El papa Francisco: “Siempre queda la duda de si la guerra es para vender armas”

El papa Francisco: “Siempre queda la duda de si la guerra es para vender armas”

El Pontífice advierte contra el impulso a una conflicto como el sirio para incrementar el comercio de armamento

 El País es Roma 8 SEP 2013 - 13:35 CET
Como enemigo, el papa Francisco es un hueso duro de roer. Desde hace una semana, Jorge Mario Bergoglio se viene manifestando públicamente, beligerantemente, contra la intervención militar en Siria y sus llamamientos a favor de la paz y en contra de la guerra suben cada día de nivel. Si el jueves envió una carta a Vladímir Putin y a los líderes del G20 pidiéndoles que abandonen “cualquier pretensión de una solución militar”, el sábado –durante la jornada de ayuno y oración que reunió a más de 100.000 personas en la plaza de San Pedro—ya advirtió de que “la guerra solo trae muerte” y hoy, durante el rezo dominical del Ángelus, acusó directamente: “Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí o de allí es de verdad una guerra o una guerra comercial para vender armas o para incrementar su comercio ilegal”.
Como ya hiciera la víspera, el Papa alertó contra las excusas que utilizan algunos líderes mundiales para justificar el uso de la fuerza: “Elegir el bien comporta decir no al odio fratricida y a las mentiras que utiliza, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de las armas y a su comercio ilegal”. El sábado por la tarde, Jorge Mario Bergoglio llegó a la vigilia de la plaza de San Pedro andando, solo entre el gentío, y fue recibido por representantes de otras religiones –entre ellos numerosos musulmanes-- y por significados ateos que quisieron unirse a su causa por la paz. El Nobel Dario Fo, el seleccionador Cesare Prandelli, la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, o el alcalde izquierdista de Roma, Ignazio Marino, apoyaron con sus declaraciones o su presencia a cientos de jóvenes, unos creyentes y otros laicos, que bajo la columnata de Bernini mostraron su rechazo silencioso a las armas químicas de Bachar El Asad y a la respuesta militar que prepara Barack Obama.
“La guerra”, sostuvo el Papa, “siempre marca el fracaso de la paz y ello es siempre una derrota para la humanidad. El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz, en la amada nación Siria, en Oriente Medio y en todo el mundo. Hay que tomar la decisión valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y a escoger el bien. ¡Que termine de una vez el sonido de las armas!”.

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