LA VIDRIERA IRRESPETUOSA
DOLOR Y VERGUENZA URUGUAYA
por Hugo Bruschi en el Año contra la Impunidad.
En nota anterior nos ocupamos de un tema, que nos causa verguenza de ser uruguayos. Y lo hicimos desde el sarcasmo, presentando a los maestros en el espíritu oficial, que los ubica como los responsables del caos en la enseñanza. Hoy lo haremos desde otro punto de vista, para no dejar lugar a malas interpretaciones. Se trata indudablemente de un tema que lleva a preguntarnos, que está pasando en la Sociedad Uruguaya, cuando esa "institución" llamada maestra, es objeto de golpizas, de insultos o malos tratos. De cómo hemos llegado a una situación, donde el docente tiene miedo de ejercer su profesión.
Y no hay respuestas acabadas, pues son muchos los factores que inciden en este desenlace. Pero hay uno que no podemos eludir mencionar: ES LA POLÍTICA LLEVADA ADELANTE POR EL PROGRESISMO, TENDIENTE A ENFRENTAR A LA POBLACIÓN CON LOS GREMIOS EN CONFLICTO. Que hacen huelga y no recogen la basura, teniendo a la población de rehén entre las ratas y los malos olores. De ese modo se evitan responsabilidades y los reclamos por mejores condiciones de trabajo que eviten muertes -cosa que ha pasado - o ajuste salarial, pasan a segundo plano y se amenaza con la famosa esencialidad. Es decir, se lavan las manos ante los reclamos. Si los funcionarios de la Salud paran, dejan a los enfermos librados a su suerte. Se miente a sabiendas, pero le quitan apoyo al conflicto. Si para el transporte, la gente queda de a pie por las calles. Se da la imagen de gente que no quiere trabajar y encuentra en el paro o la huelga, un motivo para ello. Si los empleados judiciales reclaman lo que les corresponde, el Presidente de entonces dice " se trata de gente que come todos los días, y con sus pretensiones nos privan de poder ayudar a otros". Comer todos los días ha pasado a ser un problema de conciencia y por tanto no tengo derecho a robarle el dinero, a quienes más lo necesitan. Y quienes son los que más lo necesitan y porqué otros trabajadores deberan sacrificar sus ingresos, en lugar de hacerlo los diputados y senadores, o los oficiales de las Fuerzas Armadas, o los Ministros? No, es mucho mejor enfrentar a las clientelas que antes tanto criticamos en Blancos o Colorados, al resto de la clase trabajadora.
Estimulamos la pasividad y el dejar pasar el tiempo en una política, que en ninguna parte del mundo puede llevarse adelante con éxito. Pero son necesarios para engrosar las marchas hacia la casa de algún imputado por delitos, son útiles en los actos y en las urnas.
Si los maestros reclamaban locales decentes y seguros, sin riesgo de vida para los niños y los docentes, desde la Presidencia de la República se les decía: "quienes tengan voluntad de enseñar, lo hacen igual abajo de un árbol". El erudito se olvidó que en verano los alumnos están de vacaciones o tal vez pensó en sus desórdenes, que podríamos invertir los períodos de clase. Vacaciones en invierno y enseñanza en el verano. Y esta prédica constante va formando opinión en los sectores más atrasados de la Sociedad. No en vano las agresiones a maestros, se producen en zonas marginales, lo que no equivale a decir que todos los que allí viven lo sean.
Volvemos a insistir en que la problemática es mucho más compleja, pero este aspecto no podemos pasar por alto. Fue la misma Presidencia que alimentó esta animosidad contra maestros y profesores. En lugar de hacerle saber a esas clientelas, que los deberes de padre no pueden ser transferidos al maestro, le dicen al pueblo ante un conflicto: "pará la mano, no te la agarres con los pibes". A partir de esto, cualquier lúmpen desclasado, se siente en el derecho de atacar a quien él o ella creen los enemigos de sus hijos y de ese modo eludir las responsabilidades que como padres tienen.
Ahora la Ministro de Educación Sra. Munoz, acaba de declarar que exigirán mano dura con los agresores, pero al mismo tiempo señala que los paros y las huelgas no resuelven nada. Más nafta al fuego, pues con otras palabras les está diciendo que tienen que aguantar cualquier cosa incluida la golpiza, y seguir trabajando. No sabe esta señora que los paros y las huelgas son la única herramienta con que cuentan los trabajadores para alcanzar sus reclamos o para ser oidos en sus denuncias? No todos los paros se hacen por dinero. Hay denuncias y le consta al gobierno, del estado deplorable de algunos Centros de enseñanza y que vienen desde largo tiempo atrás.
Locales que incluso no han sido aprobados por los Bomberos, locales que se llueven con instalaciones eléctricas al descubierto, locales con peligro para la vida de educadores y educandos, locales en donde el agua no es bebible dado su color marrón y nauseabunda. Bueno, esto tal vez no preocupe demasiado a la Sra. Ministro, dado que su despacho siempre está provisto de agua embotellada. Porque si así no fuera, tendría que preguntarse porqué en este pais de primera que le quieren vender al público, maestros y profesores tienen que parar o hacer huelga por un lugar seguro donde ejercer su profesión. Lo único que faltaría sería que Mujica y su mujer, le exijan a los docentes donar parte de su sueldo, para reparar esos locales y poder trabajar tranquilos.
Pero hay algo que va más allá de la vista. Qué se busca con este tipo de políticas de abandono edilicio o de falta de seguridad en las escuelas y liceos? Tendrá que ver con los mandatos del Fondo Monetario que exije privatizaciones por doquier? Si Ud. tiene un hijo o una hija, esposa o esposo maestro, no le diría Ud. viendo esta escalada de violencia, que se buscara un puesto en alguna escuela privada? Si Ud. como padre o madre responsable, envía sus hijos a una escuela donde se producen estas agresiones, no optaría de poder hacerlo por una escuela privada? De otro modo que mensajes estarían recibiendo esos niños al ver como los padres de otros niños castigan a sus maestras? Piénselo y encontrará la respuesta.
Si las autoridades no toman con seriedad estas cosas, llegará el día en que maestros y profesores deberán armarse - tal cual lo hacen en EEUU - para poder ejercer su profesión. Bueno, siempre y cuando queden maestros y profesores.
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