Gobierno defiende planta regasificadora: Economistas de izquierda dicen que es “cara, improcedente e inconveniente”
El debate abierto entre el director Nacional de Energía y la Red de Economistas de Izquierda, en torno a la conveniencia del proyecto de la planta regasificadora para ANCAP, apunta convertirse en un escollo de magnitud para las políticas energéticas que el gobierno quiere llevar adelante, en tanto la discusión técnica recién comienza.
Viernes 09 de agosto de 2013 | 09:58 La República uy
Imagen ilustrativa de planta regasificadora
La planta regasificadora, es uno de los barcos insignia de la actual administración y pretende que el país deje de lado su exclusiva dependencia del petróleo para lo cual se instalará el complejo que abastecerá básicamente a UTE para producir electricidad, y exportará los excedentes a Argentina.
Sin embargo primero desde la Red de Economistas de Izquierda, y ahora también desde la oposición, ha comenzado a cuestionarse cada vez con mayor énfasis un plan que califican de “proyecto caro, improcedente en la actualidad e inconveniente en el mediano plazo, salvo que se esté pensando en nuevos megaproyectos que no sean de conocimiento público”, detalla el grupo de expertos en economía que tradicionalmente han defendido las políticas del Frente Amplio en general.
Básicamente los economistas entienden que el gas a producirse en Uruguay costará comparativamente más que el vendido por Argentina en la actualidad y que además si los vecinos resuelven sus problemas de abastecimiento, no tendrá interés en lo que nosotros podamos exportarles.
Según la proyección del precio internacional del petróleo, los valores del gas natural licuado se emparejarán con lo que las ventajas comparativas tienden a desaparecer, máxime cuando los techos de producción del petróleo aparecen lejos todavía.
“Se conocen los costos fijos de la inversión, pero no se tiene acceso a los flujos de ingresos y egresos, por lo cual las estimaciones de beneficios y costos no pueden ser evaluadas. Esto no es nada menor si se quiere estimar los costos y beneficios de la inversión”, agregan los economistas en cuestión.
La visión oficial es fuertemente discrepante
Por su parte el director Nacional de Energía, Ramón Méndez, había cuestionado a su vez la opinión de los economistas y defendido la postura gubernamental en la materia. Méndez rechaza el argumento de los economistas apuntando a invertir en energía hidráulica, eólica y solar. Destaca que en sus cálculos parten de una producción de energía estable de esas fuentes, cuando dependen de cambios climáticos que obligan al país a generar energía térmica. Recuerda que “las energías renovables no han logrado cubrir más del 15% de la matriz energética primaria mundial”, en una carta fragmentos de la cual publica el diario La República.
“En años secos, asumiendo la diferencia de precios actuales entre la generación con gas natural y la generación con gasoil, la diferencia entre contar o no contar con gas natural supera los 400 millones de dólares en un solo año”, agrega. A ello se sumarían 24 millones de dólares más por el ahorro en el costo del gas natural que consumen 55.000 hogares en el país.
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