El Presidente regresa al Palacio de Gobierno tras ser rescatado
Correa: “Esto fue un intento de golpe de Estado fracasado”
La Radio del Sur
El mandatario ecuatoriano ratificó sus señalamientos contra individuos afines al ex presidente Lucio Gutiérrez. Anunció que se realizará una depuración profunda de la policía.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien este jueves fue víctima de una sublevación policial, señaló que esta acción fue un claro intento de conspiración en el que estarían involucrados individuos afines al destituido presidente Lucio Gutiérrez.
En la cadena nacional, el mandatario relató que se dirigió al regimiento Quito Nº 1 inmediatamente conoció la rebelión de un grupo de policías que reclamaban la supuesta afectación a sus bonificaciones.
“Esto no ha sido una reivindicación salarial sino un claro intento de conspiración”, indicó.
Correa agradeció a su escolta personal que, a costa de su propia vida, precauteló su integridad física.
Encapuchados civiles con metralletas reprimieron brutalmente a los ciudadanos, encabezados por el canciller, Ricardo Patiño, que avanzaron desde el Palacio de Gobierno en defensa del mandatario.
Todos los elementos que participaron en la insurrección y que ha hecho quedar tan mal a la institución y al país, tendrán la sanción correspondiente, “aquí no habrá perdón ni olvido”, advirtió.
Además de los conspiradores de siempre, Correa sospecha que tras el levantamiento se pueden esconder elementos uniformados que en el pasado recibían aportes económicos de potencias extranjeras.
“Los irresponsables de siempre nos han hecho quedar mal presentándonos como quizá muchos nos quieran ver, como una república de opereta, donde supuestos policías, supuestamente buscando mejoras salariales secuestran al mismo presidente de la República”, dijo.
“Pero que nadie se engañe, ese no fue el motivo, eso no es lo que ha pasado hoy, lo que pasó fue un intento de golpe de Estado, de conspiración, de desestabilización, que les falló a los conspiradores, gracias a la actuación del Gobierno Nacional, al pueblo ecuatoriano y a las fuerzas leales del orden”, subrayó el mandatario.
En este sentido señaló que las acciones de insurrección fueron una serie de acciones coordinadas que querían crear el caos con el pretexto de que se habían quitado beneficios económicos a policías y militares, lo cual dijo además, es falso.
Identificó a Gilmar Gutiérrez y Fausto Cobos, asambleístas del partido Sociedad Patriótica, del opositor Lucio Gutiérrez, de crear campañas de desinformación con características de guerra psicológica, con el propósito de levantar a la tropa armada contra el poder constituido.
Por ello anunció que “no habrá perdón ni olvido” para los responsables de la revuelta y que se realizará una depuración profunda de la Policía.
Correa confirmó la muerte del sargento Floilán Jiménez y la existencia de 27 heridos, luego del enfrentamiento registrado entre policías manifestantes y militares, reseñó Andes.
En el operativo de rescate del jefe de Estado, quien permaneció secuestrado en el Hospital de la Policía durante doce horas, participaron 35 oficiales y 500 hombres (300 de Fuerzas Especiales y 200 de otras unidades), según informó Luis Castro, comandante de las Fuerzas Especiales.
Aunque no precisó el número de uniformados heridos o fallecidos, el oficial denunció que fueron repelidos por francotiradores de la policía sublevada, quienes abrieron fuego sin control.
Fuente: http://www.laradiodelsur.com/?module=nota_detail&i=8181
rCR
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien este jueves fue víctima de una sublevación policial, señaló que esta acción fue un claro intento de conspiración en el que estarían involucrados individuos afines al destituido presidente Lucio Gutiérrez.
En la cadena nacional, el mandatario relató que se dirigió al regimiento Quito Nº 1 inmediatamente conoció la rebelión de un grupo de policías que reclamaban la supuesta afectación a sus bonificaciones.
“Esto no ha sido una reivindicación salarial sino un claro intento de conspiración”, indicó.
Correa agradeció a su escolta personal que, a costa de su propia vida, precauteló su integridad física.
Encapuchados civiles con metralletas reprimieron brutalmente a los ciudadanos, encabezados por el canciller, Ricardo Patiño, que avanzaron desde el Palacio de Gobierno en defensa del mandatario.
Todos los elementos que participaron en la insurrección y que ha hecho quedar tan mal a la institución y al país, tendrán la sanción correspondiente, “aquí no habrá perdón ni olvido”, advirtió.
Además de los conspiradores de siempre, Correa sospecha que tras el levantamiento se pueden esconder elementos uniformados que en el pasado recibían aportes económicos de potencias extranjeras.
“Los irresponsables de siempre nos han hecho quedar mal presentándonos como quizá muchos nos quieran ver, como una república de opereta, donde supuestos policías, supuestamente buscando mejoras salariales secuestran al mismo presidente de la República”, dijo.
“Pero que nadie se engañe, ese no fue el motivo, eso no es lo que ha pasado hoy, lo que pasó fue un intento de golpe de Estado, de conspiración, de desestabilización, que les falló a los conspiradores, gracias a la actuación del Gobierno Nacional, al pueblo ecuatoriano y a las fuerzas leales del orden”, subrayó el mandatario.
En este sentido señaló que las acciones de insurrección fueron una serie de acciones coordinadas que querían crear el caos con el pretexto de que se habían quitado beneficios económicos a policías y militares, lo cual dijo además, es falso.
Identificó a Gilmar Gutiérrez y Fausto Cobos, asambleístas del partido Sociedad Patriótica, del opositor Lucio Gutiérrez, de crear campañas de desinformación con características de guerra psicológica, con el propósito de levantar a la tropa armada contra el poder constituido.
Por ello anunció que “no habrá perdón ni olvido” para los responsables de la revuelta y que se realizará una depuración profunda de la Policía.
Correa confirmó la muerte del sargento Floilán Jiménez y la existencia de 27 heridos, luego del enfrentamiento registrado entre policías manifestantes y militares, reseñó Andes.
En el operativo de rescate del jefe de Estado, quien permaneció secuestrado en el Hospital de la Policía durante doce horas, participaron 35 oficiales y 500 hombres (300 de Fuerzas Especiales y 200 de otras unidades), según informó Luis Castro, comandante de las Fuerzas Especiales.
Aunque no precisó el número de uniformados heridos o fallecidos, el oficial denunció que fueron repelidos por francotiradores de la policía sublevada, quienes abrieron fuego sin control.
Fuente: http://www.laradiodelsur.com/?module=nota_detail&i=8181
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