José Mujica y Julio Baráibar. (archivo, diciembre de 2009) Foto: Ricardo Antúnez
¡Cómo miente Baráibar para colocarse en una posición heroica!
Nosotros lo elegimos delegado (pero bajo nuestras directivas) porque no era una persona requerida en el Uruguay, y por ende estaba con su propio documento.
Según decía, y seguramente era cierto, era un demócrata cristiano, que tal vez habría tenido alguna colaboración con el MLN-T.
Jamás hubiéramos elegido como delegado a alguien que hubiera tenido algún tipo de requisitoria.
Todo lo que menciona respecto a la organización lo elaboramos y pusimos en práctica los compañeros tupamaros, que sí estábamos requeridos, y organizados en el Estadio Nacional.
En mi caso personal, la represión llegó a saber, porque alguien que había caído había dado esa información, que yo estaba en el Estadio. Por esa razón llevaron al interrogatorio y a la tortura (¡por las dudas!) a un compañero cuyo documento, que no era el suyo, rezaba Ruben Rodríguez Rolla....Ese compañero recién se enteró en Suecia que al Raúl Rodríguez que buscaban había estado a su lado todo el tiempo.
(¡La compartimentación funcionaba!) ! Y respecto al contacto con el Embajador Harald Edelstam, el contacto dentro del Estadio lo hicimos nosotros, los tupas requeridos, los que estábamos organizados allí. Concretamente fue el compañero Antonio Gómez de Freitas, el encargado por indicación nuestra, de la organización, el que aprovechó una distracción de la guardia para decirle al oído al Embajador sueco unos seudónimos , que luego Edelstam chequeo en el exterior con los tupas organizados afuera, y estos le dijeron " ¡ Sr. Embajador haga todo lo que esté a su alcance para sacarlos , porque esos seudónimos corresponden a compañeros nuestros requerido en Uruguay, y en cualquier momento los van a matar !"
Y ahí comenzó el trabajo extraordinario de Edelstam que tuvo un aliado indirecto y circunstancial en el Mayor Lavandera (o Lavandeira) que fue el que firmó nuestra salida del Estadio, cosa que le costó la vida, porque a los pocos días apareció muerto de un balazo en el cabeza mientras dormía.
Circunstancial fue ya a quien le correspondía la jefatura del Estadio era al tristemente célebre Coronel Jorge Espinoza Ulloa, que en esos días andaba en el operativo de exterminio conocido como “la caravana de la muerte”, y el Mayor Lavandera había quedado a cargo del Estadio por unos días.
Luego de esa muerte fue que lo llamaron de la Cancillería a Edelstam para anunciarle su expulsión de Chile, y concretamente le dijeron que él había abusado de la buena fe del Mayor Lavandera, cosa que le había costado a éste la vida.
Cuando llegamos al aeropuerto, es cierto que al rato lo llamaron a Baráibar, como delegado que era, a un cuartito u oficina, donde supusimos que lo querían interrogar, pero casi al momento llega Edelstam, quien se dirige a esa oficina y vuelve con Baráibar. Ahí nos reunió a todos, y nos habló en presencia de todos los milicos que nos rodeaban, y con voz clara y fuerte, dijo: " Quiero decirles que el Reino de Suecia, el Gobierno de Suecia y el pueblo sueco se sienten orgullosos de recibirnos en nuestra patria...”, ¡para horror de los que nos custodiaban, que no podían dar crédito a lo que oían!
Por si faltara algo, no nos dejó subir al avión hasta que él mismo no lo inspeccionó personalmente.
¡No falsiemos la historia para quedar como héroes, los héroes fueron otros, los que jamás hubieran traicionado los principios revolucionarios!
Baráibar es un oportunista, nada más, que recibió instrucción en la práctica de la socialdemocracia sueca, al formar parte de sus cuadros dirigentes a nivel sindical, y vino aquí para hacer ese mismo trabajo en este gobierno.
Y digo más, este Baráibar no está ni siquiera a la altura de aquél del Estadio.
Un delegado que llevaba a la práctica disciplinadamente las directivas, que no era ningún figureti, porque si lo hubiera sido, inmediatamente le hubiéramos quitado la tarea.
Y eso de Baráibar tupamaro, que el mismo Mujica ha repetido, aclaro que al llegar a Suecia nos reunimos como organismo de dirección, y Baráibar no figuraba para nada como tupamaro.
Otros compañeros que estuvieron en el Estadio sí lo eran, y en esa reuniones planteé que a Cuba hacía rato que la dirección del MLN-T en Chile (léase Renunciantes, o sea Mansilla y compañía) le estaba mandando problemas, o sea compañeros con muy bajo compromisos, con un nivel de conciencia también bajo, que continuamente presentaban problemas de conducta, de disciplina,(¡o discrepancias...!) etc.
Mi posición fue que mandáramos desde Suecia a Cuba, a aquellos compañeros que habían tenido un excelente comportamiento durante su detención en Chile, que no abarcaba sólo el Estadio Nacional sino también el Estadio Chile, el Ministerio de Interior y Defensa, las comisarías de carabineros, etc. Baráibar no fue propuesto para ir a Cuba porque no figuraba como integrante del MLN-Tupamaros, sino como un progresista del PDC, y reitero que tal vez alguna vez colaboró de alguna manera, pero no era integrante de nuestra organización
RAÚL RODRÍGUEZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario