miércoles, 7 de agosto de 2013
MPP RIMA CON TABARÉ, PERO IZQUIERDA NO RIMA CON RESIGNACIÓN
Digamos la verdad, el MPP nos pegó una puñalada por la espalda. Quedamos medio muertos... La aceptación de Tabaré es resultado directo de ese apoyo central.
Los que quisiéramos cambiar las cosas en el FA, volver a hacerlo algo parecido a la izquierda, esperábamos, con pocas expectativas pero con muchas ganas el apoyo de los movimientos y partidos de la izquierda del FA, léase MPP, PCU y PVP.
Es por eso que en mi nota anterior escribía acerca de que exigir candidaturas múltiples no era suficiente porque la posibilidad nunca estuvo vedada, sino que dependía del apoyo que los partidos mencionados pudieran darle a la única candidata que emerge como alternativa real: Constanza Moreira. Me preguntaba entonces hasta cuándo la izquierda del FA haría la plancha. La respuesta no se hizo esperar.
El MPP ya ha perdido buena parte del apoyo que tuvo hace unos años, y me parece que con la decisión de apoyar a Tabaré, se termina de desnaturalizar por completo. Lo más sorprendente es encontrar que en la calle, casi todos los que votaron MPP no quieren que Tabaré sea su candidato, pero su dirigencia sí. Es como poco raro. Qué está pasando entre las dirigencias y sus bases?
Lo que sí parece claro, porque ya ha pasado en muchas otras latitudes, es que cuando la izquierda no presenta alternativas y se alinea a los socio liberales, termina por suicidarse. El caso italiano es quizás el más paradigmático.
Es cierto que de momento, como la coyuntura económica es favorable, las izquierdas parecen no ver la necesidad de mover mucho el tablero. Sin embargo, parecen no percibir que es justamente esta coyuntura la que permitiría un giro a la izquierda en buenas condiciones.
Los que pretendemos este giro, no lo hacemos por cuestiones principistas, sino porque no queremos que la mitad del país siga ganando menos de 14 mil pesos, no queremos que un tercio de la población no tenga sus necesidades básicas insatisfechas, no queremos que la educación siga siendo el último orejón del tarro, no queremos presupuestos cero cuando las arcas del gobierno no están ni en crisis ni vacías, queremos reformar la constitución para poder realmente cambiar las bases estructurales del sistema, entre otras, para cambiar el sistema judicial cuya ineficiencia favorece la inseguridad creciente, no queremos que haya más soldados que maestros y que ganen mejor que éstos, no queremos alinearnos a los EEUU y sus súbditos porque ya sabemos en qué redundan esas asociaciones para los pueblos, no queremos que la mayor parte de la riqueza de nuestro suelo vaya a parar a manos de extranjeros, multinacionales o privados, queremos que el que tenga más pague más de verdad y proporcionalmente, y tantas cosas más. Que quede claro: lo que queremos es la felicidad de nuestra gente, y sabemos que es con gobiernos de izquierda que eso se puede lograr.
La mayoría de la gente de izquierda ya no se engaña, sabe que un nuevo mandato de Tabaré será "más de lo mismo", que no es horrendo, pero no es, ni de cerca, aquello a lo que aspiramos.
La catarata de apoyos a la candidatura de Vázquez es clara muestra de que en nuestras dirigencias no prima el sentido de responsabilidad para con el pueblo, sino el sentido de responsabilidad para con sus propios espacios de poder. Es evidente que ante la disyuntiva de profundizar los cambios o el continuismo, prefieren lo último. Creerán que lo que hoy tenemos es lo máximo a lo que podemos aspirar? Nosotros, los otros, no estamos de acuerdo.
No resulta para nada sorprendente que estas reuniones en Bushental, que estos apoyos, se den tras la exitosa charla de Constanza, Castillo y Martínez con cerca de 300 personas en un local desbordado y otros tantos asistiendo en streaming. Será que los dirigentes se asustaron? Será que pensaron que había que matar este movimiento de raíz? En todo caso, las reacciones fueron rápidas y eficientes. Pasamos de la alegría de ver tanta gente que nos apoyaba a la puñalada del MPP al otro día. Qué decepción!
Qué nos queda por esperar? Las definiciones del PCU. Los comunistas una vez más, como tantas veces en el pasado, tienen el poder y la responsabilidad de que sus decisiones pesen en el colectivo del FA. Es un partido que se ha reducido a su mínima expresión electoral, pero políticamente aún conservan una fuerza importante, una orgánica aceitada, una estructura eficiente y militantes que sostienen comités de base abiertos.
Podría cosechar una buena cantidad de votos en la interna, que quizás no sería suficiente para ganar, pero sí para demostrar que existe una fuerza que no quiere más de lo mismo. Serviría para hacer nacer una esperanza.
Podría dejar muy bien posicionado al PCU de cara a las nacionales, porque no es difícil suponer que la gente que aun no queriendo a Tabaré esté dispuesta a votar al FA, se vuelque en las nacionales por un sector que haya apoyado sus posiciones. Esto le permitiría crecer electoralmente.
Podría también, y según el porcentaje conseguido, ser el origen de una fuerza alternativa de izquierda dentro del FA que logre aunar a todos los que estamos en la misma y que no somos tan pocos como se cree. Esa nueva fuerza alternativa podría ser la manta bajo la cual se cobijaran tantos frentistas que hoy están huérfanos de sector que los represente.
Podría al mismo tiempo, posicionar bien a Constanza para el futuro.
Pero claro, son meras hipótesis. Lo cierto es que de momento estamos medio fritos.
También es cierto que nos quedan los comités de base, pero su realidad es tan complicada que parece difícil revitalizarlos a pleno en tan poco tiempo.
Da la sensación de que todo está recontra cocinado y el margen de maniobra que nos queda a los que quisiéramos otra realidad, es cada vez más estrecho. Gracias MPP y compañía por ello. Ahora sólo nos queda esperar que el PCU se defina. De hacerlo en la misma dirección que los demás, nos dejará en una difícil posición.
Vamos a votar al FA con los socio liberales como sector totalmente hegemónico y con Tabaré como único candidato? Yo en lo personal no quisiera ser cómplice del suicidio de la izquierda uruguaya.
Yo voy a seguir alzando mi voz para generar discusión, la resignación no está en mi vocabulario.
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