Una más en la República bananera

Una más en la República bananera

El imperialismo yanqui, enemigo de la humanidad, el imperio mas asesino y saqueador de la historia, aplica dos variantes para su dominación. La una es la guerra abierta y descarada, el genocidio, la agresión, las invasiones y los bombardeos. Sean llevadas adelante por sus propias tropas, o en comandita con lacayos de menor cuantía sean nacionales del país agredido o de otros países que se amontonan en supuestas alianzas voluntarias (caso Irak y Afganistán por ejemplo) o alquilando asesinos como es ahora con las empresas de "seguridad" o, por último, con mercenarios locales como han sido las agresiones a Cuba Revolucionaria o a la Revolución Sandinista y también apuntalando golpes y dictaduras militares como lo testimonian las dictaduras latinoamericanas en las décadas de los 60s y 70s. Uruguay incluído. 

La otra variante es la rastrera, la oculta, la de doble intención. Es decir la de hacerse los demócratas, los simpáticos, los que dan ayudas a los necesitados. Esta variante precisa receptores con actitud lacayuna para completar el decorado de la "ayuda humanitaria" código de guerra imperialista para invasiones, genocidios y más que nada saqueos sin contemplaciones. Basta ver lo de Irak para comprenderlo. Los receptores son necesarios para darle "autenticidad" a la "ayuda" ante los ojos de sus nacionales. Antes, normalmente frente a similares montajes propagandísticos veíamos a la izquierda en las calles desnudando la maniobra imperial. La situación actual en Uruguay es diferente a la de antes. Ahora es el gobierno del llamado progresismo el que sugiere, invita, propone y avala los tales golpes propagandísticos yanquis. 

No necesitan ni esforzarse los yanquis, ministros, secretarios y subsecretarios, asesores y demás se amontonan en tropel para que se sepa que están apoyando y agradeciendo la ayuda supuestamente desinteresada y humanitaria del imperio criminal. Resulta ser el gobierno y sus ministros que pretenden sacar de la luz pública a los carritos y a los recicladores, a los que limpian los parabrisas, y en general a todo lo que se parezca pobre o cercano a la mendicidad, son ellos mismos, los que sin el menor empacho alaban al imperio de los genocidios porque éste les tira unos mendrugos y para festejarlo hacen recepciones, homenajes y actos cargados de agradecimiento al imperio. 

Lo que afea la imágen del Uruguay no son los carritos que es gente que trabaja, y duro, y no explota a nadie, que con sacrificio juntan unos pesos para comer. Lo que sí afea la imágen del Uruguay son los actos lacayunos de un gobierno votado por el pueblo trabajador para generar cambios y soluciones favorables a los intereses populares y que después anda alcahueteando al imperialismo yanqui, precisamente en momentos en que éste tiene varias agresiones en preparación contra pueblos hermanos latinoamericanos y ya consumó el artero ataque contra Evo. 

Lo peor de estas instalaciones en el Cerro montevideano es que tienen un carácter bélico oculto. Son una suerte de instalaciones que permitan una base militar cuando se requiera. Es parte de la estrategia de las bases camufladas que el mismo Comando Sur ha explicado como parte de sus planes de agresión y de guerra. Bases que sean puntos de apoyo para ataques de mayor envergadura si estos fuesen necesarios. Ya desde que los primeros conquistadores asomaron la nariz por estos parajes quedó claro que desde el Cerro de Montevideo se controla la Bahía y la ciudad capital y de hecho se pone un candado en el Río de la Plata. No por casualidad el Comando Sur pone en pie instalaciones precisamente en el Cerro. 

Los festejos lacayos de hoy en día agradeciendo al imperio unos galpones, quizás vayan a costar sangre en el futuro cuando se establezcan tropas del Comando Sur. Una afrenta más y una entrega más de la soberanía nacional, por baratijas. Qué bajo ha caído el gobierno de la izquierda!. 

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas



Programas del Mides y UTU para jóvenes de Santa Catalina

Políticas sociales en edificio que donó el Comando Sur de EE.UU.

Mañana, los ministerios de Desarrollo Social y Defensa, junto a la UTU, lanzarán un proyecto socio educativo en el barrio Santa Catalina que se llevará adelante en un moderno edificio donado por el Comando Sur de los Estados Unidos.
Donación. El edificio donde se desarrollará el proyecto socio educativo en Santa Catalina. Foto: I. Guimaraens
El País uy
Con la presencia de autoridades del gobierno y de la Educación, entre ellos los ministros de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, y de Desarrollo Social, Daniel Olesker, se presentará mañana, a las 14 horas, un proyecto social que tiene la particularidad de que se desarrollará en las instalaciones de un edificio que en su momento donó el Comando Sur de los Estados Unidos en el marco de un programa que incluía en la deprimida zona de Santa Catalina una policlínica y que fue combatido desde la propia izquierda por considerar que se trataba de una "base militar encubierta" estadounidense.
El 5 de noviembre de 2010, el entonces ministro de Defensa, Luis Rosadilla, y el embajador de los Estados Unidos, David Nelson, colocaron la piedra fundamental para la construcción de un centro comunitario juvenil en Santa Catalina.
En aquel momento, se indicó que las obras insumirían un costo de 500.000 dólares.
Finalmente el edificio fue terminado y comprende dos gimnasios, vestuarios, campos deportivos e instalaciones de apoyo. El proyecto constituía una nueva donación en el marco del Programa de Ayuda Humanitaria del Comando Sur de los Estados Unidos.
Finalmente, el gobierno resolvió que en esa instalación se llevarán a cabo políticas sociales y cursos de UTU.
De acuerdo con el comunicado de UTU, la experiencia educativa prevé inicialmente el desarrollo de actividades deportivas de carácter semestral y ulteriormente la creación de un Bachillerato en Deportes. La propuesta sumará la actividad de la UTU a los programas "Jóvenes en Red" y "Más Centro" (Centros Educativos Abiertos), que funcionan bajo la égida del Mides, en conjunción con el sistema educativo.

El barrio Santa Catalina está ubicado en la zona oeste de Montevideo. Limita por la zona este con el barrio Casabó y, junto al casco del Cerro, con Pajas Blancas, Cerro Norte, La Boyada y Cerro Oeste. Tiene una población de aproximadamente 8.000 habitantes, muchos de ellos adolescentes.
La Consejera del Cetp-Utu, Profesora Rita Ferrari, destacó el carácter interinstitucional del proyecto, que reúne a la Universidad del Trabajo y los Ministerios de Desarrollo Social y Defensa Nacional y funcionará en un predio que la Embajada de los Estados Unidos le cedió a Defensa Nacional.
Al respecto, explicó que "el confortable edificio consta de un área de oficinas, ambientes para la instalación de aulas y un amplio gimnasio semicerrado".
Respecto a esta propiedad que será usufructuada por UTU, la jerarca afirmó que "tiene un gran potencial para poder desarrollar actividades educativas". Sobre el particular, precisó que se otorgará prioridad a la formación en el área deportiva.
"Tenemos dos propuestas, una de Educación Media Básica y otra para Educación Media Superior", precisó Rita Ferrari, quien anunció la posible instalación de un Bachillerato en Deportes para el año próximo.
Además, mañana se rubricará un segundo convenio con el Mides y el Ministerio de Defensa Nacional, para la implementación de un proyecto educativo comunitario.
La Consejera Ferrari consignó que la UTU trabaja con el Mides en el proyecto "Más Centro", en cuyo marco los centros educativos funcionan como núcleos de desarrollo social de la comunidad.
Respecto al perfil de ingreso para acceder a esta instancia formativa, aclaró que el ingreso al nivel de Formación Profesional Básica es para docentes de 15 años. "Si el año próximo habilitamos el Bachillerato en Deportes, los que ingresen tendrán que haber culminado la Educación Media Básica".
Ferrari reflexionó que "la comunidad de Santa Catalina ha estado siempre organizada y preocupada por sus jóvenes. Desde esa comunidad, recibiremos el apoyo para realizar otro tipo de propuestas que permitan que la comunidad disfrute de esas instalaciones, con el apoyo de la UTU y del Mides, a través de los programas "Jóvenes en Red" y "Más Centro".
Explicó que la idea es que la propuesta educativa contribuya a la integración de los pobladores del barrio, con un énfasis particular en los jóvenes.

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