“La guerra en Irak no terminó”

“La guerra en
Irak no terminó”
Diálogo con el Prof. Luiz Alberto Moniz Bandeira
Siete años y medio después de la invasión de Irak, en 2003, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció, oficialmente el 31 de agosto, el fin de la operación militar en el país árabe. La ocupación, que dejó más de 100 mil muertos y representó un gasto de más de 3 trillones de dólares para el país, no acabó, afirma, en una entrevista, con la periodista; Tatiana Merlino el cientista político Luiz Alberto Moniz Bandeira. “Irak continúa siendo un país ocupado”, afirma el profesor titular jubilado de Historia de la Política Exterior de Brasil en la Universidad de Brasilia. Cien mil hombres ya salieron de Irak, y cerca de 50 mil estadounidenses permanecen  allá.

A pesar de que Obama haya anunciado que, con el retiro, habría cumplido con su promesa de campaña, según el analista brasileño, la guerra de Irak no terminó. “La guerra continúa. Los atentados se suceden casi todos los días, con decenas de muertos y heridos. Las tropas americanas todavía continúan allá, bajo el pretexto de entrenar a las de Irak”, afirma el cientista político. Para él, retirando parte de las tropas de Irak, Obama “pretendió salvar las apariencias”.

- ¿Qué representa el fin de la guerra de Irak para la geopolítica mundial? ¿Cómo está el mundo siete años después?
- La guerra en Irak no terminó. Continúa. Los atentados se suceden casi todos los días, con decenas de muertos y heridos. Las tropas americanas todavía siguen allá, bajo el pretexto de entrenar a las de Irak. La democracia que los Estados Unidos pretendieron implantar es una farsa. El régimen en Irak es inestable. Y es difícil gobernar un país dividido en sectas islámicas, etnias y tribus.

- ¿Usted cree que los EE.UU. salen victoriosos o derrotados de Irak? ¿Por qué?
- El presidente Barack Obama, retirando algunas tropas de Irak, pretendió salvar las apariencias. Los Estados Unidos salieron derrotados, sí, porque no consiguieron establecer la paz. Irak continúa siendo un país ocupado y, si todas las tropas americanas fueran retiradas, irán hacia la órbita de Irán. Son dos países gobernados por los chiitas e Irak, económicamente, está arruinado.

- La guerra de Irak fue justificada por la doctrina de la guerra preventiva, iniciada luego del 11 de septiembre, y por eso es un símbolo de este período. ¿Qué significa su fin, por lo menos oficial? ¿La doctrina bajo el régimen Obama es otra? ¿Cual?
- No significa nada. El problema sigue como en Afganistán, se proyecta y contamina a todo el Oriente Medio. Obama no tiene ninguna doctrina. No consiguió, como siempre lo preví, cambiar la articulación del gobierno, sustentada y dominada por los profundos intereses del complejo industrial-militar.  Se reveló como una especie de Bush colorido, pintado de marrón. A mi no me sorprendió. Sé perfectamente lo que es una estructura de poder en los países capitalistas. En los Estados Unidos, o incluso en Brasil, un presidente de la República no hace lo que quiere. Hace lo que puede.

- E internamente para los Estados Unidos, ¿cuáles son las consecuencias del retiro, por lo menos en forma parcial, de las tropas de los EE.UU. en Irak?
- Por el momento, muy pocas o incluso ninguna. Los soldados, si son desafectados de las tropas, apenas aumentarán, por lo menos un poco, el número de desempleados. Pero parece que están siendo removidos hacia Afganistán y otras regiones, o seducidos en la condición de mercenarios por las empresas militares, como la Blackwater y otras, las contratistas contratadas por el  Pentágono, que trata de tercerizar la guerra. Es un gran negocio.

- ¿La retirada de las tropas representan el fin del control sobre Irak? (¿Los “puestos de presencia permanente” no cumplirán con el papel de mantener la hegemonía de los EE.UU. en Irak?)
- Ya le expliqué que el retiro de las tropas fue parcial y que los Estados Unidos continúan ocupando Irak con 50 mil soldados, más allá de los mercenarios  (contractors) empleados a título de “Private Security” (seguridad particular), que están cuidando las instalaciones gubernamentales y de los Estados Unidos en Irak. El número de “Private Security Contractors” trabajando para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en Irak aumentó un 23%, en el segundo semestre de 2009, y 29% en Afganistán. Los Estados Unidos cuentan con un total de 250.000 mercenarios, como contratos, en Irak y en Afganistán.

- ¿Usted cree que el retiro de las tropas de Irak puede ayudar a los Demócratas en las elecciones legislativas de los EE.UU.?
- No. El retiro parcial de las tropas es una operación cosmética. Obama está muy desgastado. Y, posiblemente, el Partido Demócrata perderá la mayoría en el Congreso en las elecciones de noviembre.

- ¿Cómo quedó la situación de la “democracia” en Irak? Y con relación a la economía: ¿el control de la explotación del petróleo está en manos de los EE.UU.?
- En Irak no existe democracia alguna. Es una farsa. Y los Estados Unidos van a intentar mantener el control de la explotación del petróleo, motivo de la guerra para derrocar a Saddam Hussein.

- ¿Qué tipo de Estado y democracia existe hoy en Irak?
- El Estado fue artificialmente construido en Irak, luego de la I Guerra Mundial. Y solamente pudo subsistir como dictadura. Actualmente no existe ningún tipo de Estado. El régimen que existe allá es inestable, dominado por los chiitas. Y no existe ninguna democracia.

- ¿Usted podría hablar acerca de las consecuencias de la guerra para la economía de los EE.UU. y para la economía mundial, aumento de la deuda interna de los EE.UU., aumento del precio del barril de petróleo?
- La economía americana está completamente deteriorada, y es difícil  mejorarla, mientras esté basada en los subsidios para la industria bélica, que es el cáncer que corroe al Imperio Americano.

- Según los analistas, la guerra de Obama es la guerra de Afganistán. ¿Usted está de acuerdo? ¿Por qué?
- No es la guerra de Obama. Es la misma guerra de Bush, a la cual él simplemente le dio continuidad. Obama demostró que no tiene posibilidades de cambiar, sustancialmente, la política exterior de los Estados Unidos, que corresponde a las incoercibles necesidades del Imperio Americano.
 
- Con los recursos de Irak dominados, ¿es hora de invertir más en Afganistán y pelear por la influencia en Asia central y por el control del gas natural y de los gasoductos que pasan y pasarán por la región?
- Pero es difícil vencer la guerra en Afganistán. Allá los Estados Unidos y las tropas de la OTAN están enlodadas. No hay perspectivas de victoria. De los 2.100 soldados de la Otan muertos, desde 2001 hasta octubre, de 2010, cerca de 1.300 son americanos. Solamente en los dos años del gobierno de Obama cayeron cerca de 1.053, más  que en los siete años anteriores.

- ¿La guerra de Afganistán resultó en un fortalecimiento del fundamentalismo islámico en el país?
- Claro. La guerra en Afganistán, en Irak y la cuestión de Palestina sólo contribuyeron y contribuyen para fortalecer el fundamentalismo islámico y el terrorismo. Pero los Estados Unidos siempre necesitaron y necesitan de un enemigo. Más allá de los intereses económicos, políticos, geopolíticos y estratégicos del Imperio, la guerra está enraizada en la mentalidad de gran parte del pueblo americano.

- Con la salida de las tropas de los EE.UU. de Irak, ¿cuales son las chances de que los EE.UU. invadan Irán?
- Creo que absolutamente ninguna. Irán tiene más de 60 millones de habitantes, está armado, es un país muy grande, con cerca de 1,5 millón de kilómetros cuadrados, lleno de cavernas, donde las instalaciones nucleares están escondidas y no pueden ser detectadas por los satélites y otros medios electrónicos. Su población es de cerca de 66,5 millones de habitantes, más o menos el doble de la población de Afganistán (28, 4 millones de habitantes) e inmensamente mayor que la de Israel  (7,2 millones).  E, incluso sin bomba nuclear, Irán, con misiles y bombas convencionales, puede devastar a Israel, un país con apenas 22 mil kilómetros cuadrados, y también causar millares de muertos, bombardeando las bases militares de los Estados Unidos en Irak y en Afganistán. Además los Estados Unidos, altamente endeudados, ya no están en condiciones financieras de invertir en otras guerras. Aceleraría la decadencia del Imperio.

Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte
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