EEUU ultima su propia "justificación legal" para atacar Siria

EEUU ultima su propia "justificación legal" para atacar Siria

El Gobierno informa al Congreso de los planes que baraja para su intervención militar sin tener en cuenta a Reino Unido ni a las conclusiones de los técnicos de la ONU

PÚBLICO / AGENCIAS Washington 29/08/2013 21:49 Actualizado: 29/08/2013 22:40
El oprtavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.- REUTERS

Estados Unidos no espera a nadie. El Gobierno estadounidense está ultimando un informe de inteligencia con pruebas de que el régimen sirio de Bashar Al Asad ha usado armas químicas. Se espera que el documento se divulgue en los próximos días.
Es el texto que la Administración de Barack Obama usará para justificar su acción militar contra Siria en respuesta al ataque químico del pasado día 21, del que no duda en responsabilizar a Damasco. Serán las pruebas que a EEUU le valdrán diga lo que diga el equipo de inspectores de la ONU cuyas conclusiones se conocerán este sábado. Lo ha dejado claro Josh Earnest, el portavoz de la Casa Blanca: para Washington "no es una cuestión abierta" el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Asad.
Así las cosas, parece claro que EEUU está dispuesto a formalizar su propio calendario sin esperar a su principal aliado en la intervención en Siria, Reino Unido, donde el debate parlamentario ha retrasado la puesta en marcha del plan militar del Gobierno de David Cameron. "Cuando el presidente alcance una decisión sobre la respuesta apropiada (al ataque químico en Siria) y haga falta una justificación legal para sustanciar o respaldar esta decisión, elaboraremos una por nuestra cuenta", ha declarado Earnest en rueda de prensa.
No obstante, el portavoz de la Casa Blanca quiso destacar que Obama aún no ha tomado ninguna decisión, "una de las más importantes" que afronta el presidente durante su mandato. El portavoz de la Presidencia norteamericana tampoco aclaró en que consistiría el ataque, pero ha matizado que sería "muy discreto y limitado" y no tendría como objetivo el derrocamiento de Al Asad, en un intento por desmarcar las posibles acciones de guerras como la de Irak.
Antes de decidir nada, Obama consultará con el Congreso. El mandatario ya ha hablado con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, sobre la posible intervención. Entre las cuestiones discutidas figura la justificación legal del bombardeo, así como los objetivos y la estrategia que se seguiría, según un comunicado del portavoz de Boehner, Brendan Buck.
Hoy mismo, los secretarios de Estado, John Kerry, y Defensa, Chuck Hagel, y la principal asesora de Seguridad Nacional de Obama, Susan Rice, participarán en una videoconferencia con los líderes del Congreso, entre ellos los miembros de los comités relacionados con seguridad nacional, defensa y exteriores, a los que se informará de las opciones militares que se están evaluando. Senadores como la demócrata Dianne Feinstein y el republicano Saxby Chambliss ya han podido ver información de inteligencia clasificada que prueba el uso de armas químicas por parte del régimen de Asad, de acuerdo con el portavoz Earnest. Sin embargo, tampoco está claro que Obama vaya a pedir autorización al Legislativo para el ataque.
Entretanto, prosiguen los contactos entre líderes internacionales. Este jueves, el presidente estadounidense ha hablado por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, si bien Earnest no ha dado detalles de esta conversación. "La opinión de otros líderes mundiales sobre esta situación importa", se ha limitado a decir.
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU volvió a reunirse hoy, sin que se vislumbrara la posibilidad de un acuerdo sobre la resolución británica que autorizaría el empleo de la fuerza militar aduciendo móviles "humanitarios". Merkel, y su ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, intentaron impulsar la busca de un consenso en el organismo mediante sendas conversaciones telefónicas con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el titular chino de Exteriores, Wang Yi.
Aunque Rusia y China se opongan a la operación, se da por hecho que la falta de autorización del Consejo de Seguridad de la ONU no impediría que la coalición dirigida por Estados Unidos emprenda los ataques, siguiendo el precedente asentado en 1999 con los bombardeos de la OTAN a Serbia a causa del conflicto en Kosovo.

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