El día del Paro General el oficialismo proclama
qué tiene otros objetivos que los de los
trabajadores
Se podría decir que "a confesión de parte relevo de pruebas" cuando la Senadora Topolansky manifiesta abiertamente lo que todos sabían. "Radicales" malintencionados siempre han sugerido qué lo que parecen exabruptos de la Senadora en realidad no son otra cosa qué la manifestación pública de lo que piensa el Presidente, el que por razones "tácticas", se expresa a través de Topolansky. Como sea es una "confesión de parte" manifestada con mucha "habilidad táctica" justo el día del Paro General y la manifestación del PIT-CNT. Es decir que es una manera de darle un mensaje presidencial a los trabajadores que pararon y manifestaron. Si le sacamos el decorado agregado por Topolansky para hacerlo "políticamente correcto" el mensaje es claro: NADA !!, no esperen nada de parte nuestra y no se "gasten" con paros y manifestaciones, no van a conseguir nada porque vuestros objetivos NO SON LOS NUESTROS, los del GOBIERNO (y los del Partido de Gobierno).
Si tomamos como medida los porcentajes electorales podríamos concluir qué por lo menos la mitad de esa masa que paró y llenó 18 de Julio en masiva manifestación eran votantes del Frente Amplio. Si vamos un poco más a la realidad de qué por lo general los afiliados sindicales más activos, en manifestaciones por ejemplo, son los votantes del Frente Amplio, fácilmente podemos concluir que quizás la gran mayoría de los manifestantes eran votantes frenteamplistas y que el grueso de la militancia sindical del FA se encontraba presente en la marcha y en el acto. El paro, la manifestación, el acto, la oratoria, los carteles y consignas fueron claros: los trabajadores están descontentos con el trato qué les da el Gobierno, los trabajadores frenteamplistas particularmente van indignándose con su gobierno por la política de oídos sordos y limitación de recursos tanto para los centros de trabajo como salariales.
Ayer se hizo oír la voz de los trabajadores y además de duras críticas a la política gubernamental se le hizo saber al Ejecutivo que por el lado sindical hay una UNIDAD CRECIENTE y una CADA VEZ MAYOR DISPOSICIÓN DE LUCHA. Matizado también con puntuales respuestas al atrevimiento gubernamental de andar queriendo elegir dirigentes sindicales como bien lo denunciara Castillo en una entrevista. Topolansky sostiene qué la labor del Gobierno es mirar y hacerse cargo de "los más débiles" considerando así a los trabajadores sindicalizados como "fuertes" y qué por lo tanto la "prioridad" del Gobierno no está enfocada hacia los trabajadores sindicalizados sino hacia los que no lo están, debiéndose entender por "los más débiles" a los desocupados totales o parciales. Aparentemente se la presenta como una política orientada hacia "los pobres" y por lo tanto socialmente sensible. Sin embargo no es más qué la continuación de la política antisindical del Gobierno que pretende decir que los trabajadores sindicalizados son fuertes porque tienen un sindicato y casi insinuar que ya han logrado todas las conquistas factibles de lograr. Ligado con lo anterior está el eterno sonsonete REACCIONARIO de sostener qué cuando los trabajadores organizados reclaman mejoras son egoístas, "corporativos" los denominan en el insultante lenguaje que aparentemente es "políticamente correcto". Es decir casi qué un sector "privilegiado" a pesar de como lo expresaran los dirigentes sindicales en el acto, el 60% de los trabajadores está con sueldos y salarios de 10 000 pesos y muy, pero muy, por debajo del costo de la canasta familiar. Canasta qué cada vez que sube el precio de un producto o los alquileres, el transporte, la luz o el gasto que sea, VEN DISMINUIR SU INGRESO. De hecho, cada semana se va produciendo UNA REBAJA DEL SUELDO O SALARIO.
Esa es la realidad. Lo dicho por Topolansky son maniobreos polítiqueros para no decir abiertamente que están cumpliendo con las directivas del FMI y que no van a dar ningún aumento, ya que los trabajadores son para el FMI "un costo" que SIEMPRE DEBE DE SER RECORTADO. Ya lo sabemos desde la primera "Carta de Intención" del FMI a comienzos de la década de los 60 y cuyo efecto fué la demolición de la economía de los trabajadores en aquel entonces, hecho que condujo al incremento de las luchas reivindicativas, a la respuesta represiva y finalmente al golpe y a la dictadura. El FMI tiene una sola línea y una sola receta: LAS TIJERAS, el tijeretazo que se está viendo en Europa y que viene sumiendo en la miseria a millones de trabajadores. En lugar de hablar claro el "gobierno popular" miente con descaro y pretende burlar a los trabajadores. El Gobierno está actuando como gerente del estado burgués, administrando el capitalismo y como no podía ser de otra manera recortando y metiendo tijera en todo lo que sean prestaciones sociales y mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores, ya que ésta es la exigencia de los propietarios para los que se administra. El hacha de los llamados recortes va siempre dirigida hacia abajo, hacia el pueblo trabajador, el "ahorro" tiene siempre cara de laburante y de pobre. Ahí está el ejemplo de Europa en estos días para poder ver en la vidriera del "capitalismo en serio" lo que ellos entiende por "soluciones a la crisis".
En conclusión, el Gobierno ya ha anunciado que no cederá a los reclamos de los trabajadores de mejorar su nivel de vida. El gobierno - de hecho - con su negativa dada a conocer el día del paro y la movilización hace una declaración de guerra al movimiento sindical. Para "prioritar" a los pobres Topolansky elige el camino del FMI de empobrecer aún más al conjunto de los trabajadores. La supuesta "prioridad" para con "los más débiles" ha sido ampliamente refutada y desenmascarada por diversos analistas, particularmente por los Economistas de Izquierda, qué con cifras han demostrado qué esa supuesta prioridad no es tal y que la situación de los más pobres es alarmante ya que - de hecho - no se han producido mejoras sustanciales en ningún aspecto. Más abajo volvemos a publicar el trabajo de Jorge Zabalza intitulado "Cifras, realidad y versos" en el cual se demuestra a cabalidad qué estos supuestos logros del gobierno en la materia no son más que propaganda distorsionante de la realidad. Alcanza con tomar un solo párrafo para comprender como las cifras, indicador sobre la realidad, desmienten una falsa prédica llamada progresista:
"El ejército de pobres.
El informe del Cuesta-Duarte retoma el concepto de “diezmilpesistas” que se empleó en el informe del año anterior. Ajustado por el índice de precios del consumo (IPC) 10.000 pesos en el 2010 son 10.860 pesos en el 2011. Es decir que hoy por hoy el término equivalente sería “oncemilpesistas”, categoría que comprende a 744.000 trabajadores, que representan el 63% del millón seiscientos mil uruguayos con ocupación. Motivo de alborozo de los redactores del informe es que los oncemilpesistas del 2011 sean 69.000 personas menos que los diezmilpesistas del 2011, sin embargo, también deben preocuparse al cobrar conciencia una vez más la dimensión de la pobreza en Uruguay. Esas casi 750.000 personas tiene tan reducida su capacidad de consumo y de acceso a la educación y la cultura, que viven en la pobreza material y espiritual, son pobres por más ceibalitas que les hayan proporcionado a sus hijos. ¡Compañeros, esta es la medida exacta de la parte del pueblo que está excluído de la bonanza exportadora y del optimismo del equipo económico! "
Sin embargo hay un aspecto que viene siendo alarmante: la política antisindical del Gobierno. Un Gobierno electo con los votos de los trabajadores que una vez en el podio se pretende colocar por encima de las clases y operar de "juez social" con una política que pretende ser LA ÚNICA Y LA LIBRE DE ERRORES. En la medida en que la derecha carece de fortaleza para poner en pie movilizaciones sociales y menos aún de los trabajadores ya que los intereses qué representa la derecha están en contraposición con los de los trabajadores, el gobierno cuenta con un margen de maniobras apreciable. Y dado que el Frente Amplio se ha transformado en una mera fuerza electoral, desmovilizada y con la actividad de los Comités de Base reducida a su mínima expresión, la única fuerza real, con capacidad de movilización de masas vienen siendo los sindicatos habida cuenta de la inexistencia de otros movimientos sociales o del estudiantil que pudieran movilizarse como lo hacen en otros países tanto en América Latina como en Europa. La excepción ha sido y sigue siendo el movimiento por los DDHH y contra la impunidad que ha logrado formar una vasta opinión, ha puesto en pie movilizaciones de masas e incluso un resultado en las urnas cuando la consulta con la Rosada que rondó la mayoría.
Así las cosas el único contrapeso qué tiene en gobierno para la aplicación de su recetario neoliberal es el movimiento sindical. Es una de las razones por las cuales se lleva adelante esa intensa y calumniosa actividad de desprestigio de la luchas de los trabajadores utilizando para ello todo el peso del aparato del estado incluyendo militares rompehuelgas, grupos de choque y hasta balas de goma contra pacíficos manifestantes. La otra razón ya es más bien del orden ideólogico y tiene que ver con la mentalidad verticalista, monolitista y más que nada aparatista que se emplea contra los sindicatos. El desprecio y la calumnia a quienes han puesto con sus votos y militancia a los gobernantes en sus sillones dice mucho sobre la concepción que anida a nivel de gobierno. Es sin duda burocrática en relación al movimiento sindical y a los trabajadores organizados, se molesta porque se movilizan o reclaman, les manda aparato represor apenas puede y encima los calumnia. El ideal gubernamental sería el que los sindicatos fueran sellos anquilosados con algunos dirigentes oficialistas que actuasen como representantes del gobierno entre los trabajadores, que fueran "embajadores intinerantes" cuyo fin sería el apagar eventuales focos de incendio o, llegado el caso, actuar como polícia interna. En lo ideológico y metodológico así es como han actuado y actúan los sindicatos y centrales socialdemócratas tan admiradas por el gobierno y muchos en el FA. Uno de los "recortes" de Rajoy ha sido el de sueldos y subsidios estatales a los dirigentes sindicales y al aparato sindical, por ejemplo.
Afortunadamente para los trabajadores esa no es la realidad que por ejemplo ayer se pudo ver en la calle, pero el propósito del Gobierno y de sectores importantes del FA ha ido y va en esa dirección: el control desde arriba, vertical, de la organización de los trabajadores, dirigentes adictos al gobierno o a la fuerza política antes que representantes de sus afiliados con el propósito de que no vuele una mosca en el plano laboral. Los reclamos deberán seguir el camino de la amansadora de los despachos ministeriales pero nada de acciones concretas, protestas, paros o similares. Si así no es, COMO NO LO ES EN LA REALIDAD ACTUAL, el gobierno se enoja, el Presidente denigra a sus votantes, Topolansky pretende "dorarles la píldora" como si fueran infradotados y la triste realidad que hoy describían los oradores en el acto final de la movilización se impone. Naturalmente que esta concepción aplicada desde arriba, más tarde o más temprano generará respuestas.Y al final el Frente Amplio continuará perdiendo apoyo entre los trabajadores que se sienten burlados, una vez más.
El gobierno toma de "rehenes" a los trabajadores para intentar paralizarlos y poder así cumplir con los dictados, imposiciones y promesas al FMI. Los sindicatos, como única fuerza activa hoy en día son los únicos qué podrían torcer el curso neoliberal de este gobierno al que llevaron a ese puesto con sus votos, hoy, para cambiar el curso a la situación y para que DE VERDAD SE ATIENDA LA SITUACIÓN DE LOS MÁS DÉBILES los sindicatos deberían de presentar una plataforma que contemple las soluciones inmediatas así como las soluciones de fondo y en función de eso elaborar un PLAN DE LUCHA unificado, de todo el movimiento popular.
Colectivo del Blog Noticias Uruguayas
No hay comentarios:
Publicar un comentario