva.
Aquí ya no estaríamos aplicando solamente una ley, sino un punto básico de un programa ambiental.Montevideo se limitó a replicar el camino tomado en el interior: plantas que emergen como aplicación de la Ley de Envases. Pero la capital del país contiene como mínimo entre 10 y 45 veces más clasificadores, que la cantidad total de los compañeros sumados del interior.
La diferencia estriba en que la basura depende de la densidad demográfica de la población. En la capital se disparan exponencialmente las toneladas producidas por la gente, dentro de un territorio esencialmente urbano, exactamente a la inversa de lo que es el interior. Recordamos perfectamente la generación de residuos especiales. Pero ello es fácilmente resoluble para quienes tengan conciencia del componente social del problema ambiental. En Montevideo, la Intendencia es omisa (no inocentemente en sus atribuciones) No solamente contribuir aestimar cuanto deben aportar los que más tienen, sino como se utiliza. Vale decir la forma y la cantidad laboral afectada, para resolver la parte central de su mandato constitucional, la limpieza de la ciudad, que en el grado cultural alcanzado debería ser ecológica, retornando la materia prima rescatada de la basura, sin incinerar ni enterrar y realizada por y en beneficio de los más excluidos.
Mas allá de que tampoco cumpla con lo prometido, habilitar solamente 4 plantas con capacidad de 128 compañeros, cuando ella reconoce que somos como mínimo 3.500 clasificadores, cuando nos ha concedido 9 mil y pico de chapas a nuestros carritos, y ella conoce que la cifra de 25.000 clasificadores no la hemos proclamado nosotros, sino jerarcas de la administración pasada al terminar su gestión, constituyen el más escandaloso desconocimiento de nuestra existencia. La diferencia entre la totalidad de los clasificadores existentes en cada lugar y los que son beneficiados con la aplicación de la Ley de Envases, en el interior, puede oscilar entre la incorporación del 50% a casi el 100% de los “activos” informales. En la capital los incorporados hasta hoy, dependiendo de las cuantificaciones más arriba indicadas, oscilan entre un 3,65% y un 0,5 % de la totalidad. Los porcentajes, cualquiera de ellos, no pueden esconder lo más brutal: la pretensión de contrabandear como progresiva, la decisión de comenzar a eliminar socialmente en forma perlada pero tenaz, a un sector de uno de los gremios que sufren la mayor marginación. Y esto es sólo un componente del acoso laboral, existencial diríamos, que estamos soportando hoy. Retomaremos el tema, para finalizar este ya extenso análisis.
Los contenedores cerrados, antivandálicos o
antipobres, como los designamos nosotros.
Ningún ciudadano de la capital, habitante o con actividad en Ciudad Vieja, y Municipio B desconoce que el residuo seco o húmedo ingresa pero no sale. Y tampoco ignora que por defecto monstruoso de diseño (tampoco inocente), durante horas y a veces días, la basura en torno a los mismos, es una variante incorporada al paisaje urbano. Eso sí, la Intendencia actual, que ha gastado en el nuevo sistema 9 millones de dólares, responsabiliza a la ciudadanía de su atraso en la colaboración pertinente (separación en origen). Y para resolverlo ha debido incorporar una flotilla auxiliar para el levantamiento de los residuos desbordados. Pero acentúa la racionalidad de los nuevos contenedores, en que los antiguos abiertos, eran canibalizados por los clasificadores. Es cierta la denuncia del comportamiento de algunos, que devuelven con el gesto, la relación de desprecio que reciben a diario. Pero es falso que sean la mayoría Los clasificadores no defecamos donde comemos. Lo decimos brutalmente, pero no queda otra, ya que sabemos que lo que rescatamos es el pan en la mesa nuestra. Y eso no debe ser a costa del vecino, sino a su favor.
Lo que si denunciamos es que el contenido de los contenedores herméticos, son parte esencial de lo que se debe entregar a las cuatro plantitas de clasificación surgidas a partir de la Ley de Envases. Vale decir una vez más, encendiendo la mecha de la confrontación entre los de abajo, los que trabajamos en las plantas “nos beneficiamos” de lo que se les niega a los carreros. Y para redondear el concepto, a los que trabajamos en las plantas, el Director del Dpto. De Desarrollo Ambiental de la IM, el Sr. Juan Canessa, ha reiterado que más allá del desprolijo manejo de la entrega de carro y caballo para poder ingresar a las plantas, el que se incorpora deja de ser clasificador.
La suma de las contradicciones actuales son muy gruesas e ilevantables. Cuando un candidato a Intendente de Montevideo, como representante del ciudadano medio dice que resolver el problema de la basura no es problema de izquierda o de derecha, y reclama 56 plantitas como las actuales para ingresar digna y civilizadamente a todo el gremio, no podemos dejar de señalar que lo que aprendimos de nuestros mayores, está todo al revés. Los más radicales entre nosotros dicen que Ana Olivera y su equipo no son de izquierda,. En todo caso usan una patente pero reniegan de su contenido. Y aquí recordamos algunos, siguiendo su fina vena analítica y con respeto para el escritor recientemente fallecido, que el 31 % de apoyo ciudadano a las actuales autoridades según las últimas encuestas, muestra que algunos mitos , están callendo.
Pero lo está haciendo de una forma muy particular, caen por algunos aspectos pero se levantan por otro lado, de la peor forma.
El trabajo sucio ha sido hecho. Ciudad Vieja y Municipio B en que inicialmente coexistían los contenedores abiertos con los cerrados ya no existe Son todos cerrados. Y eso ha sido una prueba piloto, para generalizar con posterioridad a las elecciones municipales y en un proceso también perlado, de sustitución de todos los viejos contenedores por los nuevos, al precio módico de levantar algunas plantitas más, no las 56 reclamadas por el más atrevido de
los candidatos. En el fondo todo los candidatos y los medios de prensa, diaria o semanario, escrita o televisada, de derecha o de izquierda (real o parecida) están de acuerdo con impedir que los “carritos” sigamos levantando la basura.
Los que claman por limpiar la calle de esos vetustos medios de transporte, que sólo sirven para sufrimiento criminal de la tracción animal, dificultando la moderna tracción automotor, son los legítimos herederos de los dueños de las empresas de diligencia, o de los carretones que por milenios se usaron, antes de la invención del motor a explosión. Hoy son los pristinos y preclaros portadores de la humanización de la vida animal, defendiendo al caballo en su retiro, sin importarles un bledo los compañeros que traccionamos nuestros carritos a mano limpia.
Pero la vida tiene su propio pragmatismo, permítasenos el desliz idiomátíco, poco usado en nuestras taperas- Los que de acuerdo a las premisas institucionales, quieren desconocernos como clasificadores porque un puñadito ingresamos a las plantas, para convertirnos en “acomodados” que contaremos con el beneplácito de gozar de las leyes protectoras de la función del trabajador, conquistadas con luchas en que hubo prisión torturas y muertes, y no regaladas por nadie, estamos en paro desde hace horas algunos y días otros, reclamando la transparentación, así lo dijimos en las notas elevadas, el control sobre la pesada, y venta de la materia prima rescatada de los residuos entregados, como clasificadores organizados en nuestro sindicato y nuestra central junto a todos los gremios del país.
Junto a los compañeros carreros, todos constituímos el gremio, más allá de errores, reclamando la dignificación real de nuestra función, sin zonas de exclusión, sin imposiciones represivas que impidan el libre ejercicio de nuestra función ecológica, antepuestas a las soluciones planteadas en nuestro programa. Los de arriba saben bien que no trabajamos en contra de nuestra sociedad, la de los explotados y oprimidos, que no luchamos por cambiar de mano el látigo, sino por eliminarlo entre los humanos, tal como se dice en los estatutos de la Central, y también con los animales.
En nuestro SEGUNDO ENCUENTRO NACIONAL DE CLASIFICADORES lidiaremos con todos estos problemas, en el seno del PIT-CNT , en cuyo próximo Congreso, defenderemos la senda aquí marcada .
Abril 18 de 2015.-
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